El crecimiento del consumo masivo y de bienes durables de la última década se apoyó, en parte, en los préstamos personales, prendarios y las financiaciones con tarjeta de crédito otorgados a los trabajadores en relación de dependencia. El resultado es que la deuda promedio de los empleados formales aumentó 32% en el período hasta 2,3 sueldos en el tercer trimestre de 2013, de forma que el endeudamiento promedio de los trabajadores públicos y privados ascendió a $ 20.101.
Así lo indica un informe de la consultora Noanomics, sobre un stock nominal de préstamos unos $ 168 mil millones.
«En cuanto a la tendencia futura, dado el panorama macroeconómico y financiero actual con un horizonte de salarios reales estancados o decrecientes y tasas de interés en ascenso, resulta difícil pensar en que el endeudamiento relativo de las familias pueda aumentar por encima de los valores actuales, sino más bien iniciar una nueva fase de disminución», indicó Félix Piacentini, director de Noanomics, en el informe.
La consultora obervó que existen grandes diferencias por jurisdicción en el endeudamiento promedio absoluto y relativo.
En términos absolutos, CABA encabeza la lista con una deuda media de $ 33 mil. Siguen La Pampa ($ 27 mil) y Tierra del Fuego ($ 26 mil). Luego, Chubut, Formosa y Salta, que superan la media nacional con $ 25 mil a $21 mil per cápita. Las familias menos endeudadas son las que viven en Catamarca ($8.259) y San Juan ($9.126).
En términos relativos, la deuda promedio de un empleado formal pasó de 1,8 salarios brutos en el tercer trimestre de 2003 a 2,3 para el mismo período de 2013 (0,6 salarios). En Misiones, Buenos Aires, Salta, Jujuy y Santiago del Estero fue donde más creció la deuda (1 salario completo). En cambio, las familias de San Juan y Mendoza redujeron sus compromisos en 0,5 y 1,3 salarios, respectivamente.
Como resultado, CABA presenta el mayor endeudamiento relativo (3,4 salarios por trabajador formal), junto con Santiago del Estero (3,1), Salta (2,8) y Misiones (2,7). Siguen por encima del promedio Tucumán, Formosa y Chaco (2,5). La menor incidencia se registra en San Juan, Catamarca y Río Negro, con deudas que entre 1,1 y 1,2 salarios per cápita.
«Al margen de que el peso del endeudamiento sobre el ingreso disponible disminuirá en términos reales por efecto de la inflación, serán las familias de las provincias más endeudadas las que mayor porcentaje de sus ingresos deberán destinar para el repago de sus créditos, disminuyendo por ende la porción destinada a otros fines como el consumo», indicó Piacentini.
Tomar un préstamo implica disminuir el consumo futuro si la devolución del crédito reduce el ingreso disponible. Según el Banco Central, las financiaciones a las familias alcanzaban el 7,8% del PBI en diciembre pasado, tras crecer 30,9% interanual. El 84% de ese aumento estuvo en manos de las tarjeta de crédito (el instrumento para aprovechar el dólar tarjeta) y los préstamos personales. La irregularidad había bajado levemente al 2,6% de la cartera.
Cuáles serán las especialidades jurídicas que dominarán la escena en la próxima década? ¿Qué tendrá que saber un abogado en 2024, para que sus clientes no terminen contra las cuerdas? ¿Por dónde pasará la práctica de los abogados corporate en los próximos 10 años? Casi como un juego, Asuntos Legales consultó a las firmas de la City y a las principales casas de estudios para tener un panorama descalzado de la coyuntura que marca discusiones a pura paritaria, temas cambiarios y aduaneros.
Los próximos 10 años en la Argentina… Creo tener en algún lado el teléfono del Payaso Plin Plin», respondió, divertido, un profesor e investigador full time de una de las principales facultades de Derecho del país, conocido no sólo en el ámbito jurídico, sino también corporativo
Futurología pura, no me animaría a semejantes predicciones, casi una lotería y por qué no preguntás sobre 2014, que es igual de incierto, fueron algunas de las respuestas para excusarse de los vaticinios. No obstante, aplicando lógica y racionalidad, viendo lo que ha pasado en los últimos años, las tendencias sociales y económicas, muchos otros se animaron a trazar escenarios posibles, con sus respectivas consecuencias para la práctica legal.
Por lo pronto, ni Derecho Lunar ni aspectos jurídicos de los marcianos formarán parte de la grilla de materias a cursar en las universidades. Por lógica, diría Ambiental, Energía, Minería, Propiedad Intelectual, Comercio Exterior. Pero, bueno, se perdió la lógica, refuerza el signado profesor, que mantuvo estricto anonimato.
En el Derecho, existen los cisnes negros, eventos que pueden modificar la actividad de los estudios de un modo inesperado. Por consiguiente, el ejercicio de predicción es complicado, enmarca Martín Hevia, decano Ejecutivo de la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella y director de su carrera de Abogacía.
Sí es cierto que existe una tendencia de concentración de trabajo en aspectos regulatorios. Los negocios internacionales, los intercambios de personas, la necesidad de conocer en detalle el Derecho local, empuja esta tendencia, arriesga.
Para Eduardo Stordeur, director de la Maestría en Derecho Empresario de la Universidad de Palermo, en términos, generales, es probable que los estudios especializados en Derecho Corporativo incrementen su cúmulo de trabajo en las áreas de Derecho Energético, especialmente Petróleo y Gas; Derecho de Propiedad Intelectual y Alta Tecnología y Derecho Tributario.
Ello, porque, en un mundo interconectado, estas tres áreas hacen a las actividades diarias de Estados, empresas e individuos, justifica.
Lucas Grosman, director del Departamento de Derecho de la Universidad de San Andrés, señala que las cuestiones vinculadas con los recursos naturales y, en particular, hidrocarburos, se instalarán con fuerza en estas pampas, a raíz del enorme potencial de nuestro país como productor (gracias a las nuevas tecnologías de fracking). Esto generará una intensa demanda de servicios legales en relación con cuestiones regulatorias -en particular regulaciones medioambientales-, tratamiento de inversiones extranjeras, arbitraje internacional y derecho constitucional económico, entre otras, pronostica.
A su vez, como consecuencia de exigencias y prácticas, que se están afianzando en otros países, las empresas internacionales deberán satisfacer requisitos de compliance cada vez más demandantes y con mayor alcance. Serán las áreas de Legales y los abogados corporativos, en general, quienes deberán lidiar con estos requisitos de manera primaria. Esto demandará familiaridad con las prácticas y regulaciones anticorrupción y de prevención del lavado de dinero, pero también con otras áreas, ya que las exigencias de compliance se expandirán, dice Grosman, para quien el Derecho Penal Económico se desarrollará de la mano de este fenómeno y la responsabilidad penal de las personas jurídicas se convertirá en una fuente importante de preocupación para las empresas y sus asesores legales.
En otra línea, prosigue, la Argentina supo ser pionera en la región en materia de defensa de la competencia (antitrust), tendencia que se interrumpió en la última década. Esto, sin dudas, se revertirá, y como ocurre desde hace un siglo en los Estados Unidos y desde hace décadas en Europa, la defensa de la competencia será una importantísima fuente de trabajo para los abogados, señala el profesor de la Universidad de San Andrés.
Desde los estudios El panorama no se ve muy distinto desde la vereda de los estudios. Para Fernando Zoppi, socio del estudio Pérez Alati, Grondona, Benites, Arntsen & Martínez de Hoz (h), teniendo en cuenta que el Derecho va, por lo general, detrás de los grandes avances sociales, económicos y culturales, quizás no sea tan difícil predecir al menos algunas de las áreas que tendrán una segura demanda en el futuro.
En ese sentido, todo lo relacionado con el Derecho de las tecnologías planteará nuevos desafíos señala.
Incluyo a los aspectos legales vinculados a la biotecnología (con un desarrollo ya importante al punto que ya se habla de biotech law como especialidad). Imagino que el Derecho Energético (fósiles y renovables) seguirá siendo muy importante, seguramente con cambios en cuanto a la preponderancia de las distintas energías. Vale preguntarse, incluso, si esto no creará áreas del derecho autónomas (por ejemplo, respecto de energías renovables), plantea.
Para la región en particular, Zoppi espera un salto en materia de infraestructura, que debería resultar en un caudal importante de trabajo para los abogados en materia de financiamiento de proyectos.
Pablo Louge, socio de Allende & Brea, coincide al poner una mirada amplia sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la práctica jurídica. Derecho de las Nuevas Tecnologías (o Derecho Informático, o de Internet y Redes Sociales) va a ser importante porque cada vez más se usan los medios electrónicos para comunicarse, almacenar información, distribuirla. Por ende, en cualquier juicio o transacción, va a aparecer un issue relacionado con la validez de estos medios, o con el robo o copia de los mismos, o con la validez de un escrito digital», dice.
En este escenario, y como las leyes todavía no son claras en la materia, el abogado debe realizar un trabajo adicional, que consiste en adaptar lo existente legamente a las nuevas realidades no previstas, señala y agrega: Estos son temas horizontales, el mismo problema de la validez de un documento electrónico se plantea en laboral, penal, corporativo, administrativo.
Una visión incluso más amplia aporta el letrado Mariano De Estrada, socio de Bulló – Tassi – Estebenet – Lipera – Torassa Abogados. Para él, Energía, Bioética y Biotecnología, Recursos Naturales, Protección de la Propiedad Intelectual, Derecho del Consumidor, Relaciones Laborales, Nuevas Tecnologías, de la Información, Comercio Internacional y Derecho del Juego y del Rntretenimiento formarán parte del combo.
Segundo Pinto, socio de Llerena & Asociados, ordena prácticamente las mismas cosas en otro orden, pero suma más. Así: Gas y Petróleo; Propiedad Intelectual; Derecho del Consumidor; Divorcios y Asesoramiento familiar; acciones pro bono; Derecho Tributario; Redes Sociales Regulación y Daños Derivados; Derecho Bancario, Financiero y Cambiario; Contencioso y Laboral componen su fixture.
Motivos Dicho todo lo anterior, la coincidencia entre los consultados es que el futuro del Derecho Corporativo dependerá del modelo de país que se tenga. Si la Argentina mantiene una línea intervencionista, las áreas de relevancia para los próximo seis años serán: Derecho Laboral, Litigios, Derecho Administrativo y Derecho Penal Cambiario, contextualiza Stordeur. Si, por el contrario, se gira hacia un mercado comercial más abierto, podrían resurgir las áreas de Inversiones Extranjeras, Fusiones y Adquisiciones, Mercado de Capitales y Derecho Bancario.
Puesto a justificar su enumeración, De Estrada explica que el crecimiento de la economía, la población y, especialmente, el ingreso de millones de personas a la denominada clase media de diversos países incrementará la presión sobre los tradicionales métodos de generación de energía, lo cual acrecentará la importancia de las nuevas fuentes y de los nuevos métodos, y su respectiva regulación, así como los negocios vinculados a este tema y la resolución de las controversias que se presenten.
En materia de bioética y biotecnología, el avance de la ciencia y la accesibilidad de muchos de sus descubrimientos para mucha gente, en muchos casos costeados públicamente o mediante los sistemas de salud de los países, incrementará la necesidad de asistencia legal en diversas cuestiones.
A su vez, en materia de recursos naturales (Derecho del Agua, Propiedad de la Tierra, Minería, Ambiental), el crecimiento de la población incrementará la necesidad de regular adecuadamente el uso de los recursos naturales más básicos. Por su parte, en un mundo donde los activos intangibles cada vez poseen más valor, la normativa de propiedad intelectual tendrá cada vez más importancia.
El teletrabajo, la propiedad comunitaria de ideas, la transición de un trabajo basado en lo material (habilidades y competencias físicas) a uno basado en lo inmaterial (habilidades con foco en la inteligencia o en el lenguaje) van a redefinir todo el Derecho del Trabajo, obligando a empresas, sindicatos y gobiernos a adaptarse, anticipa De Estrada.
Pinto, en tanto, apunta que «desde hace mucho tiempo, muchos estudios de otros países cuentan con departamentos pro bono; ojalá que dentro de 10 años sea un área que esté cerca de consolidarse en los estudios corporativos locales».
Menos deseoso y más realista, «los cambios permanentes en las reglas del juego, sumado a un índice de conflictividad permanente y en el que, desafortunadamente, no encuentro síntomas de que pueda haber algún cambio en el corto plazo, hacen que el área Contencioso también sea un espacio relevante en la prestación de un estudio corporativo en 2024».
Escenarios posibles, deseables o impuestos por la coyuntura, en palabras de Zoopi el cambio no será tanto de corte jurídico, sino en relación a la forma en que se prestarán los servicios legales. «Necesariamente mutará, y creo que por allí pasará el mayor cambio», concluye.