Washington. Corresponsal – 03/07/12
¿Cómo ve la situación de los derechos humanos en la Argentina el secretario general de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hasta hace una semana y flamante Director de Derechos Humanos del prestigioso Centro Robert Kennedy? Santiago Canton comenzó su respuesta elogiando al gobierno de Cristina Kirchner porque “combatió la impunidad” por las violaciones de los derechos humanos de la dictadura. Pero durante la entrevista que otorgó a Clarín enseguida cambió de tono cuando reveló que ahora le preocupan otros temas.
-¿Cuáles problemas le preocupan ahora?
— Los relacionados a la libertad de prensa. Es un error comparar Argentina con Venezuela. Pero hay una situación que tiene que ser discutida para tratar de evitar que se siga afectando la libertad de expresión.
¿A qué se refiere?
— A las expresiones de agravio hacia los medios desde las más altas autoridades. Me refiero concretamente al “Clarín Miente”. Cuando desde las más altas autoridades del estado se ataca a un medio, sin perjuicio de que uno esté de acuerdo o no con lo que dice ese medio, eso no contribuye a crear un ambiente propicio para la libertad de expresión. Un estado no puede lanzar una campaña contra un diario. El estado no tiene que tener un rol en eso. Además, está el problema de la pauta publicitaria.
— ¿Qué le preocupa a ese nivel?
— La discrecionalidad y la falta de transparencia. En el caso de Perfil hay una decisión judicial que critica que se le haya retirado la pauta oficial por haber criticado al gobierno. No se puede aceptar ni una campaña “Clarín miente”, ni lo de la pauta publicitaria. Esto se tiene que debatir sin que aquellos que planteen el debate sean inmediatamente cuestionados por sectores oficialistas.
— ¿No tiene miedo a que lo cuestionen o que le digan porque no habló antes
— No. Creo que es hora que comencemos hablar.
— ¿Qué puede hacer la CIDH para mejorar esta situación?
— Desde los espacios internacionales hay que denunciar esta realidad. Es necesario lograr que se pueda dar un debate democrático sin expresiones de agravio a los medios.
— En la ofensiva que lideran actualmente Venezuela y otros países del ALBA para limitar los poderes de la CIDH ¿Cuál es la posición argentina?
— Desde 1983 Argentina apoya a la Comisión Interamericana incondicionalmente. Actualmente, sin embargo, el apoyo de la Argentina no es tan férreo.
— Hay analistas que piensan que las democracias se consolidan cuando aceptan los controles internos y externos como el de la CIDH y que cuando esos controles no se respetan se va en camino al autoritarismo …
— Sí. El logro del sistema de protección de los derechos humanos internacional fue que terminó con la idea de que en nombre del principio de la no intervención, no se puede intervenir cuando un país viola los derechos de sus ciudadanos. Ojalá hubiese habido mas intervencionismo durante la dictaduras. Ahora, sin embargo, hay gobiernos que se califican de progresistas que vuelven a argumentar a favor del no intervencionismo.
— Dicen que Timerman piensa que no se puede tratar a un gobierno democrático de la misma manera que a un gobierno militar.
— Hoy no hay violaciones sistemáticas a los derechos humanos como durante la dictadura, peor hay violaciones. Por eso cuando un gobierno dice “nosotros somos una democracia y no violamos los derechos humanos “ hay debilidad institucional. El gran logro de la democracia es reconocer las violaciones e intentar superarlas. Cuando se niega esa posibilidad ya sea censurando a los medios para que no lo digan o limitando el rol de los organismos internacionales estamos seriamente arriesgando la vigencia de los derechos humanos.
— Actualmente, ¿hay formas “democráticas” de violar a los derechos humanos?
— Sí, eso se vio en Paraguay, en Honduras, en Venezuela … bajo apariencias democráticas se está afectando seriamente el estado de derecho. Y ese es el gran desafío que tenemos. Ahora se cierran canales de televisión planteando problemas regulatorios …
¿Cómo ve la situación de los derechos humanos en la Argentina el secretario general de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hasta hace una semana y flamante Director de Derechos Humanos del prestigioso Centro Robert Kennedy? Santiago Canton comenzó su respuesta elogiando al gobierno de Cristina Kirchner porque “combatió la impunidad” por las violaciones de los derechos humanos de la dictadura. Pero durante la entrevista que otorgó a Clarín enseguida cambió de tono cuando reveló que ahora le preocupan otros temas.
-¿Cuáles problemas le preocupan ahora?
— Los relacionados a la libertad de prensa. Es un error comparar Argentina con Venezuela. Pero hay una situación que tiene que ser discutida para tratar de evitar que se siga afectando la libertad de expresión.
¿A qué se refiere?
— A las expresiones de agravio hacia los medios desde las más altas autoridades. Me refiero concretamente al “Clarín Miente”. Cuando desde las más altas autoridades del estado se ataca a un medio, sin perjuicio de que uno esté de acuerdo o no con lo que dice ese medio, eso no contribuye a crear un ambiente propicio para la libertad de expresión. Un estado no puede lanzar una campaña contra un diario. El estado no tiene que tener un rol en eso. Además, está el problema de la pauta publicitaria.
— ¿Qué le preocupa a ese nivel?
— La discrecionalidad y la falta de transparencia. En el caso de Perfil hay una decisión judicial que critica que se le haya retirado la pauta oficial por haber criticado al gobierno. No se puede aceptar ni una campaña “Clarín miente”, ni lo de la pauta publicitaria. Esto se tiene que debatir sin que aquellos que planteen el debate sean inmediatamente cuestionados por sectores oficialistas.
— ¿No tiene miedo a que lo cuestionen o que le digan porque no habló antes
— No. Creo que es hora que comencemos hablar.
— ¿Qué puede hacer la CIDH para mejorar esta situación?
— Desde los espacios internacionales hay que denunciar esta realidad. Es necesario lograr que se pueda dar un debate democrático sin expresiones de agravio a los medios.
— En la ofensiva que lideran actualmente Venezuela y otros países del ALBA para limitar los poderes de la CIDH ¿Cuál es la posición argentina?
— Desde 1983 Argentina apoya a la Comisión Interamericana incondicionalmente. Actualmente, sin embargo, el apoyo de la Argentina no es tan férreo.
— Hay analistas que piensan que las democracias se consolidan cuando aceptan los controles internos y externos como el de la CIDH y que cuando esos controles no se respetan se va en camino al autoritarismo …
— Sí. El logro del sistema de protección de los derechos humanos internacional fue que terminó con la idea de que en nombre del principio de la no intervención, no se puede intervenir cuando un país viola los derechos de sus ciudadanos. Ojalá hubiese habido mas intervencionismo durante la dictaduras. Ahora, sin embargo, hay gobiernos que se califican de progresistas que vuelven a argumentar a favor del no intervencionismo.
— Dicen que Timerman piensa que no se puede tratar a un gobierno democrático de la misma manera que a un gobierno militar.
— Hoy no hay violaciones sistemáticas a los derechos humanos como durante la dictadura, peor hay violaciones. Por eso cuando un gobierno dice “nosotros somos una democracia y no violamos los derechos humanos “ hay debilidad institucional. El gran logro de la democracia es reconocer las violaciones e intentar superarlas. Cuando se niega esa posibilidad ya sea censurando a los medios para que no lo digan o limitando el rol de los organismos internacionales estamos seriamente arriesgando la vigencia de los derechos humanos.
— Actualmente, ¿hay formas “democráticas” de violar a los derechos humanos?
— Sí, eso se vio en Paraguay, en Honduras, en Venezuela … bajo apariencias democráticas se está afectando seriamente el estado de derecho. Y ese es el gran desafío que tenemos. Ahora se cierran canales de televisión planteando problemas regulatorios …