Incertidumbre: más intervención o un nuevo camino

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«No me traigan problemas en un año electoral.» La frase, que fue comprendida en el acto por los presentes, la dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a un reducido grupo de integrantes de la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), la usina K para los temas del sector. Fue en la Casa Rosada, a comienzos de año. La Canpo le había llevado una carpeta con varias propuestas, entre ellas la ley de extranjerización de tierras. Tenía un trasfondo más radicalizado para controlar el dominio extranjero que el proyecto que finalmente se conoció, pero la Presidenta la frenó en seco. Cristina pidió, ya consagrada como la candidata más votada en las elecciones primarias pasadas, por el tratamiento del proyecto que ya está en el Congreso. Eso probablemente ocurra la próxima semana con la iniciativa que está en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados. La anécdota con la Canpo, tras el aval que cosechó la Presidenta, permite abrir el interrogante sobre qué camino seguirá la política agropecuaria si en octubre se confirma que el kirchnerismo estará otros cuatro años más en el poder. ¿Habrá, por fin, una etapa de más diálogo y menos intervención? ¿O se viene una profundización del modelo? En este contexto, otra pregunta se impone: ¿cuál es la agenda K para los próximos cuatros años?
Las opiniones sobre lo que pueda venir están divididas. Lo mismo ocurre tranqueras adentro con el camino que debería seguir la Comisión de Enlace tras el respaldo que Cristina obtuvo en zonas que aún viven con el ingreso que generan los productores. ¿Volver a intentar, por enésima vez, un acercamiento? La historia reciente demuestra que en los últimos ocho años el diálogo no fue una tarea fácil.
«Sin duda van a atacar al sector para obtener más recursos. No sé si van a hacer realidad la estatización [del comercio de granos], pero buscarán una revancha política y volver a poner retenciones móviles para tener más recursos», disparó el diputado nacional Ricardo Buryaile, de procedencia agropecuaria.
Consultado por LA NACION, Oscar Solís, subsecretario de Agricultura, desmintió que algunos de esos planes puedan formar parte del futuro. «Estoy hace dos años en el Gobierno y nunca planteamos la estatización o un esquema de Juntas», dijo el funcionario, y añadió sobre las versiones acerca de la vuelta de retenciones móviles: «Nadie en Agricultura piensa en retenciones (móviles)».
Solís detalló que el Gobierno seguirá trabajando en el marco del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) y apuntará a «aumentar el agregado de valor en origen» con políticas para que eso ocurra «a través de las cadenas específicas».
La Argentina exporta en un 70% productos primarios, mientras Brasil y los Estados Unidos no llegan a un 20%, pero venden el resto con valor agregado.
El agregado de valor es casi una obsesión que persigue Agricultura en todas sus áreas. Guillermo Martini, subsecretario de Agricultura Familiar, afirmó que este tema también está en la agenda de su ámbito. «Pondremos toda la artillería en solucionar problemas básicos como el agua, la tierra [según Martini, más del 70% de pequeños productores tienen títulos precarios], economías regionales, profundizando el modelo de producción de alimentos y apoyando el agregado de valor en origen», afirmó. «Hay que mejorar cuestiones productivas, de comercialización y la forma asociativa para que permitan agregar escala», añadió.
Siguiendo con este tema, Carlos Casamiquela, presidente del INTA, dijo que la entidad también seguirá impulsando el valor agregado en origen no sólo en pampa húmeda sino también en economías regionales. Además, el organismo trabajará para recuperar capacidad genética y una plataforma vegetal para trigo, maíz y forrajeras.
Otros puntos en agenda
Por otra parte, según Solís, se va a «tratar de canalizar los excedentes financieros de la banca pública para que permitan generar políticas activas». Precisamente, esta semana se conoció una iniciativa para que con fondos del Banco Nación ACA y AFA compren trigo. El funcionario oficial también comentó que se va a buscar «generar inversiones árabes, indias y chinas en el país, asociadas con empresas argentinas».
A todo esto, Agricultura también tiene pensado «generar un esquema» para «una mayor facilidad en la comercialización». Lo que parece toda una señal en medio de la actual intervención en trigo y maíz.
Pero en el Gobierno no sólo hay un criterio único, sino tampoco una única propuesta. Hay un juego de poder con posturas donde la decisión final la toma la Presidenta.
La Canpo, por ejemplo, apuesta a impulsar la creación de una agencia estatal para que intervenga ante problemas de precios y abastecimiento. «Sería un esquema moderno, no monopólico», explicó Martini, que también milita en la organización. Además, la Canpo está preparando una iniciativa para que, vía una ley, el 30 por ciento del comercio internacional pase por las manos de las cooperativas.
Preocupación
El futuro despierta cautela y preocupaciones entre los productores y dirigentes rurales. Santiago Rodríguez Ribas, productor, miembro del CREA Ameghino y vicepresidente de la Sociedad Rural de General Villegas, opinó: «El sector y el kirchnerismo hablan idiomas distintos. Las diferencias no son circunstanciales ni semánticas, son profundas y estructurales. El resultado de las elecciones es una mala noticia para los que vemos en la actividad agropecuaria un negocio de libre empresa, de tomadores de riesgos, de emprendedores».
Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), afirmó que «existe la posibilidad de que el Gobierno tienda a profundizar el modelo para aumentar la recaudación».
«Tienen la sensación de que es una fuente inagotable de divisas y no es así», afirmó.
Patricio Molle, presidente de la Asociación de Productores Rurales de Arrecifes, tampoco escapa al clima de cautela por el camino que pueda seguir el Gobierno. «Hay preocupación por lo que pueda pasar con el mercado de granos. Si profundizar el modelo es más intervención, eso generará más ruido», comentó.
Por lo pronto, la dirigencia rural insiste que, más allá del resultado de las primarias, los problemas del sector siguen. «Los resultados de las primarias son una cosa y otra los problemas, que están pendientes», dijo Juan Goya, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).Retenciones. Es uno de los temas pendientes para los próximos años. El sector reclama una eliminación directa de los derechos de exportación en trigo, maíz y girasol y una baja gradual en soja.
Mercado de trigo y maíz. Los productores piden el fin de la intervención y recuperar un contexto de libre competencia. Es otro de los temas que deberá afrontar el Gobierno. «Debe recuperarse la competencia entre los operadores. De lo contrario no se recuperará el mercado y menos aún la transparencia», señaló Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina. Ambrosetti también pidió eliminar las intervenciones en los mercados de productos regionales.
Los Roe. Los Registros de Operaciones de Exportación son otra herencia propia que arrastra el Gobierno. «Deberían ser una herramienta meramente estadística y no servir para trabar arbitrariamente las exportaciones», expresó Ambrosetti.
Cambiar el clima de negocios. Se trata de otro punto que el Gobierno deberá tener en cuenta. Se considera que el oficialismo tiene que apuntar a generar un ambiente amigable para invertir y tener una visión de largo plazo y ofrecer seguridad jurídica para las inversiones.

«No creo que el Gobierno, por más poder que tenga, mate a la gallina de los huevos de oro. Los reclamos siguen siendo legítimos y con más fuerza». Alberto Marchionni. Productor de Hughes, Santa Fe.
«Los resultados de las primarias son una cosa y otra los problemas, que están pendientes. Los resultados de la intervención en el comercio están a la vista». Juan Goya. Presidente de CRA
«Que quede claro: los problemas se pueden conversar. Necesitamos ser escuchados en un diálogo maduro y poder trabajar en conjunto». Hugo Luis Biolcati. Presidente Sociedad Rural Argentina
«El sector y el kirchnerismo hablan idiomas distintos. Las diferencias no son circunstanciales ni semánticas, son profundas y estructurales». Santiago Rodríguez Ribas. Vicepresidente Sociedad Rural de G. Villegas
«Debe haber un compromiso y un consenso mayor. Es el momento para conformar políticas de Estado y tener un diálogo con mayor fluidez». Carlos Garetto. Presidente de Coninagro .

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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