La industria automotriz no parece consensuar todavía un discurso de los efectos que puede tener sobre el sector en la Argentina la crisis financiera internacional.
De hecho, mientras Fiat anunció que iba a suspender un turno la producción durante una semana en su planta de Córdoba (luego dijo que volvía atrás con la medida), General Motors (GM), aseguró que en 2012 se producirán en el país 5% más autos que durante todo este año.
Hay más. La misma GM en un encuentro en esta ciudad, en la que reunió a todos sus presidentes de Sudamérica, afirmó que la Argentina se convertirá en el país de la región que más crecerá en este rubro, y pronosticó que el año próximo la industria local podría fabricar más de 900.000 autos.
Es cierto que hoy tenemos una posición conservadora sobre el crecimiento regional, debido a las incertezas que provoca la crisis financiera internacional. De todos modos vemos un crecimiento cercano al 2% en Brasil y uno más importante en la Argentina, donde a septiembre ya se superó la producción de todo 2010, y donde se espera terminar el año con una cifra cercana a los 840.000 unidades, dijo el presidente de GM Sudamérica, Jaime Ardila, en conferencia de prensa, ante una pregunta de El Cronista.
La Argentina va a crecer a un ritmo más lento (al 5%) que este año, pero será superior al de toda la región. También jugará un papel esencial qué medidas tome el gobierno, aseguró el colombiano que también supo ser presidente de GM Argentina.
Si bien Ardila no dijo cuáles eran las medidas que podría tomar el Gobierno, sí se encargó de aclarar que no conoce ningún país del mundo con una industria automotriz fuerte, que carezca de protección.
Pero más allá de la Argentina, en realidad, para GM la atención está puesta en Brasil. No es para menos. Para la empresa estadounidense es el tercer mercado después de Estados Unidos y China, y el segundo mercado para Chevrolet, su marca insignia. Si una industria como la brasileña que es más de cuatro veces la argentina frena su crecimiento, los efectos negativos no tardarán en llegar.
Así y todo, en GM no ven un desplome, sino un crecimiento amesetado durante 2012 en Brasil. No tenemos previsto suspender ni despedir personal, dijo. Lo que haremos es no tomar horas extras, explicó.
Por su parte, Sergio Rocha, presidente de GM Argentina, confirmó que la inversión de u$s 150 millones aprobada durante este año para la planta de Rosario se realizará, y que también GM tomará los 600 nuevos puestos de trabajo como estaba previsto. La inversión esta vez no será con un crédito del Estado argentino, sino con financiamiento de la propia empresa.
GM ocupa la segunda posición de ventas en la Argentina, con un 16% del mercado, detrás de Volkswagen,sostuvo.
La Argentina está fuerte, no hay problemas financieros, y mientras China no entre en recesión y por ende el precio de las commodities no se derrumbe, la situación seguirá más o menos igual, agregó.
El ojo puesto en China es porque para Rocha la relación con Brasil es manejable. Según el ejecutivo de origen brasileño, la confianza se basa en que un auto fabricado en Argentina tiene 50% de piezas producidas en Brasil. La hipótesis es que si Brasil inunda de autos la Argentina, miles de autopartistas brasileñas quedarían marginadas ya que sólo fabrican piezas para autos producidos en el país.
De hecho, mientras Fiat anunció que iba a suspender un turno la producción durante una semana en su planta de Córdoba (luego dijo que volvía atrás con la medida), General Motors (GM), aseguró que en 2012 se producirán en el país 5% más autos que durante todo este año.
Hay más. La misma GM en un encuentro en esta ciudad, en la que reunió a todos sus presidentes de Sudamérica, afirmó que la Argentina se convertirá en el país de la región que más crecerá en este rubro, y pronosticó que el año próximo la industria local podría fabricar más de 900.000 autos.
Es cierto que hoy tenemos una posición conservadora sobre el crecimiento regional, debido a las incertezas que provoca la crisis financiera internacional. De todos modos vemos un crecimiento cercano al 2% en Brasil y uno más importante en la Argentina, donde a septiembre ya se superó la producción de todo 2010, y donde se espera terminar el año con una cifra cercana a los 840.000 unidades, dijo el presidente de GM Sudamérica, Jaime Ardila, en conferencia de prensa, ante una pregunta de El Cronista.
La Argentina va a crecer a un ritmo más lento (al 5%) que este año, pero será superior al de toda la región. También jugará un papel esencial qué medidas tome el gobierno, aseguró el colombiano que también supo ser presidente de GM Argentina.
Si bien Ardila no dijo cuáles eran las medidas que podría tomar el Gobierno, sí se encargó de aclarar que no conoce ningún país del mundo con una industria automotriz fuerte, que carezca de protección.
Pero más allá de la Argentina, en realidad, para GM la atención está puesta en Brasil. No es para menos. Para la empresa estadounidense es el tercer mercado después de Estados Unidos y China, y el segundo mercado para Chevrolet, su marca insignia. Si una industria como la brasileña que es más de cuatro veces la argentina frena su crecimiento, los efectos negativos no tardarán en llegar.
Así y todo, en GM no ven un desplome, sino un crecimiento amesetado durante 2012 en Brasil. No tenemos previsto suspender ni despedir personal, dijo. Lo que haremos es no tomar horas extras, explicó.
Por su parte, Sergio Rocha, presidente de GM Argentina, confirmó que la inversión de u$s 150 millones aprobada durante este año para la planta de Rosario se realizará, y que también GM tomará los 600 nuevos puestos de trabajo como estaba previsto. La inversión esta vez no será con un crédito del Estado argentino, sino con financiamiento de la propia empresa.
GM ocupa la segunda posición de ventas en la Argentina, con un 16% del mercado, detrás de Volkswagen,sostuvo.
La Argentina está fuerte, no hay problemas financieros, y mientras China no entre en recesión y por ende el precio de las commodities no se derrumbe, la situación seguirá más o menos igual, agregó.
El ojo puesto en China es porque para Rocha la relación con Brasil es manejable. Según el ejecutivo de origen brasileño, la confianza se basa en que un auto fabricado en Argentina tiene 50% de piezas producidas en Brasil. La hipótesis es que si Brasil inunda de autos la Argentina, miles de autopartistas brasileñas quedarían marginadas ya que sólo fabrican piezas para autos producidos en el país.
será por el viento de cola si ocurre…