La presidenta Dilma Rousseff rechazó con firmeza el pedido originado en su partido y ratificó desde Suecia al ministro de Hacienda: “No se va del gobierno. Punto”.
El titular del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, afirmó que es momento de “cambiar de política económica”, sostuvo que la presidenta Dilma Rousseff está de acuerdo con él y advirtió que si el ministro de Economía, Joaquim Levy, “no quiere seguir” ese rumbo, “debe ser sustituido”.
Así lo aseguró en una entrevista publicada por el diario Folha de São Paulo, donde Falcao se pronunció en favor de “cambiar de política económica”, ya que, a su juicio, es incorrecto adoptar medidas de “contención exagerada del crédito” como las que pregona Levy.
El jefe del partido gobernante consideró que Rousseff va a apostar por la “liberación del crédito con responsabilidad” para favorecer el consumo y la creación de empleo, y señaló que “si Levy no quiere seguir las indicaciones de la presidenta, debe ser sustituido”.
“La lógica del régimen presidencialista es que los ministros deben seguir las indicaciones de la presidenta de la república; y si ella entiende que la política debe ser corregida, total o parcialmente, es ella quien decide”, aseguró Falcao, quien reconoció que Rousseff “está preocupada por la crisis política”.
Por su parte, la mandataria le respondió de forma contundente a Falcao y a la prensa brasileña, ratificando a Levy al frente de Economía.
“Él no se irá del gobierno. Punto. No trato más sobre este tema”, aclaró la presidenta. “Cualquier cosa que se diga más allá de esto es en el terreno especulativo. Ustedes no especularán conmigo respecto del ministro de Hacienda”, agregó la jefa de Estado.
Rousseff pronunció esas declaraciones desde Estocolmo, donde aterrizó el sábado por la noche para una visita oficial a Suecia, que comenzó ayer con una reunión con el rey Carlos XVI Gustavo y continuó con un encuentro con empresarios brasileños radicados en el país escandinavo.
Para hoy, la mandataria tiene previsto mantener un encuentro con el primer ministro sueco, Stefan Löfven, con el que dará una conferencia de prensa, así como participar de dos seminarios empresariales.
También visitará, en Linköping, instalaciones del grupo Saab, con el que Brasil firmó un contrato para la adquisición de 36 aviones cazas Gripen NG.
Más 200 empresas suecas operan en Brasil, empleando a unas 70.000 personas. En 2014, los intercambios comerciales entre Brasil y Suecia alcanzaron 2.100 millones de dólares. Aparte del comercio e inversiones, Brasil coopera con Suecia en las áreas de ciencia, tecnología, innovación, educación, energías renovables, medio ambiente y cultura.
Mañana, Rousseff seguirá viaje a Finlandia, donde se reunirá con el presidente Sauli Niinistö y con el primer ministro Juha Sipilä, y mantendrá un encuentro con empresarios locales.
El viaje de la mandataria a Suecia y a Finlandia tiene un marcado acento económico y la intención de promover la presencia de inversores de ambos países en Brasil.
Rousseff se propone abordar con sus interlocutores nuevas posibilidades de cooperación en las áreas de defensa, energías renovables, tecnología y educación.
En 2014, el intercambio comercial Brasil-Finlandia alcanzó 1.000 millones de dólares.
Brasil precisa atraer capitales extranjeros para tratar de paliar su delicada situación económica, ya que los pronósticos de analistas y organismos como el Fondo Monetario Internacional apuntan a una contracción en torno del 3 por ciento.
La gira por el norte de Europa se produce en medio de las tensiones políticas que atraviesa en su país el gobierno brasileño.
Rousseff afronta una grave crisis política, derivada de los escándalos de corrupción en la compañía estatal Petrobras y la ofensiva de la oposición para promover un juicio con miras a su destitución por irregularidades en las cuentas fiscales.
Alarma en la clase política por el caso Cunha
Tras la decisión del Supremo Tribunal Federal de impedir lo que se anticipaba como el inexorable inicio del impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, cabe esperar que esta semana el Tribunal tome otras decisiones que incomoden a la clase política, en la que unos 50 altos dirigentes están acusados por la Procuraduría por su presunta participación en el “Petrolao”.
A través de una medida cautelar divulgada el martes 13, el Supremo desmontó una maniobra ideada por el jefe de Diputados, Eduardo Cunha, gracias a la cual la presidenta Rousseff podía ser enjuiciada con el voto de la mayoría simple de los presentes en el recinto.
Tras haber desarticulado esa iniciativa, el Supremo ordenó el viernes la apertura de una investigación contra Cunha, luego analizar evidencias en su contra aportadas por la Procuraduría, como sus cuatro cuentas secretas en Suiza y la posible utilización de éstas para ocultar dinero surgido de sobornos en caso Petrobras.
Según facsímiles difundidos por la TV Globo, una de las empresas del evangélico Cunha, llamada Jesus.com, fue utilizada como máscara para comprar autos de lujo, entre ellos un Porsche usado por su esposa, quien además gastó más de 60.000 dólares en tomar clases de tenis en Miami. Lo cierto es que hasta ahora sólo la Justicia se animó a poner en caja a Cunha, algo que evitaron hacer los grandes partidos y sus respectivos líderes.
Se espera que en los próximos surjan nuevos anuncios sobre este escándalo ya que, según difundió la prensa local, un lobbysta arrepentido, preso por el caso Petrobras, delató al jefe del bloque de senadores del gobierno, Delcidio Amaral, por presunto cobro de sobornos.
El titular del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, afirmó que es momento de “cambiar de política económica”, sostuvo que la presidenta Dilma Rousseff está de acuerdo con él y advirtió que si el ministro de Economía, Joaquim Levy, “no quiere seguir” ese rumbo, “debe ser sustituido”.
Así lo aseguró en una entrevista publicada por el diario Folha de São Paulo, donde Falcao se pronunció en favor de “cambiar de política económica”, ya que, a su juicio, es incorrecto adoptar medidas de “contención exagerada del crédito” como las que pregona Levy.
El jefe del partido gobernante consideró que Rousseff va a apostar por la “liberación del crédito con responsabilidad” para favorecer el consumo y la creación de empleo, y señaló que “si Levy no quiere seguir las indicaciones de la presidenta, debe ser sustituido”.
“La lógica del régimen presidencialista es que los ministros deben seguir las indicaciones de la presidenta de la república; y si ella entiende que la política debe ser corregida, total o parcialmente, es ella quien decide”, aseguró Falcao, quien reconoció que Rousseff “está preocupada por la crisis política”.
Por su parte, la mandataria le respondió de forma contundente a Falcao y a la prensa brasileña, ratificando a Levy al frente de Economía.
“Él no se irá del gobierno. Punto. No trato más sobre este tema”, aclaró la presidenta. “Cualquier cosa que se diga más allá de esto es en el terreno especulativo. Ustedes no especularán conmigo respecto del ministro de Hacienda”, agregó la jefa de Estado.
Rousseff pronunció esas declaraciones desde Estocolmo, donde aterrizó el sábado por la noche para una visita oficial a Suecia, que comenzó ayer con una reunión con el rey Carlos XVI Gustavo y continuó con un encuentro con empresarios brasileños radicados en el país escandinavo.
Para hoy, la mandataria tiene previsto mantener un encuentro con el primer ministro sueco, Stefan Löfven, con el que dará una conferencia de prensa, así como participar de dos seminarios empresariales.
También visitará, en Linköping, instalaciones del grupo Saab, con el que Brasil firmó un contrato para la adquisición de 36 aviones cazas Gripen NG.
Más 200 empresas suecas operan en Brasil, empleando a unas 70.000 personas. En 2014, los intercambios comerciales entre Brasil y Suecia alcanzaron 2.100 millones de dólares. Aparte del comercio e inversiones, Brasil coopera con Suecia en las áreas de ciencia, tecnología, innovación, educación, energías renovables, medio ambiente y cultura.
Mañana, Rousseff seguirá viaje a Finlandia, donde se reunirá con el presidente Sauli Niinistö y con el primer ministro Juha Sipilä, y mantendrá un encuentro con empresarios locales.
El viaje de la mandataria a Suecia y a Finlandia tiene un marcado acento económico y la intención de promover la presencia de inversores de ambos países en Brasil.
Rousseff se propone abordar con sus interlocutores nuevas posibilidades de cooperación en las áreas de defensa, energías renovables, tecnología y educación.
En 2014, el intercambio comercial Brasil-Finlandia alcanzó 1.000 millones de dólares.
Brasil precisa atraer capitales extranjeros para tratar de paliar su delicada situación económica, ya que los pronósticos de analistas y organismos como el Fondo Monetario Internacional apuntan a una contracción en torno del 3 por ciento.
La gira por el norte de Europa se produce en medio de las tensiones políticas que atraviesa en su país el gobierno brasileño.
Rousseff afronta una grave crisis política, derivada de los escándalos de corrupción en la compañía estatal Petrobras y la ofensiva de la oposición para promover un juicio con miras a su destitución por irregularidades en las cuentas fiscales.
Alarma en la clase política por el caso Cunha
Tras la decisión del Supremo Tribunal Federal de impedir lo que se anticipaba como el inexorable inicio del impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, cabe esperar que esta semana el Tribunal tome otras decisiones que incomoden a la clase política, en la que unos 50 altos dirigentes están acusados por la Procuraduría por su presunta participación en el “Petrolao”.
A través de una medida cautelar divulgada el martes 13, el Supremo desmontó una maniobra ideada por el jefe de Diputados, Eduardo Cunha, gracias a la cual la presidenta Rousseff podía ser enjuiciada con el voto de la mayoría simple de los presentes en el recinto.
Tras haber desarticulado esa iniciativa, el Supremo ordenó el viernes la apertura de una investigación contra Cunha, luego analizar evidencias en su contra aportadas por la Procuraduría, como sus cuatro cuentas secretas en Suiza y la posible utilización de éstas para ocultar dinero surgido de sobornos en caso Petrobras.
Según facsímiles difundidos por la TV Globo, una de las empresas del evangélico Cunha, llamada Jesus.com, fue utilizada como máscara para comprar autos de lujo, entre ellos un Porsche usado por su esposa, quien además gastó más de 60.000 dólares en tomar clases de tenis en Miami. Lo cierto es que hasta ahora sólo la Justicia se animó a poner en caja a Cunha, algo que evitaron hacer los grandes partidos y sus respectivos líderes.
Se espera que en los próximos surjan nuevos anuncios sobre este escándalo ya que, según difundió la prensa local, un lobbysta arrepentido, preso por el caso Petrobras, delató al jefe del bloque de senadores del gobierno, Delcidio Amaral, por presunto cobro de sobornos.
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