En plenas negociaciones para lograr que la administración de Cristina Fernández derribe las DJAI en cumplimiento con el reciente fallo de la OMC, Europa volvió a la carga contra las barreras comerciales que aplican varios países, entre ellos la Argentina, y sumó una nueva preocupación a las ya planteadas en anteriores oportunidades: la escasez de divisas que sufre el país agrava las restricciones para que las empresas europeas giren dólares, dividendos y regalías a sus países.
Así lo planteó la Comisión Europea en un informe dado a conocer ayer acerca de las «Barreras al comercio y la inversión Reporte 2015» de los seis principales socios comerciales del bloque: China, India, Japón, Mercosur (Argentina y Brasil), Rusia y Estados Unidos. Al referirse a la Argentina, el foco estuvo puesto en las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI); en las dificultades para girar divisas y, en tercer lugar, en los impuestos internos aplicados por el Gobierno para regular las importaciones de los autos de alta gama, barcos, aviones y motos.
Sobre los controles a la importación, el informe plantea que pedir autorización mediante las DJAI para todas las compras al exterior supone un enorme desafío y relata el estado de situación de la contienda en la OMC, un reclamo llevado adelante por Europa, Japón y los EE.UU. «El órgano de apelación confirmó el fallo previo del panel que dictaminó que el Gobierno argentino está infringiendo las normas de la OMC», apunta el documento de la Comisión Europea.
Fuentes oficiales explicaron que la semana pasada se realizó un primer encuentro entre los negociadores ante la OMC de los países demandantes y los argentinos para establecer plazos de adecuación al reciente fallo. El Gobierno considera que la sentencia no obliga a eliminar las DJAI sino a ajustar algunas cuestiones de su implementación, pero los países afectados creen que el sistema debe ser eliminado. Se espera un nuevo capítulo de disputa entre las partes, aunque de no ponerse de acuerdo, quedan muchas instancias de negociación que le permitirían al Gobierno llegar al fin de su mandato con el sistema de administración de comercio vigente.
«Por otra parte, la Argentina continúa aplicando severas restricciones a la transferencia de divisas extranjeras, dividendos y regalías, situación que es aún peor debido a la creciente escasez de divisas», consignó el informe europeo. Por último, el documento hace mención a los impuestos internos aplicados para regular las importaciones. Europa se quejó de la aplicación de este impuesto a vehículos «de lujo» que puede llegar al 50% del precio del producto. «El tributo afecta autos premium y, por lo tanto, a modelos importados en mucho mayor medida que los producidos localmente», añade el paper.
Efectivamente, este gravamen prácticamente sacó del mercado a los vehículos de alta gama, que las terminales dejaron de importar por falta de demanda y de dólares. Los autos que cuestan más de $ 195.000 pagan una tasa del 30%, mientras que los que superan los $ 241.500 son gravados con una alícuota del 50%, lo que hace inviable el precio final.
El informe de la Comisión Europea también es duro contra las medidas que aplica Brasil, como por ejemplo el programa Reintegra, de subsidios a la exportación de sus compañías. También cuestionó las «ventajas fiscales discriminatorias» para firmas nacionales en sectores como el automotriz y la electrónica, que motivaron en 2013 una queja de la UE ante la OMC.
Así lo planteó la Comisión Europea en un informe dado a conocer ayer acerca de las «Barreras al comercio y la inversión Reporte 2015» de los seis principales socios comerciales del bloque: China, India, Japón, Mercosur (Argentina y Brasil), Rusia y Estados Unidos. Al referirse a la Argentina, el foco estuvo puesto en las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI); en las dificultades para girar divisas y, en tercer lugar, en los impuestos internos aplicados por el Gobierno para regular las importaciones de los autos de alta gama, barcos, aviones y motos.
Sobre los controles a la importación, el informe plantea que pedir autorización mediante las DJAI para todas las compras al exterior supone un enorme desafío y relata el estado de situación de la contienda en la OMC, un reclamo llevado adelante por Europa, Japón y los EE.UU. «El órgano de apelación confirmó el fallo previo del panel que dictaminó que el Gobierno argentino está infringiendo las normas de la OMC», apunta el documento de la Comisión Europea.
Fuentes oficiales explicaron que la semana pasada se realizó un primer encuentro entre los negociadores ante la OMC de los países demandantes y los argentinos para establecer plazos de adecuación al reciente fallo. El Gobierno considera que la sentencia no obliga a eliminar las DJAI sino a ajustar algunas cuestiones de su implementación, pero los países afectados creen que el sistema debe ser eliminado. Se espera un nuevo capítulo de disputa entre las partes, aunque de no ponerse de acuerdo, quedan muchas instancias de negociación que le permitirían al Gobierno llegar al fin de su mandato con el sistema de administración de comercio vigente.
«Por otra parte, la Argentina continúa aplicando severas restricciones a la transferencia de divisas extranjeras, dividendos y regalías, situación que es aún peor debido a la creciente escasez de divisas», consignó el informe europeo. Por último, el documento hace mención a los impuestos internos aplicados para regular las importaciones. Europa se quejó de la aplicación de este impuesto a vehículos «de lujo» que puede llegar al 50% del precio del producto. «El tributo afecta autos premium y, por lo tanto, a modelos importados en mucho mayor medida que los producidos localmente», añade el paper.
Efectivamente, este gravamen prácticamente sacó del mercado a los vehículos de alta gama, que las terminales dejaron de importar por falta de demanda y de dólares. Los autos que cuestan más de $ 195.000 pagan una tasa del 30%, mientras que los que superan los $ 241.500 son gravados con una alícuota del 50%, lo que hace inviable el precio final.
El informe de la Comisión Europea también es duro contra las medidas que aplica Brasil, como por ejemplo el programa Reintegra, de subsidios a la exportación de sus compañías. También cuestionó las «ventajas fiscales discriminatorias» para firmas nacionales en sectores como el automotriz y la electrónica, que motivaron en 2013 una queja de la UE ante la OMC.