Trabajar incansablemente no parece ser promesa de una fortuna asegurada en la Argentina; pero tener el apellido correcto, sí. Así lo demuestra un reciente estudio del Peterson Institute for International Economics (PIEE) que analiza el origen de las grandes fortunas alrededor del mundo. Es que según lo recogido por la entidad, un 80 por ciento de quienes son ricos a nivel local heredaron ese status, colocando al país entre los lugares con más multimillonarios por herencia, luego de Kuwait (100%), Finlandia (100%) y Dinamarca (83%).
La entidad a cargo del relevamiento dividió a las fuentes de riqueza en dos categorías: una, por herencia; y el resto, por esfuerzo propio. Dentro de esta última, el PIEE identificó a quienes amasaron su fortuna gracias a la fundación de una compañía, al ser dueños o ejecutivos de empresas, a tener conexiones políticas, o al pertenecer al sector financiero.
En el país, el 20 por ciento que no heredó sus billetes los consiguió por trabajar en finanzas, según sostiene el estudio. Junto a los herederos locales, este grupo forma parte del 0,3 por ciento de los multimillonarios que habitan el planeta. En la región, Chile y Perú hospedan a más ricos que la Argentina, con una participación del 0,7 y el 0,5 por ciento, respectivamente, de la torta de fortunas mundiales.
Brasil, que alberga a un 3,9 de los ricos del mundo, encuentra en los orígenes de sus riquezas razones más variadas. En el país tropical, cerca de 48 por ciento de los multimillonarios heredaron fortunas; otro 21 por ciento la hicieron fundando una compañía; un 8 por ciento realizó la compra inteligente de una empresa u obtuvo un puesto ejecutivo bien remunerado; un 5 por ciento explotó sus relaciones políticas para convertirlas en dinero; y un 18 por ciento ganó millones gracias al sector financiero.
Del mismo modo en que Argentina es casi la meca de los herederos, otros países se destacan por alojar a multimillonarios cuya riqueza proviene de una misma fuente. Por ejemplo, el 100 por ciento de los ricos de países como Nueva Zelanda, Macao, Vietnam, Nepal y Uganda pertenecen al sector financiero. Mientras tanto, algo similar sucede en Georgia, Kasajistán y Angola, cuyas personalidades más adineradas hicieron su fortuna gracias a conexiones políticas.
En Tanzania y Suazilandia, la misma regla aplica en relación a la propiedad y gestión de empresas. Por su parte, Argelia y Lituania cuentan con una población de ricos ligada a la fundación de compañías.
A nivel mundial, la torta se reparte de manera relativamente equitativa entre las distintas fuentes de riqueza: un 30,4 por ciento de los multimillonarios heredó su fortuna; otro 27,7 por ciento la hizo tras fundar una compañía; un 9,3 por ciento, al comprar o dirigir una empresa; un 11,3 por ciento, por tener las conexiones políticas correctas; y el restante 21,3, haciendo negocios en el sector financiero.
La entidad a cargo del relevamiento dividió a las fuentes de riqueza en dos categorías: una, por herencia; y el resto, por esfuerzo propio. Dentro de esta última, el PIEE identificó a quienes amasaron su fortuna gracias a la fundación de una compañía, al ser dueños o ejecutivos de empresas, a tener conexiones políticas, o al pertenecer al sector financiero.
En el país, el 20 por ciento que no heredó sus billetes los consiguió por trabajar en finanzas, según sostiene el estudio. Junto a los herederos locales, este grupo forma parte del 0,3 por ciento de los multimillonarios que habitan el planeta. En la región, Chile y Perú hospedan a más ricos que la Argentina, con una participación del 0,7 y el 0,5 por ciento, respectivamente, de la torta de fortunas mundiales.
Brasil, que alberga a un 3,9 de los ricos del mundo, encuentra en los orígenes de sus riquezas razones más variadas. En el país tropical, cerca de 48 por ciento de los multimillonarios heredaron fortunas; otro 21 por ciento la hicieron fundando una compañía; un 8 por ciento realizó la compra inteligente de una empresa u obtuvo un puesto ejecutivo bien remunerado; un 5 por ciento explotó sus relaciones políticas para convertirlas en dinero; y un 18 por ciento ganó millones gracias al sector financiero.
Del mismo modo en que Argentina es casi la meca de los herederos, otros países se destacan por alojar a multimillonarios cuya riqueza proviene de una misma fuente. Por ejemplo, el 100 por ciento de los ricos de países como Nueva Zelanda, Macao, Vietnam, Nepal y Uganda pertenecen al sector financiero. Mientras tanto, algo similar sucede en Georgia, Kasajistán y Angola, cuyas personalidades más adineradas hicieron su fortuna gracias a conexiones políticas.
En Tanzania y Suazilandia, la misma regla aplica en relación a la propiedad y gestión de empresas. Por su parte, Argelia y Lituania cuentan con una población de ricos ligada a la fundación de compañías.
A nivel mundial, la torta se reparte de manera relativamente equitativa entre las distintas fuentes de riqueza: un 30,4 por ciento de los multimillonarios heredó su fortuna; otro 27,7 por ciento la hizo tras fundar una compañía; un 9,3 por ciento, al comprar o dirigir una empresa; un 11,3 por ciento, por tener las conexiones políticas correctas; y el restante 21,3, haciendo negocios en el sector financiero.