El Ministerio de Econom ía rechazó avanzar en una propuesta de emisión de deuda voluntaria en dólares con jurisdicción local, por no aceptar una tasa de interés del 15%. El plazo de la emisión era de 5 años y el dinero ofrecido llegaba a los u$s 5.000 millones (en varias operaciones durante el año) y los vencimientos hubieran sido liquidados en la Argentina para evitar la acción de los fondos «buitre» y los potenciales embargos derivados de una situación negativa en los tribunales de los Estados Unidos. La decisión de no avalar ese costo para obtener financiamiento fue tomado por el propio equipo de Axel Kicillof y el secretario de Finanzas Pablo López; luego del aval de Cristina de Kirchner.
Los bancos que acercaron la oferta fueron además los mismos que realizaron con el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff una colocación de títulos públicos la semana pasada por un total de u$s 683 millones con vencimiento en 2025 y que pagaron una tasa de interés del 13,4%; la más alta en la historia de la emisión de deuda del país vecino. Las mismas entidades financieras explicaban a los funcionarios de Economía, que la posibilidad de lanzar ambas operaciones podría significar para el Gobierno local una buena noticia; ya que más allá del alto precio (altísimo en realidad) de la emisión; el hecho de colocar deuda con Brasil a sólo 1,5 punto porcentual podría ser tomado como una posibilidad positiva para acercar a los mercados voluntarios de títulos públicos al país. En el Palacio de Hacienda se rechazó la alternativa, y se aseguró que más allá de la caída de reservas, no es imperioso en estos momentos avalar un porcentaje de deuda tan alto.
Según la visión de Economía, cuando el país logre avanzar en un acuerdo con el Club de París para reestructurar la deuda con ese organismo, que ya supera los u$s 10.000 millones, y que comenzará a negociar el ahora embajador ante la Unión Europea, Hernán Lorenzino, las circunstancias para analizar la posibilidad de emitir deuda serán mejores y las tasas de interés bajarán. Se especula además que para marzo o abril la Corte Suprema de los Estados Unidos habrá tomado una decisión sobre el caso de fondo en el juicio de los fondos «buitre»; y, en el caso de que acepte tratarlo (algo difícil), también habrá una caída sustancial en el costo de lanzar titulos públicos soberanos en dólares. Si a esto además se le sumara, aseguran en Economía, un avance en las negociaciones (que por ahora no tienen aval oficial) de los exfondos «buitre» Gramercy, de Robert Koenigsberger; y Fintech, del mexicano David Martínez , la caída del precio de emitir deuda sería aún mayor.
Además, se aguarda que los acuerdos con Repsol para el pago de una indemnización de aproximadamente u$s 5.000 millones (la negociación sufrió un retraso esta semana) y la culminación del pago que se les hará a cinco empresas que litigaban contra el país en el CIADI del Banco Mundial por unos u$s 800 millones. Esto terminaría, siempre según la visión y la esperanza oficial, con la lejanía del país de los mercados internacionales voluntarios de crédito; donde países como Bolivia pagaron a fines del año pasado.
La especulación oficial es que para el segundo semestre del año la situación cambie, los frentes financieros externos estén solucionados y los mercados internacionales no tengan alteraciones externas; más allá de la volatilidad que desde comienzos de 2014 están mostrando los países emergentes en Wall Street.
La Argentina se mantiene lejos de los mercados internacionales desde la finalización del proceso de reestructuración de deuda caída en default de 2010. Estos fueron los últimos títulos públicos emitidos. Luego, a partir de la política activa de desendeudamiento, la falta de decisión con el Club de París, el Ciadi y Repsol y cierta saña desde los mercados internacionales contra el país, alejaron cualquier alternativa de colocación de deuda.
Los bancos que acercaron la oferta fueron además los mismos que realizaron con el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff una colocación de títulos públicos la semana pasada por un total de u$s 683 millones con vencimiento en 2025 y que pagaron una tasa de interés del 13,4%; la más alta en la historia de la emisión de deuda del país vecino. Las mismas entidades financieras explicaban a los funcionarios de Economía, que la posibilidad de lanzar ambas operaciones podría significar para el Gobierno local una buena noticia; ya que más allá del alto precio (altísimo en realidad) de la emisión; el hecho de colocar deuda con Brasil a sólo 1,5 punto porcentual podría ser tomado como una posibilidad positiva para acercar a los mercados voluntarios de títulos públicos al país. En el Palacio de Hacienda se rechazó la alternativa, y se aseguró que más allá de la caída de reservas, no es imperioso en estos momentos avalar un porcentaje de deuda tan alto.
Según la visión de Economía, cuando el país logre avanzar en un acuerdo con el Club de París para reestructurar la deuda con ese organismo, que ya supera los u$s 10.000 millones, y que comenzará a negociar el ahora embajador ante la Unión Europea, Hernán Lorenzino, las circunstancias para analizar la posibilidad de emitir deuda serán mejores y las tasas de interés bajarán. Se especula además que para marzo o abril la Corte Suprema de los Estados Unidos habrá tomado una decisión sobre el caso de fondo en el juicio de los fondos «buitre»; y, en el caso de que acepte tratarlo (algo difícil), también habrá una caída sustancial en el costo de lanzar titulos públicos soberanos en dólares. Si a esto además se le sumara, aseguran en Economía, un avance en las negociaciones (que por ahora no tienen aval oficial) de los exfondos «buitre» Gramercy, de Robert Koenigsberger; y Fintech, del mexicano David Martínez , la caída del precio de emitir deuda sería aún mayor.
Además, se aguarda que los acuerdos con Repsol para el pago de una indemnización de aproximadamente u$s 5.000 millones (la negociación sufrió un retraso esta semana) y la culminación del pago que se les hará a cinco empresas que litigaban contra el país en el CIADI del Banco Mundial por unos u$s 800 millones. Esto terminaría, siempre según la visión y la esperanza oficial, con la lejanía del país de los mercados internacionales voluntarios de crédito; donde países como Bolivia pagaron a fines del año pasado.
La especulación oficial es que para el segundo semestre del año la situación cambie, los frentes financieros externos estén solucionados y los mercados internacionales no tengan alteraciones externas; más allá de la volatilidad que desde comienzos de 2014 están mostrando los países emergentes en Wall Street.
La Argentina se mantiene lejos de los mercados internacionales desde la finalización del proceso de reestructuración de deuda caída en default de 2010. Estos fueron los últimos títulos públicos emitidos. Luego, a partir de la política activa de desendeudamiento, la falta de decisión con el Club de París, el Ciadi y Repsol y cierta saña desde los mercados internacionales contra el país, alejaron cualquier alternativa de colocación de deuda.
Kicillof, caradura ¿dónde estabas cuando Kirchner tomó deuda con Venezuela al 17% mientras cancelaba deuda con el FMI que devengaba 4.5% anual al contado y por adelantado?
Basta de mentiraK.
No es mentira, es el «relato».
Como Caperucita Roja.