La cabeza de Vaca Narvaja en un frasco de formol

Valentina Enet contó que “los primeros días de marzo de 1976 se habían llevado a mi hermano Gerardo. Yo acompañé a mi padre a una reunión que él logró obtener con el entonces coronel (Raúl) Fierro (uno de los 41 imputados). Me acuerdo de que nos recibió en su despacho. Era un hombre raro. Se distraía con el vuelo de las moscas… Se lamentaba de que Primatesta no lo quería… En un momento dijo que lo llamaba Menéndez y se fue. Nos dejó solos en la oficina. Como yo quería saber sobre mi hermano y vi que este hombre tenía muchas fotos debajo del vidrio de su escritorio, literalmente me tiré encima para ver quiénes eran. Algunas fotos tenían manchitas rojas, como sangre; otras estaban escritas o tachadas con lapicera roja. Una, la más grande, me llamó la atención. Era un cuerpo sin cabeza. De pronto se abrió la puerta. Era Fierro que volvía. Cuando me vio, me dijo: ‘Ah, estás mirando mi álbum de recuerdos… Pero a ése no lo vas a poder reconocer porque le falta la cabeza… Eso es lo que les pasa a los padres que andan buscando a sus hijos, esos montoneros marxistas… A ése tu viejo lo conoce. Es Vaca Narvaja’”. Valentina Enet contó que su padre, aterrorizado, la agarró de un brazo y se la llevó “volando” de ahí. La abogada detalló que no creyeron que lo que les dijo Fierro fuera realmente cierto, hasta el hallazgo de la cabeza: “Ahí nos dimos cuenta de la barbarie”.
Pasó que a fines del mes de abril, cerca de las vías del tren en el barrio Alta Córdoba, el joven Carlos Albrieu iba caminando con un amigo y encontró una bolsa de nailon con una cabeza humana: “No estaba en descomposición. Se ve que la habían mantenido en formol. Yo ya estudiaba en la facultad en ese entonces y había visto cuerpos conservados. Le faltaba un ojo. Tenía un bigote muy fino, una nariz larga, afilada… La llevamos con mi hermano a la comisaría séptima. La entregamos y esperamos que nos citaran a declarar. Eso nunca ocurrió (…). En agosto mi hermano necesitaba un documento y fue a esa misma comisaría. Como referencia, les dijo que vivía cerca de donde encontraron la cabeza. Y el policía le dijo ‘Ah, sí… la cabeza de Vaca Narvaja’”. Carlos Albrieu buscó a la familia cuando regresaron del exilio. “Me reuní con Gustavo Vaca Narvaja. Como no quería dejarme influenciar por fotos, no lo dejé mostrarme ninguna hasta que yo no le hiciera la descripción de lo que vi. Pero sí, cuando terminé y me mostró fotos de su padre, se parecía bastante…”
En este mes, en que vuelven los recuerdos,es bueno refrescar la memoria acerca de la barbarie rampante que gobernó nuestros pagos. La Cabeza de Vaca no nos remite a Alvar Nuñez que recorrió a pata la mitad de América del Norte e hizo otro tanto desde el Atlántico a las Cataratas del Iguazú siendo el primer europeo en abrir la boca ante la maravilla del agua en bella caída,no era del sevillano que merece diez películas ,no, era la cabeza de Hugo Vaca Narvaja,padre de Fernando el fundador de los Montoneros,la cabeza de Vaca Narvaja exhibida como trofeo por alguna bestia de uniforme, de comunión dominical y loas a la Virgen.
Su nombre es recordado ahora, ya que su nieto Camilo,por esas cosas del azar le dará una nieta a Cristina Kirchner.
Fernando es por cierto, responsable político directo de muchos y variados mocos de esa organización entre los que se cuenta la llamada Contraofensiva que mandó a enfrentar fuego graneado donde se esperaban flores a centenas de militantes,o del también cuestionado pase a la clandestinidad que dejó a un pilón de gente culo al norte media estupefacta o del error compartido por toda camada generacional ,error grave y determinante,de poner la ferreteria por encima de la política.
Pero es otra historia, otro debate que puede ser gaseoso ,inútil e interminable.
Queda como testigo horrendo la cabeza de Vaca eventualmente exhibida dentro de un frasco, como 150 años atrás,los ancestros ideólogicos del Cachorro Menendez,clavaron la cabeza del Chacho en la Plaza de Olta

Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

Ver todas las entradas de Napule →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *