El dirigente radical y referente de Cambiemos dijo que es «mentira que Macri gobierne para los más ricos» y se mostró optimista sobre el futuro económico; «No tengo ninguna intención en ser funcionario», advirtió
Sanz respaldó a Macri y se mostró optimista sobre el futuro de la economía.
Referente de Cambiemos. Se sienta en la mesa chica de Mauricio Macri . Es uno de los dirigentes más consultados por el Presidente. Es el ministro sin cartera. Ernesto Sanz hizo un balance de los primeros seis meses del líder de Pro en la Casa Rosada y frente a las críticas a la gestión por los fuertes aumentos de tarifas, la inflación y la devaluación, no dudó en calificar al gobierno como «progresista».
En diálogo con Radio Vorterix, el dirigente radical dejó varias definiciones políticas. «Estamos viviendo un bache donde las buenas medidas económicas de fortalecimiento económico y desarrollo todavía no tiene los efectos esperables. Falta un tiempo para que eso ocurra, no se me ocurriría analizar al gobierno por lo que vemos hoy», apuntó.
El «progresismo estético» de Cristina
Frente a los actores de la oposición y de los gremios que acusan al jefe del Estado de favorecer solo a «los ricos» en sus primeros meses de gestión, Sanz advirtió: «Es mentira. Esa construcción lingüística es una construcción interesada, perversa e hipócrita de muchos sectores que pretenden encasillar al gobierno de esa manera para que les sirva hacer políticamente. Es un cliché».
Luego de calificar como «positivos» los primeros seis meses de Macri, Sanz dijo que el gobierno de Cambiemos «es progresistas»: «Este gobierno tiene una mirada de progreso, eso es progresismo. Tiene la mirada de generar empleo, desarrollo y equidad y una mirada social para que en el mientras tanto se sufra lo menos posible».
Al defender su definición sobre el perfil de la Casa Rosada, el dirigente radical apuntó contra el kirchnerismo: «Pasa que está tan devaluada la palabra progresista que acá hemos creído que progresista era hacer lo que hacia el gobierno anterior que era darle maquinita de hacer billetes para, artificialmente, hacer creer que ponía plata en el bolsillo de los más vulnerables cuando, en realidad, dejó 12 millones de pobres. Eso no es progresismo, eso es populismo de baja estofa y engaño a la gente», arremetió.
«Acá hay mucha gente que hace progresismo estético, retórico. Eso es decirse progresista y utilizar a los pobres para administrar su pobreza en favor de un modelo político, eso es lo que había en el gobierno anterior», explicó. Y agregó: «Progresismo estético es lo que hacía el gobierno con Milagro Sala, que era mandarle plata para que ella se la llevara a su casa y viviera como una reina; era hacer obra pública con sobreprecio, coimas y mucha corrupción: eso es Lázaro Báez».
No será funcionario
Alejado del barro de la política desde diciembre, cuando rechazó la posibilidad de integrar el Gabinete de Macri por cuestiones personales, Sanz se siente cómodo en su rol de «asesor» del jefe del Estado. «Estoy muy feliz así. No tengo ninguna intención en ser funcionario», afirmó al ser consultado sobre la posibilidad de que decida asumir un cargo en el Gobierno.
«Estoy en permanente contacto, no soy funcionario hoy. Pero tengo una relación muy estrecha con el presidente, hay cosas que me consulta y otras no. Este es un gobierno de mucho diálogo y consenso, se ve en el parlamento, donde el radicalismo tiene su mayor peso», describió.
Respecto del ajuste de tarifas, Sanz aseguró que «el propio gobierno reconoció que tenía que revisarse». «Ahora está en pleno proceso de rectificación y me parece que es bueno que si se equivoca en algún momento, pueda haber una recomposición».
El referente de Cambiemos se mostró optimista respecto del rumbo de la economía: «Macri está haciendo transformaciones profundas, obviamente, con costos. Hay que superar un bache entre que se toman las medidas y vienen los resultados de esas medidas. La Argentina ha cambiado ha cambiado para bien, pero lo que se avizora para el futuro es mucho mejor», sostuvo.
Sanz respaldó a Macri y se mostró optimista sobre el futuro de la economía.
Referente de Cambiemos. Se sienta en la mesa chica de Mauricio Macri . Es uno de los dirigentes más consultados por el Presidente. Es el ministro sin cartera. Ernesto Sanz hizo un balance de los primeros seis meses del líder de Pro en la Casa Rosada y frente a las críticas a la gestión por los fuertes aumentos de tarifas, la inflación y la devaluación, no dudó en calificar al gobierno como «progresista».
En diálogo con Radio Vorterix, el dirigente radical dejó varias definiciones políticas. «Estamos viviendo un bache donde las buenas medidas económicas de fortalecimiento económico y desarrollo todavía no tiene los efectos esperables. Falta un tiempo para que eso ocurra, no se me ocurriría analizar al gobierno por lo que vemos hoy», apuntó.
El «progresismo estético» de Cristina
Frente a los actores de la oposición y de los gremios que acusan al jefe del Estado de favorecer solo a «los ricos» en sus primeros meses de gestión, Sanz advirtió: «Es mentira. Esa construcción lingüística es una construcción interesada, perversa e hipócrita de muchos sectores que pretenden encasillar al gobierno de esa manera para que les sirva hacer políticamente. Es un cliché».
Luego de calificar como «positivos» los primeros seis meses de Macri, Sanz dijo que el gobierno de Cambiemos «es progresistas»: «Este gobierno tiene una mirada de progreso, eso es progresismo. Tiene la mirada de generar empleo, desarrollo y equidad y una mirada social para que en el mientras tanto se sufra lo menos posible».
Al defender su definición sobre el perfil de la Casa Rosada, el dirigente radical apuntó contra el kirchnerismo: «Pasa que está tan devaluada la palabra progresista que acá hemos creído que progresista era hacer lo que hacia el gobierno anterior que era darle maquinita de hacer billetes para, artificialmente, hacer creer que ponía plata en el bolsillo de los más vulnerables cuando, en realidad, dejó 12 millones de pobres. Eso no es progresismo, eso es populismo de baja estofa y engaño a la gente», arremetió.
«Acá hay mucha gente que hace progresismo estético, retórico. Eso es decirse progresista y utilizar a los pobres para administrar su pobreza en favor de un modelo político, eso es lo que había en el gobierno anterior», explicó. Y agregó: «Progresismo estético es lo que hacía el gobierno con Milagro Sala, que era mandarle plata para que ella se la llevara a su casa y viviera como una reina; era hacer obra pública con sobreprecio, coimas y mucha corrupción: eso es Lázaro Báez».
No será funcionario
Alejado del barro de la política desde diciembre, cuando rechazó la posibilidad de integrar el Gabinete de Macri por cuestiones personales, Sanz se siente cómodo en su rol de «asesor» del jefe del Estado. «Estoy muy feliz así. No tengo ninguna intención en ser funcionario», afirmó al ser consultado sobre la posibilidad de que decida asumir un cargo en el Gobierno.
«Estoy en permanente contacto, no soy funcionario hoy. Pero tengo una relación muy estrecha con el presidente, hay cosas que me consulta y otras no. Este es un gobierno de mucho diálogo y consenso, se ve en el parlamento, donde el radicalismo tiene su mayor peso», describió.
Respecto del ajuste de tarifas, Sanz aseguró que «el propio gobierno reconoció que tenía que revisarse». «Ahora está en pleno proceso de rectificación y me parece que es bueno que si se equivoca en algún momento, pueda haber una recomposición».
El referente de Cambiemos se mostró optimista respecto del rumbo de la economía: «Macri está haciendo transformaciones profundas, obviamente, con costos. Hay que superar un bache entre que se toman las medidas y vienen los resultados de esas medidas. La Argentina ha cambiado ha cambiado para bien, pero lo que se avizora para el futuro es mucho mejor», sostuvo.