<< Nota Anterior Nota Siguiente >> Economía y política
Apenas oficializó su anunciado alejamiento del bloque kirchnerista comenzaron a crecer las versiones de su pase al massismo. Pero no. Facundo Moyano, de él se trata, conformó un bloque sindical denominado por la Cultura, Educación y Trabajo, y en esta entrevista con El Cronista explicó que, aunque tiene diálogo con el Frente Renovador, no coincide con algunos de sus dirigentes. Sin dar vueltas, puso nombre y apellido: No me olvido que De Mendiguren fue quien defendió la ley de ART del Gobierno.
¿Por qué decidió no sumarse al Frente Renovador?
Tiene que ver con mantener la autonomía y la independencia. Yo tengo con la mayoría de los diputados del Frente Renovador una buena relación pero no coincido con algunos. Es un espacio muy heterogéneo. Te doy un ejemplo concreto: De Mendiguren es el representante de un sector con el que hay que trabajar, pero tampoco me olvido que fue quien defendió la ley de ART del Gobierno. Si hay una iniciativa de ese tipo en el Frente Renovador o un proyecto de De Mendiguren en ese sentido no lo podríamos acompañar desde nuestra concepción sindical. De todas formas, el Vasco es un tipo con el que yo tengo diálogo y creo que en esta coyuntura está bien que se sume a la lista de Sergio Massa, que justamente quiere expresar que articula y contiene con todos los sectores. Pero para entrar en contradicción como estuve en el Frente para la Victoria, donde voté muchas cosas en contra, me quedo en un bloque propio.
Hay oficialistas que le reclaman que renuncie a la banca. ¿Qué les responde?
Yo soy un diputado que claramente sí, entré en una lista del Frente para la Victoria, pero esa lista expresaba una alianza estratégica que se plasmó en lo electoral, y una vez que el kirchnerismo decidió romper con ese frente gremial, que es el que me puso en esa banca, yo no tenía más nada que hacer. No existe más ese proyecto político al cual adheríamos y del que éramos aliados fundamentales. Yo no concibo la política como un club de fans ni una tribuna. Yo discuto política, ideas, proyectos.
¿Cree que habrá más bajas en el bloque kirchnerista?
Me parece que no va a haber grandes cambios a nivel parlamentario, pero la dinámica política cambia. Es un gobierno que tiene un desgaste importante, que es natural por otro lado después de diez años. Se ven fisuras en la gestión que seguramente van a cambiar la dinámica política.
¿Qué busca con su proyecto para democratizar los sindicatos?
Hemos elaborado un anteproyecto que vamos a compartir con los dirigentes sindicales y queremos un debate de cara a la sociedad y a los trabajadores. El sindicalismo no se puede encerrar en sí mismo. Eso le significó la mala imagen que hoy tiene. Además, queremos revisar la incidencia del Ministerio de Trabajo en las contiendas electorales, porque termina favoreciendo a quienes tienen cercanía con el Gobierno. De esos conflictos tendría que ocuparse la Justicia laboral. En muchos puntos coincidimos con la CTA, aunque no en la liberalización que ellos piden. No sirve.
¿Propondrá limitar los mandatos de los líderes gremiales?
No lo hemos definido todavía, es un punto muy sensible. Yo, particularmente, creo que tienen que limitarse. Y desde mi lugar voy a hacer fuerza para que se puedan limitar los mandatos. Me parece que sería una buena señal. La idea es fortalecer el modelo sindical. Otra de las cosas que queremos plantear es la elección directa.
¿Qué opina sobre la posibilidad de que el Gobierno regule el tema por decreto?
Sería una imposición no nacida del consenso de las organizaciones gremiales, que es lo que estamos intentando generar nosotros. Si el Gobierno no sabe apreciar que desde la dirigencia sindical por primera vez se intenta tratar este tema, sería un grave error. También empantanaría un año complicado en términos económicos.
Apenas oficializó su anunciado alejamiento del bloque kirchnerista comenzaron a crecer las versiones de su pase al massismo. Pero no. Facundo Moyano, de él se trata, conformó un bloque sindical denominado por la Cultura, Educación y Trabajo, y en esta entrevista con El Cronista explicó que, aunque tiene diálogo con el Frente Renovador, no coincide con algunos de sus dirigentes. Sin dar vueltas, puso nombre y apellido: No me olvido que De Mendiguren fue quien defendió la ley de ART del Gobierno.
¿Por qué decidió no sumarse al Frente Renovador?
Tiene que ver con mantener la autonomía y la independencia. Yo tengo con la mayoría de los diputados del Frente Renovador una buena relación pero no coincido con algunos. Es un espacio muy heterogéneo. Te doy un ejemplo concreto: De Mendiguren es el representante de un sector con el que hay que trabajar, pero tampoco me olvido que fue quien defendió la ley de ART del Gobierno. Si hay una iniciativa de ese tipo en el Frente Renovador o un proyecto de De Mendiguren en ese sentido no lo podríamos acompañar desde nuestra concepción sindical. De todas formas, el Vasco es un tipo con el que yo tengo diálogo y creo que en esta coyuntura está bien que se sume a la lista de Sergio Massa, que justamente quiere expresar que articula y contiene con todos los sectores. Pero para entrar en contradicción como estuve en el Frente para la Victoria, donde voté muchas cosas en contra, me quedo en un bloque propio.
Hay oficialistas que le reclaman que renuncie a la banca. ¿Qué les responde?
Yo soy un diputado que claramente sí, entré en una lista del Frente para la Victoria, pero esa lista expresaba una alianza estratégica que se plasmó en lo electoral, y una vez que el kirchnerismo decidió romper con ese frente gremial, que es el que me puso en esa banca, yo no tenía más nada que hacer. No existe más ese proyecto político al cual adheríamos y del que éramos aliados fundamentales. Yo no concibo la política como un club de fans ni una tribuna. Yo discuto política, ideas, proyectos.
¿Cree que habrá más bajas en el bloque kirchnerista?
Me parece que no va a haber grandes cambios a nivel parlamentario, pero la dinámica política cambia. Es un gobierno que tiene un desgaste importante, que es natural por otro lado después de diez años. Se ven fisuras en la gestión que seguramente van a cambiar la dinámica política.
¿Qué busca con su proyecto para democratizar los sindicatos?
Hemos elaborado un anteproyecto que vamos a compartir con los dirigentes sindicales y queremos un debate de cara a la sociedad y a los trabajadores. El sindicalismo no se puede encerrar en sí mismo. Eso le significó la mala imagen que hoy tiene. Además, queremos revisar la incidencia del Ministerio de Trabajo en las contiendas electorales, porque termina favoreciendo a quienes tienen cercanía con el Gobierno. De esos conflictos tendría que ocuparse la Justicia laboral. En muchos puntos coincidimos con la CTA, aunque no en la liberalización que ellos piden. No sirve.
¿Propondrá limitar los mandatos de los líderes gremiales?
No lo hemos definido todavía, es un punto muy sensible. Yo, particularmente, creo que tienen que limitarse. Y desde mi lugar voy a hacer fuerza para que se puedan limitar los mandatos. Me parece que sería una buena señal. La idea es fortalecer el modelo sindical. Otra de las cosas que queremos plantear es la elección directa.
¿Qué opina sobre la posibilidad de que el Gobierno regule el tema por decreto?
Sería una imposición no nacida del consenso de las organizaciones gremiales, que es lo que estamos intentando generar nosotros. Si el Gobierno no sabe apreciar que desde la dirigencia sindical por primera vez se intenta tratar este tema, sería un grave error. También empantanaría un año complicado en términos económicos.