Guillermo Gotelli dice que es empresario desde hace 40 años. Con dos hijos que trabajan a su lado, el presidente de GGM la empresa que fabrica y comercializa Pony, Signia y ahora sumó la venta de la marca japonesa Asics es uno de los referente de la industria del calzado que ahora está en auge pero que en los 90 casi desaparece.
A días de anunciar la llegada de Asics a la Argentina, el empresario se manifestó conforme con algunos lineamientos del gobierno nacional y se mostró crítico con sus pares, en especial con la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad de la que formó parte de la Junta Directiva.
Pasó por muchos momentos históricos. ¿Cuál fue el mejor?
Cada momento tuvo lo suyo, pero la diferencia histórica con el actual es que hoy tenemos una definición política de lo que se quiere hacer. Se puede estar de acuerdo o no, pero está.
¿Cuál sería esa definición,
la compensación exportadora o el cierre a las importaciones?
Lo que hay es un marco conceptual que, para que quede claro, es necesario pero que no por eso es suficiente para lograr el desarrollo. Ese concepto es el que te dice que la Argentina va a comenzar a desarrollarse si se privilegia la producción con valor agregado.
¿Pero las compensaciones exportadoras forman parte de esta definición?
No me parece bien que una empresa exporte algún producto que no fabrica (N. del R. la mayoría de las automotrices exportan productos agroindustriales), pero sí estoy de acuerdo con que se exporte. La Argentina tiene que tener superávit fiscal y financiero como todos los países. Tenemos que ser capaces de pagar nuestro propio consumo, y más en una industria como la del calzado.
¿Por qué sus colegas empresarios se quejan tanto del Gobierno y usted no?
No lo sé, Quizá sea porque se quedan en lo discursivo, en si un funcionario dice o no malas palabras como si entre nosotros no pasara, o cuando se negocia con los sindicalistas tampoco. Se quedan discutiendo ideologías, algo que ya no es conducente. Hace falta trabajar en lo que cada uno sabe, el empresario no tiene que gobernar y tampoco al revés.
¿Los privados cumplen ese rol?
El sector privado tiene que asumir sus responsabilidades y el Gobierno la de conducir. Repito, antes no había un marco conceptual. Hoy que lo tenemos debemos madurar la relación entre las partes.
¿Qué significa eso?
Significa que yo no tengo que ir opinando de política porque ese no es mi rol. Mi rol es llevar propuestas, proyectos respecto de las necesidades técnicas de cada uno de los sectores. Es una relación que aún falta desarrollar.
¿Esa relación falla por desconfianza o por prejuicios?
Hay mucha desconfianza de ambos lados. Los países que lo solucionaron y que hoy tienen buen diálogo entre las partes son los que más prosperaron en todo el mundo. Esto se supera cuando cada uno hable de lo que sabe.
¿Pero ese no es el papel que tiene la Unión Industrial Argentina en este diálogo?
No sé cuál es el papel de la UIA hoy. No hay una propuesta empresaria, no vi en ningún lado ningún proyecto de la UIA. ¿Cómo puede ser que no haya realizado una propuesta tributaria? Yo ya no estoy más, pero la verdad es que no tienen ninguna propuesta.
Usted reconoce que Guillermo Moreno controla los precios para frenar la inflación ¿Qué opinión le merece ese política?
La política de precios administrados puede funcionar para una primera etapa pero, si se quiere frenar la inflación, sin duda que en esta segunda etapa hay que aumentar la oferta y mejorar la eficiencia.
Pero eso es del lado de los empresarios. ¿Desde el punto de vista del Gobierno no hace falta nada?
Sí, por supuesto, sin dudas que hace falta una fuerte inversión en infraestructura pública que reduzca los costos logísticos de producir localmente.
A días de anunciar la llegada de Asics a la Argentina, el empresario se manifestó conforme con algunos lineamientos del gobierno nacional y se mostró crítico con sus pares, en especial con la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad de la que formó parte de la Junta Directiva.
Pasó por muchos momentos históricos. ¿Cuál fue el mejor?
Cada momento tuvo lo suyo, pero la diferencia histórica con el actual es que hoy tenemos una definición política de lo que se quiere hacer. Se puede estar de acuerdo o no, pero está.
¿Cuál sería esa definición,
la compensación exportadora o el cierre a las importaciones?
Lo que hay es un marco conceptual que, para que quede claro, es necesario pero que no por eso es suficiente para lograr el desarrollo. Ese concepto es el que te dice que la Argentina va a comenzar a desarrollarse si se privilegia la producción con valor agregado.
¿Pero las compensaciones exportadoras forman parte de esta definición?
No me parece bien que una empresa exporte algún producto que no fabrica (N. del R. la mayoría de las automotrices exportan productos agroindustriales), pero sí estoy de acuerdo con que se exporte. La Argentina tiene que tener superávit fiscal y financiero como todos los países. Tenemos que ser capaces de pagar nuestro propio consumo, y más en una industria como la del calzado.
¿Por qué sus colegas empresarios se quejan tanto del Gobierno y usted no?
No lo sé, Quizá sea porque se quedan en lo discursivo, en si un funcionario dice o no malas palabras como si entre nosotros no pasara, o cuando se negocia con los sindicalistas tampoco. Se quedan discutiendo ideologías, algo que ya no es conducente. Hace falta trabajar en lo que cada uno sabe, el empresario no tiene que gobernar y tampoco al revés.
¿Los privados cumplen ese rol?
El sector privado tiene que asumir sus responsabilidades y el Gobierno la de conducir. Repito, antes no había un marco conceptual. Hoy que lo tenemos debemos madurar la relación entre las partes.
¿Qué significa eso?
Significa que yo no tengo que ir opinando de política porque ese no es mi rol. Mi rol es llevar propuestas, proyectos respecto de las necesidades técnicas de cada uno de los sectores. Es una relación que aún falta desarrollar.
¿Esa relación falla por desconfianza o por prejuicios?
Hay mucha desconfianza de ambos lados. Los países que lo solucionaron y que hoy tienen buen diálogo entre las partes son los que más prosperaron en todo el mundo. Esto se supera cuando cada uno hable de lo que sabe.
¿Pero ese no es el papel que tiene la Unión Industrial Argentina en este diálogo?
No sé cuál es el papel de la UIA hoy. No hay una propuesta empresaria, no vi en ningún lado ningún proyecto de la UIA. ¿Cómo puede ser que no haya realizado una propuesta tributaria? Yo ya no estoy más, pero la verdad es que no tienen ninguna propuesta.
Usted reconoce que Guillermo Moreno controla los precios para frenar la inflación ¿Qué opinión le merece ese política?
La política de precios administrados puede funcionar para una primera etapa pero, si se quiere frenar la inflación, sin duda que en esta segunda etapa hay que aumentar la oferta y mejorar la eficiencia.
Pero eso es del lado de los empresarios. ¿Desde el punto de vista del Gobierno no hace falta nada?
Sí, por supuesto, sin dudas que hace falta una fuerte inversión en infraestructura pública que reduzca los costos logísticos de producir localmente.