Miércoles 12 de Diciembre de 2012 Por: Guillermo Laborda
Roberto Lavagna El equipo económico se apresta a efectuar el último gran pago por vencimientos de deuda del año, y eventualmente el último grande hasta 2015. El lunes se girarán casi u$s 3.500 millones por el servicio del Cupón PBI distribuidos de la siguiente manera: u$s 1.300 millones por el emitido en la moneda norteamericana; el equivalente a u$s 1.450 millones por el de euros; u$s 700 millones por el de pesos y u$s 30 millones por el de yenes.
Puede festejar el Gobierno que el lunes podrá pagar esa deuda cuando hace 20 días, esa fecha estaba marcada como el nuevo default de la Argentina con inversores. El juicio de NML Capital y el fallo de Griesa habían hecho imposible cumplir con pagos en Nueva York, y sólo la milagrosa intervención de la Cámara de Apelaciones del 2° Distrito dio más margen de acción. Estaba claro que el Gobierno, más allá de silencios por razones legales, no iba a depositar o girar dólares para cumplir con fondos buitre.
También puede festejar el Gobierno que ve despejado el horizonte en materia de vencimientos. El Cupón PBI, por ejemplo, en 2013 no va a efectuar pagos a sus tenedores salvo un milagro estadístico del INDEC que muestre que el país creció más del 3,25% este año. Y ello no ocurrirá. Se duda y demasiado que el Gobierno convalide también un crecimiento mayor al 3,25% en 2013, por lo que tampoco al año siguiente el cupón pagaría a sus tenedores. Curiosa vida la del Cupón PBI: Roberto Lavagna lo ideó en 2005 para incluirlo en el canje de la deuda cuando nadie lo valoraba. Su inclusión no generó mayor adhesión de bonistas al canje. Un caro obsequio del exministro, quien se muestra siempre como antimercado, pero fue quien le generó la mayor alegría a la plaza financiera con este derivado que ahora cuesta u$s 3.500 millones al Tesoro sólo en un año.
El Bonar VII vence el año próximo y en todo 2013 el Gobierno necesita u$s 4.500 millones y repartidos en varios meses, poco relevante frente a los u$s 5.800 millones abonados este año sólo por Boden 2012 y el Cupón PBI. Así, sólo en 2015 retornará el prestamista de última instancia del Gobierno, el BCRA, a poner a disposición un número importante de las reservas para el pago final del Boden (son u$s 5.000 millones aproximadamente) y eventualmente el Cupón PBI si la economía crece en 2014 más del 3,25%. Por ello cierto optimismo sobre la performance de los papeles argentinos, aunque claro, sujeto siempre a cuanto suceda con la causa de los acreedores y fondos buitre en Nueva York.
Lo que se está viendo en estas jornadas son posicionamientos de inversores anticipándose a lo que harán quienes cobren el lunes esos u$s 3.500 millones. Tal como sucedió en agosto con el vencimiento del Boden 2012, un alto porcentaje de ese monto se mantendrá en dólares, ya sea en cuentas del exterior como en la plaza local. Recuérdese que los papeles argentinos en moneda extranjera han sido utilizados como vehículos por empresas para hacerse de dólares de manera legal y hasta de poder acreditarlos en cuentas en el exterior. Se estima que el 40% del pago del lunes se girará al exterior. Inversores extranjeros mantienen cierta fobia a los posicionamientos en activos domésticos, por lo que la reinversión será baja.
La suba de las acciones de los bancos en las últimas jornadas, especialmente el despegue del Galicia con alza del 15% el lunes, guardó relación con el pago del cupón. Es que se apuesta a una reinversión en papeles bancarios de la Argentina. Son -o eran- los más retrasados y se mueven en línea con los títulos públicos (tienen bonos en cartera). Lo que está claro es que aún se huye de los papeles con legislación Nueva York dado que está presente la espada de Damocles de la Justicia norteamericana sobre el «pari passu» y la captura a los pagos de la deuda que haga el país en EE.UU. Así es que para los amantes del riesgo, los papeles domésticos con legislación local serán el destino de lo que cobren el lunes próximo.
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