Las primeras estimaciones que llegan sobre la inflación de abril empiezan a preocupar al Gobierno.
El indicador se ubicará, por tercera vez consecutiva, por encima del 2% y complica aún más las metas planteadas para este año por el Banco Central.
Pero si bien hay buena parte del fenómeno que puede atribuirse al necesario ajuste de tarifas (en este caso, el gas), lo que más observan los funcionarios es la «tendencia» de los precios: las mayores subas se vuelven a ver ahora en alimentos.
A la luz de estos datos, el comité del Banco Central deberá volver a definir mañana si mantiene o vuelve a ajustar su «tasa de política monetaria», que en la última reunión dejó en 26,25% anual.
El indicador se ubicará, por tercera vez consecutiva, por encima del 2% y complica aún más las metas planteadas para este año por el Banco Central.
Pero si bien hay buena parte del fenómeno que puede atribuirse al necesario ajuste de tarifas (en este caso, el gas), lo que más observan los funcionarios es la «tendencia» de los precios: las mayores subas se vuelven a ver ahora en alimentos.
A la luz de estos datos, el comité del Banco Central deberá volver a definir mañana si mantiene o vuelve a ajustar su «tasa de política monetaria», que en la última reunión dejó en 26,25% anual.