Histórica foto de la peonada

(no perderse el comentario de G. Marx, al final)
(gracias Feria del Libro por regalarnos esta eterna foto)
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El #RelatoAntiK presentó la nueva obra de Fonte en la Feria del Libro y reflexionó sobre la dictadura K y la censura y las persecuciones y los exilios y… La falta de libertad de expresión, claro. Ahí estuvieron Magda Ruiz, Longo, el papá de Nico Wiñazki y Luisito Epistolar.. Pero descolló Daniel Santoro, el de la «denuncia» de las cuentas secretas del quema súpers y avezado jugador de play, Máximo Kirchner. Sin ponerse colorado, expuso:
«Con el kirchnerismo, la acusación pasó a ser haber estado con la dictadura. Entonces, yo pasé a ser colaboracionista de la dictadura; Joaquín Morales Solá, vocero de Bussi en Tucumán; el gerente general del Grupo Clarín, beneficiario económico de la dictadura. Pero la esencia del procedimiento fue la misma con Menem o con Kirchner: fabricar un falso carpetazo contra alguien. Un Protocolo de la SIDE, que hoy está en los titulares de la revistas. Recién me contaba Edi Zunino, de la revista Noticias, que ellos ya tienen un juicio del nuevo jefe de la agencia de inteligencia, por haber publicado la lista de los nuevos agentes secretos reclutados por la agencia y unas cincuenta cartas documento como una nueva forma de presión, con lo cual se quiere ocultar lo que se está haciendo.
¿Qué es lo que hizo la SIDE durante estos últimos doce años, además de los carpetazos y las operaciones? Hubo campañas de presión y desprestigio a partir de los medios oficiales y las redes sociales. Porque no se trata de que los periodistas se mueran, cosa que en la Argentina es algo muy importante. Se trata de matar la credibilidad de un periodista, que es lo que se ha buscado durante todos estos años.
En 2010, o sea hace muy poco, apareció un afiche anónimo en las paredes de las calles de Buenos Aires. Les recuerdo, para los que son más jóvenes, que la técnica de los afiches anónimos era la misma que utilizaba la Triple A. En la época de López Rega o de la dictadura, si uno aparecía en un afiche de éstos, tenía que exiliarse.
Otro ejemplo de esta situación que prácticamente no tiene control es que frente a las redes sociales sentimos impotencia, donde recibimos mensajes como éste: “Si tocan a Cristina, los vamos a fusilar”, algo que padecemos los periodistas de Clarín. Frases como “Si siguen con esta investigación, les vamos a prender fuego”. Estas formas de intolerancia son ejemplo de cómo se ha perdido esta necesidad democrática en la Argentina. No estoy diciendo que los periodistas somos intocables, ni que nadie nos puede criticar. Al contrario: todo el mundo tiene derecho a opinar sobre la calidad de nuestras notas, pero no llevar esto a ataques personales, a este tipo de calumnias e injurias, a través de las redes sociales.
Estoy dando algunos ejemplos. Todos los que están en la mesa saben y pueden dar sus propios ejemplos de cómo a diario recibimos este tipo de mensajes por Twitter o por Facebook. El último fue quizás el de esta fundación, financiada por el Gobierno, que busca identificar el terrorismo mediático, y que dijo que todos los periodistas que tenemos notas publicadas en la página web de los fondos buitre en Estados Unidos somos financiados por ellos. Me preguntaba, si así es, ¿por qué no pagaba la hipoteca? Seguro que la plata no me llegó todavía… Me pregunto por ese dinero que debería haber llegado a periodistas. Y no solamente a periodistas. La Presidenta ha insinuado que el fiscal Alberto Nisman, que tuvo una muerte violenta, también fue financiado por los fondos buitre. Entonces, llegan a maniobras de este nivel de bajeza, como afirmar que recibimos dinero de los fondos buitre.
Tenemos que usar las técnicas de los budistas y devolver a la agresión negativa de esa gente y estar convencidos de que con mejor periodismo podemos aportar nuestro granito de arena para mejorar la calidad de la democracia argentina».
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Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

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