Finanzas
Europa acusa a las calificadoras de fomentar la especulación y reflota la idea de crear una propia
Después de bajar la nota a Portugal, ayer Moody’s advirtió sobre los bancos.
Polémica.
La decisión de Moody’s de rebajar la nota de la deuda de Portugal al nivel de “bono basura” desató el enojo de las autoridades europeas, que calificaron como poco exhaustivo el análisis de la calificadora y reflotaron la idea de crear una agencia de medición de riesgo europea.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, llamó a “romper el oligopolio de las agencias de calificación” y “limitar su influencia”, mientras que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, criticó la decisión de recortar la nota de la deuda portuguesa “por el momento y la magnitud” en que se ha tomado y volvió a instalar de forma indirecta la necesidad de que el Viejo Continente cuente con su propia calificadora.
“En ausencia de hechos nuevos sobre la economía de Portugal que pudieran justificar la nueva calificación, las decisiones de ayer [por el martes] de una agencia de rating no dan mayor claridad, es más, agregan un elemento especulativo a la situación”, afirmó ayer el titular de la CE, quien además acusó a la agencia de haber “tomado partido” contra la eurozona.
“Con todo el respeto por esa agencia de rating específica nuestras instituciones conocen un poco mejor a Portugal”, agregó el funcionario europeo.
Respecto de la posibilidad de crear una agencia de calificación con sede en Europa, Barroso indicó que “es el mercado el que debe decidir”, pero destacó que “resulta extraño que no haya una sola agencia procedente de Europa”.
En tanto, el vocero del comisario para Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, señaló que “la decisión de Moody’s sobre Portugal, que resulta particularmente desagradable y excesiva, está basada en un escenario hipotético y no en un análisis económico que la UE y otras instituciones hacen puntualmente”.
“Esta decisión de la agencia contrasta con que Portugal ha iniciado un programa de reducción del déficit que va más allá de lo solicitado”, agregó.
Algo más tajantes fueron las críticas del ministro de Finanzas alemán, quien pidió directamente “romper el oligopolio” de las tres agencias calificadoras norteamericanas y “terminar con su dominio” sobre los mercados.
A su vez, Barroso recordó que la Comisión Europea está “trabajando hace meses sobre la reforma de las regulaciones para las agencias de rating” y presentará “propuestas legislativas” antes de fin de año para “disminuir la dependencia” de los juicios de estas entidades, “evitar los conflictos de intereses” e introducir en el sistema el concepto de “asunción de responsabilidad”.
Más malos augurios. Lejos de darse por aludida, Moody’s continuó emitiendo más pronósticos desalentadores para la eurozona. Según la agencia, 26 de los 91 bancos sometidos a las pruebas de solvencia en la Unión Europea para determinar su resistencia a las turbulencias de los mercados podrían necesitar ayuda externa.
Moody’s aclaró, no obstante, que el impacto general de las pruebas de tensión, cuyos resultados serán dados a conocer por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) la próxima semana, sobre las calificaciones de los bancos será limitado.
La rebaja de la nota de Portugal, junto con la advertencia respecto de la salud del sistema financiero de la eurozona, ensombreció el humor de los inversores en el Viejo Continente y llevó a una nueva caída en las Bolsas europeas.
Las bajas estuvieron lideradas por el índice PSI-20 de Lisboa, que recortó un 3,03 por ciento. Algo más abajo se ubicaron el Mib Index de Milán y el Ibex-35 de Madrid, que cerraron un 2,44 y un 1,22% abajo, respectivamente.
Europa acusa a las calificadoras de fomentar la especulación y reflota la idea de crear una propia
Después de bajar la nota a Portugal, ayer Moody’s advirtió sobre los bancos.
Polémica.
La decisión de Moody’s de rebajar la nota de la deuda de Portugal al nivel de “bono basura” desató el enojo de las autoridades europeas, que calificaron como poco exhaustivo el análisis de la calificadora y reflotaron la idea de crear una agencia de medición de riesgo europea.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, llamó a “romper el oligopolio de las agencias de calificación” y “limitar su influencia”, mientras que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, criticó la decisión de recortar la nota de la deuda portuguesa “por el momento y la magnitud” en que se ha tomado y volvió a instalar de forma indirecta la necesidad de que el Viejo Continente cuente con su propia calificadora.
“En ausencia de hechos nuevos sobre la economía de Portugal que pudieran justificar la nueva calificación, las decisiones de ayer [por el martes] de una agencia de rating no dan mayor claridad, es más, agregan un elemento especulativo a la situación”, afirmó ayer el titular de la CE, quien además acusó a la agencia de haber “tomado partido” contra la eurozona.
“Con todo el respeto por esa agencia de rating específica nuestras instituciones conocen un poco mejor a Portugal”, agregó el funcionario europeo.
Respecto de la posibilidad de crear una agencia de calificación con sede en Europa, Barroso indicó que “es el mercado el que debe decidir”, pero destacó que “resulta extraño que no haya una sola agencia procedente de Europa”.
En tanto, el vocero del comisario para Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, señaló que “la decisión de Moody’s sobre Portugal, que resulta particularmente desagradable y excesiva, está basada en un escenario hipotético y no en un análisis económico que la UE y otras instituciones hacen puntualmente”.
“Esta decisión de la agencia contrasta con que Portugal ha iniciado un programa de reducción del déficit que va más allá de lo solicitado”, agregó.
Algo más tajantes fueron las críticas del ministro de Finanzas alemán, quien pidió directamente “romper el oligopolio” de las tres agencias calificadoras norteamericanas y “terminar con su dominio” sobre los mercados.
A su vez, Barroso recordó que la Comisión Europea está “trabajando hace meses sobre la reforma de las regulaciones para las agencias de rating” y presentará “propuestas legislativas” antes de fin de año para “disminuir la dependencia” de los juicios de estas entidades, “evitar los conflictos de intereses” e introducir en el sistema el concepto de “asunción de responsabilidad”.
Más malos augurios. Lejos de darse por aludida, Moody’s continuó emitiendo más pronósticos desalentadores para la eurozona. Según la agencia, 26 de los 91 bancos sometidos a las pruebas de solvencia en la Unión Europea para determinar su resistencia a las turbulencias de los mercados podrían necesitar ayuda externa.
Moody’s aclaró, no obstante, que el impacto general de las pruebas de tensión, cuyos resultados serán dados a conocer por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) la próxima semana, sobre las calificaciones de los bancos será limitado.
La rebaja de la nota de Portugal, junto con la advertencia respecto de la salud del sistema financiero de la eurozona, ensombreció el humor de los inversores en el Viejo Continente y llevó a una nueva caída en las Bolsas europeas.
Las bajas estuvieron lideradas por el índice PSI-20 de Lisboa, que recortó un 3,03 por ciento. Algo más abajo se ubicaron el Mib Index de Milán y el Ibex-35 de Madrid, que cerraron un 2,44 y un 1,22% abajo, respectivamente.
Ahora que les toca a ellos, ya no les creen a las «descalificadoras». Y nos vienen a romper las guindas con «el indekkkkk».