El legislador electo habló de la derrota y dijo: “Teníamos que hablarle a todo el mundo y no sólo a los propios”. El factor CFK.
Por Ezequiel Spillman
16/07/11 – 03:09
Íntimo. En su despacho de la Legislatura, recibió a PERFIL. «Creyeron que sólo con CFK se ganaba.»
—¿Cómo analiza la victoria del PRO?
—Fue más que lo que esperábamos. Macri logró plasmar la idea de Duran Barba de que “no importa lo que es, sino lo que la gente cree que es”. Por eso transitó una elección en una meseta sin discutir nada, con globitos y abrazos para todo el mundo.
—¿Cómo analiza la campaña de Filmus?
—Es más fácil con el diario del lunes. Cristina está muy bien en la Ciudad. Algunos pensaron que con la sola referencia a Cristina se llegaba a los 35 puntos y no es así. También hay que analizar que hay gente con lógica de minoría que alambra. Nosotros queremos gobernar con una lógica de mayoría, entonces hay que romper los alambres, hablarle a todo el mundo y no sólo a los propios. Teníamos que hablarles a los que no están, a los que no quieren a Macri, pero que tampoco votan al Gobierno nacional, al indeciso, al radical progresista, al que no le gusta la política.
—¿Filmus se equivocó?
—No quiero corporizar en Filmus, pero había una lógica de hablarles a los propios en lugar de hablarles a todos. De todas formas, Filmus es un tipo de una honestidad intachable y Macri fue procesado por escuchas ilegales.
—¿Por qué se lo vio tan poco en campaña?
—El Gobierno tomó la decisión de armar colectoras para mostrarse plural. Pero eso no se mostró en la campaña. Las armaron, pero no las usaron. Tuvimos el déficit en mostrarlas, hacer actividades conjuntas, estar todos en el cierre y no se hizo. Fue la lógica de minoría, o pensar que sólo con Cristina detrás se ganaba. Había que debatir sobre una gestión que fue mala. Sin embargo, por una cuestión política, Macri tuvo protección mediática. Además, se dio el lujo de no debatir y nadie le pasó factura.
—¿Qué hubiera cambiado?
—Hubiera polemizado más sobre la Ciudad. Pero Macri logró instalar que lo que no hizo fue fruto de los palos en la rueda del Gobierno nacional, y esto es una mentira. Aunque otro error nuestro fue decir “sintonicemos la Nación con la Ciudad para que pueda haber obras”. No es así; uno quiere sintonizarlos porque comparte valores, el rol del Estado y el modelo nacional. Pero las obras se pueden hacer más allá del Gobierno nacional. Con esto le estábamos dando la razón a Macri.
—¿La campaña fría ayudó al PRO?
—Sí. Le sirvió a Macri con su onda “amor y paz”, cuando meses antes quería meter presos a los trapitos,
criticaba a la inmigración, no quería ni sentarse en el Colón con el ex presidente Kirchner y dijo que los quería tirar por la ventana.
—¿Cristina debería haberse metido más en la campaña?
—No, el electorado porteño no ve bien que se reemplace al candidato. La figura de Cristina tiene tanta potencia que hubiera eclipsado a cualquiera.
—¿Es posible revertir la situación en el ballottage?
—Esta Ciudad ha dado muchas sorpresas. Si Macri saca los globitos, los pinchamos y discutimos de política.
—¿Hará campaña en la segunda vuelta?
—Por supuesto, yo estoy en las buenas y en las malas. Estuve hablando con Daniel (Filmus) y con gente del Gobierno y hay otro clima con respecto a la pluralidad.
—¿Le dio asco la gente que votó a Macri, como planteó Fito Páez?
—Yo no me enojo con el electorado. Es el mismo que nos hizo ganarle a Cavallo en 2000 y al propio Macri, en 2003. Tenemos que reflexionar qué hicimos bien y qué no. Fito Páez es un artista genial con la libertad de espíritu que tienen los grandes creadores. Ahora, si esto lo dice un ministro es otra cosa. No cuenten conmigo para pegarle a Fito.
Por Ezequiel Spillman
16/07/11 – 03:09
Íntimo. En su despacho de la Legislatura, recibió a PERFIL. «Creyeron que sólo con CFK se ganaba.»
—¿Cómo analiza la victoria del PRO?
—Fue más que lo que esperábamos. Macri logró plasmar la idea de Duran Barba de que “no importa lo que es, sino lo que la gente cree que es”. Por eso transitó una elección en una meseta sin discutir nada, con globitos y abrazos para todo el mundo.
—¿Cómo analiza la campaña de Filmus?
—Es más fácil con el diario del lunes. Cristina está muy bien en la Ciudad. Algunos pensaron que con la sola referencia a Cristina se llegaba a los 35 puntos y no es así. También hay que analizar que hay gente con lógica de minoría que alambra. Nosotros queremos gobernar con una lógica de mayoría, entonces hay que romper los alambres, hablarle a todo el mundo y no sólo a los propios. Teníamos que hablarles a los que no están, a los que no quieren a Macri, pero que tampoco votan al Gobierno nacional, al indeciso, al radical progresista, al que no le gusta la política.
—¿Filmus se equivocó?
—No quiero corporizar en Filmus, pero había una lógica de hablarles a los propios en lugar de hablarles a todos. De todas formas, Filmus es un tipo de una honestidad intachable y Macri fue procesado por escuchas ilegales.
—¿Por qué se lo vio tan poco en campaña?
—El Gobierno tomó la decisión de armar colectoras para mostrarse plural. Pero eso no se mostró en la campaña. Las armaron, pero no las usaron. Tuvimos el déficit en mostrarlas, hacer actividades conjuntas, estar todos en el cierre y no se hizo. Fue la lógica de minoría, o pensar que sólo con Cristina detrás se ganaba. Había que debatir sobre una gestión que fue mala. Sin embargo, por una cuestión política, Macri tuvo protección mediática. Además, se dio el lujo de no debatir y nadie le pasó factura.
—¿Qué hubiera cambiado?
—Hubiera polemizado más sobre la Ciudad. Pero Macri logró instalar que lo que no hizo fue fruto de los palos en la rueda del Gobierno nacional, y esto es una mentira. Aunque otro error nuestro fue decir “sintonicemos la Nación con la Ciudad para que pueda haber obras”. No es así; uno quiere sintonizarlos porque comparte valores, el rol del Estado y el modelo nacional. Pero las obras se pueden hacer más allá del Gobierno nacional. Con esto le estábamos dando la razón a Macri.
—¿La campaña fría ayudó al PRO?
—Sí. Le sirvió a Macri con su onda “amor y paz”, cuando meses antes quería meter presos a los trapitos,
criticaba a la inmigración, no quería ni sentarse en el Colón con el ex presidente Kirchner y dijo que los quería tirar por la ventana.
—¿Cristina debería haberse metido más en la campaña?
—No, el electorado porteño no ve bien que se reemplace al candidato. La figura de Cristina tiene tanta potencia que hubiera eclipsado a cualquiera.
—¿Es posible revertir la situación en el ballottage?
—Esta Ciudad ha dado muchas sorpresas. Si Macri saca los globitos, los pinchamos y discutimos de política.
—¿Hará campaña en la segunda vuelta?
—Por supuesto, yo estoy en las buenas y en las malas. Estuve hablando con Daniel (Filmus) y con gente del Gobierno y hay otro clima con respecto a la pluralidad.
—¿Le dio asco la gente que votó a Macri, como planteó Fito Páez?
—Yo no me enojo con el electorado. Es el mismo que nos hizo ganarle a Cavallo en 2000 y al propio Macri, en 2003. Tenemos que reflexionar qué hicimos bien y qué no. Fito Páez es un artista genial con la libertad de espíritu que tienen los grandes creadores. Ahora, si esto lo dice un ministro es otra cosa. No cuenten conmigo para pegarle a Fito.
