Fuerte debate en el Gobierno por la inflación

Preocupada por el efecto político de la inflación , la presidenta Cristina Kirchner habilitó un mecanismo de diálogo fluido entre los responsables del área económica del Gobierno, que no coinciden sobre las vías para combatirla, pero admiten que los acuerdos de precios serán la herramienta casi exclusiva que se utilizará hasta las elecciones.
Las reuniones son entre el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; el viceministro Axel Kicillof; la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno y, a veces, el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, y la ministra de Industria, Débora Giorgi.
Así lo confirmaron a LA NACION fuentes de varias áreas de Gobierno, que informaron que este «gabinete económico» se reúne en forma regular, con la presencia de secretarios y subsecretarios, pese a que solamente haya trascendido una, en la residencia de Olivos, en pleno aumento del dólar blue hace un mes. «Las reuniones se hacen, aunque no es el estilo del Gobierno dejar que trasciendan hasta que no se toma una decisión definitiva, que luego la comunica la Presidenta», explicó una de las fuentes oficiales.
Otra fuente aclaró que «las reuniones se hacen desde hace bastante tiempo, pero la novedad es que ahora trascienden, al menos en forma parcial y en general no son por cuestiones conceptuales sino instrumentales». En esos debates -algunos de ellos con la Presidenta, otros no y desarrollados, en su mayoría, en la Casa de Gobierno-, las posiciones son bastante diferentes sobre el diagnóstico y la manera de enfrentar la suba de los precios, pero la mayoría se resigna a que, para frenar las expectativas inflacionarias , el camino elegido hasta los comicios será el de los «acuerdos de precios».
Las palabras elegidas por un consultor oficialista ante LA NACION no son azarosas: «No es ni congelamiento, ni precios máximos, porque se autorizan regularmente aumentos de precios; se trata de una estrategia de acuerdos de precios para que la inflación no siga aumentando», explicó. Este camino implica dejar de lado cualquier herramienta más profunda, heterodoxa o no, mientras no se verifique que la inflación perjudica, en forma significativa, las chances del oficialismo en los próximos comicios.
Sin embargo, las diferencias están. En un encuentro, el viceministro Axel Kicillof defendió la estrategia de emisión monetaria continua (en 2012 rondó el 40%) porque «no tiene contraindicaciones», mientras que un importante funcionario del Banco Central le advertía que mantener ese camino podría ser peligroso, tal como lo muestran las cifras de inflación registradas hasta por los think tanks oficialistas (Cifra, de la CTA oficialista, dijo que en 2012 llegó al 24,2%.
Déficit fiscal
Kicillof dijo que esta crítica podía ser válida en tanto se mantenga «una situación de déficit fiscal», sobre todo si se contabilizan las utilidades del BCRA del lado de la caja y no en términos devengados.
En 2012, el rojo fiscal llegó al 2,6% del PBI, provocando «un menor margen de maniobra como para encarar medidas que puedan reactivar, con mayor impulso, la actividad económica», según el último informe de Cifra, del economista de Flacso Eduardo Basualdo.
Pese a su origen heterodoxo, el equipo de Mercedes Marcó del Pont cree que es el momento de moderar la emisión monetaria y pensar en algún instrumento de deuda tras las elecciones, aprovechando el contexto de muy bajas tasas internacionales. Otros creen que es más fácil apelar a los US$ 3000 millones de las reservas que estaban reservados para pagar el cupón ligado al PBI, que, como no se abonará este año, podrán ser destinados a financiar gastos; en particular, piensan en la importación de combustibles y otras cuestiones energéticas.
En materia cambiaria, el debate también divide aguas: Kicillof insiste con el desdoblamiento formal del mercado, pero Marcó del Pont se opone y Lorenzino también, argumentando que las experiencias previas fracasaron y sólo beneficiaron a los especuladores, al convalidar el valor más alto del dólar.
Economía cree que es posible acelerar el ritmo de devaluación del dólar oficial con mucha delicadeza, mientras analizan otras alternativas para mejorar la competitividad cambiaria sin realimentar la inflación. El equipo de Lorenzino se siente más animado por el rol que ganó con el manejo del complicado caso contra los holdouts en Nueva York y con otras cuestiones, como la restricción aplicada a los fondos comunes de inversión para operar con acciones en EE. UU.
Las posturas en el gabinete económico
En reuniones reservadas, discuten sobre precios y el dólar
Axel Kicillof
Viceministro de Economía
Desdoblamiento : el funcionario promueve mantener el alto nivel de emisión monetaria y desdoblar el tipo de cambio, aunque admite que el Gobierno enfrenta déficit fiscal y en la cuenta corriente.
Hernán Lorenzino
Ministro de Economía
Prudencia : los equipos del ministro quieren mejorar la competitividad cambiaria sin una devaluación profunda y advierten por el impacto de la continua emisión monetaria.
Guillermo Moreno
Secretario de Comercio Interior
Congelamiento : hasta ahora es el funcionario que mejor cumple con el mandato presidencial y sus consejos serán los que se apliquen hasta las elecciones legislativas de octubre próximo.
Mercedes Marcó del Pont
Presidenta del BCRA
Deuda : pese a su origen heterodoxo, la funcionaria cree que hay que limitar el alza de la emisión monetaria y cree que con una emisión limitada de deuda se podrían frenar las expectativas. .

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