Este martes comienza en La Habana la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el organismo regional creado a fines de 2011 que cuenta con la presencia de 33 países de todo el continente y del que están excluidos expresamente Estados Unidos y Canadá.
Puerto Rico no ha participado en la fundación de esta herramienta, en Caracas, ni en su primer encuentro, en Santiago de Chile en enero de 2013. Ocurre que el país sigue siendo un «Estado Libre asociado a EE UU». ¿Qué significa esto? Que aunque tiene un gobernador, Alejandro García Padilla, su jefe de Estado es nada menos que el presidente estadounidense.
Días atrás, el venezolano Nicolás Maduro anunció que su país llevará la propuesta de integrar a Puerto Rico a la CELAC durante la reunión presidencial de La Habana, abogando para que este pueblo logre iniciar el camino a su independencia. Las declaraciones de Maduro despertaron un rápido revuelo, suscitando el análisis de especialistas en integración regional.
«Se vislumbra un año de grandes adelantos en el proceso descolonizador y el nacimiento de la República de Puerto Rico».
Un mano a mano exclusivo con un protagonista de la lucha del pueblo de Puerto Rico por su independencia aporta una dosis de claridad para comprender la problemática. Héctor Pesquera Sevillano es presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostoniano (MINH) y opina sobre la posición venezolana, rechaza las decisiones adoptadas por el gobierno de Obama y pide a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al sur.
–¿Cuál es la posición del movimiento independentista sobre la propuesta venezolana de que Puerto Rico ingrese a la CELAC?
–El movimiento independentista puertorriqueño se siente sumamente complacido y esperanzado de poder ocupar una silla, como miembro observador, de la CELAC. Desde que el comandante Hugo Chávez Frías propuso la creación de tan importante instancia de integración caribeña y latinoamericana, hemos planteado que la CELAC no estará completa sin la participación de Puerto Rico. La determinación del gobierno colonial de Puerto Rico de rechazar su participación en la CELAC no debe desalentarnos. Después de todo, como nos advirtiera Pedro Albizu Campos, a los pueblos les representan quienes les afirman, no quienes les niegan.
–En 2013, el Comité de Descolonización de la ONU se pronunció afirmando necesaria la independencia y autodeterminación de Puerto Rico. ¿Esto hizo cambiar en algún aspecto la posición del gobierno de Barack Obama? ¿Cuál es la evaluación del MINH sobre las sucesivas muestras de solidaridad con respecto a la lucha independentista del pueblo puertorriqueño?
–El gobierno de EE UU ha ignorado consistentemente las expresiones del Comité de Descolonización de la ONU, del Movimiento de Países No Alineados y, más recientemente, de la CELAC para que propicie un verdadero proceso de descolonización, de conformidad con el derecho internacional. Washington ha alegado que el caso de Puerto Rico es un «asunto doméstico», que no le compete a la comunidad internacional. De ahí, la importancia de la Declaración de Santiago de Chile –de la Primera Cumbre de la CELAC–, que expresa en su párrafo 21: «Destacamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar nota de las resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, consideramos que (Puerto Rico) es un asunto de interés de la CELAC.» El MINH tiene tres pilares estratégicos: la lucha a nivel nacional, la lucha a nivel de las comunidades de puertorriqueños que residen en EE UU, y la lucha a nivel internacional. Es lo que hemos llamado el trípode de nuestra lucha. El fortalecimiento de la solidaridad internacional contribuye fuertemente al desarrollo de las otras dos patas del trípode.
–¿En Puerto Rico hay persecución al movimiento independentista? ¿Cuál es la situación de Óscar López Rivera, condenado desde 1981 en EE UU?
–Desde el mismo día de la invasión a Puerto Rico, en 1898, el independentismo ha sido perseguido, encarcelado y reprimido por el imperialismo. Han criminalizado el ideal independentista, al punto de que un gran sector de la población siente temor de expresar su simpatía con el proyecto independentista. Hoy día, aunque con métodos más sofisticados, el imperialismo estadounidense, a través de sus agencias policíacas como el FBI, la CIA, el Tribunal de EE UU en Puerto Rico y la policía local, han continuado su política de persecución. El caso más dramático es el de Oscar López Rivera, quien lleva 32 años encarcelado en EE UU, acusado de «conspiración sediciosa». Es decir, de querer derrocar por la fuerza al gobierno norteamericano. No ha sido acusado y mucho menos convicto de ningún acto de violencia o daño a persona alguna. Sin embargo, lo han mantenido como rehén durante más de tres décadas, como disuasivo para desalentar la lucha revolucionaria del movimiento independentista. La comunidad internacional y particularmente la CELAC tienen mucho que aportar en la campaña de excarcelación que se desarrolla actualmente.
–¿Cómo cree que será 2014 en relación con la lucha por la independencia de Puerto Rico? ¿Piensa que a partir de la propuesta venezolana se reabrirá el debate sobre la independencia?
–Se vislumbra como un año de grandes adelantos en el proceso descolonizador y el nacimiento de la República de Puerto Rico, la más joven del Caribe y Latinoamérica. La propuesta venezolana ya consiguió reabrir el debate regional sobre la independencia. Ahora le corresponde a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al Sur. ¿Pueden los países miembro de la CELAC expresar su disposición a asistir al financiamiento y desarrollo de la República de Puerto Rico? Sería interesante ese escenario. Lo fundamental es que el pueblo puertorriqueño vea, de una manera clara y precisa, que la salida no es una mayor integración a Estados Unidos sino, por el contrario, desligarnos de los depredadores de Wall Street e integrarnos al bloque económico de la comunidad latinoamericana y caribeña, una de las pocas regiones que experimenta un sólido desarrollo y crecimiento económico. La CELAC puede brindarle al país opciones que nos alejen de la dependencia, del secuestro económico al que nos ha sometido EE UU durante más de cien años. La CELAC puede ofrecernos que se desplomen las gríngolas que sólo le permiten a nuestro pueblo mirar hacia el Norte; y a través de esto acercarnos paulatinamente al proyecto de Betances, Hostos y Bolívar de integración antillana, caribeña y latinoamericana.