Mientras avanza la investigación judicial por los incidentes del lunes 2 de mayo en los que sequemaron y destrozaron 22 vagones del tren Sarmienro, la situación no hace más que complicarse para los pasajeros del servicio Once-Moreno, que deben convivir a diario con andenes repletos, vagones desbordados y muchas demoras .
“Antes, y con un poco de suerte, el viaje de Castelar a Once duraba 45 minutos. Hoy no lo hacés en menos de una hora diez ”, estima Jorge Bernardo, un vecino de Morón que hace el trayecto todos los días porque trabaja en Capital. Por eso, hay muchos usuarios que buscan alternativas (ver Colectivos…). Es que, por la cantidad de vagones dañados, están trabajando con cuatro trenes menos , lo que hace imposible cumplir con el cronograma de horarios. Desde TBA confirmaron a Clarín que se están manejando con un servicio condicional que lleva la frecuencia de ocho a entre 12 y 15 minutos. Aunque hay usuarios que denuncian que, en las horas pico, el bache se hace todavía más grande y puede llegar a superar los 20 minutos .
El lunes debería empezar a correr otra formación de doble piso. Pero no alcanza para solucionar el problema. Desde TBA explicaron que recién en julio volverán a tener los 22 trenes que se necesitan para cumplir con el cronograma de horarios, y en noviembre los 24 que garantizan la normalidad del servicio.
A las 7.30 de la mañana, en la estación Ramos Mejía es tanta la gente que se vuelve difícil salir o entrar de los vagones y hay algunos que optan por bajar por las ventanillas . “Entre los que empujan para entrar y los que están adentro, que no se pueden correr, si no bajás en Liniers o en las cabeceras, no te queda otra”, describe Analía Rossi, una vecina de Ramos Mejía que no tiene más alternativa que esperar el próximo tren porque no logra atravesar la puerta.
El Sarmiento recorre 36 kilómetros y durante el mes de marzo tuvo un promedio de 301.204 pasajeros por día hábil que pagaron su boleto. “El servicio necesita 24 formaciones operativas para funcionar con normalidad. Cumplir con el cronograma de horarios requiere 22, más una de reserva y otra de alistamiento (en mantenimiento). Hoy tenemos 20, y tratamos de garantizar una frecuencia de entre 12 y 15 minutos”, resume Gustavo Gago, vocero de TBA.
Es que además de los 14 vagones que tuvieron destrucción total, hubo ocho con daños parciales. “Por ahora están guardados en los depósitos de Castelar y Haedo y a disposición de la Justicia.
El Estado deberá decidir si los repara o no ”, sigue el vocero. Para completar el número dependen de los trenes con vagones de doble piso que se están construyendo en Emprendimientos Ferroviarios S. A. “La idea era sumar, y ahora vienen a reemplazar”, apunta.
El jueves, presentaron el tercer tren de estas características. “Se están realizando las pruebas dinámicas finales, y el lunes debería empezar a correr con pasajeros”, agrega Gago. Con esta formación sobre los rieles, la empresa espera poder garantizar una frecuencia de entre 10 y 12 minutos. Pero el servicio seguirá siendo condicional. El compromiso de la fábrica es entregar un tren cada 45 a 60 días: la próxima en julio, otra en septiembre, una en noviembre y otra en diciembre. El objetivo es ir reemplazando los trenes viejos ya que los vagones de doble piso (cuatro, de los nueve que tiene cada formación), pueden transportar un 40% más de pasajeros.
Mientras, en el Gobierno nacional refuerzan la hipótesis de que la quema de vagones estuvo armada. El jueves, el secretario de Transporte de la Nación Juan Pablo Schiavi aseguró que dos de los detenidos por los incidentes declararon que los desmanes habían sido intencionales.
“Antes, y con un poco de suerte, el viaje de Castelar a Once duraba 45 minutos. Hoy no lo hacés en menos de una hora diez ”, estima Jorge Bernardo, un vecino de Morón que hace el trayecto todos los días porque trabaja en Capital. Por eso, hay muchos usuarios que buscan alternativas (ver Colectivos…). Es que, por la cantidad de vagones dañados, están trabajando con cuatro trenes menos , lo que hace imposible cumplir con el cronograma de horarios. Desde TBA confirmaron a Clarín que se están manejando con un servicio condicional que lleva la frecuencia de ocho a entre 12 y 15 minutos. Aunque hay usuarios que denuncian que, en las horas pico, el bache se hace todavía más grande y puede llegar a superar los 20 minutos .
El lunes debería empezar a correr otra formación de doble piso. Pero no alcanza para solucionar el problema. Desde TBA explicaron que recién en julio volverán a tener los 22 trenes que se necesitan para cumplir con el cronograma de horarios, y en noviembre los 24 que garantizan la normalidad del servicio.
A las 7.30 de la mañana, en la estación Ramos Mejía es tanta la gente que se vuelve difícil salir o entrar de los vagones y hay algunos que optan por bajar por las ventanillas . “Entre los que empujan para entrar y los que están adentro, que no se pueden correr, si no bajás en Liniers o en las cabeceras, no te queda otra”, describe Analía Rossi, una vecina de Ramos Mejía que no tiene más alternativa que esperar el próximo tren porque no logra atravesar la puerta.
El Sarmiento recorre 36 kilómetros y durante el mes de marzo tuvo un promedio de 301.204 pasajeros por día hábil que pagaron su boleto. “El servicio necesita 24 formaciones operativas para funcionar con normalidad. Cumplir con el cronograma de horarios requiere 22, más una de reserva y otra de alistamiento (en mantenimiento). Hoy tenemos 20, y tratamos de garantizar una frecuencia de entre 12 y 15 minutos”, resume Gustavo Gago, vocero de TBA.
Es que además de los 14 vagones que tuvieron destrucción total, hubo ocho con daños parciales. “Por ahora están guardados en los depósitos de Castelar y Haedo y a disposición de la Justicia.
El Estado deberá decidir si los repara o no ”, sigue el vocero. Para completar el número dependen de los trenes con vagones de doble piso que se están construyendo en Emprendimientos Ferroviarios S. A. “La idea era sumar, y ahora vienen a reemplazar”, apunta.
El jueves, presentaron el tercer tren de estas características. “Se están realizando las pruebas dinámicas finales, y el lunes debería empezar a correr con pasajeros”, agrega Gago. Con esta formación sobre los rieles, la empresa espera poder garantizar una frecuencia de entre 10 y 12 minutos. Pero el servicio seguirá siendo condicional. El compromiso de la fábrica es entregar un tren cada 45 a 60 días: la próxima en julio, otra en septiembre, una en noviembre y otra en diciembre. El objetivo es ir reemplazando los trenes viejos ya que los vagones de doble piso (cuatro, de los nueve que tiene cada formación), pueden transportar un 40% más de pasajeros.
Mientras, en el Gobierno nacional refuerzan la hipótesis de que la quema de vagones estuvo armada. El jueves, el secretario de Transporte de la Nación Juan Pablo Schiavi aseguró que dos de los detenidos por los incidentes declararon que los desmanes habían sido intencionales.