El industrial mostró su preocupación por la marcha de la economía. Y confirmó el interés de varias empresas en realizar un aporte para comprar la deuda defaulteada
Preocupado por la marcha de la economía y por las consecuencias que podrá tener el default si no se llega a un arreglo, el titular de la UIA, Héctor Méndez, dialogó con El Cronista sobre las perspectivas de la actividad, el empleo y las inversiones. El dirigente industrial también aprovechó para contestarle al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien lo acusó de utilizar la excusa del default para no invertir, y para insistir en la necesidad de diálogo. Confirmó además el interés de varias empresas en realizar un aporte para comprar la deuda defaulteada y evitar la caída en el valor de sus activos.
¿El default agrava el problema de la situación económica?
La economía está mal, independientemente del default, no hay que mezclar las cosas. La situación macroeconómica es complicada para los empresarios. Tenemos los mismos problemas que los de la época de Moreno (Guillermo, el ex secretario de Comercio Interior), con las trabas, con las bucrocracias. Vienen de antes, no tienen nada que ver con el default. Eso frena todo. Cae el mercado interno, al cambiar algunos parámetros de la economía, la hace resentir y esto se nota en el menor consumo y las menores ventas. Y si hay menores ventas, es difícil que se pueda resolver. No sólo no sos competitivo, sino que a su vez no sos eficiente vendiendo.
¿Cuánto cayó la venta en la industria?
Hay sectores que registraron una caída del 15%, otros del 20% y otros del 30%. El rubro del plástico es uno de los que está mejor, pero es un sector que va cayendo en función de lo que caen los sectores que el plástico abastece. Si se cae el automóvil, la agricultura o la construcción, nuestro sector también merma. El plástico se resiente detrás del principal, aunque en menor medida.
¿Creía que se podía arreglar el problema de la deuda?
Sí, creía que se podía resolver. Pensaba que había voluntad para arreglarlo, pero yo no intervine, sólo fui un observador.
¿Qué responde a las críticas que le hizo Kicillof por haber planteado que no había incentivos para invertir?
Que no hay que matar al mensajero. Yo sólo digo lo que dicen los empresarios. Trato de plantearlo de cualquier manera que pueda llegarle al Gobierno. Si yo lo voy a visitar a Kicillof y no nos deja llevar ni un power point donde explicamos nuestros problemas, claramente el mecanismo deberá ser por los medios.
¿Tuvieron alguna respuesta al documento que le llevaron la última vez que se reunieron?
No.
¿Pedirán una nueva audiencia con la presidenta Cristina Fernández?
Si la Junta Directiva me lo pide, lo haré. Sería necesario. No se puede esperar 500 días. Tendría que ser mañana mismo y deberían ver el estudio que nosotros les dimos y que nos digan qué se puede hacer y qué no. No alcanzan las declamaciones ni las convocatorias, si no son para resolver problemas.
¿Qué opina de la idea de que los empresarios hagan su aporte para resolver el tema de la deuda con los holdouts?
El razonamiento es el siguiente: cualquier resultado negativo afecta los valores de sus compañías. Cualquier esfuerzo que puedan hacer para evitar eso es mejor que esperar un resultado. Nosotros no fuimos invitados a la mesa, no hay empresarios que tengan plata para eso, pero tenemos sentido común. Hay algunos industriales a los que les interesaría aportar.
¿Cómo evalúa la situación del empleo?
Menos malo de lo que uno imagina, pero con complicaciones. Es una de las grandes preocupaciones. Esa es la angustia de la gente. Se están jugando su trabajo, su actividad, sus hijos.
Algunos empresarios cordobeses informaron que en el sector comenzó a haber despidos goteo, ¿es así?
Seguramente, porque las variables hay que ajustarlas. Lamentablemente, los trabajadores son casi siempre una variable de ajuste. Es tristísimo, pero es así. Tenés que bajar los gastos. No podés llevar a 10 al fracaso cuando tal vez con uno podés resolverlo. Hay que ver cuál es el mal menor.
¿Se agravaron los problemas con las importaciones?
Todo el mundo se queja acá. Algunos me dicen que ya no les garantizan los seguros para poder importar, por lo que tienen que pagar por anticipado las compras del exterior y después les mandan la mercadería. Es muy difícil trabajar en estas condiciones.
Preocupado por la marcha de la economía y por las consecuencias que podrá tener el default si no se llega a un arreglo, el titular de la UIA, Héctor Méndez, dialogó con El Cronista sobre las perspectivas de la actividad, el empleo y las inversiones. El dirigente industrial también aprovechó para contestarle al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien lo acusó de utilizar la excusa del default para no invertir, y para insistir en la necesidad de diálogo. Confirmó además el interés de varias empresas en realizar un aporte para comprar la deuda defaulteada y evitar la caída en el valor de sus activos.
¿El default agrava el problema de la situación económica?
La economía está mal, independientemente del default, no hay que mezclar las cosas. La situación macroeconómica es complicada para los empresarios. Tenemos los mismos problemas que los de la época de Moreno (Guillermo, el ex secretario de Comercio Interior), con las trabas, con las bucrocracias. Vienen de antes, no tienen nada que ver con el default. Eso frena todo. Cae el mercado interno, al cambiar algunos parámetros de la economía, la hace resentir y esto se nota en el menor consumo y las menores ventas. Y si hay menores ventas, es difícil que se pueda resolver. No sólo no sos competitivo, sino que a su vez no sos eficiente vendiendo.
¿Cuánto cayó la venta en la industria?
Hay sectores que registraron una caída del 15%, otros del 20% y otros del 30%. El rubro del plástico es uno de los que está mejor, pero es un sector que va cayendo en función de lo que caen los sectores que el plástico abastece. Si se cae el automóvil, la agricultura o la construcción, nuestro sector también merma. El plástico se resiente detrás del principal, aunque en menor medida.
¿Creía que se podía arreglar el problema de la deuda?
Sí, creía que se podía resolver. Pensaba que había voluntad para arreglarlo, pero yo no intervine, sólo fui un observador.
¿Qué responde a las críticas que le hizo Kicillof por haber planteado que no había incentivos para invertir?
Que no hay que matar al mensajero. Yo sólo digo lo que dicen los empresarios. Trato de plantearlo de cualquier manera que pueda llegarle al Gobierno. Si yo lo voy a visitar a Kicillof y no nos deja llevar ni un power point donde explicamos nuestros problemas, claramente el mecanismo deberá ser por los medios.
¿Tuvieron alguna respuesta al documento que le llevaron la última vez que se reunieron?
No.
¿Pedirán una nueva audiencia con la presidenta Cristina Fernández?
Si la Junta Directiva me lo pide, lo haré. Sería necesario. No se puede esperar 500 días. Tendría que ser mañana mismo y deberían ver el estudio que nosotros les dimos y que nos digan qué se puede hacer y qué no. No alcanzan las declamaciones ni las convocatorias, si no son para resolver problemas.
¿Qué opina de la idea de que los empresarios hagan su aporte para resolver el tema de la deuda con los holdouts?
El razonamiento es el siguiente: cualquier resultado negativo afecta los valores de sus compañías. Cualquier esfuerzo que puedan hacer para evitar eso es mejor que esperar un resultado. Nosotros no fuimos invitados a la mesa, no hay empresarios que tengan plata para eso, pero tenemos sentido común. Hay algunos industriales a los que les interesaría aportar.
¿Cómo evalúa la situación del empleo?
Menos malo de lo que uno imagina, pero con complicaciones. Es una de las grandes preocupaciones. Esa es la angustia de la gente. Se están jugando su trabajo, su actividad, sus hijos.
Algunos empresarios cordobeses informaron que en el sector comenzó a haber despidos goteo, ¿es así?
Seguramente, porque las variables hay que ajustarlas. Lamentablemente, los trabajadores son casi siempre una variable de ajuste. Es tristísimo, pero es así. Tenés que bajar los gastos. No podés llevar a 10 al fracaso cuando tal vez con uno podés resolverlo. Hay que ver cuál es el mal menor.
¿Se agravaron los problemas con las importaciones?
Todo el mundo se queja acá. Algunos me dicen que ya no les garantizan los seguros para poder importar, por lo que tienen que pagar por anticipado las compras del exterior y después les mandan la mercadería. Es muy difícil trabajar en estas condiciones.