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Tras dos años de reacomodamiento político, ruptura con el kirchnerismo y meses de negociaciones, una mayoría de gobernadores del peronismo logró cerrar un acuerdo para tener su propio espacio en el Congreso Nacional: el interbloque Argentina Federal, que en el Senado conducirá Miguel Ángel Pichetto y en Diputados estará bajo la órbita del salteño Pablo Kosiner, el referente y ex ministro de Juan Manuel Urtubey que aspira a sucederlo en la gobernación en 2019.
Diputado nacional desde 2011, Kosiner fue vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria (FPV) en los dos últimos años de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner pero decidió ser parte del grupo de legisladores que, con Diego Bossio y Oscar Romero a la cabeza, rompieron con el kirchnerismo en febrero de 2016 para formar el Bloque Justicialista. Ese espacio llegó a los 17 diputados y se convirtió en una pieza clave en la negociación de los gobernadores con el Gobierno nacional para la aprobación de los proyectos que el oficialismo envió al Congreso en el primer bienio de la presidencia de Mauricio Macri. A partir del 10 de diciembre, el Bloque Justicialista tendrá 19 diputados y junto con las bancadas de Córdoba, Tucumán, San Juan y Misiones llegará a las 35 bancas, con una mayoría de representantes que estará en línea directa con los mandatarios provinciales.
En diálogo con Letra P, Kosiner adelanta que el interbloque tiene distintas posiciones internas sobre la reforma previsional y que podría proponer cambios, pese a que el Senado cumplió con la orden de los gobernadores de aprobar el proyecto tras un pequeño cambio en la fórmula para el cálculo de haberes, y dispara contra el oficialismo por no «transpirar la camiseta» para defender la ley que impulsa el Ejecutivo. Explica que los mandatarios provinciales negociaron el paquete de reformas por miedo a un fallo adverso de la Corte por el Fondo del Conurbano y habla sobre la relación con el bloque kirchnerista, que volverá a conducir a partir del 10 de diciembre Agustín Rossi, con quien mantiene una estrecha relación.
BIO. Nació en Salta el 21 de octubre de 1964. A los 18 años comenzó a militar en el peronismo. Se recibió de abogado en la Universidad Católica de Salta, donde fue docente de Derecho Público Provincial y Municipal. Fue diputado provincial entre 1999 y 2007, vicepresidente de la Cámara de Diputados provincial y presidente del Bloque Justicialista. Durante el primer gobierno de Juan Manuel Urtubey fue nombrado ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y luego ministro de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos. Bajo su gestión en Gobierno, Salta implementó la Boleta Única Electrónica. En 2011 fue electo diputado nacional por el Frente para la Victoria y, dos años después, llegó a la vicepresidencia del bloque, desde donde acompañó a Juliana Di Tullio. En 2016, junto con Diego Bossio y otros diputados peronistas, formó parte del grupo que rompió con el kirchnerismo para formar el Bloque Justicialista. En diciembre de 2017 fue electo presidente de ese cuerpo. En 2019 aspira a suceder a Urtubey en la gobernación de Salta.
-¿Qué evaluación hace de la conformación de este nuevo interbloque? ¿Qué objetivos persigue?
-Cumplimos dos objetivos. El primero era fortalecer el Bloque Justicialista. De los 17 diputados que teníamos, a partir del 10 de diciembre quedábamos sólo ocho y ahora estamos en 19. Pero además nos habíamos planteado dialogar y compartir espacio con otros bloques, algunos de los cuales ya tenían historia como provinciales, como Córdoba y Misiones, y otros nuevos que iban a generarse, como los de San Juan y Tucumán. Ahora, en total, somos 35. Pero más allá de lo numérico, queríamos que el peronismo pudiera apostar a la generación de un espacio dentro de la Cámara que tuviera que ver con la participación común, que tuviera mucho protagonismo de los gobernadores, que estuviera vinculado a la gestión y que empiece a pensar hacia el futuro. Todo sin perder nuestro rol de oposición, pero sabiendo que, al tener responsabilidad de gobierno, es una situación distinta a la de otros compañeros que no la tienen. Y es natural que sea así.
Hemos conformado un interbloque como espacio político federal que integra a @diputadospj, @unionxcba, Todos juntos por San Juan, Frente Renovador de la Concordia y Primero Tucumán pic.twitter.com/gG0X0SDXxp
— Pablo Kosiner (@Pablokosiner) December 6, 2017
-En general, en las últimas elecciones a los gobernadores que tuvieron esa postura más dialoguista no les fue bien en sus provincias.
-En realidad, la amplia mayoría de los gobernadores ha ganado sus elecciones territoriales. Urtubey y (Sergio) Casas ganaron en las elecciones provinciales. No ganaron en las nacionales y eso tuvo que ver con la nacionalización de la elección de la provincia de Buenos Aires que hizo el Gobierno, con que hay una grieta que se sostiene, una polarización que fue más allá de las propuestas de los gobernadores. Lo que hay que madurar es que la Argentina tiene que salir de esa grieta. En el Bloque Justicialista nosotros hemos tenido disidencias muy grandes con el Gobierno en temas como la ley antidespidos y el Impuesto a las Ganancias. Y hemos compartido algunos objetivos, como fue la salida del default, aunque planteamos diferencias con el límite del endeudamiento. En la Ley de Reparación Histórica planteamos que no estábamos de acuerdo con el blanqueo a los familiares. Fuimos duros cuando había que serlo y cuando tuvimos que discutir salidas, nos sentamos a hacerlo. Si vos tenés un gobierno provincial que administrar, es iluso pensar que no podés dialogar con el Gobierno nacional.
-¿Cree que la posición del FPV tiene que ver con que no tiene dirigentes con responsabilidad de gobierno?
-Hay que definir lo que nosotros pensamos sin desacreditar lo que piensan otros. Corresponde que las decisiones que tome el FPV las fundamenten ellos por la positiva. Sí digo, y en general para cualquier sector, que es muy distinta la posición en la política cuando no tenés responsabilidad de gobierno de cuando la tenés.
-¿La última palabra sobre lo que va a votar el bloque la van a tener siempre los gobernadores?
-Creemos que tienen una opinión muy importante. La mayoría del esquema de gobernadores está representado en este interbloque. Pero tenemos que tener la inteligencia suficiente para compatibilizar esa posición con la de los compañeros peronistas que no tienen gobernadores, pero que reconocen que ellos han sido una pata fundamental en la construcción de este bloque. Estamos tratando de que esté representado el peronismo que mira hacia el futuro.
-Usted fue vicepresidente del bloque del FPV. ¿Qué escenario se imagina en la Cámara entre el Bloque Justicialista y ellos?
-Como con todos los bloques, vamos a discutir la agenda tema por tema. En algunos temas nos podremos de acuerdo y en otro capaz que no. No arrancamos con preconceptos.
«Hay que ser absolutamente claros y sinceros: si esta ley previsional no estuviera en el marco de un acuerdo fiscal con los gobernadores, no se estaría discutiendo.»
-¿Tuvo alguna conversación con Rossi al respecto?
-Cuando a Agustín lo eligieron presidente del bloque me llamó y me dijo que quería que charlemos, que estaba haciendo una recorrida. Le dije que con todo gusto, pero quería esperar que confirmaran mi lugar en el bloque. Nos volvimos a ver en el recinto y quedamos en charlar. Y lo vamos a hacer con todos los bloques.
-¿El Bloque Justicialista siempre va a garantizar el quórum?
-Nuestra regla general es esa. Siempre lo hicimos, salvo en alguna sesión no acordada. El quórum para nosotros nunca fue un elemento de presión porque no lo aceptábamos cuando éramos gobierno y le criticábamos a la oposición que no lo hiciera, como cuando se fueron sin tratar el Código Civil. No hacerlo ahora nos quitaría legitimidad.
-En las próximas semanas van a discutir leyes medulares, pero la que va a traer mayor debate es la reforma previsional.
-Es la que más preocupa. Sacando la laboral, que aparentemente el Senado decidió no tratar este año, en los demás temas no creo que se pueda avanzar. Vamos a trabajar para modificar algunas cosas en el Presupuesto, en la ley tributaria, pero en general estamos de acuerdo. Creemos que es importante avanzar sobre el tema del déficit, que las provincias y el Estado nacional tengan ordenamientos económicos. Pero lo que sí puede traer conflictividad es la ley previsional. Como definición política, y hay que ser absolutamente claros y sinceros, si esta ley previsional no estuviera en el marco de un acuerdo fiscal con los gobernadores, no se estaría discutiendo. Hoy nos topamos con la realidad de que la estamos tratando con el compromiso firmado por 23 de los 24 gobernadores y no sola. Eso va a ir definiendo algunas cuestiones. Esta semana vamos a avanzar en la discusión pero hay muchísimas posiciones. Hay compañeros que directamente quieren votar en contra y otros que quieren hacer una propuesta alternativa, hacer modificaciones.
El primero que tiene que demostrar interés (en la reforma previsional) es el oficialismo, no vamos a dejar que nos trasladen a nosotros la responsabilidad del proyecto. Hay funcionarios nacionales y dirigentes del oficialismo que cada vez que abren la boca para defender el proyecto, lo deslegitiman más.
-¿En lo que tiene que ver con la fórmula?
-Con la fórmula y el plazo de vigencia. También es verdad que, desde que la aprobó el Senado hasta ahora, no veo mucho esfuerzo del oficialismo en defenderla. No veo que el oficialismo esté transpirando la camiseta por este proyecto y no sé si Cambiemos tiene zanjada la discusión interna. El primero que tiene que demostrar interés es el oficialismo, no vamos a dejar que nos trasladen a nosotros la responsabilidad del proyecto. Hay funcionarios nacionales y dirigentes del oficialismo que cada vez que abren la boca para defender el proyecto, lo deslegitiman más.
-Pero los gobernadores acompañaron y en el Senado no hubo casi discusión.
-Está bien, pero en el Senado la representación es mucho más directa. El que gana se lleva dos senadores. El que pierde, uno. Acá es proporcional, hay mayorías y minorías. Hay muchos diputados que no trabajan con gobernadores. Por eso nuestro desafío es mantener la unidad en la diversidad. Tenemos realidades distintas. No puedo avanzar en una posición definitiva, pero sí nos llama la atención que haya apuro por sacar dictamen tan rápido cuando hay diputados que recién juraron. Hay que ponerle más esfuerzo al debate.
-¿Tiene posición tomada sobre la reforma laboral?
-Hay cosas que hemos hablado. El actual proyecto, que no tiene nada que ver con el original por suerte, yo lo separo en dos. Todos los gobiernos tuvieron su blanqueo. Hemos votado una ley con amnistía y blanqueo en la anterior gestión, con lo cual no nos parece mal que este gobierno también lo intente. Tengo mis consideraciones personales sobre por qué fracasan los blanqueos. Hay determinados sectores a los que no les interesa blanquear, les interesa aumentar los niveles de rentabilidad y minimizar riesgos. Pero creo que hay que seguir insistiendo porque el trabajador que está en una situación irregular es el gran desprotegido. Otra cosa es la modificación de la ley de contrato de trabajo.
El Gobierno viene corriendo la pelota permanentemente en lo que es la generación de trabajo y de inversiones. Primero había que esperar hasta el segundo semestre. Después había que vetar la ley antidespidos. La tercera etapa fue el sinceramiento de tarifas. Y ahora parece que no vienen las inversiones si no hay reforma laboral. ¿No será que las inversiones no vienen porque no hay condiciones de confiabilidad?
-No coincide con que haya que modificarla.
-Coincido con el Presidente en que es prioritario generar trabajo. Ahora, no conozco trabajo que se genere modificando la ley de contrato de trabajo. El trabajo se genera cuando cambian las condiciones macroeconómicas. El Gobierno viene corriendo la pelota permanentemente en lo que es la generación de trabajo y de inversiones. Primero había que esperar hasta el segundo semestre. Después había que vetar la ley antidespidos. La tercera etapa fue el sinceramiento de tarifas. Y ahora parece que no vienen las inversiones si no hay reforma laboral. ¿No será que las inversiones no vienen porque no hay condiciones de confiabilidad en Argentina? No le echemos la culpa a la ley de contrato de trabajo.
«La demanda que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal no era para que la pagara el Estado nacional, era para que pagaran las provincias. Los gobernadores entraron en un proceso de preocupación muy grande y se sentaron a discutir todo. Ese es el marco que llevó a esto.»
-Usted plantea esas críticas y también algunos gobernadores. ¿Pero no cree que terminan avalando la política de ajuste que plantea el Gobierno con el pacto fiscal?
-Desgraciadamente siempre se está discutiendo sobre la coyuntura, que es verdad. Uno de los grandes problemas que tiene que resolver la política es el problema del déficit. Si vos gastás más de lo que tenés, quebrás. Si vos querés cubrir lo que gastás demás con el endeudamiento, después no lo podés pagar. Y ya le pasó a la Argentina, se quedó sin crédito. Entonces ordenar las cuentas no está mal. La cuestión son las prioridades. Lo que hay en esta coyuntura, que es un tema no menor y que generó mucha preocupación en los gobernadores para sentarse a discutir, es el famoso fallo del Fondo del Conurbano bonaerense. No es un dato menor que a la provincia de Salta le digan que de repente va a perder 2.500 millones de pesos, a Córdoba que va a perder 7.000 y a Entre Ríos 3.000, por poner ejemplos. Entonces, o los gobernadores se sentaban a negociar o el fallo caía. Hay que decirles a los argentinos que la demanda que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal no era para que la pagara el Estado nacional, era para que pagaran las provincias. Los gobernadores entraron en un proceso de preocupación muy grande y se sentaron a discutir todo, el consenso fiscal, la reforma previsional. Ese es el marco que llevó a esto.
-¿Cree que es posible que el peronismo transite un proceso de unidad hacia 2019?
-Creo que el peronismo tiene que entrar necesariamente en un proceso de democratización y la síntesis hacia 2019 la tiene que definir la gente. Pero lo que nos tenemos que preguntar es si queremos construir la oposición en Argentina o nuevamente un proyecto mayoritario que represente a la sociedad. Eso sí te coloca en dos situaciones distintas. Hoy la oposición es circunstancial pero nosotros queremos construir una alternativa mayoritaria de gobierno.
-¿Eso incluye al kirchnerismo?
-Yo no veto a nadie pero tenemos que coincidir en los objetivos, no poner condicionamientos. El kirchnerismo va a tener que decidir cómo juega el PJ en todo esto. Nosotros creemos que nuestra opción la construimos desde el PJ. En una construcción frentista, pero desde el partido. Hoy no hay nadie que garantice ganar. Con algunos no llegas porque todavía no están proyectados y con otros tampoco, porque la sociedad puso un límite. Son datos objetivos de la realidad. Hay un camino para recorrer y todos queremos llegar al 2019 a ganar.
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Letra P no se responsabiliza por los comentarios vertidos por sus lectores. Y se reserva el derecho de bloquear y o eliminar aquellos que contengan mensajes con contenido xenófobo, racista, y o discriminatorios.
Tras dos años de reacomodamiento político, ruptura con el kirchnerismo y meses de negociaciones, una mayoría de gobernadores del peronismo logró cerrar un acuerdo para tener su propio espacio en el Congreso Nacional: el interbloque Argentina Federal, que en el Senado conducirá Miguel Ángel Pichetto y en Diputados estará bajo la órbita del salteño Pablo Kosiner, el referente y ex ministro de Juan Manuel Urtubey que aspira a sucederlo en la gobernación en 2019.
Diputado nacional desde 2011, Kosiner fue vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria (FPV) en los dos últimos años de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner pero decidió ser parte del grupo de legisladores que, con Diego Bossio y Oscar Romero a la cabeza, rompieron con el kirchnerismo en febrero de 2016 para formar el Bloque Justicialista. Ese espacio llegó a los 17 diputados y se convirtió en una pieza clave en la negociación de los gobernadores con el Gobierno nacional para la aprobación de los proyectos que el oficialismo envió al Congreso en el primer bienio de la presidencia de Mauricio Macri. A partir del 10 de diciembre, el Bloque Justicialista tendrá 19 diputados y junto con las bancadas de Córdoba, Tucumán, San Juan y Misiones llegará a las 35 bancas, con una mayoría de representantes que estará en línea directa con los mandatarios provinciales.
En diálogo con Letra P, Kosiner adelanta que el interbloque tiene distintas posiciones internas sobre la reforma previsional y que podría proponer cambios, pese a que el Senado cumplió con la orden de los gobernadores de aprobar el proyecto tras un pequeño cambio en la fórmula para el cálculo de haberes, y dispara contra el oficialismo por no «transpirar la camiseta» para defender la ley que impulsa el Ejecutivo. Explica que los mandatarios provinciales negociaron el paquete de reformas por miedo a un fallo adverso de la Corte por el Fondo del Conurbano y habla sobre la relación con el bloque kirchnerista, que volverá a conducir a partir del 10 de diciembre Agustín Rossi, con quien mantiene una estrecha relación.
BIO. Nació en Salta el 21 de octubre de 1964. A los 18 años comenzó a militar en el peronismo. Se recibió de abogado en la Universidad Católica de Salta, donde fue docente de Derecho Público Provincial y Municipal. Fue diputado provincial entre 1999 y 2007, vicepresidente de la Cámara de Diputados provincial y presidente del Bloque Justicialista. Durante el primer gobierno de Juan Manuel Urtubey fue nombrado ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y luego ministro de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos. Bajo su gestión en Gobierno, Salta implementó la Boleta Única Electrónica. En 2011 fue electo diputado nacional por el Frente para la Victoria y, dos años después, llegó a la vicepresidencia del bloque, desde donde acompañó a Juliana Di Tullio. En 2016, junto con Diego Bossio y otros diputados peronistas, formó parte del grupo que rompió con el kirchnerismo para formar el Bloque Justicialista. En diciembre de 2017 fue electo presidente de ese cuerpo. En 2019 aspira a suceder a Urtubey en la gobernación de Salta.
-¿Qué evaluación hace de la conformación de este nuevo interbloque? ¿Qué objetivos persigue?
-Cumplimos dos objetivos. El primero era fortalecer el Bloque Justicialista. De los 17 diputados que teníamos, a partir del 10 de diciembre quedábamos sólo ocho y ahora estamos en 19. Pero además nos habíamos planteado dialogar y compartir espacio con otros bloques, algunos de los cuales ya tenían historia como provinciales, como Córdoba y Misiones, y otros nuevos que iban a generarse, como los de San Juan y Tucumán. Ahora, en total, somos 35. Pero más allá de lo numérico, queríamos que el peronismo pudiera apostar a la generación de un espacio dentro de la Cámara que tuviera que ver con la participación común, que tuviera mucho protagonismo de los gobernadores, que estuviera vinculado a la gestión y que empiece a pensar hacia el futuro. Todo sin perder nuestro rol de oposición, pero sabiendo que, al tener responsabilidad de gobierno, es una situación distinta a la de otros compañeros que no la tienen. Y es natural que sea así.
Hemos conformado un interbloque como espacio político federal que integra a @diputadospj, @unionxcba, Todos juntos por San Juan, Frente Renovador de la Concordia y Primero Tucumán pic.twitter.com/gG0X0SDXxp
— Pablo Kosiner (@Pablokosiner) December 6, 2017
-En general, en las últimas elecciones a los gobernadores que tuvieron esa postura más dialoguista no les fue bien en sus provincias.
-En realidad, la amplia mayoría de los gobernadores ha ganado sus elecciones territoriales. Urtubey y (Sergio) Casas ganaron en las elecciones provinciales. No ganaron en las nacionales y eso tuvo que ver con la nacionalización de la elección de la provincia de Buenos Aires que hizo el Gobierno, con que hay una grieta que se sostiene, una polarización que fue más allá de las propuestas de los gobernadores. Lo que hay que madurar es que la Argentina tiene que salir de esa grieta. En el Bloque Justicialista nosotros hemos tenido disidencias muy grandes con el Gobierno en temas como la ley antidespidos y el Impuesto a las Ganancias. Y hemos compartido algunos objetivos, como fue la salida del default, aunque planteamos diferencias con el límite del endeudamiento. En la Ley de Reparación Histórica planteamos que no estábamos de acuerdo con el blanqueo a los familiares. Fuimos duros cuando había que serlo y cuando tuvimos que discutir salidas, nos sentamos a hacerlo. Si vos tenés un gobierno provincial que administrar, es iluso pensar que no podés dialogar con el Gobierno nacional.
-¿Cree que la posición del FPV tiene que ver con que no tiene dirigentes con responsabilidad de gobierno?
-Hay que definir lo que nosotros pensamos sin desacreditar lo que piensan otros. Corresponde que las decisiones que tome el FPV las fundamenten ellos por la positiva. Sí digo, y en general para cualquier sector, que es muy distinta la posición en la política cuando no tenés responsabilidad de gobierno de cuando la tenés.
-¿La última palabra sobre lo que va a votar el bloque la van a tener siempre los gobernadores?
-Creemos que tienen una opinión muy importante. La mayoría del esquema de gobernadores está representado en este interbloque. Pero tenemos que tener la inteligencia suficiente para compatibilizar esa posición con la de los compañeros peronistas que no tienen gobernadores, pero que reconocen que ellos han sido una pata fundamental en la construcción de este bloque. Estamos tratando de que esté representado el peronismo que mira hacia el futuro.
-Usted fue vicepresidente del bloque del FPV. ¿Qué escenario se imagina en la Cámara entre el Bloque Justicialista y ellos?
-Como con todos los bloques, vamos a discutir la agenda tema por tema. En algunos temas nos podremos de acuerdo y en otro capaz que no. No arrancamos con preconceptos.
«Hay que ser absolutamente claros y sinceros: si esta ley previsional no estuviera en el marco de un acuerdo fiscal con los gobernadores, no se estaría discutiendo.»
-¿Tuvo alguna conversación con Rossi al respecto?
-Cuando a Agustín lo eligieron presidente del bloque me llamó y me dijo que quería que charlemos, que estaba haciendo una recorrida. Le dije que con todo gusto, pero quería esperar que confirmaran mi lugar en el bloque. Nos volvimos a ver en el recinto y quedamos en charlar. Y lo vamos a hacer con todos los bloques.
-¿El Bloque Justicialista siempre va a garantizar el quórum?
-Nuestra regla general es esa. Siempre lo hicimos, salvo en alguna sesión no acordada. El quórum para nosotros nunca fue un elemento de presión porque no lo aceptábamos cuando éramos gobierno y le criticábamos a la oposición que no lo hiciera, como cuando se fueron sin tratar el Código Civil. No hacerlo ahora nos quitaría legitimidad.
-En las próximas semanas van a discutir leyes medulares, pero la que va a traer mayor debate es la reforma previsional.
-Es la que más preocupa. Sacando la laboral, que aparentemente el Senado decidió no tratar este año, en los demás temas no creo que se pueda avanzar. Vamos a trabajar para modificar algunas cosas en el Presupuesto, en la ley tributaria, pero en general estamos de acuerdo. Creemos que es importante avanzar sobre el tema del déficit, que las provincias y el Estado nacional tengan ordenamientos económicos. Pero lo que sí puede traer conflictividad es la ley previsional. Como definición política, y hay que ser absolutamente claros y sinceros, si esta ley previsional no estuviera en el marco de un acuerdo fiscal con los gobernadores, no se estaría discutiendo. Hoy nos topamos con la realidad de que la estamos tratando con el compromiso firmado por 23 de los 24 gobernadores y no sola. Eso va a ir definiendo algunas cuestiones. Esta semana vamos a avanzar en la discusión pero hay muchísimas posiciones. Hay compañeros que directamente quieren votar en contra y otros que quieren hacer una propuesta alternativa, hacer modificaciones.
El primero que tiene que demostrar interés (en la reforma previsional) es el oficialismo, no vamos a dejar que nos trasladen a nosotros la responsabilidad del proyecto. Hay funcionarios nacionales y dirigentes del oficialismo que cada vez que abren la boca para defender el proyecto, lo deslegitiman más.
-¿En lo que tiene que ver con la fórmula?
-Con la fórmula y el plazo de vigencia. También es verdad que, desde que la aprobó el Senado hasta ahora, no veo mucho esfuerzo del oficialismo en defenderla. No veo que el oficialismo esté transpirando la camiseta por este proyecto y no sé si Cambiemos tiene zanjada la discusión interna. El primero que tiene que demostrar interés es el oficialismo, no vamos a dejar que nos trasladen a nosotros la responsabilidad del proyecto. Hay funcionarios nacionales y dirigentes del oficialismo que cada vez que abren la boca para defender el proyecto, lo deslegitiman más.
-Pero los gobernadores acompañaron y en el Senado no hubo casi discusión.
-Está bien, pero en el Senado la representación es mucho más directa. El que gana se lleva dos senadores. El que pierde, uno. Acá es proporcional, hay mayorías y minorías. Hay muchos diputados que no trabajan con gobernadores. Por eso nuestro desafío es mantener la unidad en la diversidad. Tenemos realidades distintas. No puedo avanzar en una posición definitiva, pero sí nos llama la atención que haya apuro por sacar dictamen tan rápido cuando hay diputados que recién juraron. Hay que ponerle más esfuerzo al debate.
-¿Tiene posición tomada sobre la reforma laboral?
-Hay cosas que hemos hablado. El actual proyecto, que no tiene nada que ver con el original por suerte, yo lo separo en dos. Todos los gobiernos tuvieron su blanqueo. Hemos votado una ley con amnistía y blanqueo en la anterior gestión, con lo cual no nos parece mal que este gobierno también lo intente. Tengo mis consideraciones personales sobre por qué fracasan los blanqueos. Hay determinados sectores a los que no les interesa blanquear, les interesa aumentar los niveles de rentabilidad y minimizar riesgos. Pero creo que hay que seguir insistiendo porque el trabajador que está en una situación irregular es el gran desprotegido. Otra cosa es la modificación de la ley de contrato de trabajo.
El Gobierno viene corriendo la pelota permanentemente en lo que es la generación de trabajo y de inversiones. Primero había que esperar hasta el segundo semestre. Después había que vetar la ley antidespidos. La tercera etapa fue el sinceramiento de tarifas. Y ahora parece que no vienen las inversiones si no hay reforma laboral. ¿No será que las inversiones no vienen porque no hay condiciones de confiabilidad?
-No coincide con que haya que modificarla.
-Coincido con el Presidente en que es prioritario generar trabajo. Ahora, no conozco trabajo que se genere modificando la ley de contrato de trabajo. El trabajo se genera cuando cambian las condiciones macroeconómicas. El Gobierno viene corriendo la pelota permanentemente en lo que es la generación de trabajo y de inversiones. Primero había que esperar hasta el segundo semestre. Después había que vetar la ley antidespidos. La tercera etapa fue el sinceramiento de tarifas. Y ahora parece que no vienen las inversiones si no hay reforma laboral. ¿No será que las inversiones no vienen porque no hay condiciones de confiabilidad en Argentina? No le echemos la culpa a la ley de contrato de trabajo.
«La demanda que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal no era para que la pagara el Estado nacional, era para que pagaran las provincias. Los gobernadores entraron en un proceso de preocupación muy grande y se sentaron a discutir todo. Ese es el marco que llevó a esto.»
-Usted plantea esas críticas y también algunos gobernadores. ¿Pero no cree que terminan avalando la política de ajuste que plantea el Gobierno con el pacto fiscal?
-Desgraciadamente siempre se está discutiendo sobre la coyuntura, que es verdad. Uno de los grandes problemas que tiene que resolver la política es el problema del déficit. Si vos gastás más de lo que tenés, quebrás. Si vos querés cubrir lo que gastás demás con el endeudamiento, después no lo podés pagar. Y ya le pasó a la Argentina, se quedó sin crédito. Entonces ordenar las cuentas no está mal. La cuestión son las prioridades. Lo que hay en esta coyuntura, que es un tema no menor y que generó mucha preocupación en los gobernadores para sentarse a discutir, es el famoso fallo del Fondo del Conurbano bonaerense. No es un dato menor que a la provincia de Salta le digan que de repente va a perder 2.500 millones de pesos, a Córdoba que va a perder 7.000 y a Entre Ríos 3.000, por poner ejemplos. Entonces, o los gobernadores se sentaban a negociar o el fallo caía. Hay que decirles a los argentinos que la demanda que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal no era para que la pagara el Estado nacional, era para que pagaran las provincias. Los gobernadores entraron en un proceso de preocupación muy grande y se sentaron a discutir todo, el consenso fiscal, la reforma previsional. Ese es el marco que llevó a esto.
-¿Cree que es posible que el peronismo transite un proceso de unidad hacia 2019?
-Creo que el peronismo tiene que entrar necesariamente en un proceso de democratización y la síntesis hacia 2019 la tiene que definir la gente. Pero lo que nos tenemos que preguntar es si queremos construir la oposición en Argentina o nuevamente un proyecto mayoritario que represente a la sociedad. Eso sí te coloca en dos situaciones distintas. Hoy la oposición es circunstancial pero nosotros queremos construir una alternativa mayoritaria de gobierno.
-¿Eso incluye al kirchnerismo?
-Yo no veto a nadie pero tenemos que coincidir en los objetivos, no poner condicionamientos. El kirchnerismo va a tener que decidir cómo juega el PJ en todo esto. Nosotros creemos que nuestra opción la construimos desde el PJ. En una construcción frentista, pero desde el partido. Hoy no hay nadie que garantice ganar. Con algunos no llegas porque todavía no están proyectados y con otros tampoco, porque la sociedad puso un límite. Son datos objetivos de la realidad. Hay un camino para recorrer y todos queremos llegar al 2019 a ganar.
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Letra P no se responsabiliza por los comentarios vertidos por sus lectores. Y se reserva el derecho de bloquear y o eliminar aquellos que contengan mensajes con contenido xenófobo, racista, y o discriminatorios.