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NURIA REBÓN Buenos Aires
La Argentina es un país de enormes oportunidades; más allá de cualquier coyuntura, siempre avanza con signos positivos, y nosotros vemos el país a largo plazo. Empezamos en la Argentina en 1994, con apenas 180.000 hectolitros y una marca, Salta. En 2001 los ingresos se destruyeron; fue tan duro el colapso como la previa, desde 2008 con la recesión. Pero la visión es a largo plazo. Hoy vendemos 4,3 millones de hectolitros y somos el segundo jugador de cervezas, con 23% del mercado. La Argentina es una montaña rusa, pero siempre va para arriba, asegura Fernando Sanchis, gerente general de CCU Argentina, que en 1994 ingresó al grupo chileno para abrir la filial local. Hoy, la empresa se amplía hacia otras bebidas, desde cervezas y vinos hasta sidras, licores y aperitivos, tras la compra de Sáenz Briones (Real, La Victoria, El Abuelo) a fines de 2010, a las que acaba de sumar una compañía de agua mineral y gaseosas en Uruguay.
¿Cómo están las ventas?
En cervezas, similar al año pasado, en un nivel alto y bueno. En sidras tenemos un aumento importante, de 15%, por el empuje que le estamos dando para impulsar un cambio de hábito y desestacionalizar la demanda, que se concentra un 80% en noviembre y diciembre. Y en vinos y licores estamos a un nivel similar a 2011. Distribuimos Tamarí, una línea de Finca La Celia, y vemos la posibilidad de distribuir todas las líneas de la bodega, que hoy se hace por separado.
¿Cuáles son las expectativas?
Para 2013, esperamos 1% o 2% más en volumen. En facturación, este año prevemos crecer 20% a 25%, desde $ 2.090 millones de 2011 por ventas locales.
¿Tuvieron problemas para ingresar las cervezas importadas por los controles del Gobierno?
Al principio tuvimos algunas demoras, pero ahora es fluido; teníamos stock y no tuvimos faltantes. Como nuestra balanza comercial es positiva no tenemos problemas. Exportamos u$s 30 millones al año a Uruguay, Paraguay y Chile. Como grupo, lo que más se exporta son los vinos de Finca La Celia. La matriz de Chile compra insumos en la Argentina. Y no importamos tanto, porque producimos en el país el 96% de las cervezas que vendemos.
¿Por qué ingresaron en Uruguay en aguas y gaseosas?
En Chile, la empresa es multicategoría: 1º en cervezas, aguas y piscos; 2º en vinos y gaseosas. En la Argentina, se decidió ampliar de cervezas a multicategoría de bebidas, con sidras y licores de Sáenz Briones y vinos de Finca La Celia. El último paso es en Uruguay, con aguas minerales Nativa (capta 17% de ese mercado) y gaseosas Nix. Manejamos la operación desde la Argentina y pensamos distribuir las cervezas a través de la filial. Buscamos ampliarnos a otras categorías; si hay una oportunidad, la vamos a aprovechar. Nuestra visión es construir marcas de alta preferencia para el consumidor. Siempre estuvimos frente a grandes competidores y en entornos complejos. Hoy vendemos 4,3 millones de hl.; cuando empezamos, sólo el 4% de los 180.000 hl. superaba en precio al líder del mercado; hoy lo hace el 70%, eso es construir preferencia.
¿Cómo los afecta la inflación?
Lógicamente no es lo ideal, pero el país y el consumo han crecido y operamos con normalidad; pero si sigue creciendo se tornará más complejo.
En ese contexto, ¿el control de precios afectó la rentabilidad?
Pudimos optimizarla al desarrollar marcas más premium, que es lo que el consumidor busca; y eso nos permitió crecer con rentabilidad.
¿Los controles para comprar divisas pueden afectar al pago de dividendos a la matriz de Chile?
A los accionistas les preocupa si no pueden recibir dividendos, pero hoy todos los recursos están enfocados en nuestro plan de inversiones de $ 500 millones; hoy no nos afecta.
¿Cómo ve la economía?
La veo en crecimiento, el consumidor local es ávido de nuevas experiencias. Los accionistas apuestan al país, tienen una visión muy positiva. La Argentina ya aporta el 14% del Ebitda al grupo. Es rica en recursos humanos, tiene mucho potencial. Son años de cambios en la economía del país, hay que esperar que se implementen, eso trae incertidumbre. Europa vive momentos difíciles; si el mundo se complica más, la región recibirá algún coletazo.
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NURIA REBÓN Buenos Aires
La Argentina es un país de enormes oportunidades; más allá de cualquier coyuntura, siempre avanza con signos positivos, y nosotros vemos el país a largo plazo. Empezamos en la Argentina en 1994, con apenas 180.000 hectolitros y una marca, Salta. En 2001 los ingresos se destruyeron; fue tan duro el colapso como la previa, desde 2008 con la recesión. Pero la visión es a largo plazo. Hoy vendemos 4,3 millones de hectolitros y somos el segundo jugador de cervezas, con 23% del mercado. La Argentina es una montaña rusa, pero siempre va para arriba, asegura Fernando Sanchis, gerente general de CCU Argentina, que en 1994 ingresó al grupo chileno para abrir la filial local. Hoy, la empresa se amplía hacia otras bebidas, desde cervezas y vinos hasta sidras, licores y aperitivos, tras la compra de Sáenz Briones (Real, La Victoria, El Abuelo) a fines de 2010, a las que acaba de sumar una compañía de agua mineral y gaseosas en Uruguay.
¿Cómo están las ventas?
En cervezas, similar al año pasado, en un nivel alto y bueno. En sidras tenemos un aumento importante, de 15%, por el empuje que le estamos dando para impulsar un cambio de hábito y desestacionalizar la demanda, que se concentra un 80% en noviembre y diciembre. Y en vinos y licores estamos a un nivel similar a 2011. Distribuimos Tamarí, una línea de Finca La Celia, y vemos la posibilidad de distribuir todas las líneas de la bodega, que hoy se hace por separado.
¿Cuáles son las expectativas?
Para 2013, esperamos 1% o 2% más en volumen. En facturación, este año prevemos crecer 20% a 25%, desde $ 2.090 millones de 2011 por ventas locales.
¿Tuvieron problemas para ingresar las cervezas importadas por los controles del Gobierno?
Al principio tuvimos algunas demoras, pero ahora es fluido; teníamos stock y no tuvimos faltantes. Como nuestra balanza comercial es positiva no tenemos problemas. Exportamos u$s 30 millones al año a Uruguay, Paraguay y Chile. Como grupo, lo que más se exporta son los vinos de Finca La Celia. La matriz de Chile compra insumos en la Argentina. Y no importamos tanto, porque producimos en el país el 96% de las cervezas que vendemos.
¿Por qué ingresaron en Uruguay en aguas y gaseosas?
En Chile, la empresa es multicategoría: 1º en cervezas, aguas y piscos; 2º en vinos y gaseosas. En la Argentina, se decidió ampliar de cervezas a multicategoría de bebidas, con sidras y licores de Sáenz Briones y vinos de Finca La Celia. El último paso es en Uruguay, con aguas minerales Nativa (capta 17% de ese mercado) y gaseosas Nix. Manejamos la operación desde la Argentina y pensamos distribuir las cervezas a través de la filial. Buscamos ampliarnos a otras categorías; si hay una oportunidad, la vamos a aprovechar. Nuestra visión es construir marcas de alta preferencia para el consumidor. Siempre estuvimos frente a grandes competidores y en entornos complejos. Hoy vendemos 4,3 millones de hl.; cuando empezamos, sólo el 4% de los 180.000 hl. superaba en precio al líder del mercado; hoy lo hace el 70%, eso es construir preferencia.
¿Cómo los afecta la inflación?
Lógicamente no es lo ideal, pero el país y el consumo han crecido y operamos con normalidad; pero si sigue creciendo se tornará más complejo.
En ese contexto, ¿el control de precios afectó la rentabilidad?
Pudimos optimizarla al desarrollar marcas más premium, que es lo que el consumidor busca; y eso nos permitió crecer con rentabilidad.
¿Los controles para comprar divisas pueden afectar al pago de dividendos a la matriz de Chile?
A los accionistas les preocupa si no pueden recibir dividendos, pero hoy todos los recursos están enfocados en nuestro plan de inversiones de $ 500 millones; hoy no nos afecta.
¿Cómo ve la economía?
La veo en crecimiento, el consumidor local es ávido de nuevas experiencias. Los accionistas apuestan al país, tienen una visión muy positiva. La Argentina ya aporta el 14% del Ebitda al grupo. Es rica en recursos humanos, tiene mucho potencial. Son años de cambios en la economía del país, hay que esperar que se implementen, eso trae incertidumbre. Europa vive momentos difíciles; si el mundo se complica más, la región recibirá algún coletazo.
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