En diálogo exclusivo con Política Argentina, el jefe comunal de San Martín analizó el mapa político del peronismo de cara a las elecciones legislativas del año próximo. Consideró que «los jóvenes intendentes» están «en condiciones de estar al frente», no descartó a CFK, elogió a Randazzo y excluyó a Massa. Duras críticas al «insensible y abstracto» Gobierno de Macri, que «empeoró lo que debía resolver».
por Marcelo Rielo
Si uno tiene por objetivo llegar al municipio de General San Martín, después de cumplir la quimérica tarea de atravesar la General Paz se puede optar por tomar avenida Constituyentes o 25 de mayo. En cualquier de los dos casos, si ya estuvo en ese partido del Conurbano bonaerense hace unos 8 o 9 años por visitar alguna vieja y lejana pareja o asistir a alguna tertulia con amigos y bebidas espirituosas, al volver a recorrer esas calles uno verá inexorablemente todo muy distinto. Más fábricas, más empresas, muchos más autos. Todo más barroco. Más vida, quizá.
Por el contrario, el edificio de la municipalidad de San Martín de Gabriel Katopodis, el jefe comunal, es moderno pero mucho más austero y minimalista. Así también es su despacho, rodeado de ventanales desde los que el intendente logra una vista privilegiada de la Plaza San Martín. Sólo sobresale, detrás de su escritorio, una bandera de la Argentina. Así también es su habla, en el que las contracciones y los énfasis como también el contenido, parecen valer más que los excesos de nombres propios.
«Una de las cosas más difíciles de la tarea de gobernar es encontrar a los hombres con capacidad para realizarla», afirmó Juan Domingo Perón alguna vez. Y ese tema, a casi un año de las elecciones legislativas 2017 en la Argentina, no escapó al reportaje. Katopodis es abogado de la UBA, también docente allí, y fundó y lidera hace más de 20 años un espacio político peronista en San Martín, espacio que logró hegemonizar el justicialismo local a pesar de haberse encontrado en su camino con los gobiernos del radical Ricardo Ivoskus.
El jefe comunal de San Martín e integrante del grupo de intendentes peronistas denominado -por ahora- Esmeralda no dejó tema por tocar: cargó fuerte contra el gobierno de Mauricio Macri, del que destacó lo «difícil» que es «encontrar una medida para el beneficio de los sectores medios y trabajadores» y puso especial acento en su «insensibilidad» y «abstracción de la realidad cotidiana»; diferenció a Cambiemos del kirchnerismo, destacando que este último daba «certidumbre a los más vulnerables» mientras que el primero lo hace con «los grandes grupos económicos». Si bien criticó aspectos de la última etapa de la anterior gestión, desmintió haber dicho que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fuera «el pasado». Se refirió a cuál es el rumbo para la «renovación del peronismo»: opinó sobre el rol de los principales nombres que se mencionan para encabezar una lista para 2017 al frente del grupo de intendentes, Florencio Randazzo y Sergio Massa, pero por primera vez abrió la chance de que sean los propios líderes territoriales peronistas los que salgan a la cancha en las legislativas del año próximo.
CAMBIO DE PREOCUPACIONES
Usted fue intendente de San Martín durante los últimos cuatro años del kirchnerismo, fue reelecto en 2015 y sigue conduciendo el municipio, ¿qué pasó con las demandas sociales entre la anterior gestión y la actual de Macri?
La Argentina que heredó el actual Gobierno tenía temas que había que arreglar y problemas que tenían que resolverse: la inflación, la pobreza, la competitividad de la economía, las tarifas. Pero no hay duda de que en estos 9 meses esos temas se han agravado. No hay dudas de que es muy difícil encontrar una medida que de manera muy concreta y muy tangible haya sido para el beneficio de los sectores medios y de los trabajadores. Es muy difícil encontrar en estos 9 meses decisiones y medidas que permitan plantear que la cosa ha mejorado o que ha habido una apuesta fuerte a fortalecer el bolsillo de los trabajadores, una apuesta fuerte a fortalecer a los sectores más humildes o una decisión bien concreta en la condición del trabajo y de la pequeña y mediana empresa. Es muy difícil encontrar en la agenda del actual Gobierno algo que vaya en este sentido. Por el contrario, cada uno de estos problemas que había que resolver, que había que encararlos, que había que ordenarlos, en 9 meses empeoraron. La verdad que como intendentes tenemos la responsabilidad de plantearle al Gobierno que el aumento de la tarifa de la luz, del gas, del transporte, del agua, más el parate de la economía con el aumento de los precios golpea y fuerte a los sectores medios y a los sectores más humildes de la Argentina. En general lo que estamos planteando es que había un Gobierno que en el ciclo anterior tenía una política, una decisión de darle certidumbre a los más humildes, de darle certidumbre a los trabajadores, de darle certidumbre a la pequeña y mediana empresa y me parece que en esta etapa , en este nuevo ciclo político el Gobierno de Cambiemos se ha esforzado y mucho, y ha sido muy claro, en darle certidumbre a los grandes grupos económicos, a los bancos, a las multinacionales y al sector financiero. Ese cambio es muy claro, es muy evidente y muy fácil de visualizar, de cómo una Argentina que, con muchos problemas y con muchas dificultades, tenía puesta una mirada, un sentido de cuidado a los sectores del mundo del trabajo, a los sectores medios y los más humildes, pasó a ser un país donde ese cuidado y esa certidumbre fue enfocada a otros segmentos de la sociedad.
Ante esa descripción, desde el macrismo responden mencionando medidas sociales como la tarifa social, el aumento de los envíos a comedores o el proyecto de ley de Pymes.
Las decisiones que se tomaron en materia social y en una agenda más de contención y de inclusión fueron medidas compensatorias, tardías y focalizadas. No hubo una agenda social potente, que además seguimos necesitando que amplíe derechos, que fortalezca pisos de ciudadanía y que genere certidumbre para esos sectores. Lo que sí hubo fueron medidas económicas y después, como en viejas etapas de la Argentina, hubo medidas sociales que intentaron mitigar algunas de las consecuencias y algunos de los efectos, pero siempre de manera tardía, de manera marginal, de manera focalizada, sin un plan ni una agenda social que ponga la redistribución del ingreso como una prioridad, que ponga la ampliación y el fortalecimiento de la ciudadanía como un eje, que ponga la transformación de los núcleos más estructurales de la pobreza como una urgencia, como un reto.
¿No está de acuerdo con el discurso que instala el macrismo del sinceramiento de las variables que genera sufrimiento pero que no quedaba otra opción?
La idea de que acá hay que ordenar determinadas variables macroeconómicas para después ir operando y resolviendo la micro, ya fracasó en los 90. El pequeño y mediano empresario de San Martín tiene temor de que se vuelvan a producir políticas y consecuencias como fue en los 90. Mirando una macroeconomía, mirando un determinado contexto de la economía general, tratando de ordenar determinas variables, sin resolver y generar herramientas, instrumentos y políticas que permitan mover la economía. Porque acá el gran desafío es que se vuelva a poner en marcha la economía, y la economía no se pone en marcha. Si se pone en marcha la economía, hay empleo. Si hay empleo, hay mercado interno, y si hay mercado interno hay una reactivación. Y en 9 meses eso no se ve, porque claramente no hay un plan. El puerta a puerta no es un plan, la pobreza 0 no es un plan, el tarifazo no es un plan. No son políticas claras, mensajes claros, decisiones de mediano plazo que uno pueda discutirlas o no. Entonces lo que creo es que puede haber habido algunas decisiones correctas pero en un contexto muy malo, se pierden.
Cambiemos tiene varios intendentes en el Conurbano, ¿no perciben esta situación que usted describe?
Me parece que tienen un grado de insensibilidad muy grande y un grado de abstracción muy concreto con la realidad cotidiana, con la realidad de la pequeña y mediana empresa. Si no, no se entiende cómo entre diciembre y marzo generaron una apertura de las importaciones en el sector textil y en el sector de plásticos que golpeó el corazón de las Pymes de San Martín y de buena parte de la Argentina. Si no no se entiende cómo plantearon un tarifazo en los términos que lo plantean, sin ninguna estrategia de cómo contener y dar respuesta a los sectores más desprotegidos, a los clubes de barrio, a los comercios. Me parece que hay un problema claramente de radar, de comprensión. Un problema de estar imaginando que los anuncios alcanzan.
Ha habido hasta anuncios de obras que fueron anunciadas hace dos años, y muchos para cuatro o cinco municipios.
Y, la verdad que es un Gobierno que exagera en los anuncios, pero tiene que poner más acento en los resultados, en la concreción de las cosas. La obra pública sigue siendo una asignatura pendiente del actual Gobierno, pero todos los días vemos anuncios de obras públicas que no producen una respuesta concreta. Y además anuncios de obras públicas que se repiten en municipios oficialistas.
Sin embargo, el presidente Macri reitera constantemente tres características que, según él, definen a su Gobierno: la cercanía con la gente, el decir la verdad de todo y el diálogo.
En definitiva es un Gobierno muy insensible, un Gobierno que está desconectado de la realidad, y un Gobierno que en un punto tiene un doble discurso: dice que escucha, pero no se ha atrevido en 9 meses a convocar a una audiencia pública; dice que combate la corrupción y hace de la transparencia un eje de su acción de gobierno, pero hace 9 meses que la Oficina Anticorrupción está resolviendo si hay incompatibilidad y conflicto de intereses en el caso de un ministro como el ministro de Energía dueño de acciones de una empresa que tiene que controlar; y un Gobierno que además hace de la obra pública un esquema de premios y castigos, mientras dicen de manera muy clara que son un Gobierno para todos.
Al oficialismo se lo nota muy seguro de sus medidas. Defienden el tarifazo hasta comparándolo con a cuánta comida equivale; hacen analogías entre el Presidente y Batman en cuánto a la resolución de problemas. ¿Qué les preocupa a Macri y su equipo?
Están muy preocupados por las discusiones públicas. Están muy preocupados por el título del diario, muy preocupados por esa discusión chiquita de qué frase más original decir. Me parece que lo que no entienden es la que de alguna manera hay que cambiar, hay que transformar, hay que mejorar y que los resultados tienen que empezar a aparecer. Es un Gobierno al que se le disparó el desempleo, se le disparó la inflación. Es un Gobierno al que le vienen saliendo mal las cosas: tenía que ordenar la inflación, y 45% interanual de aumento del costo de vida; tenía que controlar la pobreza, 1,5 millones de nuevos pobres; tenían que trabajar fuerte con el tema del empleo y el trabajo, entre 300 y 400 mil desocupados nuevos en 9 meses en la Argentina; tenían que ordenar las tarifas, y estamos como estamos. Era además un semestre donde uno imaginaba que ellos tenían que fijar ya reglas de juego claras y que tenía que haber una hoja de ruta, un plan mucho más fuerte, mucho más firme de cómo se va a reactivar la economía, cómo se va a proteger el mercado interno, cómo se va a fortalecer el salario de los trabajadores, cómo se va a apoyar a la pequeña y mediana empresa. Y la verdad que todo eso no aparece, porque la realidad es que las cosas no les vienen saliendo bien.
El caso testigo del tarifazo es sin dudas el del gas. Tuvo un recorrido sinuoso: comenzó como un aumento de entre un 500 y un 2000%, pasó a tener un tope del 400%, hasta que la Corte Suprema lo anuló para usuarios residenciales. San Martín fue uno de los municipios que había presentado amparos. ¿Cómo observa el fallo de la CSJN?
El fallo de la Corte dejó desprotegidos a los clubes de barrio, a las pequeñas y medianas empresas y a los comercios, con argumentos y fundamentos a favor de los residenciales que perfectamente cabían para ser aplicados a las Pymes y los sectores mencionados. Cada uno de los argumentos que la Corte toma para proteger al usuario residencial de un aumento desmedido, desproporcionado, ilegal por la falta de audiencias públicas, claramente corresponde que sean aplicados a las Pymes, al comercio y a los clubes de barrio. Estamos en disidencia con ese criterio de la CSJN y lo que hemos hecho es ponernos al frente, como hicimos en su momento con los usuarios de San Martín, ahora con la pequeña y mediana empresa ahora pidiéndole a la justicia federal que también este sector sea protegido y sea retrotraído el tarifazo.
Muchos aseguran que lo acotado del fallo de la CSJN tiene que ver con deja gobernar a Cambiemos según su proyecto. ¿Está de acuerdo?
Me parece que ahí también hay un concepto que tiene que ver con el saber gobernar. En el Ejecutivo nacional tenemos una fuerza política que vino a explicarnos que ellos sabían gobernar, que habían armado equipo, que habían convocado a los mejores, pero bueno, el resultado de las tarifas demuestra que decidieron con cabeza de empresario. Decidieron como si esto fuese una empresa en una mesa chiquita de directorio, y decidieron sin cumplir con la ley, sin actuar con razonabilidad y sin entender la realidad con la que ellos tenían que encarar. Me parece que el tema de la planilla Excel y las respuestas que vienen dando pone de manifiesto que no entienden qué está pasando. No logran comprender la realidad. ¿Qué decimos nosotros? La verdad que la audiencia pública no solamente era un imperativo legal, no solamente era una condición absolutamente necesaria prevista en la Constitución Nacional –más allá de que sea o no vinculante-, sino que hubiese sido una muy buena oportunidad para que ellos escuchen y para que ellos comprendan. Hubiese sido un ámbito donde naturalmente ellos podrían haber entendido lo que todavía no entienden, que es qué pasa con una Pyme, qué pasa con un club de barrio, qué pasa con un comerciante, en un contexto de mucha retracción y caída de la actividad económica con aumento de precios, con tasas de interés arriba del 50% para inversión en capital de trabajo o en maquinarías. Y en ese contexto el tarifazo.
En la última semana tuvimos un paro docente nacional en reclamo de reapertura de paritarias por la caída del poder adquisitivo. Tuvo un impacto fuerte en el conurbano, pero las autoridades nacionales y provinciales ya advirtieron que no hay chance de acceder al pedido del sector. ¿Cómo observan eso?
El salario real vienen perdiendo y va a terminar perdiendo no menos que el 15%. Es un tema que va a estar en la agenda pública, uno aspira a que sea en el marco de un diálogo y no del conflicto, pero la realidad es que seguramente en las próximas semanas en el seno de los docentes y en muchos de los sectores tengamos situaciones como éstas. Porque por un lado entendemos un proceso de la actividad económica que está claramente muy retraída y deprimida, pero también entendemos la necesidad de fortalecer el salario y el ingreso de los trabajadores, que además son el núcleo de un mercado interno fuerte. Entonces, en todo caso el Gobierno puede haber medido o imaginado determinadas franjas y niveles de incrementos salariales que claramente con una inflación que no ha cedido y está muy por encima de la que ellos proyectaban, obliga a todos a tener algún replanteo.
«Están muy preocupados por el título del diario, muy preocupados por esa discusión chiquita de qué frase más original decir».
LA PROVINCIA DE VIDAL Y LOS BARONES PRO.
En una actualidad y un entorno como el que describe, usted y el grupo de intendentes que vienen actuando en conjunto tienen que vincularse y trabajar con la gobernadora María Eugenia Vidal. ¿Cómo es la relación?
Nosotros creemos que nos toca cumplir con nuestro rol de oposición. Estamos convencidos de que un país serio necesita un Gobierno fuerte y una oposición fuerte, y a nosotros nos toca ayudar desde ese lugar, marcando las cosas que se están haciendo mal. Planteando las cosas en que creemos que se están equivocando, y lo hacemos con diálogo, con mucha responsabilidad, con una Gobernadora con la que tenemos una relación institucional seria, pero también con una Gobernadora a la que nosotros le planteamos que después de 8 o 9 meses en materia de seguridad no está habiendo decisiones y respuestas a la altura de lo que esperábamos; en materia de obra pública, sigue una asignatura pendiente ahí de muchas obras que está necesitando la provincia y nuestros municipios.
También hay muchos intendentes fuertes de Cambiemos, varios alrededor de San Martín, por ejemplo.
Con los intendentes de Cambiemos tenemos diálogo. Yo particularmente tengo diálogo con los que tengo como vecinos, como es el caso de Tres de Febrero, Vicente López y San Isidro, y la verdad que tengo buen diálogo personal y también tengo una agenda de trabajo. Una agenda de trabajo en materia de seguridad, para coordinar operativos y sistemas de monitoreo conjuntos; una agenda de obra pública, con San Isidro tenemos ya proyectada una obra muy importante, como es el ensanche de Sarratea, allá en la zona que vincula Villa Hidalgo con el bajo Boulogne. Hemos tenido también una agenda vinculada a la cosa cotidiana, entendiendo además que para un vecino que cruza la calle y cruza de municipio, nosotros tenemos que poder ofrecerles respuestas que sean más integrales en materia de transporte, en materia de seguridad y de obra pública, o en problemas como el tratamiento de los residuos. Son temas que claramente tienen que ser encarados desde una agenda regional, de diálogo con los intendentes vecinos, que nos permita avanzar. Por lo cual, en general, tenemos buen diálogo sin perjuicio de que, por supuesto, cada uno mantiene su posición política.
Su percepción respecto de la administración nacional de Macri es claramente muy negativa. ¿Cómo evalúa la administración de la gobernadora Vidal en la Provincia?
Yo rescato la figura de la Gobernadora en términos de plantear algunos temas en la agenda pública, como puede ser el fondo del conurbano o algunas decisiones vinculadas con trabajar por mejorar la inequidad con la que es tratada la provincia de Buenos Aires en cuestión de recursos. Creo que tiene voluntad de encarar esos temas y de resolverlos. Me consta que trabaja con mucha responsabilidad por esos temas. En general, nos consta que es una provincia compleja, en la que ella particularmente ha heredado un conjunto de problemas que tienen que ver centralmente con la lucha contra el narcotráfico; con una agenda de obra pública sobre todo vinculada a lo hidraúlico y a los caminos y las rutas; con estos núcleos de pobreza más estructurales que han quedado en el conurbano y en áreas más metropolitanas como ésta; y la seguridad. Son los tres o cuatro temas que la Provincia tiene que encarar, y son temas que además van a llevar muchos años resolverlos y uno no es loco: sabe que en 8 o 9 meses no puede haber resultados en estos temas contundentes. Lo que sí estamos exigiendo que en algún momento esas decisiones se tomen, que en algún momento esos temas que tienen que ser tratados de raíz, que tienen que ser encarados a fondo, en algún momento el gobierno de la provincia los ponga en la agenda pública como prioridad, nos convoque y podamos enfrentar estos grandes problemas de la provincia de Buenos Aires.
El Congreso bonaerense sancionó la limitación a las reelecciones de los intendentes y otros cargos provinciales. ¿Cómo observa esa medida?
En primer lugar estamos de acuerdo con ponerle límites a las reelecciones en general, y nos parece que debiéramos encarar una reforma política mucho más profunda. Y este caso, esta modificación que se sancionó, fue más de una dinámica de la política de ir respondiendo a cuestiones mucho más coyunturales, a veces de títulos de los diarios y no una mirada más sustantiva e integral del tema.
ELECCIONES 2017: PERONISMO, ESMERALDAS, KIRCHNERISTAS Y MASSISTAS
Desde el Grupo Esmeralda vienen diciendo que son un grupo de intendentes que camina el Conurbano para construir, pero que aún no piensan en 2017. ¿Qué es en concreto este grupo de jefes comunales?
Nosotros creemos que hay un espacio vacante de renovación en el peronismo de la provincia de Buenos Aires, que ese proceso de renovación es algo natural que se va a producir, que es una etapa nueva de mirada de futuro, de construir una alternativa superadora desde el peronismo a nivel provincial y a nivel nacional y que esa tarea además hay que encararla construyendo nuevos liderazgos. También creemos que esto se hace dentro del peronismo, creemos que hay una demanda de renovación y que esa renovación hay que poder liderarla adentro del peronismo. Y que además tiene el desafío de poder generarle a buena parte de la sociedad una alternativa electoral hacia el 2017 que plantee cuáles son de alguna manera los valores y las políticas en las que nosotros creemos que hay que ponerle a la Argentina y a la provincia de Buenos Aires, que tienen que ver con el fortalecimiento del mercado interno, con una política de desarrollo industrial con sustitución de importaciones, con una agenda social mucho más sustantiva, con una lucha contra el narcotráfico y contra la inseguridad mucho más fuerte y desde unas fuerzas de seguridad creíble, democrática, capacitada, fuerte. Y me parece que ése es el desafío. No estamos preocupados por ver atrás de qué dirigente nos ponemos, ni creemos que las elecciones las vayamos a ganar porque nos amontonemos en algún lugar. Las elecciones se van a ganar si tenemos las ideas y las propuestas correctas, si tenemos los hombres y los candidatos que mejor puedan expresar y representar esas ideas. Y claramente es una etapa que tiene que recorrer el peronismo hacia adelante, hacia el futuro.
¿Qué tienen que hacer en concreto si pretenden representar ideas que interpelen al votante que no acompañó al kirchnerismo el año pasado?
Lo que se va a plebiscitar dentro de un año es si aquel que tenía trabajo lo perdió; si una familia pudo generar un ahorro y cambiar el auto o cambiar la casa; si desde tu trabajo, tu comercio o tu Pyme, después de dos años vos estás mejor, más fuerte y creciendo, o si por el contrario se cierran las fuentes de trabajo, los comercios, y cada día se vende menos. Lo que se tiene que plebiscitar es eso. Y nosotros particularmente queremos poner esa discusión en la agenda. No tenemos ganas de discutir ni plebiscitar lo que ya plebiscitó la gente en octubre y en noviembre pasado. Tenemos que estar a la altura de poder expresar y representar una idea sobre estos temas que es diferente a la que viene llevando el Gobierno, porque además creemos que hay otro camino para hacer las cosas y que la mayoría de las decisiones que tomó este Gobierno las tomó equivocadamente a través de un camino equivocado. Nosotros hubiésemos recorrido un camino cuidando mucho más el salario de los trabajadores, cuidando mucho más a las Pymes, cuidando los clubes de barrio, protegiendo a los más vulnerables. Generando un plan y una política industrial fuerte, vigorosa. Eso es lo que tenemos que poder expresar.
Remarcó diferencias positivas en favor del gobierno anterior respecto de la actualidad de la administración PRO. Pero se perdieron las elecciones el año pasado, y hoy integra este grupo de intendentes. ¿Qué pasó con el kirchnerismo en los últimos años?
En algún momento el peronismo, el kirchnerismo, no tuvo la capacidad de conectar, no tuvo la sintonía o el radar para entender cuáles eran las preocupaciones de la gente en términos de inflación, de inseguridad, de desempleo, de preocupaciones en general por el ingreso. Y claramente cuando en ese momento el peronismo o el kirchnerismo no logró conectar con esas demandas tuvo el resultado electoral que tuvo. Entonces yo lo que creo es que tiene que haber una especial decisión, actitud de escuchar a la gente y representar los problemas de la gente. Los intendentes, que además fuimos legitimados en nuestras ciudades, estamos en condiciones porque estamos todo el día en contacto con el mundo del trabajo, con la escuela pública, con las necesidades de nuestros barrios y desde ese contacto, desde ese vínculo muy directo con la realidad es que tenemos la responsabilidad de construir una propuesta política electoral.
Señaló que la alternativa a construir es adentro del peronismo, ¿sólo peronismo?
Probablemente no sea sólo desde el peronismo, y mucho menos solamente con los intendentes. Seguramente el peronismo tiene que liderar un espacio amplio, una herramienta social y política de oposición, y para eso hace falta articular con los gremios, con las organizaciones sociales, con las Pymes, con un montón de sectores que hoy no tienen representación.
Hace no mucho se reunió con Hugo Yasky y Roberto Baradel, ambos de la CTA. Hace días se reunificó la CGT. ¿Van a intentar trabajar con ellos?
Necesariamente hay una reconfiguración de los liderazgos y de las formas con las que el sindicalismo tiene que encarar esta etapa que viene, cuidando y representando a los trabajadores pero también asumiendo con mucha responsabilidad una tarea en la construcción de este espacio de esta nueva mayoría en la Argentina. Una nueva mayoría que hay que poder proponer y construir, y que necesariamente tiene a los gremios, a los sectores del mundo del trabajo como un eje fundamental. Además creo que hay voluntad, que hay vocación.
¿Hay dirigentes gremiales que apunten a esos objetivos de renovación?
Sí, claramente tanto en la CTA como en la CGT, hay gremios grandes y gremios chicos, en los que ha habido un recambio también allí de dirigentes muy importantes que están con voluntad y con decisión de participar activamente en la construcción de una alternativa política y electoral en la Argentina.
Usted afirmó que la sociedad plebiscitó al gobierno anterior en las últimas elecciones. ¿Hay lugar para el kirchnerismo y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en esta alternativa que ustedes proponen?
Me parece que lo ideal, lo que es clave más que plantear nombres propios es si hay decisión de construir un proceso que tiene que mirar hacia adelante. Si hay decisión de generar las condiciones para que haya un recambio de liderazgos, para que haya una renovación de prácticas, de contenidos, si hay voluntad y vocación por generar un peronismo que se llene de gente y de participación y pueda incorporar las nuevas demandas. El peronismo supo siempre aprender de los errores y renovarse para volver a ganar, y creo que ése es el camino y ésa es la tarea. El desafío es incorporar las nuevas demandas y actualizar los contenidos, y generar una propuesta hacia adelante. Nosotros tenemos que poder ofrecerle a la gente una alternativa a lo que el actual Gobierno les está proponiendo y les va a proponer de cara a las próximas elecciones. Una alternativa superadora, una alternativa que tenga que ver con buena parte de los principios y de los valores que la tradición del peronismo y del campo nacional y popular. El eje ahí es volver a representar, el gran desafío militante y como fuerza política es volver a representar y expresar valores e intereses de los ciudadanos de a pie. Hoy nuestra preocupación está puesta ahí más que en la discusión de cómo y con quién. Me parece que el cómo y el con quién lo vamos a ir resolviendo correctamente si somos capaces de reconstruir un lazo de representación.
No parece estar descartada la confluencia con el kirchnerismo, sin embargo según Infobae usted auguró una derrota de Cristina si se presentase como candidata y la señaló como parte del pasado.
No es ésa una frase mía. Fue en el marco de un reportaje telefónico en donde la pregunta era respecto de si Cristina vuelve y arrasa con todo, y nosotros lo que creemos claramente es que hay que iniciar una nueva etapa, y que esa nueva etapa tiene como desafío generar nuevos liderazgos. Y los intendentes somos los que estamos con la responsabilidad de hacernos cargo de esa tarea, con las organizaciones sociales, con gremios y con muchísimos otros sectores. Pero es mirando hacia adelante y es proponiendo sin dudas una renovación de prácticas, de formas y de contenidos desde el peronismo.
¿Cuál es el rol de dirigentes jóvenes que nacieron al calor del kirchnerismo y que hoy no están trabajando con ustedes, como el propio Máximo Kirchner o hasta incluso Facundo Moyano, y que tienen fuertes liderazgos en organizaciones juveniles?
Nos parece que todo lo que signifique participación de los jóvenes, de la juventud en la política es una muy buena noticia. No hay ninguna duda de que el kirchnerismo hizo un aporte muy importante en ese sentido. Por eso nosotros rescatamos en general buena parte de las políticas y de las decisiones que se tomaron en los últimos 12 años. Lo que planteamos con mucha claridad es que hay que iniciar una nueva etapa y estar con la vocación y la responsabilidad de representar las preocupaciones que tiene hoy nuestra sociedad. En ese marco por supuesto que la renovación incluye poder seguir incorporando jóvenes a la política, seguir incorporando jóvenes en responsabilidades de representación gremial, seguir incorporando jóvenes al frente de las organizaciones sociales, en la participación de las políticas universitarias. No hay dudas de que hay un trasvasamiento generacional que se fue dando en los últimos años y que tenemos que seguir profundizando.
Si bien desde el Grupo Esmeralda explican que no están focalizados en los nombres, se vienen barajando muchos posibles candidatos detrás de los que se encolumnarían. Usted elogió mucho a Florencio Randazzo.
Creo que es un dirigente que tiene mucho para aportar y que tiene una mirada en común con estos desafíos que tiene el peronismo hacia adelante, porque supo tener responsabilidades de gestión y poner al Estado al servicio de los problemas y las necesidades de la sociedad, como lo es el tema de los trenes.
¿Mantiene diálogos en concreto con Randazzo?
Sí, tenemos diálogo con él. Hemos conversado. Pero insisto: me parece que hoy el desafío es más que de nombres y de grandes referentes políticos, de que nosotros estamos decididos a encarar la tarea y asumirla con protagonismo, encabezar nosotros esas listas y si, llegado el caso hay que producirla con una interna, como siempre lo ha hecho el peronismo se hará a través de su democracia interna en las PASO, y creo que está bueno que eso ocurra. Está bueno que podamos ampliar la base de sustentación, de la discusión del peronismo proponiendo si hay dos o tres visiones de cómo hay que encarar esta etapa. Y creo que los intendentes, los intendentes jóvenes, tenemos la decisión de ponernos al frente de esa construcción.
Se habla mucho sobre el vacío de liderazgo en el marco de esa construcción.
La verdad que estamos bastante poco preocupados por el vacío que se pueda producir, no hay una gran preocupación y nerviosismo por que aparezca un candidato. Estamos preocupados por generar desde el peronismo un proceso de renovación. Construir un mensaje y un discurso que pueda incluir a muchos de los sectores que hoy están excluidos por parte del Gobierno y por parte de sus actuales políticas. Construir una alternativa que además tenga vínculo con muchos de los gobernadores del peronismo que ganaron en el interior, que tenga vínculo con la CTA que está construyendo su marcha federal, que tenga vínculo con la nueva conducción de la CGT, que tenga un vínculo fuerte con todos los que tenemos que ser parte de esta nueva mayoría social y política en la Argentina.
¿Pueden llegar a decidir entonces ponerse al frente de las listas en 2017?
Podemos liderar nosotros directamente. Nosotros tenemos que dar la discusión adentro del peronismo y tenemos la vocación de liderar este momento del peronismo en la Argentina. No descartamos para nada ser candidatos los intendentes, porque la decisión es liderar este proceso y para liderarlo hay que hacerlo a partir de decisiones inteligentes y un mensaje claro y coherente. Y si logramos hacer eso, bienvenido. Y si eso hay que dirimirlo en una elección, se pondrá en discusión en una elección. De lo que no hay dudas es de que el peronismo vuelve a ponerse de pie si logra tener un mensaje claro y coherente, si toma las decisiones inteligentes, y la gran responsabilidad que tenemos nosotros es ésa. Si hacemos eso, nosotros tenemos que estar dispuestos a liderar y a encabezar esas listas.
«No descartamos para nada ser candidatos los intendentes, porque la decisión es liderar este proceso».
A pesar de que manifestó la voluntad de ampliar el horizonte de convocatoria, acentuó que su proyecto es adentro del peronismo. ¿Y Sergio Massa?
Es adentro del peronismo, y Sergio Massa está construyendo otra cosa. Hay que aclarar que está construyendo otro espacio político. Mientras que nosotros tenemos la decisión de construir y de liderar la renovación del peronismo pero adentro. Con los intendentes, nosotros tenemos una afinidad con 10, 12, 15 intendentes, pero venimos dialogando con casi los 50. Y creemos que ésta es una posición que tiene que todos los días ir ganando legitimidad y fuerza organizativa desde los intendentes.
Remarca constantemente el rol de los intendentes peronistas. Hay algunos de ellos que son muy cercanos al kirchnerismo, como por ejemplo Jorge Ferraresi, de Avellaneda, quien en una entrevista afirmó que si bien tienen diferencias con el Grupo Esmeralda, de diciembre a esta parte cada vez son más las cosas que los unen.
Tenemos una relación de buen diálogo y fundamentalmente de convicción de que tenemos que transitar juntos este recorrido, sobre todo a partir de la defensa de los valores y de los intereses que queremos defender. Lo que estamos planteando es que la unidad no es la solución al problema que tiene hoy el peronismo.
¿Se refiere a la búsqueda de unidad electoral?
Ni la unidad electoral ni la unidad en general. La unidad así dicha porque sí no organiza, no resuelve, no proyecta. En todo caso la unidad tiene que ser parte de un proceso de construcción, y la unidad nos tiene que encontrar defendiendo a la Pyme, defendiendo al club de barrio, defendiendo a los sectores medios contra el tarifazo. En la medida en que nosotros podamos reconstruir desde esos lugares un sentido de qué cosas queremos representar, me parece que ahí tiene sentido la unidad.
Desde Cambiemos y también en muchos sectores vinculados indirectamente a la política observan que esta idea de los intendentes al frente es sólo subirse el precio. Creen que ustedes se van a ordenar cuando tengan las primeras encuestas en la mano.
Nosotros nos hacemos cargo de nuestras palabras y de nuestra posición política. Hoy no es un problema de encontrar candidatos ni de encontrar a ver quién mide en las encuestas. Hoy el desafío que tiene el peronismo es volver a representar. Y lo va a hacer en la medida que logre gobernar bien las ciudades en que está gobernando, en las provincias en que está gobernando y logre representar y expresar los intereses y valores de un sector que está buscando representación.
El discurso del Grupo Esmeralda de valorar la gestión local y el territorio parece haber mirado mucho dónde perdió el FpV en las elecciones 2015, porque perdió en municipios históricamente peronistas que en los últimos años habían sido cuestionados por sus gestiones.
La gente entra al cuarto oscuro y arma su propia boleta. Sabe muy bien cuándo está votando a Presidente, cuándo está votando y plebiscitando la gestión provincial, y cuándo está votando, revisando y evaluando qué hace el intendente en su ciudad.
¿Cree que se subestimó al votante en el armado de listas el año pasado?
Me parece que había una idea de infalibilidad del peronismo, de que el peronismo en la provincia de Buenos Aires no podía perder y de que los votos de la periferia al centro nos iban a dar la diferencia que necesitábamos. Y la realidad es que la gente evaluó, revisó y consideró que en algunos municipios había gestiones fuertes y en otros claramente tuvo una mirada mucho más crítica, y en el conjunto por supuesto que no pudimos lograr una mayoría necesaria para la candidatura a gobernador. En todo caso se vincula con esta necesidad de mirar hacia adelante, de poder proponer. Creo que si hubo un grave problema en la propuesta electoral del peronismo, del Frente para la Victoria, fue que quisimos que la gente nos valide por lo que habíamos hecho, y la gente necesita mirar hacia adelante, siempre busca futuro cierto. La gente necesita una política que le explique cómo va a ser la Argentina, cómo va a ser el país, cómo va a ser su vida cotidiana hacia adelante, no hacia atrás. Allí claramente hubo un déficit, una incapacidad de expresar eso con fuerza, con energía, con ilusión, y no interpelamos a muchos sectores que naturalmente deberían haber sido y son base de representación, de sustentación del peronismo. No los supimos interpelar: a la clase media, a los sectores pobres o de clase media-baja, que preocupados por la inflación, por la inseguridad, por la corrupción y por el destino de la economía en general, se sintieron interpelados por otros candidatos, por otras fuerzas políticas.
Como ya mencionamos, las reelecciones municipales ahora tienen límites. ¿Cuál es su futuro político en el marco de este proyecto de renovación del peronismo que están encarando?
Hoy estoy gobernando esta ciudad hasta el 10 de diciembre de 2019. Son cuatro años, y con entusiasmo por generar esta alternativa, por poder aportar y contribuir a que se vaya gestando este proceso de renovación adentro del peronismo.
Salvo que sea candidato en las legislativas 2017, eso lo llevaría a otro lugar.
Sí, claro. En todo lo que estamos diciendo es que vamos a tomar todos los riesgos que haya que tomar, no vamos a estar especulando, no vamos a estar midiendo a ver cómo nos dan las encuestas. Nosotros estamos convencidos de que lo que hay que hacer es esto, poner al peronismo de pie, que el peronismo necesariamente se tiene que renovar y que en ese marco seguramente muchos de nosotros tengamos que cumplir responsabilidades en las listas y eso está bueno.
Fotos: Gimena Tur
por Marcelo Rielo
Si uno tiene por objetivo llegar al municipio de General San Martín, después de cumplir la quimérica tarea de atravesar la General Paz se puede optar por tomar avenida Constituyentes o 25 de mayo. En cualquier de los dos casos, si ya estuvo en ese partido del Conurbano bonaerense hace unos 8 o 9 años por visitar alguna vieja y lejana pareja o asistir a alguna tertulia con amigos y bebidas espirituosas, al volver a recorrer esas calles uno verá inexorablemente todo muy distinto. Más fábricas, más empresas, muchos más autos. Todo más barroco. Más vida, quizá.
Por el contrario, el edificio de la municipalidad de San Martín de Gabriel Katopodis, el jefe comunal, es moderno pero mucho más austero y minimalista. Así también es su despacho, rodeado de ventanales desde los que el intendente logra una vista privilegiada de la Plaza San Martín. Sólo sobresale, detrás de su escritorio, una bandera de la Argentina. Así también es su habla, en el que las contracciones y los énfasis como también el contenido, parecen valer más que los excesos de nombres propios.
«Una de las cosas más difíciles de la tarea de gobernar es encontrar a los hombres con capacidad para realizarla», afirmó Juan Domingo Perón alguna vez. Y ese tema, a casi un año de las elecciones legislativas 2017 en la Argentina, no escapó al reportaje. Katopodis es abogado de la UBA, también docente allí, y fundó y lidera hace más de 20 años un espacio político peronista en San Martín, espacio que logró hegemonizar el justicialismo local a pesar de haberse encontrado en su camino con los gobiernos del radical Ricardo Ivoskus.
El jefe comunal de San Martín e integrante del grupo de intendentes peronistas denominado -por ahora- Esmeralda no dejó tema por tocar: cargó fuerte contra el gobierno de Mauricio Macri, del que destacó lo «difícil» que es «encontrar una medida para el beneficio de los sectores medios y trabajadores» y puso especial acento en su «insensibilidad» y «abstracción de la realidad cotidiana»; diferenció a Cambiemos del kirchnerismo, destacando que este último daba «certidumbre a los más vulnerables» mientras que el primero lo hace con «los grandes grupos económicos». Si bien criticó aspectos de la última etapa de la anterior gestión, desmintió haber dicho que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fuera «el pasado». Se refirió a cuál es el rumbo para la «renovación del peronismo»: opinó sobre el rol de los principales nombres que se mencionan para encabezar una lista para 2017 al frente del grupo de intendentes, Florencio Randazzo y Sergio Massa, pero por primera vez abrió la chance de que sean los propios líderes territoriales peronistas los que salgan a la cancha en las legislativas del año próximo.
CAMBIO DE PREOCUPACIONES
Usted fue intendente de San Martín durante los últimos cuatro años del kirchnerismo, fue reelecto en 2015 y sigue conduciendo el municipio, ¿qué pasó con las demandas sociales entre la anterior gestión y la actual de Macri?
La Argentina que heredó el actual Gobierno tenía temas que había que arreglar y problemas que tenían que resolverse: la inflación, la pobreza, la competitividad de la economía, las tarifas. Pero no hay duda de que en estos 9 meses esos temas se han agravado. No hay dudas de que es muy difícil encontrar una medida que de manera muy concreta y muy tangible haya sido para el beneficio de los sectores medios y de los trabajadores. Es muy difícil encontrar en estos 9 meses decisiones y medidas que permitan plantear que la cosa ha mejorado o que ha habido una apuesta fuerte a fortalecer el bolsillo de los trabajadores, una apuesta fuerte a fortalecer a los sectores más humildes o una decisión bien concreta en la condición del trabajo y de la pequeña y mediana empresa. Es muy difícil encontrar en la agenda del actual Gobierno algo que vaya en este sentido. Por el contrario, cada uno de estos problemas que había que resolver, que había que encararlos, que había que ordenarlos, en 9 meses empeoraron. La verdad que como intendentes tenemos la responsabilidad de plantearle al Gobierno que el aumento de la tarifa de la luz, del gas, del transporte, del agua, más el parate de la economía con el aumento de los precios golpea y fuerte a los sectores medios y a los sectores más humildes de la Argentina. En general lo que estamos planteando es que había un Gobierno que en el ciclo anterior tenía una política, una decisión de darle certidumbre a los más humildes, de darle certidumbre a los trabajadores, de darle certidumbre a la pequeña y mediana empresa y me parece que en esta etapa , en este nuevo ciclo político el Gobierno de Cambiemos se ha esforzado y mucho, y ha sido muy claro, en darle certidumbre a los grandes grupos económicos, a los bancos, a las multinacionales y al sector financiero. Ese cambio es muy claro, es muy evidente y muy fácil de visualizar, de cómo una Argentina que, con muchos problemas y con muchas dificultades, tenía puesta una mirada, un sentido de cuidado a los sectores del mundo del trabajo, a los sectores medios y los más humildes, pasó a ser un país donde ese cuidado y esa certidumbre fue enfocada a otros segmentos de la sociedad.
Ante esa descripción, desde el macrismo responden mencionando medidas sociales como la tarifa social, el aumento de los envíos a comedores o el proyecto de ley de Pymes.
Las decisiones que se tomaron en materia social y en una agenda más de contención y de inclusión fueron medidas compensatorias, tardías y focalizadas. No hubo una agenda social potente, que además seguimos necesitando que amplíe derechos, que fortalezca pisos de ciudadanía y que genere certidumbre para esos sectores. Lo que sí hubo fueron medidas económicas y después, como en viejas etapas de la Argentina, hubo medidas sociales que intentaron mitigar algunas de las consecuencias y algunos de los efectos, pero siempre de manera tardía, de manera marginal, de manera focalizada, sin un plan ni una agenda social que ponga la redistribución del ingreso como una prioridad, que ponga la ampliación y el fortalecimiento de la ciudadanía como un eje, que ponga la transformación de los núcleos más estructurales de la pobreza como una urgencia, como un reto.
¿No está de acuerdo con el discurso que instala el macrismo del sinceramiento de las variables que genera sufrimiento pero que no quedaba otra opción?
La idea de que acá hay que ordenar determinadas variables macroeconómicas para después ir operando y resolviendo la micro, ya fracasó en los 90. El pequeño y mediano empresario de San Martín tiene temor de que se vuelvan a producir políticas y consecuencias como fue en los 90. Mirando una macroeconomía, mirando un determinado contexto de la economía general, tratando de ordenar determinas variables, sin resolver y generar herramientas, instrumentos y políticas que permitan mover la economía. Porque acá el gran desafío es que se vuelva a poner en marcha la economía, y la economía no se pone en marcha. Si se pone en marcha la economía, hay empleo. Si hay empleo, hay mercado interno, y si hay mercado interno hay una reactivación. Y en 9 meses eso no se ve, porque claramente no hay un plan. El puerta a puerta no es un plan, la pobreza 0 no es un plan, el tarifazo no es un plan. No son políticas claras, mensajes claros, decisiones de mediano plazo que uno pueda discutirlas o no. Entonces lo que creo es que puede haber habido algunas decisiones correctas pero en un contexto muy malo, se pierden.
Cambiemos tiene varios intendentes en el Conurbano, ¿no perciben esta situación que usted describe?
Me parece que tienen un grado de insensibilidad muy grande y un grado de abstracción muy concreto con la realidad cotidiana, con la realidad de la pequeña y mediana empresa. Si no, no se entiende cómo entre diciembre y marzo generaron una apertura de las importaciones en el sector textil y en el sector de plásticos que golpeó el corazón de las Pymes de San Martín y de buena parte de la Argentina. Si no no se entiende cómo plantearon un tarifazo en los términos que lo plantean, sin ninguna estrategia de cómo contener y dar respuesta a los sectores más desprotegidos, a los clubes de barrio, a los comercios. Me parece que hay un problema claramente de radar, de comprensión. Un problema de estar imaginando que los anuncios alcanzan.
Ha habido hasta anuncios de obras que fueron anunciadas hace dos años, y muchos para cuatro o cinco municipios.
Y, la verdad que es un Gobierno que exagera en los anuncios, pero tiene que poner más acento en los resultados, en la concreción de las cosas. La obra pública sigue siendo una asignatura pendiente del actual Gobierno, pero todos los días vemos anuncios de obras públicas que no producen una respuesta concreta. Y además anuncios de obras públicas que se repiten en municipios oficialistas.
Sin embargo, el presidente Macri reitera constantemente tres características que, según él, definen a su Gobierno: la cercanía con la gente, el decir la verdad de todo y el diálogo.
En definitiva es un Gobierno muy insensible, un Gobierno que está desconectado de la realidad, y un Gobierno que en un punto tiene un doble discurso: dice que escucha, pero no se ha atrevido en 9 meses a convocar a una audiencia pública; dice que combate la corrupción y hace de la transparencia un eje de su acción de gobierno, pero hace 9 meses que la Oficina Anticorrupción está resolviendo si hay incompatibilidad y conflicto de intereses en el caso de un ministro como el ministro de Energía dueño de acciones de una empresa que tiene que controlar; y un Gobierno que además hace de la obra pública un esquema de premios y castigos, mientras dicen de manera muy clara que son un Gobierno para todos.
Al oficialismo se lo nota muy seguro de sus medidas. Defienden el tarifazo hasta comparándolo con a cuánta comida equivale; hacen analogías entre el Presidente y Batman en cuánto a la resolución de problemas. ¿Qué les preocupa a Macri y su equipo?
Están muy preocupados por las discusiones públicas. Están muy preocupados por el título del diario, muy preocupados por esa discusión chiquita de qué frase más original decir. Me parece que lo que no entienden es la que de alguna manera hay que cambiar, hay que transformar, hay que mejorar y que los resultados tienen que empezar a aparecer. Es un Gobierno al que se le disparó el desempleo, se le disparó la inflación. Es un Gobierno al que le vienen saliendo mal las cosas: tenía que ordenar la inflación, y 45% interanual de aumento del costo de vida; tenía que controlar la pobreza, 1,5 millones de nuevos pobres; tenían que trabajar fuerte con el tema del empleo y el trabajo, entre 300 y 400 mil desocupados nuevos en 9 meses en la Argentina; tenían que ordenar las tarifas, y estamos como estamos. Era además un semestre donde uno imaginaba que ellos tenían que fijar ya reglas de juego claras y que tenía que haber una hoja de ruta, un plan mucho más fuerte, mucho más firme de cómo se va a reactivar la economía, cómo se va a proteger el mercado interno, cómo se va a fortalecer el salario de los trabajadores, cómo se va a apoyar a la pequeña y mediana empresa. Y la verdad que todo eso no aparece, porque la realidad es que las cosas no les vienen saliendo bien.
El caso testigo del tarifazo es sin dudas el del gas. Tuvo un recorrido sinuoso: comenzó como un aumento de entre un 500 y un 2000%, pasó a tener un tope del 400%, hasta que la Corte Suprema lo anuló para usuarios residenciales. San Martín fue uno de los municipios que había presentado amparos. ¿Cómo observa el fallo de la CSJN?
El fallo de la Corte dejó desprotegidos a los clubes de barrio, a las pequeñas y medianas empresas y a los comercios, con argumentos y fundamentos a favor de los residenciales que perfectamente cabían para ser aplicados a las Pymes y los sectores mencionados. Cada uno de los argumentos que la Corte toma para proteger al usuario residencial de un aumento desmedido, desproporcionado, ilegal por la falta de audiencias públicas, claramente corresponde que sean aplicados a las Pymes, al comercio y a los clubes de barrio. Estamos en disidencia con ese criterio de la CSJN y lo que hemos hecho es ponernos al frente, como hicimos en su momento con los usuarios de San Martín, ahora con la pequeña y mediana empresa ahora pidiéndole a la justicia federal que también este sector sea protegido y sea retrotraído el tarifazo.
Muchos aseguran que lo acotado del fallo de la CSJN tiene que ver con deja gobernar a Cambiemos según su proyecto. ¿Está de acuerdo?
Me parece que ahí también hay un concepto que tiene que ver con el saber gobernar. En el Ejecutivo nacional tenemos una fuerza política que vino a explicarnos que ellos sabían gobernar, que habían armado equipo, que habían convocado a los mejores, pero bueno, el resultado de las tarifas demuestra que decidieron con cabeza de empresario. Decidieron como si esto fuese una empresa en una mesa chiquita de directorio, y decidieron sin cumplir con la ley, sin actuar con razonabilidad y sin entender la realidad con la que ellos tenían que encarar. Me parece que el tema de la planilla Excel y las respuestas que vienen dando pone de manifiesto que no entienden qué está pasando. No logran comprender la realidad. ¿Qué decimos nosotros? La verdad que la audiencia pública no solamente era un imperativo legal, no solamente era una condición absolutamente necesaria prevista en la Constitución Nacional –más allá de que sea o no vinculante-, sino que hubiese sido una muy buena oportunidad para que ellos escuchen y para que ellos comprendan. Hubiese sido un ámbito donde naturalmente ellos podrían haber entendido lo que todavía no entienden, que es qué pasa con una Pyme, qué pasa con un club de barrio, qué pasa con un comerciante, en un contexto de mucha retracción y caída de la actividad económica con aumento de precios, con tasas de interés arriba del 50% para inversión en capital de trabajo o en maquinarías. Y en ese contexto el tarifazo.
En la última semana tuvimos un paro docente nacional en reclamo de reapertura de paritarias por la caída del poder adquisitivo. Tuvo un impacto fuerte en el conurbano, pero las autoridades nacionales y provinciales ya advirtieron que no hay chance de acceder al pedido del sector. ¿Cómo observan eso?
El salario real vienen perdiendo y va a terminar perdiendo no menos que el 15%. Es un tema que va a estar en la agenda pública, uno aspira a que sea en el marco de un diálogo y no del conflicto, pero la realidad es que seguramente en las próximas semanas en el seno de los docentes y en muchos de los sectores tengamos situaciones como éstas. Porque por un lado entendemos un proceso de la actividad económica que está claramente muy retraída y deprimida, pero también entendemos la necesidad de fortalecer el salario y el ingreso de los trabajadores, que además son el núcleo de un mercado interno fuerte. Entonces, en todo caso el Gobierno puede haber medido o imaginado determinadas franjas y niveles de incrementos salariales que claramente con una inflación que no ha cedido y está muy por encima de la que ellos proyectaban, obliga a todos a tener algún replanteo.
«Están muy preocupados por el título del diario, muy preocupados por esa discusión chiquita de qué frase más original decir».
LA PROVINCIA DE VIDAL Y LOS BARONES PRO.
En una actualidad y un entorno como el que describe, usted y el grupo de intendentes que vienen actuando en conjunto tienen que vincularse y trabajar con la gobernadora María Eugenia Vidal. ¿Cómo es la relación?
Nosotros creemos que nos toca cumplir con nuestro rol de oposición. Estamos convencidos de que un país serio necesita un Gobierno fuerte y una oposición fuerte, y a nosotros nos toca ayudar desde ese lugar, marcando las cosas que se están haciendo mal. Planteando las cosas en que creemos que se están equivocando, y lo hacemos con diálogo, con mucha responsabilidad, con una Gobernadora con la que tenemos una relación institucional seria, pero también con una Gobernadora a la que nosotros le planteamos que después de 8 o 9 meses en materia de seguridad no está habiendo decisiones y respuestas a la altura de lo que esperábamos; en materia de obra pública, sigue una asignatura pendiente ahí de muchas obras que está necesitando la provincia y nuestros municipios.
También hay muchos intendentes fuertes de Cambiemos, varios alrededor de San Martín, por ejemplo.
Con los intendentes de Cambiemos tenemos diálogo. Yo particularmente tengo diálogo con los que tengo como vecinos, como es el caso de Tres de Febrero, Vicente López y San Isidro, y la verdad que tengo buen diálogo personal y también tengo una agenda de trabajo. Una agenda de trabajo en materia de seguridad, para coordinar operativos y sistemas de monitoreo conjuntos; una agenda de obra pública, con San Isidro tenemos ya proyectada una obra muy importante, como es el ensanche de Sarratea, allá en la zona que vincula Villa Hidalgo con el bajo Boulogne. Hemos tenido también una agenda vinculada a la cosa cotidiana, entendiendo además que para un vecino que cruza la calle y cruza de municipio, nosotros tenemos que poder ofrecerles respuestas que sean más integrales en materia de transporte, en materia de seguridad y de obra pública, o en problemas como el tratamiento de los residuos. Son temas que claramente tienen que ser encarados desde una agenda regional, de diálogo con los intendentes vecinos, que nos permita avanzar. Por lo cual, en general, tenemos buen diálogo sin perjuicio de que, por supuesto, cada uno mantiene su posición política.
Su percepción respecto de la administración nacional de Macri es claramente muy negativa. ¿Cómo evalúa la administración de la gobernadora Vidal en la Provincia?
Yo rescato la figura de la Gobernadora en términos de plantear algunos temas en la agenda pública, como puede ser el fondo del conurbano o algunas decisiones vinculadas con trabajar por mejorar la inequidad con la que es tratada la provincia de Buenos Aires en cuestión de recursos. Creo que tiene voluntad de encarar esos temas y de resolverlos. Me consta que trabaja con mucha responsabilidad por esos temas. En general, nos consta que es una provincia compleja, en la que ella particularmente ha heredado un conjunto de problemas que tienen que ver centralmente con la lucha contra el narcotráfico; con una agenda de obra pública sobre todo vinculada a lo hidraúlico y a los caminos y las rutas; con estos núcleos de pobreza más estructurales que han quedado en el conurbano y en áreas más metropolitanas como ésta; y la seguridad. Son los tres o cuatro temas que la Provincia tiene que encarar, y son temas que además van a llevar muchos años resolverlos y uno no es loco: sabe que en 8 o 9 meses no puede haber resultados en estos temas contundentes. Lo que sí estamos exigiendo que en algún momento esas decisiones se tomen, que en algún momento esos temas que tienen que ser tratados de raíz, que tienen que ser encarados a fondo, en algún momento el gobierno de la provincia los ponga en la agenda pública como prioridad, nos convoque y podamos enfrentar estos grandes problemas de la provincia de Buenos Aires.
El Congreso bonaerense sancionó la limitación a las reelecciones de los intendentes y otros cargos provinciales. ¿Cómo observa esa medida?
En primer lugar estamos de acuerdo con ponerle límites a las reelecciones en general, y nos parece que debiéramos encarar una reforma política mucho más profunda. Y este caso, esta modificación que se sancionó, fue más de una dinámica de la política de ir respondiendo a cuestiones mucho más coyunturales, a veces de títulos de los diarios y no una mirada más sustantiva e integral del tema.
ELECCIONES 2017: PERONISMO, ESMERALDAS, KIRCHNERISTAS Y MASSISTAS
Desde el Grupo Esmeralda vienen diciendo que son un grupo de intendentes que camina el Conurbano para construir, pero que aún no piensan en 2017. ¿Qué es en concreto este grupo de jefes comunales?
Nosotros creemos que hay un espacio vacante de renovación en el peronismo de la provincia de Buenos Aires, que ese proceso de renovación es algo natural que se va a producir, que es una etapa nueva de mirada de futuro, de construir una alternativa superadora desde el peronismo a nivel provincial y a nivel nacional y que esa tarea además hay que encararla construyendo nuevos liderazgos. También creemos que esto se hace dentro del peronismo, creemos que hay una demanda de renovación y que esa renovación hay que poder liderarla adentro del peronismo. Y que además tiene el desafío de poder generarle a buena parte de la sociedad una alternativa electoral hacia el 2017 que plantee cuáles son de alguna manera los valores y las políticas en las que nosotros creemos que hay que ponerle a la Argentina y a la provincia de Buenos Aires, que tienen que ver con el fortalecimiento del mercado interno, con una política de desarrollo industrial con sustitución de importaciones, con una agenda social mucho más sustantiva, con una lucha contra el narcotráfico y contra la inseguridad mucho más fuerte y desde unas fuerzas de seguridad creíble, democrática, capacitada, fuerte. Y me parece que ése es el desafío. No estamos preocupados por ver atrás de qué dirigente nos ponemos, ni creemos que las elecciones las vayamos a ganar porque nos amontonemos en algún lugar. Las elecciones se van a ganar si tenemos las ideas y las propuestas correctas, si tenemos los hombres y los candidatos que mejor puedan expresar y representar esas ideas. Y claramente es una etapa que tiene que recorrer el peronismo hacia adelante, hacia el futuro.
¿Qué tienen que hacer en concreto si pretenden representar ideas que interpelen al votante que no acompañó al kirchnerismo el año pasado?
Lo que se va a plebiscitar dentro de un año es si aquel que tenía trabajo lo perdió; si una familia pudo generar un ahorro y cambiar el auto o cambiar la casa; si desde tu trabajo, tu comercio o tu Pyme, después de dos años vos estás mejor, más fuerte y creciendo, o si por el contrario se cierran las fuentes de trabajo, los comercios, y cada día se vende menos. Lo que se tiene que plebiscitar es eso. Y nosotros particularmente queremos poner esa discusión en la agenda. No tenemos ganas de discutir ni plebiscitar lo que ya plebiscitó la gente en octubre y en noviembre pasado. Tenemos que estar a la altura de poder expresar y representar una idea sobre estos temas que es diferente a la que viene llevando el Gobierno, porque además creemos que hay otro camino para hacer las cosas y que la mayoría de las decisiones que tomó este Gobierno las tomó equivocadamente a través de un camino equivocado. Nosotros hubiésemos recorrido un camino cuidando mucho más el salario de los trabajadores, cuidando mucho más a las Pymes, cuidando los clubes de barrio, protegiendo a los más vulnerables. Generando un plan y una política industrial fuerte, vigorosa. Eso es lo que tenemos que poder expresar.
Remarcó diferencias positivas en favor del gobierno anterior respecto de la actualidad de la administración PRO. Pero se perdieron las elecciones el año pasado, y hoy integra este grupo de intendentes. ¿Qué pasó con el kirchnerismo en los últimos años?
En algún momento el peronismo, el kirchnerismo, no tuvo la capacidad de conectar, no tuvo la sintonía o el radar para entender cuáles eran las preocupaciones de la gente en términos de inflación, de inseguridad, de desempleo, de preocupaciones en general por el ingreso. Y claramente cuando en ese momento el peronismo o el kirchnerismo no logró conectar con esas demandas tuvo el resultado electoral que tuvo. Entonces yo lo que creo es que tiene que haber una especial decisión, actitud de escuchar a la gente y representar los problemas de la gente. Los intendentes, que además fuimos legitimados en nuestras ciudades, estamos en condiciones porque estamos todo el día en contacto con el mundo del trabajo, con la escuela pública, con las necesidades de nuestros barrios y desde ese contacto, desde ese vínculo muy directo con la realidad es que tenemos la responsabilidad de construir una propuesta política electoral.
Señaló que la alternativa a construir es adentro del peronismo, ¿sólo peronismo?
Probablemente no sea sólo desde el peronismo, y mucho menos solamente con los intendentes. Seguramente el peronismo tiene que liderar un espacio amplio, una herramienta social y política de oposición, y para eso hace falta articular con los gremios, con las organizaciones sociales, con las Pymes, con un montón de sectores que hoy no tienen representación.
Hace no mucho se reunió con Hugo Yasky y Roberto Baradel, ambos de la CTA. Hace días se reunificó la CGT. ¿Van a intentar trabajar con ellos?
Necesariamente hay una reconfiguración de los liderazgos y de las formas con las que el sindicalismo tiene que encarar esta etapa que viene, cuidando y representando a los trabajadores pero también asumiendo con mucha responsabilidad una tarea en la construcción de este espacio de esta nueva mayoría en la Argentina. Una nueva mayoría que hay que poder proponer y construir, y que necesariamente tiene a los gremios, a los sectores del mundo del trabajo como un eje fundamental. Además creo que hay voluntad, que hay vocación.
¿Hay dirigentes gremiales que apunten a esos objetivos de renovación?
Sí, claramente tanto en la CTA como en la CGT, hay gremios grandes y gremios chicos, en los que ha habido un recambio también allí de dirigentes muy importantes que están con voluntad y con decisión de participar activamente en la construcción de una alternativa política y electoral en la Argentina.
Usted afirmó que la sociedad plebiscitó al gobierno anterior en las últimas elecciones. ¿Hay lugar para el kirchnerismo y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en esta alternativa que ustedes proponen?
Me parece que lo ideal, lo que es clave más que plantear nombres propios es si hay decisión de construir un proceso que tiene que mirar hacia adelante. Si hay decisión de generar las condiciones para que haya un recambio de liderazgos, para que haya una renovación de prácticas, de contenidos, si hay voluntad y vocación por generar un peronismo que se llene de gente y de participación y pueda incorporar las nuevas demandas. El peronismo supo siempre aprender de los errores y renovarse para volver a ganar, y creo que ése es el camino y ésa es la tarea. El desafío es incorporar las nuevas demandas y actualizar los contenidos, y generar una propuesta hacia adelante. Nosotros tenemos que poder ofrecerle a la gente una alternativa a lo que el actual Gobierno les está proponiendo y les va a proponer de cara a las próximas elecciones. Una alternativa superadora, una alternativa que tenga que ver con buena parte de los principios y de los valores que la tradición del peronismo y del campo nacional y popular. El eje ahí es volver a representar, el gran desafío militante y como fuerza política es volver a representar y expresar valores e intereses de los ciudadanos de a pie. Hoy nuestra preocupación está puesta ahí más que en la discusión de cómo y con quién. Me parece que el cómo y el con quién lo vamos a ir resolviendo correctamente si somos capaces de reconstruir un lazo de representación.
No parece estar descartada la confluencia con el kirchnerismo, sin embargo según Infobae usted auguró una derrota de Cristina si se presentase como candidata y la señaló como parte del pasado.
No es ésa una frase mía. Fue en el marco de un reportaje telefónico en donde la pregunta era respecto de si Cristina vuelve y arrasa con todo, y nosotros lo que creemos claramente es que hay que iniciar una nueva etapa, y que esa nueva etapa tiene como desafío generar nuevos liderazgos. Y los intendentes somos los que estamos con la responsabilidad de hacernos cargo de esa tarea, con las organizaciones sociales, con gremios y con muchísimos otros sectores. Pero es mirando hacia adelante y es proponiendo sin dudas una renovación de prácticas, de formas y de contenidos desde el peronismo.
¿Cuál es el rol de dirigentes jóvenes que nacieron al calor del kirchnerismo y que hoy no están trabajando con ustedes, como el propio Máximo Kirchner o hasta incluso Facundo Moyano, y que tienen fuertes liderazgos en organizaciones juveniles?
Nos parece que todo lo que signifique participación de los jóvenes, de la juventud en la política es una muy buena noticia. No hay ninguna duda de que el kirchnerismo hizo un aporte muy importante en ese sentido. Por eso nosotros rescatamos en general buena parte de las políticas y de las decisiones que se tomaron en los últimos 12 años. Lo que planteamos con mucha claridad es que hay que iniciar una nueva etapa y estar con la vocación y la responsabilidad de representar las preocupaciones que tiene hoy nuestra sociedad. En ese marco por supuesto que la renovación incluye poder seguir incorporando jóvenes a la política, seguir incorporando jóvenes en responsabilidades de representación gremial, seguir incorporando jóvenes al frente de las organizaciones sociales, en la participación de las políticas universitarias. No hay dudas de que hay un trasvasamiento generacional que se fue dando en los últimos años y que tenemos que seguir profundizando.
Si bien desde el Grupo Esmeralda explican que no están focalizados en los nombres, se vienen barajando muchos posibles candidatos detrás de los que se encolumnarían. Usted elogió mucho a Florencio Randazzo.
Creo que es un dirigente que tiene mucho para aportar y que tiene una mirada en común con estos desafíos que tiene el peronismo hacia adelante, porque supo tener responsabilidades de gestión y poner al Estado al servicio de los problemas y las necesidades de la sociedad, como lo es el tema de los trenes.
¿Mantiene diálogos en concreto con Randazzo?
Sí, tenemos diálogo con él. Hemos conversado. Pero insisto: me parece que hoy el desafío es más que de nombres y de grandes referentes políticos, de que nosotros estamos decididos a encarar la tarea y asumirla con protagonismo, encabezar nosotros esas listas y si, llegado el caso hay que producirla con una interna, como siempre lo ha hecho el peronismo se hará a través de su democracia interna en las PASO, y creo que está bueno que eso ocurra. Está bueno que podamos ampliar la base de sustentación, de la discusión del peronismo proponiendo si hay dos o tres visiones de cómo hay que encarar esta etapa. Y creo que los intendentes, los intendentes jóvenes, tenemos la decisión de ponernos al frente de esa construcción.
Se habla mucho sobre el vacío de liderazgo en el marco de esa construcción.
La verdad que estamos bastante poco preocupados por el vacío que se pueda producir, no hay una gran preocupación y nerviosismo por que aparezca un candidato. Estamos preocupados por generar desde el peronismo un proceso de renovación. Construir un mensaje y un discurso que pueda incluir a muchos de los sectores que hoy están excluidos por parte del Gobierno y por parte de sus actuales políticas. Construir una alternativa que además tenga vínculo con muchos de los gobernadores del peronismo que ganaron en el interior, que tenga vínculo con la CTA que está construyendo su marcha federal, que tenga vínculo con la nueva conducción de la CGT, que tenga un vínculo fuerte con todos los que tenemos que ser parte de esta nueva mayoría social y política en la Argentina.
¿Pueden llegar a decidir entonces ponerse al frente de las listas en 2017?
Podemos liderar nosotros directamente. Nosotros tenemos que dar la discusión adentro del peronismo y tenemos la vocación de liderar este momento del peronismo en la Argentina. No descartamos para nada ser candidatos los intendentes, porque la decisión es liderar este proceso y para liderarlo hay que hacerlo a partir de decisiones inteligentes y un mensaje claro y coherente. Y si logramos hacer eso, bienvenido. Y si eso hay que dirimirlo en una elección, se pondrá en discusión en una elección. De lo que no hay dudas es de que el peronismo vuelve a ponerse de pie si logra tener un mensaje claro y coherente, si toma las decisiones inteligentes, y la gran responsabilidad que tenemos nosotros es ésa. Si hacemos eso, nosotros tenemos que estar dispuestos a liderar y a encabezar esas listas.
«No descartamos para nada ser candidatos los intendentes, porque la decisión es liderar este proceso».
A pesar de que manifestó la voluntad de ampliar el horizonte de convocatoria, acentuó que su proyecto es adentro del peronismo. ¿Y Sergio Massa?
Es adentro del peronismo, y Sergio Massa está construyendo otra cosa. Hay que aclarar que está construyendo otro espacio político. Mientras que nosotros tenemos la decisión de construir y de liderar la renovación del peronismo pero adentro. Con los intendentes, nosotros tenemos una afinidad con 10, 12, 15 intendentes, pero venimos dialogando con casi los 50. Y creemos que ésta es una posición que tiene que todos los días ir ganando legitimidad y fuerza organizativa desde los intendentes.
Remarca constantemente el rol de los intendentes peronistas. Hay algunos de ellos que son muy cercanos al kirchnerismo, como por ejemplo Jorge Ferraresi, de Avellaneda, quien en una entrevista afirmó que si bien tienen diferencias con el Grupo Esmeralda, de diciembre a esta parte cada vez son más las cosas que los unen.
Tenemos una relación de buen diálogo y fundamentalmente de convicción de que tenemos que transitar juntos este recorrido, sobre todo a partir de la defensa de los valores y de los intereses que queremos defender. Lo que estamos planteando es que la unidad no es la solución al problema que tiene hoy el peronismo.
¿Se refiere a la búsqueda de unidad electoral?
Ni la unidad electoral ni la unidad en general. La unidad así dicha porque sí no organiza, no resuelve, no proyecta. En todo caso la unidad tiene que ser parte de un proceso de construcción, y la unidad nos tiene que encontrar defendiendo a la Pyme, defendiendo al club de barrio, defendiendo a los sectores medios contra el tarifazo. En la medida en que nosotros podamos reconstruir desde esos lugares un sentido de qué cosas queremos representar, me parece que ahí tiene sentido la unidad.
Desde Cambiemos y también en muchos sectores vinculados indirectamente a la política observan que esta idea de los intendentes al frente es sólo subirse el precio. Creen que ustedes se van a ordenar cuando tengan las primeras encuestas en la mano.
Nosotros nos hacemos cargo de nuestras palabras y de nuestra posición política. Hoy no es un problema de encontrar candidatos ni de encontrar a ver quién mide en las encuestas. Hoy el desafío que tiene el peronismo es volver a representar. Y lo va a hacer en la medida que logre gobernar bien las ciudades en que está gobernando, en las provincias en que está gobernando y logre representar y expresar los intereses y valores de un sector que está buscando representación.
El discurso del Grupo Esmeralda de valorar la gestión local y el territorio parece haber mirado mucho dónde perdió el FpV en las elecciones 2015, porque perdió en municipios históricamente peronistas que en los últimos años habían sido cuestionados por sus gestiones.
La gente entra al cuarto oscuro y arma su propia boleta. Sabe muy bien cuándo está votando a Presidente, cuándo está votando y plebiscitando la gestión provincial, y cuándo está votando, revisando y evaluando qué hace el intendente en su ciudad.
¿Cree que se subestimó al votante en el armado de listas el año pasado?
Me parece que había una idea de infalibilidad del peronismo, de que el peronismo en la provincia de Buenos Aires no podía perder y de que los votos de la periferia al centro nos iban a dar la diferencia que necesitábamos. Y la realidad es que la gente evaluó, revisó y consideró que en algunos municipios había gestiones fuertes y en otros claramente tuvo una mirada mucho más crítica, y en el conjunto por supuesto que no pudimos lograr una mayoría necesaria para la candidatura a gobernador. En todo caso se vincula con esta necesidad de mirar hacia adelante, de poder proponer. Creo que si hubo un grave problema en la propuesta electoral del peronismo, del Frente para la Victoria, fue que quisimos que la gente nos valide por lo que habíamos hecho, y la gente necesita mirar hacia adelante, siempre busca futuro cierto. La gente necesita una política que le explique cómo va a ser la Argentina, cómo va a ser el país, cómo va a ser su vida cotidiana hacia adelante, no hacia atrás. Allí claramente hubo un déficit, una incapacidad de expresar eso con fuerza, con energía, con ilusión, y no interpelamos a muchos sectores que naturalmente deberían haber sido y son base de representación, de sustentación del peronismo. No los supimos interpelar: a la clase media, a los sectores pobres o de clase media-baja, que preocupados por la inflación, por la inseguridad, por la corrupción y por el destino de la economía en general, se sintieron interpelados por otros candidatos, por otras fuerzas políticas.
Como ya mencionamos, las reelecciones municipales ahora tienen límites. ¿Cuál es su futuro político en el marco de este proyecto de renovación del peronismo que están encarando?
Hoy estoy gobernando esta ciudad hasta el 10 de diciembre de 2019. Son cuatro años, y con entusiasmo por generar esta alternativa, por poder aportar y contribuir a que se vaya gestando este proceso de renovación adentro del peronismo.
Salvo que sea candidato en las legislativas 2017, eso lo llevaría a otro lugar.
Sí, claro. En todo lo que estamos diciendo es que vamos a tomar todos los riesgos que haya que tomar, no vamos a estar especulando, no vamos a estar midiendo a ver cómo nos dan las encuestas. Nosotros estamos convencidos de que lo que hay que hacer es esto, poner al peronismo de pie, que el peronismo necesariamente se tiene que renovar y que en ese marco seguramente muchos de nosotros tengamos que cumplir responsabilidades en las listas y eso está bueno.
Fotos: Gimena Tur