El cerrojo cambiario, fruto de los controles impuestos por el Gobierno el mes pasado, está dando resultados y ajustando más de una cuenta. Por primera vez en seis meses, el Banco Central (BCRA) logró renovar su deuda y volvió a esterilizar pesos por esta vía.
Después de varias licitaciones de Letras (Lebac) y Notas (Nobac) sin conseguir demasiadas ofertas por estos instrumentos, ayer se reactivó el interés de los bancos (sobre todo los privados que se habían retirado de las últimas subastas). La autoridad monetaria llamó a licitación por $ 500 millones. Vencían $ 1.165 millones y las propuestas alcanzaron un nivel de $ 1.514 millones, de los cuales el Central decidió adjudicar $ 1.364 millones. De esta manera, esterilizó $ 199 millones.
En las mesas financieras atribuyen el cambio de tendencia a una abundante liquidez de pesos en el mercado que, señalan, resulta como consecuencia de las trabas para comprar dólares. Hay muchos pesos dando vueltas, porque no hay divisas y tampoco hay muchas opciones donde colocar el dinero, explicaba a este medio un operador. El público minorista y las empresas no pueden comprar dólares y el BCRA ahora volvió a sumar divisas por lo que también está inyectando pesos, relataron en otro banco extranjero líder. De hecho, el mes pasado por primera vez desde julio el organismo monetario cerró su balance con saldo positivo, con más de u$s 200 millones comprados después de que el flujo cambiario totalizara en los tres meses anteriores con un rojo de u$s 4.800 millones. A su vez, en las mesas también indicaron que a partir de diciembre y hasta febrero, las entidades financieras pueden cumplir trimestralmente los requisitos de encajes, mientras que el resto del año es de manera mensual, por lo que también aumenta la liquidez.
De esta manera, la reactivación de este mercado no responde a un mayor rendimiento de estos títulos. Ayer, de hecho, en lo que respecta a las Lebac en pesos prácticamente no variaron. Para los plazos de 105, 133 y 231 días, las tasas se ubicaron en 13,97%, 13,98% y 14,06% respectivamente, a 357 días se situó en 14,27%, para 518 días fue de 14,56% y para 693 días se ubicó en 15%. En cuanto a las Notas, el spread sobre Badlar para 224 días fue de -2,20%
El mercado venía exigiendo al Central, que mantuvo las tasas de estos títulos planchadas casi en todo el año, una rentabilidad mayor. Hace meses que los bancos perdieron interés por estos títulos debido al bajo rendimiento que otorgan en el mercado primario (encontrando más atractivo en el secundario) y por una preferencia de estar líquidos. En rigor, las ofertas en la licitación pasada tocaron un mínimo histórico. En concreto, las posturas habían caído hasta $ 493 millones. Es por eso que a lo largo del año, al organismo monetario le costó renovar los vencimientos y en muchos casos terminó inyectando pesos a la economía doméstica, incrementando el peligro del traslado a los precios.
La tendencia se profundizó en las últimas subastas. En poco más de un mes, el Central volcó $ 4.500 millones al no renovar los vencimientos. La banca privada había desaparecido de las subastas y sólo se aventuran los bancos públicos a un negocio que hasta ahora a pocos les cerraba. Hoy los rendimientos entre el mercado primario y secundario se equilibraron. Pero el cambio de tendencia también está señalando un hecho más preocupante para el Central: una desaceleración del crédito.
Después de varias licitaciones de Letras (Lebac) y Notas (Nobac) sin conseguir demasiadas ofertas por estos instrumentos, ayer se reactivó el interés de los bancos (sobre todo los privados que se habían retirado de las últimas subastas). La autoridad monetaria llamó a licitación por $ 500 millones. Vencían $ 1.165 millones y las propuestas alcanzaron un nivel de $ 1.514 millones, de los cuales el Central decidió adjudicar $ 1.364 millones. De esta manera, esterilizó $ 199 millones.
En las mesas financieras atribuyen el cambio de tendencia a una abundante liquidez de pesos en el mercado que, señalan, resulta como consecuencia de las trabas para comprar dólares. Hay muchos pesos dando vueltas, porque no hay divisas y tampoco hay muchas opciones donde colocar el dinero, explicaba a este medio un operador. El público minorista y las empresas no pueden comprar dólares y el BCRA ahora volvió a sumar divisas por lo que también está inyectando pesos, relataron en otro banco extranjero líder. De hecho, el mes pasado por primera vez desde julio el organismo monetario cerró su balance con saldo positivo, con más de u$s 200 millones comprados después de que el flujo cambiario totalizara en los tres meses anteriores con un rojo de u$s 4.800 millones. A su vez, en las mesas también indicaron que a partir de diciembre y hasta febrero, las entidades financieras pueden cumplir trimestralmente los requisitos de encajes, mientras que el resto del año es de manera mensual, por lo que también aumenta la liquidez.
De esta manera, la reactivación de este mercado no responde a un mayor rendimiento de estos títulos. Ayer, de hecho, en lo que respecta a las Lebac en pesos prácticamente no variaron. Para los plazos de 105, 133 y 231 días, las tasas se ubicaron en 13,97%, 13,98% y 14,06% respectivamente, a 357 días se situó en 14,27%, para 518 días fue de 14,56% y para 693 días se ubicó en 15%. En cuanto a las Notas, el spread sobre Badlar para 224 días fue de -2,20%
El mercado venía exigiendo al Central, que mantuvo las tasas de estos títulos planchadas casi en todo el año, una rentabilidad mayor. Hace meses que los bancos perdieron interés por estos títulos debido al bajo rendimiento que otorgan en el mercado primario (encontrando más atractivo en el secundario) y por una preferencia de estar líquidos. En rigor, las ofertas en la licitación pasada tocaron un mínimo histórico. En concreto, las posturas habían caído hasta $ 493 millones. Es por eso que a lo largo del año, al organismo monetario le costó renovar los vencimientos y en muchos casos terminó inyectando pesos a la economía doméstica, incrementando el peligro del traslado a los precios.
La tendencia se profundizó en las últimas subastas. En poco más de un mes, el Central volcó $ 4.500 millones al no renovar los vencimientos. La banca privada había desaparecido de las subastas y sólo se aventuran los bancos públicos a un negocio que hasta ahora a pocos les cerraba. Hoy los rendimientos entre el mercado primario y secundario se equilibraron. Pero el cambio de tendencia también está señalando un hecho más preocupante para el Central: una desaceleración del crédito.