En territorio porteño, la Cámpora ya tiene más locales que la UCR

“John William Cooke”. Con el nombre del legendario peronista de izquierda, La Cámpora bautizó en Flores, el viernes, a su última unidad básica. A cinco años de su nacimiento, la agrupación ya abrió 64 locales partidarios en la Ciudad de Buenos Aires y superó a la centenaria UCR que tiene alrededor de 45 establecimientos políticos.
La organización que ideó el fallecido ex presidente Néstor Kirchner avanza dentro del peronismo porteño. En la mayoría de los barrios y las villas sus militantes desarrollan un trabajo territorial y desde la última elección cuentan con nueve de los 30 comuneros del Frente para la Victoria. El crecimiento de La Cámpora se convierte en un dato clave teniendo en cuenta que el próximo año se renuevan autoridades en el justicialismo.
Actualmente, SUTERH –el sindicato de trabajadores de edificios– conduce el PJ de la Capital. El gremio que supera los quince años de existencia tiene 72 de las 300 unidades básicas peronistas. Mientras que La Cámpora le pisa los talones con 64 locales abiertos en sólo cinco años, informan fuentes cercanas al conductor del peronismo porteño, Juan Manuel Olmos, quien se referencia en el SUTERH.
Libres del Sur, la organización que dirige Humberto Tumini nació en 2006, poco antes que La Cámpora. “Estamos en 8 comunas y abrimos 12 locales”, precisa Alberto Vivanco, militante de la agrupación.
En cambio, La Cámpora, con muchos funcionarios en el gobierno nacional y en cuerpos legislativos, suma presencia territorial en las 15 comunas además de superar a la UCR cuenta con más locales que la coalición del Frente Amplio Progresista que comprende al Partido Socialista, Unión Popular, GEN y Libres del Sur. Entre todos estos opositores suman alrededor de 40 locales.
La foto tiene movimiento. Desde junio, La Cámpora lleva inaugurados tres nuevos locales porteños. Un contraste con el radicalismo que abrió su último ateneo el año pasado, en pleno trajín electoral.
Los militantes camporistas organizan compras comunitarias de alimentos en plazas y en sus lugares. Buscan en el Mercado Central la mercadería y la venden en bolsas de $ 10.
También brindan asesoramiento jurídico y dan información sobre los programas de la Anses (como la asignación universal por hijo); ofrecen charlas con funcionarios; organizan pintadas de murales y bibliotecas populares; ofrecen apoyo escolar y dan clases de yoga, teatro, guitarra e inglés, por ejemplo.
Los nombres de los locales apelan a próceres nacionales como Manuel Dorrego y Chacho Peñaloza. Pero también algunos son kirchneristas como “Quisiera que me recuerden” (en alusión al poema de Joaquín Areta, un militante desaparecido que leyó Néstor Kirchner en la feria del libro de 2005), “La Pingüinera” y “25 de febrero”, en La Paternal, fecha de nacimiento del ex mandatario. Incluso su nombre bautizó un local de San Telmo al igual que el de la Presidenta aparece en Boedo.
Según el mapa de sus locales, La Cámpora se concentra más en el sur de la Ciudad, donde se encuentran los barrios más necesitados y tiene presencia en la mayoría de las villas. Allí también el PRO, oficialismo porteño, concentra algunas de sus estrategias de gestión y políticas.
La piedra original de la organización se encuentra en Villa Lugano. Allí está “La Escuelita”, el comedor en el que el líder y hoy diputado de La Cámpora Andrés Larroque arrancó su la militancia barrial. Tras ganar las elecciones estudiantiles del Nacional de Buenos Aires, en 1996, “El Cuervo” convirtió la Secretaría de Extensión del colegio, ubicada en la Villa 20, en un local de apoyo escolar y luego en un comedor para la crisis del 2001. Junto a 60 compañeros empezaron con las clases de apoyo a chicos que asistían al primario y al secundario. Luego se transformó en un comedor y finalmente derivó en una uni dad básica con sello camporista.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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