Barrios de Pie pidió más subsidios para desempleados y nuevos puestos de trabajo. (Télam)
«Los despidos aumentaron en agosto 3,3% anual, a 4.105 trabajadores», informó la consultora Tendencias Económicas que dirige José Luis Blanco.
El relevamiento privado, que se nutre de denuncias sindicales que fueron informadas por la prensa gráfica a lo largo de cada mes, dio cuenta de que en agosto las desvinculaciones de personal se «localizaron principalmente en el sector privado, en las ramas petróleo, siderúrgica, textil, plástica, petroquímica, metalúrgica, alimentos, mercantiles y construcción».
En el sector público también se anotaron recortes de la nómina, pero de menor magnitud agregada: «Se verificaron en la administración pública provincial, Correo Argentino, salud, docentes, Ministerio de Educación y en municipios».
En el acumulado de los ocho meses el estudio privado sumó 168.685 trabajadores que perdieron el empleo, 12,5 veces más que en igual período del año anterior, cuando el gasto electoral había contribuido a sostener la demanda interna y la crisis de Brasil era menos pronunciada.
Según el sondeo de Tendencias Económicas, en agosto cobraron impulso las suspensiones de personal: «superaron en 69,5 veces a las de agosto de 2015, con más de 22.500 casos», principalmente por efecto de la crisis que afecta a la industria que ha concentrado su producción en el destino al todavía recesivo mercado brasileño.
El sector automotriz es el que más recortó la jornada laboral, por la caída de las exportaciones a Brasil (NA)
El recorte de la jornada laboral, ya había sido detectado en la Encuesta Cualitativa Industrial del Indec para el trimestre agosto a octubre.
En el caso puntual de agosto, la disminución de la intensidad del trabajo se concentró en las ramas siderúrgica, textil, artículos para el hogar, automotriz, alimentos , petróleo, plástica y metalúrgica.
Las expectativas para el último cuatrimestre del año indican la continuidad del ciclo recesivo en la industria manufacturera, y un punto de giro en la actividad de la construcción, a partir de la maduración del inicio de obras impulsada por el sector público nacional.
«Los despidos aumentaron en agosto 3,3% anual, a 4.105 trabajadores», informó la consultora Tendencias Económicas que dirige José Luis Blanco.
El relevamiento privado, que se nutre de denuncias sindicales que fueron informadas por la prensa gráfica a lo largo de cada mes, dio cuenta de que en agosto las desvinculaciones de personal se «localizaron principalmente en el sector privado, en las ramas petróleo, siderúrgica, textil, plástica, petroquímica, metalúrgica, alimentos, mercantiles y construcción».
En el sector público también se anotaron recortes de la nómina, pero de menor magnitud agregada: «Se verificaron en la administración pública provincial, Correo Argentino, salud, docentes, Ministerio de Educación y en municipios».
En el acumulado de los ocho meses el estudio privado sumó 168.685 trabajadores que perdieron el empleo, 12,5 veces más que en igual período del año anterior, cuando el gasto electoral había contribuido a sostener la demanda interna y la crisis de Brasil era menos pronunciada.
Según el sondeo de Tendencias Económicas, en agosto cobraron impulso las suspensiones de personal: «superaron en 69,5 veces a las de agosto de 2015, con más de 22.500 casos», principalmente por efecto de la crisis que afecta a la industria que ha concentrado su producción en el destino al todavía recesivo mercado brasileño.
El sector automotriz es el que más recortó la jornada laboral, por la caída de las exportaciones a Brasil (NA)
El recorte de la jornada laboral, ya había sido detectado en la Encuesta Cualitativa Industrial del Indec para el trimestre agosto a octubre.
En el caso puntual de agosto, la disminución de la intensidad del trabajo se concentró en las ramas siderúrgica, textil, artículos para el hogar, automotriz, alimentos , petróleo, plástica y metalúrgica.
Las expectativas para el último cuatrimestre del año indican la continuidad del ciclo recesivo en la industria manufacturera, y un punto de giro en la actividad de la construcción, a partir de la maduración del inicio de obras impulsada por el sector público nacional.