El politólogo italiano criticó la decadencia del liderazgo de Occidente
Giovanni Sartori. Foto: LA NACION
ROMA.- Su último libro es La carrera hacia ningún lugar. Pero Giovanni Sartori, el politólogo italiano, confiesa que hubiera preferido titularlo: Del homo videns al homo cretinus. A los 92 años recién cumplidos, Sartori mantiene intactas sus típicas ironía y mordacidad florentinas. Y no oculta su profundo escepticismo ante lo que está pasando en un mundo en el que Occidente está en guerra contra el terrorismo islamista.
Provocador como siempre, el autor de ensayos clave como Homo videns y ¿Qué es la democracia? parece divertirse con sus definiciones «no políticamente correctas». Afirma que los gobernantes europeos son «unos dementes» porque no bombardean, destruyen y hunden las barcazas que parten desde el norte de África hacia al sur de Italia (por supuesto sin migrantes a bordo). Y dice que la posible victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos sería «la consagración del homo cretinus». Sartori recibió a LA NACION en su casa del centro histórico de Roma sin ocultar su declive físico: vestido de elegante bata de seda, con dos tubitos para el oxígeno en la nariz y confesando tener hoy sólo una «memoria técnica».
-Estamos en guerra. Cuando se llevan a cabo asesinatos en masa como los de París o Bruselas, significa que estamos en guerra. Y en tiempos de guerra no se pueden respetar las reglas de la paz porque si lo hacés, perdés la guerra. Estamos ante gente que nos declaró la guerra. Si matan a tus ciudadanos, si se cometen atentados y masacres, los Estados tienen derecho, e incluso el deber, de aplicar el derecho de guerra. Y eso significa que las aguas territoriales deben dejar de respetarse y que todas las barcazas que esperan en el norte de África y en otras zonas costeras para partir rumbo a Europa pueden y deben ser ametralladas, hundidas, antes de zarpar, sin matar por supuesto a ninguna de esa pobre gente. Porque los terroristas fundamentalistas islámicos se financian con el tráfico de seres humanos y debemos cerrarles el grifo de la financiación. Es una forma amigable de hacer la guerra, porque nosotros somos amigables.
-¿Usted está a favor de acciones militares?
-Sí, absolutamente.
-¿También de una intervención terrestre?
-No, una intervención por tierra sería una derrota. Yo estoy a favor sólo de una intervención aérea y con drones, que son muy efectivos a la hora de golpear objetivos estratégicos y garantizan que no haya muertos entre la población civil. El riesgo existe siempre, pero con el empleo de drones se minimiza.
-¿Considera entonces que los gobernantes europeos están actuando mal ante la emergencia migratoria?
-Los gobernantes europeos son unos dementes. A lo que se dedican es a multiplicar los entes inútiles.
-Pero si se destruyen las barcazas, ¿qué pasa con toda esa marea de gente que está huyendo de las guerras y la miseria?
-Destruir las barcazas tiene como objetivo principal evitar el tráfico de carne humana y la financiación del terrorismo fundamentalista islámico. ¿Qué hacemos con los refugiados? El problema es que no tenemos dónde meterlos? A este ritmo, en unos 30 años, según calculan algunos estudios, los musulmanes serán la mayoría en Italia. Creo que habría que abrir en los países de origen procedimientos que permitan a todas esas personas hacer la solicitud de refugiado correspondiente, lo que permitiría también que los que vengan a Europa lo hagan con la perspectiva de un trabajo. A esas personas se les daría la residencia permanente, transmisible a sus hijos. Pero no el derecho al voto.
-¿Y por qué no el derecho al voto?
-Porque si se les da el derecho al voto, en 40 años en Italia y en la mayoría de los países europeos podría gobernar un partido musulmán que implantaría la sharia, la ley islámica.
-Y a usted, uno de los grandes teóricos sobre la democracia, ¿le parece democrático privar a la gente que vive en un país del derecho al voto? ¿No serían ciudadanos de segunda clase?
-Mire, yo estuve 40 años viviendo en Estados Unidos y nunca tuve derecho al voto, y estaba encantado de no tenerlo. Me parece que esa solución a la americana podría aplicarse también a los inmigrantes que vienen a Europa.
-Hablando de Estados Unidos, le parece posible que Trump se convierta en el próximo presidente…
-Es posible, sí. Es posible porque el homo videns, el hombre que sólo entiende aquello que ve con los ojos y que es incapaz de manejar conceptos abstractos, ha tenido tal éxito que evolucionó hasta convertirse en el homo cretinus. Además Trump competirá con Hillary Clinton, una mujer profundamente antipática. De hecho, una de las grandes fuerzas de Trump es que tendrá como contrincante a Hillary. Ella es una persona muy antipática y de una arrogancia insoportable. Yo, como ya le dije, he vivido en Estados Unidos casi 40 años y, desde mi experiencia, le puedo decir que Hillary es una mujer que no les gusta a sus compatriotas. Así que sí, existe el riesgo de que Trump sea elegido. Sería una vergüenza, la consagración del homo cretinus.
-Hablando del homo cretinus y del homo videns, usted es muy crítico con Internet y las redes sociales, porque considera que han exacerbado al homo videns…
-Así es. El homo videns es aquel que sólo entiende lo que ve con sus ojos; si algo no se puede ver, para él no existe. El homo videns es un hombre que ve encuentros deportivos, que ve pornografía, que ve los mensajitos que le mandan… Pero toda la civilización europea, todo el pensamiento liberal-democrático, no es visible con los ojos, se trata de una construcción abstracta. Con el nacimiento del homo videns se tambalea todo el sistema. Pero este homo cretinus no puede durar mucho. Es imposible.
Giovanni Sartori. Foto: LA NACION
ROMA.- Su último libro es La carrera hacia ningún lugar. Pero Giovanni Sartori, el politólogo italiano, confiesa que hubiera preferido titularlo: Del homo videns al homo cretinus. A los 92 años recién cumplidos, Sartori mantiene intactas sus típicas ironía y mordacidad florentinas. Y no oculta su profundo escepticismo ante lo que está pasando en un mundo en el que Occidente está en guerra contra el terrorismo islamista.
Provocador como siempre, el autor de ensayos clave como Homo videns y ¿Qué es la democracia? parece divertirse con sus definiciones «no políticamente correctas». Afirma que los gobernantes europeos son «unos dementes» porque no bombardean, destruyen y hunden las barcazas que parten desde el norte de África hacia al sur de Italia (por supuesto sin migrantes a bordo). Y dice que la posible victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos sería «la consagración del homo cretinus». Sartori recibió a LA NACION en su casa del centro histórico de Roma sin ocultar su declive físico: vestido de elegante bata de seda, con dos tubitos para el oxígeno en la nariz y confesando tener hoy sólo una «memoria técnica».
-Estamos en guerra. Cuando se llevan a cabo asesinatos en masa como los de París o Bruselas, significa que estamos en guerra. Y en tiempos de guerra no se pueden respetar las reglas de la paz porque si lo hacés, perdés la guerra. Estamos ante gente que nos declaró la guerra. Si matan a tus ciudadanos, si se cometen atentados y masacres, los Estados tienen derecho, e incluso el deber, de aplicar el derecho de guerra. Y eso significa que las aguas territoriales deben dejar de respetarse y que todas las barcazas que esperan en el norte de África y en otras zonas costeras para partir rumbo a Europa pueden y deben ser ametralladas, hundidas, antes de zarpar, sin matar por supuesto a ninguna de esa pobre gente. Porque los terroristas fundamentalistas islámicos se financian con el tráfico de seres humanos y debemos cerrarles el grifo de la financiación. Es una forma amigable de hacer la guerra, porque nosotros somos amigables.
-¿Usted está a favor de acciones militares?
-Sí, absolutamente.
-¿También de una intervención terrestre?
-No, una intervención por tierra sería una derrota. Yo estoy a favor sólo de una intervención aérea y con drones, que son muy efectivos a la hora de golpear objetivos estratégicos y garantizan que no haya muertos entre la población civil. El riesgo existe siempre, pero con el empleo de drones se minimiza.
-¿Considera entonces que los gobernantes europeos están actuando mal ante la emergencia migratoria?
-Los gobernantes europeos son unos dementes. A lo que se dedican es a multiplicar los entes inútiles.
-Pero si se destruyen las barcazas, ¿qué pasa con toda esa marea de gente que está huyendo de las guerras y la miseria?
-Destruir las barcazas tiene como objetivo principal evitar el tráfico de carne humana y la financiación del terrorismo fundamentalista islámico. ¿Qué hacemos con los refugiados? El problema es que no tenemos dónde meterlos? A este ritmo, en unos 30 años, según calculan algunos estudios, los musulmanes serán la mayoría en Italia. Creo que habría que abrir en los países de origen procedimientos que permitan a todas esas personas hacer la solicitud de refugiado correspondiente, lo que permitiría también que los que vengan a Europa lo hagan con la perspectiva de un trabajo. A esas personas se les daría la residencia permanente, transmisible a sus hijos. Pero no el derecho al voto.
-¿Y por qué no el derecho al voto?
-Porque si se les da el derecho al voto, en 40 años en Italia y en la mayoría de los países europeos podría gobernar un partido musulmán que implantaría la sharia, la ley islámica.
-Y a usted, uno de los grandes teóricos sobre la democracia, ¿le parece democrático privar a la gente que vive en un país del derecho al voto? ¿No serían ciudadanos de segunda clase?
-Mire, yo estuve 40 años viviendo en Estados Unidos y nunca tuve derecho al voto, y estaba encantado de no tenerlo. Me parece que esa solución a la americana podría aplicarse también a los inmigrantes que vienen a Europa.
-Hablando de Estados Unidos, le parece posible que Trump se convierta en el próximo presidente…
-Es posible, sí. Es posible porque el homo videns, el hombre que sólo entiende aquello que ve con los ojos y que es incapaz de manejar conceptos abstractos, ha tenido tal éxito que evolucionó hasta convertirse en el homo cretinus. Además Trump competirá con Hillary Clinton, una mujer profundamente antipática. De hecho, una de las grandes fuerzas de Trump es que tendrá como contrincante a Hillary. Ella es una persona muy antipática y de una arrogancia insoportable. Yo, como ya le dije, he vivido en Estados Unidos casi 40 años y, desde mi experiencia, le puedo decir que Hillary es una mujer que no les gusta a sus compatriotas. Así que sí, existe el riesgo de que Trump sea elegido. Sería una vergüenza, la consagración del homo cretinus.
-Hablando del homo cretinus y del homo videns, usted es muy crítico con Internet y las redes sociales, porque considera que han exacerbado al homo videns…
-Así es. El homo videns es aquel que sólo entiende lo que ve con sus ojos; si algo no se puede ver, para él no existe. El homo videns es un hombre que ve encuentros deportivos, que ve pornografía, que ve los mensajitos que le mandan… Pero toda la civilización europea, todo el pensamiento liberal-democrático, no es visible con los ojos, se trata de una construcción abstracta. Con el nacimiento del homo videns se tambalea todo el sistema. Pero este homo cretinus no puede durar mucho. Es imposible.