Apenas dos semanas después de que se hiciera efectivo el fin de las sanciones a Irán, la industria francesa ya dispone de una posición privilegiada. La visita del presidente Hasan Rohani a París ha concluido con 20 acuerdos comerciales. Destacan la venta de 118 aparatos Airbus por valor de 25.000 millones de euros y el pacto de la petrolera Total para extraer hasta 200.000 barriles diarios de Irán. Teherán, que cuenta con el 10% de las reservas mundiales, planea incrementar su producción tras el fin del embargo en 500.000. El presidente francés François Hollande ha pedido a Rohani su colaboración para apaciguar la situación en el Golfo.
París y Teherán han mantenido siempre una relación estrecha en todos los campos. El embargo comercial la echó por la borda. Las importaciones iraníes se elevaban en 2006 a 2.500 millones de euros. En 2014 fueron de solo 61 millones. El régimen no olvida que el padre de la revolución, el Ayatollah Jomeini, se refugió en Francia en 1979. Así lo ha rememorado ahora en París Rohani, que estuvo a su lado entonces, asegurando que Francia e Irán deben “recuperar los años perdidos”. El potencial comercial actual entre ambos países se eleva a los 10.000 millones de euros, calcula el Elíseo.
Antes de la reunión entre Hollande y Rohani, que ha venido a París con nueve de sus ministros, 320 directivos de sociedades francesas y 200 de firmas iraníes se reunían en un foro empresarial auspiciado por la patronal gala. Además de los acuerdos suscritos por Total y Airbus (empresa europea con sede en Toulouse), PSA Peugeot Citroën ha anunciado que será la primera firma de automóviles occidental en regresar a Irán. Asociada con Khodro, proyecta producir 200.000 vehículos al año en Teherán. Sanofi, SNCF, Bouygues, Aeropuertos de París, Vinci y Suez también han rubricado acuerdos. La cooperación técnica y la construcción de nuevas infraestructuras centran los pactos. Renault se ha limitado a anunciar que prepara nuevos lanzamientos de coches con sus socios iraníes Khodro y Saipa.
Renault está a la espera de que las relaciones bancarias entre ambos países sean fluidas para poder intensificar su negocio. Es un problema mayor, una vez que en junio de 2014 las autoridades de Estados Unidos multaron a BNP Paribas con 8.823 millones de dólares (6.450 millones de euros) por operar con Irán. “He hablado de ello con el presidente Rohani”, ha dicho Hollande. “Debemos ofrecer garantías en el terreno de la banca para que todas las empresas puedan trabajar”.
En esta primera gira europea de Rohani, el presidente iraní ha visitado primero Italia y después Francia. En París, Hollande le ha pedido ayuda para apaciguar la situación en el golfo Pérsico y encontrar una solución política a Siria. Teherán apoya al presidente sirio Bachar el Asad, que París rechaza de plano para ensayar una transición política.
En el centro de París, el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán ha organizado una manifestación de protesta contra la presencia de Rohani en París. Acusa al presidente iraní de haber ejecutado a 2.000 personas desde que accedió al poder en 2013. Fue una protesta de varias decenas de personas. Una miembro del colectivo feminista Femen, suspendida de una cuerda frente a la torre Eiffel, llamó la atención sobre la persecución que sufren las mujeres en el país. Hollande aseguró hablar de derechos humanos con Rohani. “Es lo que Francia quiere para sí misma, para le región y para el mundo y podemos hablar de todo con franqueza”, ha dicho sin ofrecer mayor precisión.
París y Teherán han mantenido siempre una relación estrecha en todos los campos. El embargo comercial la echó por la borda. Las importaciones iraníes se elevaban en 2006 a 2.500 millones de euros. En 2014 fueron de solo 61 millones. El régimen no olvida que el padre de la revolución, el Ayatollah Jomeini, se refugió en Francia en 1979. Así lo ha rememorado ahora en París Rohani, que estuvo a su lado entonces, asegurando que Francia e Irán deben “recuperar los años perdidos”. El potencial comercial actual entre ambos países se eleva a los 10.000 millones de euros, calcula el Elíseo.
Antes de la reunión entre Hollande y Rohani, que ha venido a París con nueve de sus ministros, 320 directivos de sociedades francesas y 200 de firmas iraníes se reunían en un foro empresarial auspiciado por la patronal gala. Además de los acuerdos suscritos por Total y Airbus (empresa europea con sede en Toulouse), PSA Peugeot Citroën ha anunciado que será la primera firma de automóviles occidental en regresar a Irán. Asociada con Khodro, proyecta producir 200.000 vehículos al año en Teherán. Sanofi, SNCF, Bouygues, Aeropuertos de París, Vinci y Suez también han rubricado acuerdos. La cooperación técnica y la construcción de nuevas infraestructuras centran los pactos. Renault se ha limitado a anunciar que prepara nuevos lanzamientos de coches con sus socios iraníes Khodro y Saipa.
Renault está a la espera de que las relaciones bancarias entre ambos países sean fluidas para poder intensificar su negocio. Es un problema mayor, una vez que en junio de 2014 las autoridades de Estados Unidos multaron a BNP Paribas con 8.823 millones de dólares (6.450 millones de euros) por operar con Irán. “He hablado de ello con el presidente Rohani”, ha dicho Hollande. “Debemos ofrecer garantías en el terreno de la banca para que todas las empresas puedan trabajar”.
En esta primera gira europea de Rohani, el presidente iraní ha visitado primero Italia y después Francia. En París, Hollande le ha pedido ayuda para apaciguar la situación en el golfo Pérsico y encontrar una solución política a Siria. Teherán apoya al presidente sirio Bachar el Asad, que París rechaza de plano para ensayar una transición política.
En el centro de París, el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán ha organizado una manifestación de protesta contra la presencia de Rohani en París. Acusa al presidente iraní de haber ejecutado a 2.000 personas desde que accedió al poder en 2013. Fue una protesta de varias decenas de personas. Una miembro del colectivo feminista Femen, suspendida de una cuerda frente a la torre Eiffel, llamó la atención sobre la persecución que sufren las mujeres en el país. Hollande aseguró hablar de derechos humanos con Rohani. “Es lo que Francia quiere para sí misma, para le región y para el mundo y podemos hablar de todo con franqueza”, ha dicho sin ofrecer mayor precisión.
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