Gendarmería y Prefectura tomaron el control de los barrios más violentos

Hubo 89 allanamientos a los búnkers emblemáticos donde se vende droga, que dejaron 25 detenidos y estupefacientes incautados.
Dos mil agentes de Gendarmería y Prefectura desembarcaron ayer en Rosario para pacificar los barrios más violentos de la ciudad, atravesados por la narcocriminalidad. Las fuerzas federales tomaron el control del territorio y se quedarán varios meses patrullando las zonas conflictivas y capacitando en simultáneo a la policía provincial. El plan pergeñado por el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Justicia Federal incluyó un megaoperativo del que participaron 3.000 hombres con 89 allanamientos en los búnker emblemáticos donde se vende droga en los barrios rosarinos, que dejó 25 detenidos y estupefacientes incautados.
«Hay un antes y un después de esto. Es lo que anhelamos tanto tiempo», destacó el gobernador Antonio Bonfatti, quien dio precisiones del megaoperativo junto al secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni en la delegación local de Prefectura.
«Fue el operativo más grande de la historia argentina. Pero esto no termina aquí, es importante que la gente se acerque y denuncie para recuperar el territorio que estos narcotraficantes habían intentado copar a sangre y fuego en Rosario», resaltó Berni.
Las declaraciones de Bonfatti y Berni fueron el epílogo de una jornada intensa, plagada de tensión. La intervención fue manejada con total hermetismo hasta su concreción, e implicó coordinar tareas y recelos mutuos entre cuatro fuerzas federales y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de Santa Fe.
El operativo desplegado en Rosario no tiene antecedentes en el país. Intervinieron 3.000 agentes, 450 vehículos que llegaron a la ciudad en forma encubierta, seis helicópteros, un avión de observación y 50 perros.
«Una logística que ha pasado desapercibida ante los ojos de la sociedad para no alertar a los lugares que veníamos a allanar, ejecutada como una pieza de relojería que funcionó perfectamente», resumió el secretario de Seguridad.
El plan se venía gestando desde hacía varias semanas entre la Justicia Federal y la cartera de Seguridad. Y comenzó a ejecutarse el martes, con un congreso trucho de cambio climático en San Nicolás, del que participaron gendarmes y prefectos, montado para despistar a los vendedores de droga.
A media mañana las fuerzas federales ya estaban en la ciudad y empezaban a tomar el control de los barrios más violentos. Una estadía que se prolongará «varios meses» hasta desarticular las economías delictuales vinculadas a la droga y romper la connivencia policial.
El desembarco incluyó 89 allanamientos a los puestos de venta de droga más emblemáticos de Rosario. El mapa de la intervención, que en tiempo real iban viendo las autoridades, estaba diseminado por toda la ciudad.
Pero sobresalían marcas en la zona sudoeste y el sur, territorios dominados por la banda de Los Monos. También se recorrió Puerto Norte, donde se desarticularon dos históricos búnker.
«En esta operación no vinimos a buscar narcotraficantes, vinimos a hacer un desembarco pacífico, a hacernos cargo con Gendarmería del territorio», explicó Berni.
«La lucha contra el narcotráfico —continuó—lleva varios escalones, primero detuvimos a los grandes proveedores de droga de la región, como (Delfín) Zacarías y (Reina Isabel) Quevedo. Ahora estamos ocupando pacíficamente el territorio con profesionalismo».
La acción desplegada por Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria apuntó a desplazar a los vendedores de droga de los búnker. Hubo derrumbes de algunos y ocupación de otros. Se registró cierta resistencia y también apoyo de los vecinos, cansados de lidiar con las bandas narco.
En la mayoría de los casos las fuerzas federales permanecerán en el lugar para evitar que los búnker desbaratados vuelvan a ser ocupados por las bandas narco.
Por su parte, el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Félix Crous, señaló: «Esta es una fase nueva de nuestra estrategia. La primera fue impactar contra los grandes proveedores de drogas en Rosario . Hoy (por ayer) fuimos a las terminales de venta, que ya habían quedado afectadas. No se puede hacer prevención con un territorio conflictivo, con gente armada, eso es una fuente de peligro potenciada para la comunidad. Ahora arranca la etapa de la prevención».
Estadía
Los 1.500 gendarmes y los 500 agentes de Prefectura que llegaron ayer a Rosario provenientes de distintos lugares del país permanecerán alojados en dos dependencias especialmente acondicionadas: el ex Batallón 121 del Ejército, ubicado en Ayacucho y Lamadrid, y el predio ferial de la ex Sociedad Rural, de Oroño y 27 de Febrero.
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