María Luján Rey, madre de Lucas, muerto en el accidente, y otros familiares apuntaron la responsabilidad del Estado en la tragedia. Foto: Ezequiel Muñoz
Más notas para entender este tema
Tres partes interesadas que declararon una tregua
Seis meses después, el mismo abandono
Al cumplirse seis meses de una de las peores tragedias ferroviarias de la Argentina, familiares de los 51 muertos y 700 heridos se expresaron ayer con particular dureza contra el gobierno nacional y la firma concesionaria.
Fuertes críticas a la supuesta connivencia de funcionarios con empresarios del transporte, un cuestionamiento directo a la presidenta Cristina Kirchner por demorar la quita de la concesión a TBA, un desesperado reclamo de justicia y una exhortación especial para que el Estado pida perdón por el trágico accidente fueron los ejes del documento leído ayer en la conmemoración de la tragedia del 22 de febrero pasado.
María Luján Rey y Paolo Menghini, padres de Lucas, el joven encontrado muerto 48 horas después del accidente, leyeron el texto. El acto se hizo en el hall central de la terminal de Once, donde familiares y amigos de las víctimas realizaron una vigilia de 12 horas.
Exigieron que la Justicia establezca las responsabilidades que condujeron a la tragedia ocurrida en la línea Sarmiento cuando ésta era administrada por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).
«El Estado nacional ignoró o condonó cientos de multas a TBA, allanó el terreno para el atentado cotidiano que los empresarios prepararon para los pasajeros», señalaron los padres de Lucas Menghini Rey.
La madre de Lucas Menghini Rey, junto a otros familiares, durante la vigilia en Once, ayer. Foto: Ezequiel Muñoz
Los familiares aseguraron que la quita de la concesión del servicio a TBA fue correcta aunque «tardía» y cuestionaron que la Presidenta haya pedido dos semanas para realizar los peritajes correspondientes y luego tomar la determinación.
«Ningún peritaje serio podía hacerse en 15 días. No necesitábamos de esas palabras dichas para el aplauso frío. Tuvimos que escuchar otra vez aplausos teatrales. Necesitábamos y necesitamos respuestas y certezas, no reuniones y promesas», sostuvo María Luján Rey.
El padre de Lucas, que trabaja como editor de noticias en el estatal Canal 7, agregó que los familiares «nunca» entendieron «los tiempos políticos, ni de oficialismos ni de opositores», que «muchas veces van a contramano de lo que precisa la sociedad».
Además, reclamó que así como el Estado pidió perdón en su momento por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, «ojalá» también «tenga la hidalguía de pedir perdón por la tragedia previsible de Once. Hacerlo no será un signo de debilidad, sino de fortaleza, de integridad y de ética», consideró, seis meses después de la tragedia.
«Somos también víctimas del terrorismo, un terrorismo empresarial que creció a veces con complicidad del control estatal. Para los responsables no debe haber ni olvido ni perdón, sólo justicia. Queremos que, por primera vez en la historia, empresarios y funcionarios paguen su culpa con todo el peso de la ley», aseveró el padre de Lucas.
«La acumulación de las sanciones [no impuestas a TBA], que suman millones de pesos, le hubiese permitido al Poder Ejecutivo quitar la concesión al maldito grupo Cirigliano mucho antes de la tragedia y sin ningún otro motivo que ese, según consta en el contrato firmado. Pero eso no sucedió», dijo el padre de Lucas.
«Debió haber sido hecho el mismo día de la tragedia. Pero eso no sucedió. En Casa Rosada se dijo a las familias -o mejor dicho, la señora Presidenta les dijo dijo- que primero debíamos esperar el trabajo de la justicia , para después decidir quitársela [la concesión] sin que se finalizara ese trabajo. Entonces tuvimos que escuchar otra vez los aplausos teatrales. A pesar de ello, apoyamos esa decisión, tardía, pero necesaria», agregó.
Por la mañana, al comienzo de la jornada de recuerdo de las víctimas, Zulma Ojeda Garbuio -que perdió a su hijo Carlos María en el accidente- también criticó a la Presidenta, al revelar el incómodo encuentro que mantuvo con ella quince días después del hecho. Según su relato, le dijo a la mandataria que estaba «rodeada de pirañas» y «una de ellas» era el entonces secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
«Me respondió: «No hables así de él, pobre, que tuvo un grave problema de salud producto de este hecho. Vos, ahora, hablás desde el dolor, pero todavía no sabés bien de qué se trata»», reprodujo Ojeda las palabras de Cristina Kirchner.
Entonces, aseguró, lo único que atinó a decirle fue: «Haga el ejercicio imaginario de poner en el cajón en el que enterramos a mi hijo al suyo, Máximo. Nosotros a usted no le interesamos», recordó. Según Zulma Ojeda, la Presidenta no respondió.
Estación Moreno, punto de partida
07:32 hs.
Vagón repleto y gente apretujada; todos los días la misma historia
Estación Caballito, mitad de camino
08:00 hs.
Cuando llega el tren bajar o subir es toda una aventura
Estación Once, final del recorrido
08:36 hs.
Seis meses y cuatro minutos después, la misma estación, el mismo temor
«El Estado nacional ignoró cientos de multas a TBA y allanó el terreno para el atentado cotidiano que los empresarios prepararon para los pasajeros»
«Somos víctimas del terrorismo, un terrorismo empresarial que creció a veces con complicidad del control estatal»
«Para los responsables, no debe haber ni olvido ni perdón»
María Luján Rey y Paolo Menghini, padres de Lucas Menghini Rey
Informe de Julieta Paci .
Más notas para entender este tema
Tres partes interesadas que declararon una tregua
Seis meses después, el mismo abandono
Al cumplirse seis meses de una de las peores tragedias ferroviarias de la Argentina, familiares de los 51 muertos y 700 heridos se expresaron ayer con particular dureza contra el gobierno nacional y la firma concesionaria.
Fuertes críticas a la supuesta connivencia de funcionarios con empresarios del transporte, un cuestionamiento directo a la presidenta Cristina Kirchner por demorar la quita de la concesión a TBA, un desesperado reclamo de justicia y una exhortación especial para que el Estado pida perdón por el trágico accidente fueron los ejes del documento leído ayer en la conmemoración de la tragedia del 22 de febrero pasado.
María Luján Rey y Paolo Menghini, padres de Lucas, el joven encontrado muerto 48 horas después del accidente, leyeron el texto. El acto se hizo en el hall central de la terminal de Once, donde familiares y amigos de las víctimas realizaron una vigilia de 12 horas.
Exigieron que la Justicia establezca las responsabilidades que condujeron a la tragedia ocurrida en la línea Sarmiento cuando ésta era administrada por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).
«El Estado nacional ignoró o condonó cientos de multas a TBA, allanó el terreno para el atentado cotidiano que los empresarios prepararon para los pasajeros», señalaron los padres de Lucas Menghini Rey.
La madre de Lucas Menghini Rey, junto a otros familiares, durante la vigilia en Once, ayer. Foto: Ezequiel Muñoz
Los familiares aseguraron que la quita de la concesión del servicio a TBA fue correcta aunque «tardía» y cuestionaron que la Presidenta haya pedido dos semanas para realizar los peritajes correspondientes y luego tomar la determinación.
«Ningún peritaje serio podía hacerse en 15 días. No necesitábamos de esas palabras dichas para el aplauso frío. Tuvimos que escuchar otra vez aplausos teatrales. Necesitábamos y necesitamos respuestas y certezas, no reuniones y promesas», sostuvo María Luján Rey.
El padre de Lucas, que trabaja como editor de noticias en el estatal Canal 7, agregó que los familiares «nunca» entendieron «los tiempos políticos, ni de oficialismos ni de opositores», que «muchas veces van a contramano de lo que precisa la sociedad».
Además, reclamó que así como el Estado pidió perdón en su momento por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, «ojalá» también «tenga la hidalguía de pedir perdón por la tragedia previsible de Once. Hacerlo no será un signo de debilidad, sino de fortaleza, de integridad y de ética», consideró, seis meses después de la tragedia.
«Somos también víctimas del terrorismo, un terrorismo empresarial que creció a veces con complicidad del control estatal. Para los responsables no debe haber ni olvido ni perdón, sólo justicia. Queremos que, por primera vez en la historia, empresarios y funcionarios paguen su culpa con todo el peso de la ley», aseveró el padre de Lucas.
«La acumulación de las sanciones [no impuestas a TBA], que suman millones de pesos, le hubiese permitido al Poder Ejecutivo quitar la concesión al maldito grupo Cirigliano mucho antes de la tragedia y sin ningún otro motivo que ese, según consta en el contrato firmado. Pero eso no sucedió», dijo el padre de Lucas.
«Debió haber sido hecho el mismo día de la tragedia. Pero eso no sucedió. En Casa Rosada se dijo a las familias -o mejor dicho, la señora Presidenta les dijo dijo- que primero debíamos esperar el trabajo de la justicia , para después decidir quitársela [la concesión] sin que se finalizara ese trabajo. Entonces tuvimos que escuchar otra vez los aplausos teatrales. A pesar de ello, apoyamos esa decisión, tardía, pero necesaria», agregó.
Por la mañana, al comienzo de la jornada de recuerdo de las víctimas, Zulma Ojeda Garbuio -que perdió a su hijo Carlos María en el accidente- también criticó a la Presidenta, al revelar el incómodo encuentro que mantuvo con ella quince días después del hecho. Según su relato, le dijo a la mandataria que estaba «rodeada de pirañas» y «una de ellas» era el entonces secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
«Me respondió: «No hables así de él, pobre, que tuvo un grave problema de salud producto de este hecho. Vos, ahora, hablás desde el dolor, pero todavía no sabés bien de qué se trata»», reprodujo Ojeda las palabras de Cristina Kirchner.
Entonces, aseguró, lo único que atinó a decirle fue: «Haga el ejercicio imaginario de poner en el cajón en el que enterramos a mi hijo al suyo, Máximo. Nosotros a usted no le interesamos», recordó. Según Zulma Ojeda, la Presidenta no respondió.
Estación Moreno, punto de partida
07:32 hs.
Vagón repleto y gente apretujada; todos los días la misma historia
Estación Caballito, mitad de camino
08:00 hs.
Cuando llega el tren bajar o subir es toda una aventura
Estación Once, final del recorrido
08:36 hs.
Seis meses y cuatro minutos después, la misma estación, el mismo temor
«El Estado nacional ignoró cientos de multas a TBA y allanó el terreno para el atentado cotidiano que los empresarios prepararon para los pasajeros»
«Somos víctimas del terrorismo, un terrorismo empresarial que creció a veces con complicidad del control estatal»
«Para los responsables, no debe haber ni olvido ni perdón»
María Luján Rey y Paolo Menghini, padres de Lucas Menghini Rey
Informe de Julieta Paci .