El empresario David Martínez rompió el silencio por primera vez desde que se puso en marcha el controvertido proceso que la Ley de Medios impuso al Grupo Clarín. Martínez es su socio con el 40% de Cablevisión, y fue el encargado de destrabar el diálogo entre el Gobierno y el Grupo. Propuso un esquema de adecuación, pero la estrategia de traspaso accionario a familiares de los propietarios del conglomerado de medios revelado por PERFILdespedazó esa idea. El empresario mexicano concedió ayer a PERFIL una entrevista telefónica desde Nueva York para referirse a la cuestión.
—Para ponerlo en perspectiva, cuando la ley se promulgó, a mí me parecía perfectamente razonable la pretensión del Estado de eliminar abusos de posiciones dominantes y de ayudar a la desconcentración. Clarín dijo: “Están violando mi propiedad” y decidió la vía judicial, que tomó cuatro años. Nosotros somos accionistas minoritarios y aceptamos dirigir un proceso de mediación entre las partes, que tenían un fuerte antagonismo. La autoridad siempre nos trató de manera constructiva, nunca discriminatoria. Presentamos un plan con tres elementos: 1) licencias; 2) participación máxima de mercado; 3) ventas a terceros para que las tenencias accionarias no fueran cruzadas. Por ejemplo, Cablevisión (CV) se va a dividir en tres. Una licencia con las 24 que le corresponden a Clarín; otra “CV Central”, llamémosle la red misma; y una CV más pequeña. Segundo, los accionistas no pueden ser los mismos en las tres, porque se extendería el control; Clarín se va a quedar con sus licencias en la primera, nosotros vamos a vender el 40% de esa compañía donde Clarín se queda con el control. Luego “CV Central”, que Clarín tenía pensado vender. Ahí nosotros, Fintech, íbamos a quedar de socios, y Clarín y nosotros íbamos a vender de la tercera CV, y no cruzaríamos acciones. Ese fue el plan que presentamos, de ventas a partes no relacionadas. Lo que Fintech tiene que vender, lo vamos a vender a un accionista argentino de muchísimo prestigio, Alejandro Estrada. Clarín le iba a vender a un fondo que le presentamos al Gobierno, que tiene alta credibilidad en la industria. Y le íbamos a vender a un tercero la otra parte. Trabajamos un plan. Pensaba que lo haríamos, incluso hasta después del artículo en PERFIL. Había una condición más, que el vendedor, Clarín, lo hiciera a buenos precios de mercado. Yo había oído de ese otro plan, que es un fideicomiso donde los herederos de los cuatro accionistas controlantes serían los beneficiarios de las acciones de esa “CV Central”.—¿Qué cambia ahora? —Vale la pena puntualizar que el tiempo que se trabajó con la Afsca no está perdido, porque en realidad CV sí se va a escindir en tres. Sin embargo, el objetivo de la ley va hacia los accionistas.—El plan de cederle al fideicomiso atenta contra el plan de desconcentrar. —Al crear un fideicomiso, con partes relacionadas, como los hijos, se crea la percepción de un monopolio…—¿Cómo queda su relación con Clarín y el Gobierno? —Lo que yo le venía diciendo al Gobierno de buena fe no va a ocurrir: la venta transparente a partes no relacionadas a precios de mercado. Lo que considero importante es la decisión de las autoridades. Y un plan así no se va a aprobar. Quisiera evitar que se judicialice, y que las partes se adapten, pues ambas en la Argentina son muy fuertes. Yo no tengo manera de controlar el proceso.—¿Podría avanzar la desconcentración del resto de las unidades? —CV se va a partir en tres. La venta al tercero se va a seguir. Nosotros vamos a vender la partede la primera. Y la parte que no se va a aprobar es esta donación de la CV Central.—Que es la más interesante para Ud…. —Claramente es la más grande, la que nosotros tenemos el interés, pero el socio mayoritario va a hacer eso.—Lo colocan a Ud. en una posición complicada… —Al menos la compañía queda partida y adecuada a la Ley. Eso le permite al Gobierno ir a la Justicia y decir que un accionista no está cumpliendo. Porque, aunque la compañía está empantanada porque no se ha adecuado, le permite al Estado hacer una operación más quirúrgica. En esa estructura, vamos a tener el 40%, y con el otro 60 % va a estar la Anses y la ‘estructura de descendientes’ .—¿La AFSCA va a judicializar esa adecuación?. —No lo necesitan, tienen todo el derecho regulatorio de decir “esto no es una venta, esto no cumple con el concepto de desconcentración que pide la ley”. El Estado tomará las medidas adecuadas. Ahora, Clarín puede crear paraguas judiciales, pero el Estado no lo va a aceptar.—¿Cuáles serán sus próximos pasos? —Lo que hay que aclarar es que Clarín no ha presentado todavía la estructura.—¿Puede no ser así? —He medidado, y ellos me dijeron que iban a presentar otra cosa. Además del artículo en PERFIL, yo ya comuniqué oficialmente que lo que yo pensaba que iba a ocurrir, no va a ocurrir. Próximamente Clarín presentará el plan con el fideicomiso con donación, y en ese momento el Gobierno va a actuar. Inmediatamente puede decir “no, yo quiero tomar esas acciones”, la otra parte se puede amparar y empezar un proceso legal, que ahorita es incierto.—¿Cómo queda su relación con Clarín? —Ellos son controlantes y están en su derecho de hacer esto, a pesar de que puedan tener un conflicto con la ley. Nosotros abogamos por un apegamiento a la ley. El socio mayoritario va a proponer una transacción que al Gobierno no le va a funcionar de acuerdo a la Ley; nos gustaría ver algo que se adapte.
—Para ponerlo en perspectiva, cuando la ley se promulgó, a mí me parecía perfectamente razonable la pretensión del Estado de eliminar abusos de posiciones dominantes y de ayudar a la desconcentración. Clarín dijo: “Están violando mi propiedad” y decidió la vía judicial, que tomó cuatro años. Nosotros somos accionistas minoritarios y aceptamos dirigir un proceso de mediación entre las partes, que tenían un fuerte antagonismo. La autoridad siempre nos trató de manera constructiva, nunca discriminatoria. Presentamos un plan con tres elementos: 1) licencias; 2) participación máxima de mercado; 3) ventas a terceros para que las tenencias accionarias no fueran cruzadas. Por ejemplo, Cablevisión (CV) se va a dividir en tres. Una licencia con las 24 que le corresponden a Clarín; otra “CV Central”, llamémosle la red misma; y una CV más pequeña. Segundo, los accionistas no pueden ser los mismos en las tres, porque se extendería el control; Clarín se va a quedar con sus licencias en la primera, nosotros vamos a vender el 40% de esa compañía donde Clarín se queda con el control. Luego “CV Central”, que Clarín tenía pensado vender. Ahí nosotros, Fintech, íbamos a quedar de socios, y Clarín y nosotros íbamos a vender de la tercera CV, y no cruzaríamos acciones. Ese fue el plan que presentamos, de ventas a partes no relacionadas. Lo que Fintech tiene que vender, lo vamos a vender a un accionista argentino de muchísimo prestigio, Alejandro Estrada. Clarín le iba a vender a un fondo que le presentamos al Gobierno, que tiene alta credibilidad en la industria. Y le íbamos a vender a un tercero la otra parte. Trabajamos un plan. Pensaba que lo haríamos, incluso hasta después del artículo en PERFIL. Había una condición más, que el vendedor, Clarín, lo hiciera a buenos precios de mercado. Yo había oído de ese otro plan, que es un fideicomiso donde los herederos de los cuatro accionistas controlantes serían los beneficiarios de las acciones de esa “CV Central”.—¿Qué cambia ahora? —Vale la pena puntualizar que el tiempo que se trabajó con la Afsca no está perdido, porque en realidad CV sí se va a escindir en tres. Sin embargo, el objetivo de la ley va hacia los accionistas.—El plan de cederle al fideicomiso atenta contra el plan de desconcentrar. —Al crear un fideicomiso, con partes relacionadas, como los hijos, se crea la percepción de un monopolio…—¿Cómo queda su relación con Clarín y el Gobierno? —Lo que yo le venía diciendo al Gobierno de buena fe no va a ocurrir: la venta transparente a partes no relacionadas a precios de mercado. Lo que considero importante es la decisión de las autoridades. Y un plan así no se va a aprobar. Quisiera evitar que se judicialice, y que las partes se adapten, pues ambas en la Argentina son muy fuertes. Yo no tengo manera de controlar el proceso.—¿Podría avanzar la desconcentración del resto de las unidades? —CV se va a partir en tres. La venta al tercero se va a seguir. Nosotros vamos a vender la partede la primera. Y la parte que no se va a aprobar es esta donación de la CV Central.—Que es la más interesante para Ud…. —Claramente es la más grande, la que nosotros tenemos el interés, pero el socio mayoritario va a hacer eso.—Lo colocan a Ud. en una posición complicada… —Al menos la compañía queda partida y adecuada a la Ley. Eso le permite al Gobierno ir a la Justicia y decir que un accionista no está cumpliendo. Porque, aunque la compañía está empantanada porque no se ha adecuado, le permite al Estado hacer una operación más quirúrgica. En esa estructura, vamos a tener el 40%, y con el otro 60 % va a estar la Anses y la ‘estructura de descendientes’ .—¿La AFSCA va a judicializar esa adecuación?. —No lo necesitan, tienen todo el derecho regulatorio de decir “esto no es una venta, esto no cumple con el concepto de desconcentración que pide la ley”. El Estado tomará las medidas adecuadas. Ahora, Clarín puede crear paraguas judiciales, pero el Estado no lo va a aceptar.—¿Cuáles serán sus próximos pasos? —Lo que hay que aclarar es que Clarín no ha presentado todavía la estructura.—¿Puede no ser así? —He medidado, y ellos me dijeron que iban a presentar otra cosa. Además del artículo en PERFIL, yo ya comuniqué oficialmente que lo que yo pensaba que iba a ocurrir, no va a ocurrir. Próximamente Clarín presentará el plan con el fideicomiso con donación, y en ese momento el Gobierno va a actuar. Inmediatamente puede decir “no, yo quiero tomar esas acciones”, la otra parte se puede amparar y empezar un proceso legal, que ahorita es incierto.—¿Cómo queda su relación con Clarín? —Ellos son controlantes y están en su derecho de hacer esto, a pesar de que puedan tener un conflicto con la ley. Nosotros abogamos por un apegamiento a la ley. El socio mayoritario va a proponer una transacción que al Gobierno no le va a funcionar de acuerdo a la Ley; nos gustaría ver algo que se adapte.