SAN NICOLÁS.- Ternium Siderar, la empresa siderúrgica del grupo Techint, inauguró ayer una nueva máquina de «colada continua», que convierte acero líquido en sólido, en su planta industrial en esta localidad. La instalación de la máquina demandó una inversión de 290 millones de dólares y permitirá incrementar la capacidad productiva de la planta en 500.000 toneladas anuales de acero: de los 2,8 millones de toneladas actuales a 3,3 millones.
La inauguración estuvo a cargo del presidente de la Organización Techint, Paolo Rocca, quien estuvo acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el CEO de Ternium, Daniel Novegil, y el director general de Ternium Siderar, Martín Berardi. Por videoconferencia, también participó la presidenta Cristina Kirchner, que estaba acompañada por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Durante su discurso -en el que mostró un tono amable con el Gobierno, lejos de los desencuentros de otros tiempos-, Rocca resaltó el aumento de la demanda local de acero en los últimos años gracias al crecimiento industrial y también destacó que la nueva máquina permite «procesar aceros de muy bajo carbono, para partes expuestas para la industria automotriz y la línea blanca».
Por su parte, la Presidenta, al presentar las obras, explicó que la nueva maquinaria de Ternium Siderar «amplía la capacidad de producción de acero de una empresa líder en la Argentina que provee de insumos difundidos a muchas industrias».
«Era imprescindible para poder producir más acero en la Argentina y cubrir la demanda creciente producto del crecimiento de la industria automotriz, de la línea blanca, de la construcción, uno de los pilares de la obra pública», sintetizó Cristina Kirchner. Y agregó: «El crecimiento de la obra pública [se dio] en todos lados, en la Capital Federal, en Rosario, en Santiago del Estero, en Salta o en el Sur, lo que habla de una infraestructura sin precedente a la que se suma la obra privada, de la gente que tiene mejores ingresos y puede progresar».
La inauguración, sin embargo, coincidió con un mal momento de esas ramas industriales. El sector automotor, puntualmente, acumula en el primer bimestre del año una baja en la producción de 8,1% frente al mismo período del año pasado, como consecuencia de la caída en la demanda local y de las menores exportaciones a Brasil.
Durante un breve encuentro con periodistas, Novegil no se mostró preocupado por esa circunstancia, ya que, según señaló, una inversión como la de Ternium se lleva adelante pensando en el largo plazo. Además, dijo que, gracias a la competitividad de la firma, una eventual caída en la demanda local puede ser compensada con exportaciones. Respecto de la posibilidad de sufrir cortes de gas en los próximos meses, el CEO de Ternium dijo que ese no es un factor «determinante», ya que la propia planta genera una parte de la energía que consume.
La inversión para la puesta en marcha de la nueva máquina de colada continua forma parte del programa de inversiones por US$ 830 millones que Ternium viene llevando adelante para el período 2012-2014. Según Rocca, en los últimos 10 años Ternium Siderar ha invertido más de US$ 2000 millones en sus plantas de San Nicolás, Ensenada, Florencio Varela y Haedo.
La inauguración estuvo a cargo del presidente de la Organización Techint, Paolo Rocca, quien estuvo acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el CEO de Ternium, Daniel Novegil, y el director general de Ternium Siderar, Martín Berardi. Por videoconferencia, también participó la presidenta Cristina Kirchner, que estaba acompañada por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Durante su discurso -en el que mostró un tono amable con el Gobierno, lejos de los desencuentros de otros tiempos-, Rocca resaltó el aumento de la demanda local de acero en los últimos años gracias al crecimiento industrial y también destacó que la nueva máquina permite «procesar aceros de muy bajo carbono, para partes expuestas para la industria automotriz y la línea blanca».
Por su parte, la Presidenta, al presentar las obras, explicó que la nueva maquinaria de Ternium Siderar «amplía la capacidad de producción de acero de una empresa líder en la Argentina que provee de insumos difundidos a muchas industrias».
«Era imprescindible para poder producir más acero en la Argentina y cubrir la demanda creciente producto del crecimiento de la industria automotriz, de la línea blanca, de la construcción, uno de los pilares de la obra pública», sintetizó Cristina Kirchner. Y agregó: «El crecimiento de la obra pública [se dio] en todos lados, en la Capital Federal, en Rosario, en Santiago del Estero, en Salta o en el Sur, lo que habla de una infraestructura sin precedente a la que se suma la obra privada, de la gente que tiene mejores ingresos y puede progresar».
La inauguración, sin embargo, coincidió con un mal momento de esas ramas industriales. El sector automotor, puntualmente, acumula en el primer bimestre del año una baja en la producción de 8,1% frente al mismo período del año pasado, como consecuencia de la caída en la demanda local y de las menores exportaciones a Brasil.
Durante un breve encuentro con periodistas, Novegil no se mostró preocupado por esa circunstancia, ya que, según señaló, una inversión como la de Ternium se lleva adelante pensando en el largo plazo. Además, dijo que, gracias a la competitividad de la firma, una eventual caída en la demanda local puede ser compensada con exportaciones. Respecto de la posibilidad de sufrir cortes de gas en los próximos meses, el CEO de Ternium dijo que ese no es un factor «determinante», ya que la propia planta genera una parte de la energía que consume.
La inversión para la puesta en marcha de la nueva máquina de colada continua forma parte del programa de inversiones por US$ 830 millones que Ternium viene llevando adelante para el período 2012-2014. Según Rocca, en los últimos 10 años Ternium Siderar ha invertido más de US$ 2000 millones en sus plantas de San Nicolás, Ensenada, Florencio Varela y Haedo.