• POR MISMO EFECTO, EL «CONTADO CON LIQUI» TOCÓ ESTA SEMANA UN MÍNIMO EN TRES MESES Y QUEDÓ MUY POR DEBAJO DEL OFICIAL
Deseosos de encontrar buenos retornos en un mundo en el que todavía prevalecen las bajas de tasas de interés, los inversores extranjeros ven a la Argentina como un mercado atractivo para hacer rendir su dinero y optan por ingresar dólares al país. En esta semana, precisamente, la comisión para entrar divisas a través del mercado de capitales -lo que en la City se llama «dólar cable»- saltó del 1% a casi el 4%; y el contado con liquidación, un tipo de cambio que está implícito en las operaciones de arbitraje con títulos para transferir dólares hacia el país sin pasar por el mercado cambiario, quedó en un mínimo en más de tres meses ($ 14,19) y muy por debajo del billete oficial.
El cambio abrupto en estos indicadores es la mayor evidencia del ingreso de dólares que se recibe actualmente desde el exterior hacia la economía argentina. En los bancos locales hay en estas semanas visitas de fondos de inversión, grandes y pequeños, que pretenden interiorizarse sobre las alternativas existentes en el país para obtener buenos rendimientos, sin grandes riesgos, algo escaso hoy a nivel global.
Algunos indicios:
• El contado con liquidación sube cada vez que los agentes locales buscan fugar divisas del país, porque para hacerlo compran activos locales y los venden en el exterior; pero baja, en cambio, cuando el movimiento es inverso y son los «no residentes» los que quieren ingresar sus dólares (porque en este caso crece la demanda de las acciones y bonos en mercados externos y es mayor la oferta en la plaza local). Durante los últimos meses, previos al levantamiento del cepo de cambiario, el valor de este tipo de cambio bursátil se ubicó siempre un 50% por encima del dólar oficial (y más cercano al «blue»). Pero desde mitad de diciembre y hasta los primeros días de marzo, sus cotizaciones convergieron en sintonía con la normalización del mercado cambiario y la desaceleración de la salida de divisas a través del mercado de capitales. Hace casi 60 días, el fenómeno se revirtió por completo y el «contado con liqui» empezó a hundirse: desde los $ 16 hasta caer por debajo de los $ 14. La brecha es ahora negativa y alcanzó el miércoles un nivel inédito del 3,8%, que ayer se achicó levemente al 2,3% (cerró, finalmente, en los $ 14,19).
• La entrada de dólares generó también un cuello de botella en las operaciones financieras y un impacto en las comisiones que se cobran en este sector. A los cueveros les resulta hoy cada vez más difícil encontrar clientes dispuestos a fugar divisas y, en cambio, reciben más solicitudes para ingresarlas. A tal punto que incrementaron la comisión para entrar dólares a la Argentina, del 1% a casi el 4% esta semana, y llegan pagar hasta el 1% para quienes quieren sacarlos.
En este tipo de operaciones, las financieras actúan como intermediarias entre dos clientes: uno que quiere entrar dólares al país y otro que quiere sacarlos. La cueva usa las divisas del primero (que están en el exterior) para acreditarlos en la cuenta extranjera perteneciente al que quiere sacarlas fuera del país, y viceversa. No hay, en rigor, una transacción física de divisas, sino un trabajo para calzar estas dos puntas: la compradora y la vendedora, de manera que ambas partes puedan cumplir con sus pretensiones. Las comisiones que se pagan hoy muestran que actualmente hay un fenómeno «puerta 12» generado por quienes quieren traer dólares del exterior.
El futuro de la Argentina empieza a mostrarse de a poco más prometedor que el de la región. La mayor cantidad de fondos del extranjero que incluyen al país por primera vez en quince años dentro de su cartera de inversión, y que intentan ingresar a un mercado bursátil tan chico como el argentino, multiplica la demanda sobre los activos locales.
Deseosos de encontrar buenos retornos en un mundo en el que todavía prevalecen las bajas de tasas de interés, los inversores extranjeros ven a la Argentina como un mercado atractivo para hacer rendir su dinero y optan por ingresar dólares al país. En esta semana, precisamente, la comisión para entrar divisas a través del mercado de capitales -lo que en la City se llama «dólar cable»- saltó del 1% a casi el 4%; y el contado con liquidación, un tipo de cambio que está implícito en las operaciones de arbitraje con títulos para transferir dólares hacia el país sin pasar por el mercado cambiario, quedó en un mínimo en más de tres meses ($ 14,19) y muy por debajo del billete oficial.
El cambio abrupto en estos indicadores es la mayor evidencia del ingreso de dólares que se recibe actualmente desde el exterior hacia la economía argentina. En los bancos locales hay en estas semanas visitas de fondos de inversión, grandes y pequeños, que pretenden interiorizarse sobre las alternativas existentes en el país para obtener buenos rendimientos, sin grandes riesgos, algo escaso hoy a nivel global.
Algunos indicios:
• El contado con liquidación sube cada vez que los agentes locales buscan fugar divisas del país, porque para hacerlo compran activos locales y los venden en el exterior; pero baja, en cambio, cuando el movimiento es inverso y son los «no residentes» los que quieren ingresar sus dólares (porque en este caso crece la demanda de las acciones y bonos en mercados externos y es mayor la oferta en la plaza local). Durante los últimos meses, previos al levantamiento del cepo de cambiario, el valor de este tipo de cambio bursátil se ubicó siempre un 50% por encima del dólar oficial (y más cercano al «blue»). Pero desde mitad de diciembre y hasta los primeros días de marzo, sus cotizaciones convergieron en sintonía con la normalización del mercado cambiario y la desaceleración de la salida de divisas a través del mercado de capitales. Hace casi 60 días, el fenómeno se revirtió por completo y el «contado con liqui» empezó a hundirse: desde los $ 16 hasta caer por debajo de los $ 14. La brecha es ahora negativa y alcanzó el miércoles un nivel inédito del 3,8%, que ayer se achicó levemente al 2,3% (cerró, finalmente, en los $ 14,19).
• La entrada de dólares generó también un cuello de botella en las operaciones financieras y un impacto en las comisiones que se cobran en este sector. A los cueveros les resulta hoy cada vez más difícil encontrar clientes dispuestos a fugar divisas y, en cambio, reciben más solicitudes para ingresarlas. A tal punto que incrementaron la comisión para entrar dólares a la Argentina, del 1% a casi el 4% esta semana, y llegan pagar hasta el 1% para quienes quieren sacarlos.
En este tipo de operaciones, las financieras actúan como intermediarias entre dos clientes: uno que quiere entrar dólares al país y otro que quiere sacarlos. La cueva usa las divisas del primero (que están en el exterior) para acreditarlos en la cuenta extranjera perteneciente al que quiere sacarlas fuera del país, y viceversa. No hay, en rigor, una transacción física de divisas, sino un trabajo para calzar estas dos puntas: la compradora y la vendedora, de manera que ambas partes puedan cumplir con sus pretensiones. Las comisiones que se pagan hoy muestran que actualmente hay un fenómeno «puerta 12» generado por quienes quieren traer dólares del exterior.
El futuro de la Argentina empieza a mostrarse de a poco más prometedor que el de la región. La mayor cantidad de fondos del extranjero que incluyen al país por primera vez en quince años dentro de su cartera de inversión, y que intentan ingresar a un mercado bursátil tan chico como el argentino, multiplica la demanda sobre los activos locales.