10 de Marzo de 2015
LO AFIRMÓ EL TITULAR DE LA PROCELAC, CARLOS GONELLA
El funcionario adelantó que se investigan 29 empresas por criminalidad económica. Y explicó los rótulos de cajas quemadas.
El titular de la Procuraduría Anti-Lavado (Procelac), Carlos Gonella, adelantó ayer que, de los archivos hallados en el depósito de Iron Mountain en Barracas, «hay 29 de las 43 empresas que estábamos investigando por criminalidad económica». En paralelo, aseguró que «la más comprometida es el HSBC». El fiscal aclaró, en declaraciones a Radio América, que luego de los peritajes realizados «nos encontramos con varias sorpresas, como rótulos que decían coima, esto tiene que ser investigado». La referencia es a cajas que ayer publicó Tiempo y que correspondían a la firma Sideco, del empresario Franco Macri. Con respecto al material del HSBC rotulado «lavado de dinero» y «lavado de dinero premier», Gonella expresó que hay allí dos opciones: «Puede ser que haya información relacionada a alguna maniobra en las cajas del HSBC», explicó, aunque no descartó que «también puede ser que hayan puesto lavado en vez de poner información contra el lavado». Esta última es la versión del propio banco, que publicó días atrás este diario. Por último, el director de Procelac afirmó que «nuestro rol es investigar a aquellos que sacaron dinero fuera del continente, fruto del lavado».
En paralelo, el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, confirmó que aportarán pruebas para denunciar asociación ilícita entre los dueños de Iron Mountain y sus clientes para ocultar pruebas. Además, adelantó que «se solicitó información a las otras UIF del mundo» y recordó que años atrás ocurrió una situación similar en una sucursal de la empresa en Londres. «Hemos pedido que no se avance en los fondos de los seguros que están ligados a esta empresa», añadió.
Sbatella se expresó acerca de la muerte de ocho bomberos y dos policías que acudieron al predio de Barracas y perdieron la vida en cumplimiento de su deber. «Alguno podrá decir que es eventual, pero acá hay homicidio», dijo. Y agregó que «al estar la empresa principal debería garantizar la seguridad de esto y los montos por los cuales los contratos debe figurar qué pasa si se quema (…) habíamos pedido que no se avanzara en ninguna liquidación de pago, los jueces no dieron lugar pero imaginamos que después de ver las pericias se ve la prueba de alevosía», señaló. «
en 8 minutos el fuego hizo estragos
Detalles de los peritajes de Policía Federal a los que accedió Tiempo muestran que el incendio de Iron Mountain en Barracas se inició a 7 metros de la pared que daba a la calle Benito Quinquela Martín. Asimismo, se aplicaron «sustancias combustibles en función de acelerantes del fuego». Cabe destacar que la pared que cayó es la que sepultó a los rescatistas y bomberos que fallecieron prestando servicio al momento de la tragedia.
La conclusión del análisis detalla además que el fuego tardó aproximadamente 8 minutos en consumir buena parte del material. Y se usaron a los fines de provocarlos dispositivos eléctricos apoyados sobre las cajas que contenían documentos. De los peritajes se desprende además que los difusores de agua que debían extinguir las llamas no funcionaban, y los tanques de agua para proveerlos no estaban lo suficientemente llenos como para combatir semejante incendio. Las características del incendio que se gestó en los galpones 7 y 8 de la planta de Barracas coincide casi en su totalidad con los sucesos ocurridos en el depósito de archivos de Iron Mountain, ocurrido en el año 2006.
Cabe destacar que en Argentina la firma ya había sufrido otros tres incendios: uno en Patricios y dos en Villa Lugano.