Con la presencia de su Director Ejecutivo, Emilio Basavilbaso, la ANSES presentó en su sede central el informe Análisis y propuestas de mejora para ampliar la protección de ingresos monetarios a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH), elaborado conjuntamente por el Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF, por sus siglas en inglés); la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS) del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata (UNLP).
Los análisis realizados en el marco de este proyecto muestran que la protección de la niñez en la Argentina ha generado importantes avances y su constante actualización aún requiere significativas mejoras. Se trabaja en una mayor integración y articulación entre las diferentes instancias institucionales involucradas lo que resultará en un mayor impacto sobre la reducción de la pobreza y la desigualdad.
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Basavilbaso y de la representante de UNICEF en la Argentina, Florence Bauer, para luego dar lugar a la exposición de una síntesis del informe por parte del coordinador del trabajo, profesor e investigador de la UBA, Oscar Cetrángolo.
Al respecto, Basavilbaso sostuvo: “Nuestro sistema previsional es robusto, pero no teníamos demasiados datos duros que nos permitieran trabajar en la ampliación del programa. Por eso agradezco el trabajo que encararon desde UNICEF con la UBA y la Universidad de La Plata, porque a partir de esta información nuestro compromiso es mejorar la prestación. Esto se suma a otras iniciativas que estamos llevando adelante, como el trabajo junto al Banco Mundial para buscar a aquellos niños que aún no tenemos identificados, pero que están en condiciones de cobrar la asignación. Con el panorama completo que nos brinda el informe tendremos una visión sistémica para analizar cómo mejorar aún más la AUH”.
Por su parte, Bauer indicó: “Estamos aquí para trabajar en este acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social y la ANSES, para mejorar la AUH, un programa que sigue creciendo y es un ejemplo en la región. El objetivo de este estudio es llegar a los sectores más vulnerables y va a permitir ampliar la AUH, que es el corazón de la Seguridad Social en el país”.
Entre los presentes, por parte de la ANSES, estuvieron su Secretario General, Alejo Maxit; el Subdirector Ejecutivo de Administración, Federico Braun; el Subdirector Ejecutivo de Prestaciones, Santiago Ibarzábal; el Director General de Relaciones Institucionales y con la Comunidad, Patricio Piffano; y la Directora General de Proyectos de Niñez, Adolescencia y Juventud, Ángela Oria.
Principales conclusiones del informe
• En la Argentina, a través de distintos tipos de coberturas (asignaciones familiares contributivas y no contributivas; deducción por hijo expresada en la declaración del Impuesto a las Ganancias por parte de los trabajadores de mayores ingresos y la AUH) están protegidos el 87,4% de niños, niñas y adolescentes, lo que representa aproximadamente a 11,4 millones.
• La AUH en particular se encuentra razonablemente focalizada en los estratos más vulnerables de la población. Durante el segundo trimestre de 2016, alrededor del 84% de los destinatarios pertenecían a los dos quintiles de menores ingresos, de manera que el 60% de la población de ingresos más bajos capta la mayor parte de los beneficios.
• Con respecto al impacto directo de las transferencias monetarias de la AUH sobre la pobreza y la desigualdad, se estimó que desde su creación generó una mejora de casi un 30% en el ingreso promedio de los percentiles 3 y 4, mientras que este cambio se redujo a cero para el más rico. A casi 8 años de su implementación, ese efecto se mantuvo, aunque algo más suavizado. En consecuencia, se comprueba que el impacto social es significativo y actualmente se trabaja para que sea determinante en términos de eliminar la pobreza o reducir fuertemente la desigualdad.
• El mayor impacto de la AUH es el incremento en el ingreso de las familias de menores recursos contribuyendo al aumento en su nivel de vida.
• No existe un impacto negativo de la AUH que sea estadísticamente significativo sobre las decisiones de participación económica y en la tasa de empleo de los hogares. De este modo, no es posible concluir que el programa haya generado desincentivos al trabajo.
Los análisis realizados en el marco de este proyecto muestran que la protección de la niñez en la Argentina ha generado importantes avances y su constante actualización aún requiere significativas mejoras. Se trabaja en una mayor integración y articulación entre las diferentes instancias institucionales involucradas lo que resultará en un mayor impacto sobre la reducción de la pobreza y la desigualdad.
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Basavilbaso y de la representante de UNICEF en la Argentina, Florence Bauer, para luego dar lugar a la exposición de una síntesis del informe por parte del coordinador del trabajo, profesor e investigador de la UBA, Oscar Cetrángolo.
Al respecto, Basavilbaso sostuvo: “Nuestro sistema previsional es robusto, pero no teníamos demasiados datos duros que nos permitieran trabajar en la ampliación del programa. Por eso agradezco el trabajo que encararon desde UNICEF con la UBA y la Universidad de La Plata, porque a partir de esta información nuestro compromiso es mejorar la prestación. Esto se suma a otras iniciativas que estamos llevando adelante, como el trabajo junto al Banco Mundial para buscar a aquellos niños que aún no tenemos identificados, pero que están en condiciones de cobrar la asignación. Con el panorama completo que nos brinda el informe tendremos una visión sistémica para analizar cómo mejorar aún más la AUH”.
Por su parte, Bauer indicó: “Estamos aquí para trabajar en este acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social y la ANSES, para mejorar la AUH, un programa que sigue creciendo y es un ejemplo en la región. El objetivo de este estudio es llegar a los sectores más vulnerables y va a permitir ampliar la AUH, que es el corazón de la Seguridad Social en el país”.
Entre los presentes, por parte de la ANSES, estuvieron su Secretario General, Alejo Maxit; el Subdirector Ejecutivo de Administración, Federico Braun; el Subdirector Ejecutivo de Prestaciones, Santiago Ibarzábal; el Director General de Relaciones Institucionales y con la Comunidad, Patricio Piffano; y la Directora General de Proyectos de Niñez, Adolescencia y Juventud, Ángela Oria.
Principales conclusiones del informe
• En la Argentina, a través de distintos tipos de coberturas (asignaciones familiares contributivas y no contributivas; deducción por hijo expresada en la declaración del Impuesto a las Ganancias por parte de los trabajadores de mayores ingresos y la AUH) están protegidos el 87,4% de niños, niñas y adolescentes, lo que representa aproximadamente a 11,4 millones.
• La AUH en particular se encuentra razonablemente focalizada en los estratos más vulnerables de la población. Durante el segundo trimestre de 2016, alrededor del 84% de los destinatarios pertenecían a los dos quintiles de menores ingresos, de manera que el 60% de la población de ingresos más bajos capta la mayor parte de los beneficios.
• Con respecto al impacto directo de las transferencias monetarias de la AUH sobre la pobreza y la desigualdad, se estimó que desde su creación generó una mejora de casi un 30% en el ingreso promedio de los percentiles 3 y 4, mientras que este cambio se redujo a cero para el más rico. A casi 8 años de su implementación, ese efecto se mantuvo, aunque algo más suavizado. En consecuencia, se comprueba que el impacto social es significativo y actualmente se trabaja para que sea determinante en términos de eliminar la pobreza o reducir fuertemente la desigualdad.
• El mayor impacto de la AUH es el incremento en el ingreso de las familias de menores recursos contribuyendo al aumento en su nivel de vida.
• No existe un impacto negativo de la AUH que sea estadísticamente significativo sobre las decisiones de participación económica y en la tasa de empleo de los hogares. De este modo, no es posible concluir que el programa haya generado desincentivos al trabajo.