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Martín Lousteau se convirtió en la nueva star de la política porteña, coinciden los últimos sondeos en la ciudad de Buenos Aires. Compañero inesperado de Elisa Carrió en la boleta de candidatos a diputados para el 27 de octubre, el economista se instaló entre los habitantes de la Ciudad. Y el macrismo ya está preocupado.
Basta con analizar los números de dos consultoras que acertaron los resultados en los comicios de agosto pasado. Gabriela Michetti está al frente en imagen positiva neta entre los porteños, y para sorpresa de propios y ajenos, el segundo lugar lo ocupa nada menos que Lousteau, muy arriba de Pino Solanas, Sergio Bergman y la propia Carrió.
Economista de pelo largo y sandalias, ex ministro, ex profesor de tenis, ex corresponsal de guerra, el estilo de Guga, como se llama en su dirección de twitter (@gugalusto), conquistó a los porteños en apenas unos meses de campaña. Su alto nivel de conocimiento tiene que ver con un combo entre quienes lo identifican por haber sido el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner, pero también por haber ocupado espacio en las revistas del corazón y los programas de espectáculos por sus romances con famosas y un escándalo resonante que incluyó un triángulo amoroso.
«Soy Guga porque varios me llaman así. Si me ven al tenis, seguro me dejan ese apodo, jaja», contó en su cuenta de twitter en 2010.
El PRO lo quería de candidato desde hace tiempo, sin embargo, eligió competir en la interna de UNEN, junto a Rodolfo Terragno, conocido de sus épocas de estudiante en la prestigiosa London School of Economics de Londres. Y es que Lousteau, un escritor de Independiente, se autodefine como «un socialdemócrata moderno», y esa es la razón política por la que dijo que rechazó la oferta del PRO.
El 11 de agosto, Carrió ganó la interna de UNEN (17,29 por ciento) y Lousteau fue segundo con el 12,79 por ciento. Guga sacó de carrera al también economista Alfonso Prat Gay, quien fue su jefe cuando trabajó en la consultora APL, a fines de los 90.
Lilita entendió rápidamente el mensaje de los comicios. Una semana antes del 11 de agosto, lo había increpado por televisión en un debate de UNEN: «Hiciste un daño terrible con la 125, ¿por qué no renunciaste?». Hoy la dupla hace campaña y hasta se complementa discursivamente durante las entrevistas conjuntas.
En UNEN aseguran que el economista es el nuevo niño mimado de Carrió.
¿Llegó Lousteau para quedarse en la política? Sus colaboradores aseguran que sí, que tomó una decisión de vida. Y para graficarlo, repasan la agenda diaria de Guga, que combina disertaciones en universidades top con visitas al comedor de la Villa 21, y reuniones con empresarios en un agenda que empieza bien temprano y termina a la medianoche.
El tema es cuál será el partido que lo verá crecer como político. Porque con el radicalismo, «se están conociendo». Lousteau no es afiliado a la UCR y su ingreso a la agrupación centenaria fue de la mano de Terragno, un prestigioso dirigente cuya carrera quedó aprisionada en la interna de los boina blanca.
De todas formas, el futuro diputado nacional por UNEN tiene contactos multipartidarios. Fue presidente del Banco Provincia cuando Felipe Solá (hoy massista) era gobernador, también ministro de Cristina Kirchner y ahora con el arco socialista radical.
Justamente, dependerá de la UCR terminar de conquistar a Lousteau, que recién lanzado a la política se convirtió en la mejor carta del radicalismo para pelearle al macrismo en 2015 ¿la jefatura de Gobierno? n 3D.
Martín Lousteau se convirtió en la nueva star de la política porteña, coinciden los últimos sondeos en la ciudad de Buenos Aires. Compañero inesperado de Elisa Carrió en la boleta de candidatos a diputados para el 27 de octubre, el economista se instaló entre los habitantes de la Ciudad. Y el macrismo ya está preocupado.
Basta con analizar los números de dos consultoras que acertaron los resultados en los comicios de agosto pasado. Gabriela Michetti está al frente en imagen positiva neta entre los porteños, y para sorpresa de propios y ajenos, el segundo lugar lo ocupa nada menos que Lousteau, muy arriba de Pino Solanas, Sergio Bergman y la propia Carrió.
Economista de pelo largo y sandalias, ex ministro, ex profesor de tenis, ex corresponsal de guerra, el estilo de Guga, como se llama en su dirección de twitter (@gugalusto), conquistó a los porteños en apenas unos meses de campaña. Su alto nivel de conocimiento tiene que ver con un combo entre quienes lo identifican por haber sido el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner, pero también por haber ocupado espacio en las revistas del corazón y los programas de espectáculos por sus romances con famosas y un escándalo resonante que incluyó un triángulo amoroso.
«Soy Guga porque varios me llaman así. Si me ven al tenis, seguro me dejan ese apodo, jaja», contó en su cuenta de twitter en 2010.
El PRO lo quería de candidato desde hace tiempo, sin embargo, eligió competir en la interna de UNEN, junto a Rodolfo Terragno, conocido de sus épocas de estudiante en la prestigiosa London School of Economics de Londres. Y es que Lousteau, un escritor de Independiente, se autodefine como «un socialdemócrata moderno», y esa es la razón política por la que dijo que rechazó la oferta del PRO.
El 11 de agosto, Carrió ganó la interna de UNEN (17,29 por ciento) y Lousteau fue segundo con el 12,79 por ciento. Guga sacó de carrera al también economista Alfonso Prat Gay, quien fue su jefe cuando trabajó en la consultora APL, a fines de los 90.
Lilita entendió rápidamente el mensaje de los comicios. Una semana antes del 11 de agosto, lo había increpado por televisión en un debate de UNEN: «Hiciste un daño terrible con la 125, ¿por qué no renunciaste?». Hoy la dupla hace campaña y hasta se complementa discursivamente durante las entrevistas conjuntas.
En UNEN aseguran que el economista es el nuevo niño mimado de Carrió.
¿Llegó Lousteau para quedarse en la política? Sus colaboradores aseguran que sí, que tomó una decisión de vida. Y para graficarlo, repasan la agenda diaria de Guga, que combina disertaciones en universidades top con visitas al comedor de la Villa 21, y reuniones con empresarios en un agenda que empieza bien temprano y termina a la medianoche.
El tema es cuál será el partido que lo verá crecer como político. Porque con el radicalismo, «se están conociendo». Lousteau no es afiliado a la UCR y su ingreso a la agrupación centenaria fue de la mano de Terragno, un prestigioso dirigente cuya carrera quedó aprisionada en la interna de los boina blanca.
De todas formas, el futuro diputado nacional por UNEN tiene contactos multipartidarios. Fue presidente del Banco Provincia cuando Felipe Solá (hoy massista) era gobernador, también ministro de Cristina Kirchner y ahora con el arco socialista radical.
Justamente, dependerá de la UCR terminar de conquistar a Lousteau, que recién lanzado a la política se convirtió en la mejor carta del radicalismo para pelearle al macrismo en 2015 ¿la jefatura de Gobierno? n 3D.