MADRID.- La Fiscalía española pidió una pena de cuatro años y medio de prisión para el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, investigado por un escándalo por gastos con tarjetas de crédito cuando era presidente de Bankia.
En su escrito, el fiscal pide que el también exministro de Economía de España pague una indemnización de 2.69 millones de euros (unos 2.93 millones de dólares).
Rato, quien estuvo al mando de Bankia poco antes de que la empresa necesitara un rescate de parte del Estado en 2012, ha negado haber cometido ilícitos.
El caso debe ir aún a juicio y el Tribunal Supremo ha dicho que estudia si hay méritos para seguir adelante, mientras investiga las acusaciones de mal uso de tarjetas de crédito para gastos personales por parte de Rato y otros exejecutivos de Bankia, escándalo bautizado como de las «tarjetas black».
Según documentos de la Fiscalía Anticorrupción a los que tuvo acceso Reuters en 2014, unos 80 antiguos consejeros y directivos de Caja Madrid y luego de Bankia, un grupo surgido de la fusión con otras cajas de ahorros, habrían gastado con estas tarjetas más de 15 millones de euros entre 2003 y 2012.
De acuerdo a la documentación, Rato hizo un retiro de 1mil euros con su tarjeta de crédito dos días antes de renunciar a su puesto en Bankia, en mayo de 2012. Esa fue la decimosexta operación similar en tres meses, que se suma a gastos por mil 500 euros en floristerías, restaurantes y un sastre.
El caso de las tarjetas es uno de los tres frentes judiciales que tiene abiertos Rato, junto con una investigación en un tribunal de Madrid por supuesto fraude fiscal y blanqueo de capitales y otra en la Audiencia Nacional por un presunto fraude en la salida a bolsa de Bankia.
El escándalo estalló en un momento de descrédito político debido a una serie de casos de corrupción y el rescate de parte de la banca con fondos europeos, lo que provocó un gran revuelo social.
En su escrito, el fiscal pide que el también exministro de Economía de España pague una indemnización de 2.69 millones de euros (unos 2.93 millones de dólares).
Rato, quien estuvo al mando de Bankia poco antes de que la empresa necesitara un rescate de parte del Estado en 2012, ha negado haber cometido ilícitos.
El caso debe ir aún a juicio y el Tribunal Supremo ha dicho que estudia si hay méritos para seguir adelante, mientras investiga las acusaciones de mal uso de tarjetas de crédito para gastos personales por parte de Rato y otros exejecutivos de Bankia, escándalo bautizado como de las «tarjetas black».
Según documentos de la Fiscalía Anticorrupción a los que tuvo acceso Reuters en 2014, unos 80 antiguos consejeros y directivos de Caja Madrid y luego de Bankia, un grupo surgido de la fusión con otras cajas de ahorros, habrían gastado con estas tarjetas más de 15 millones de euros entre 2003 y 2012.
De acuerdo a la documentación, Rato hizo un retiro de 1mil euros con su tarjeta de crédito dos días antes de renunciar a su puesto en Bankia, en mayo de 2012. Esa fue la decimosexta operación similar en tres meses, que se suma a gastos por mil 500 euros en floristerías, restaurantes y un sastre.
El caso de las tarjetas es uno de los tres frentes judiciales que tiene abiertos Rato, junto con una investigación en un tribunal de Madrid por supuesto fraude fiscal y blanqueo de capitales y otra en la Audiencia Nacional por un presunto fraude en la salida a bolsa de Bankia.
El escándalo estalló en un momento de descrédito político debido a una serie de casos de corrupción y el rescate de parte de la banca con fondos europeos, lo que provocó un gran revuelo social.