Por Emiliano Russo
Barack Obama no hizo una autocrítica directa, aunque admitió que “en la política exterior de los países hay momentos de gloria y otros menos productivos, contrarios a lo que representa Norteamérica”.
Notas relacionada
En vísperas del 40º aniversario del golpe de Estado de 1976, el presidente Barack Obama evadió hacer una autocrítica directa sobre el rol de Estados Unidos en el surgimiento de la Dictadura pero admitió que en los ’70 el reconocimiento de los derechos humanos era para la política exterior norteamericana tan importante como la lucha contra el comunismo.
No obstante, el mandatario enfatizó que hoy visitará «las tumbas» de las víctimas de la última dictadura militar, un término confuso producto de la traducción simultánea -en realidad Obama dijo «memorial» (monumento conmemorativo)- al referirse al «Parque de la Memoria» de la Costanera Norte, donde se recuerda a los 30 mil desaparecidos.
En esa misma línea, ponderó haber ordenado la desclasificación de archivos de inteligencia y de las fuerzas armadas de su país vinculados al gobierno de facto encabezado por Jorge Rafael Videla que, se espera, aporten en la búsqueda de justicia y verdad por la que luchan los organismos de derechos humanos.
«Visitaremos las tumbas de las víctimas, aquellos que con heroísmo se opusieron a la dictadura. Y haremos el esfuerzo de desclasificar registros militares y de inteligencia» que ayuden en la búsqueda de la verdad sobre aquella época, destacó el líder del Partido Demócrata.
Al ser consultado por la prensa argentina si Estados Unidos había hecho una autocrítica por el financiamiento y el apoyo político a la Junta militar que derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón, Obama suspiró, pensó sus palabras y dio una ambigua respuesta.
«En los años 70, el reconocimiento de los derechos humanos, en nuestro enfoque, era tan importante como el hecho de luchar contra el comunismo, eso se tornó en un tema mucho más importante para la política exterior, ya fuera en administraciones republicanas o demócratas», aseguró.
En este sentido, opinó que «en la política exterior de los países hay momentos de gloria y otros menos productivos, contrarios a lo que representa Norteamérica», deslizando alguna crítica al apoyo que las administraciones estadounidenses brindaron a las dictaduras que gobernaron el Cono Sur.
Luego se mostró satisfecho que se haya producido un cambio de época y desde hace tiempo los Estados Unidos apoyen las salidas democráticas en todos los países. Pese a que evadió realizar un mea culpa histórico sobre el rol de su país, dijo, sin embargo, que a lo largo de los años el gobierno estadounidense ha hecho «mucha autocrítica» sobre los errores cometidos.
Hoy el presidente Obama participará del acto por el Día de la Memoria en el monumento de Costanera Norte. Lo acompañará su mujer Michelle y parte de su comitiva. El gobierno argentino estará representado por el presidente Mauricio Macri y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, ya avisó que no aceptaría la invitación para participar del evento. Anoche un vocero del gobierno admitió ante la consulta de este medio que «ningún organismo de Derechos Humanos confirmó su asistencia» (ver pág. 11). Es que, pese a que apoyan la desclasificación de documentación anunciada por el gobierno estadounidense, ningún referente de los DDHH quiere aparecer en «la foto» junto a Obama.
Barack Obama no hizo una autocrítica directa, aunque admitió que “en la política exterior de los países hay momentos de gloria y otros menos productivos, contrarios a lo que representa Norteamérica”.
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En vísperas del 40º aniversario del golpe de Estado de 1976, el presidente Barack Obama evadió hacer una autocrítica directa sobre el rol de Estados Unidos en el surgimiento de la Dictadura pero admitió que en los ’70 el reconocimiento de los derechos humanos era para la política exterior norteamericana tan importante como la lucha contra el comunismo.
No obstante, el mandatario enfatizó que hoy visitará «las tumbas» de las víctimas de la última dictadura militar, un término confuso producto de la traducción simultánea -en realidad Obama dijo «memorial» (monumento conmemorativo)- al referirse al «Parque de la Memoria» de la Costanera Norte, donde se recuerda a los 30 mil desaparecidos.
En esa misma línea, ponderó haber ordenado la desclasificación de archivos de inteligencia y de las fuerzas armadas de su país vinculados al gobierno de facto encabezado por Jorge Rafael Videla que, se espera, aporten en la búsqueda de justicia y verdad por la que luchan los organismos de derechos humanos.
«Visitaremos las tumbas de las víctimas, aquellos que con heroísmo se opusieron a la dictadura. Y haremos el esfuerzo de desclasificar registros militares y de inteligencia» que ayuden en la búsqueda de la verdad sobre aquella época, destacó el líder del Partido Demócrata.
Al ser consultado por la prensa argentina si Estados Unidos había hecho una autocrítica por el financiamiento y el apoyo político a la Junta militar que derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón, Obama suspiró, pensó sus palabras y dio una ambigua respuesta.
«En los años 70, el reconocimiento de los derechos humanos, en nuestro enfoque, era tan importante como el hecho de luchar contra el comunismo, eso se tornó en un tema mucho más importante para la política exterior, ya fuera en administraciones republicanas o demócratas», aseguró.
En este sentido, opinó que «en la política exterior de los países hay momentos de gloria y otros menos productivos, contrarios a lo que representa Norteamérica», deslizando alguna crítica al apoyo que las administraciones estadounidenses brindaron a las dictaduras que gobernaron el Cono Sur.
Luego se mostró satisfecho que se haya producido un cambio de época y desde hace tiempo los Estados Unidos apoyen las salidas democráticas en todos los países. Pese a que evadió realizar un mea culpa histórico sobre el rol de su país, dijo, sin embargo, que a lo largo de los años el gobierno estadounidense ha hecho «mucha autocrítica» sobre los errores cometidos.
Hoy el presidente Obama participará del acto por el Día de la Memoria en el monumento de Costanera Norte. Lo acompañará su mujer Michelle y parte de su comitiva. El gobierno argentino estará representado por el presidente Mauricio Macri y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, ya avisó que no aceptaría la invitación para participar del evento. Anoche un vocero del gobierno admitió ante la consulta de este medio que «ningún organismo de Derechos Humanos confirmó su asistencia» (ver pág. 11). Es que, pese a que apoyan la desclasificación de documentación anunciada por el gobierno estadounidense, ningún referente de los DDHH quiere aparecer en «la foto» junto a Obama.
