Pablo Waisberg
La contrainformación
El análisis de Pablo Waisberg, Subeditor de EconomíaLos empresarios mineros no están muy convencidos de que el Gobierno no quiera avanzar en una modificación impositiva. No les bastan las demostraciones públicas sobre el modelo que impulsa la Organización Federal de Estados Mineros de asociación entre privados y estados provinciales para compartir ganancias. Por eso preparan un nuevo trabajo sobre nivel de tributación y aporte a la economía local.
Un avance de ese informe fue presentado durante el encuentro por el Día de la Minería, que la Cámara Argentina de Empresarios Mineros realizó en Salta. El documento fue elaborado el seno del Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI), lleva la firma del geólogo Daniel Jerez y se tituló “Análisis de la situación actual y aspectos a considerar en la discusión de las cuestiones tributarias de la minería en la Argentina”.
El objetivo es demostrar cuál es el aporte en divisas y en puestos de trabajo que ofrece el sector, controlado por 39 megaempresas que generan 29.300 empleos directos, según la Encuesta Nacional de Grandes Empresas del INDEC. “La carga tributaria está por encima del promedio internacional”, subrayó Jerez.
En ese sentido, insistió –a contrapelo de lo que se se observa en la llegada constante de nuevos proyectos multinacionales– en que la Argentina “es de los destinos menos atractivos para las inversiones mineras, según un ranking de 2010”. Precisó que “ocupa el puesto 68 sobre un total de 79 países y está detrás de Chile, México, Colombia y Perú”.
De ese modo, buscan anticiparse a un debate sobre el nivel de ganancias y la renta diferencial obtenida por la explotación de un recurso no renovable y estratégico. Su temor parecería infundado: desde el Gobierno, y particularmente desde la Secretaría de Minería, insisten en que la intensión no es modificar la Ley de Inversiones Mineras ni el Código de Minería, donde reside el corazón del complejo y beneficioso entramado legal minero que no tienen otros sectores de la economía.
Una de las mayores preocupaciones es que se reedite del debate sobre esa renta diferencial, que fue analizada en un paper del economista Federico Basualdo, donde sostiene que las mineras que extraen oro (u$s1.600 la onza) se quedan con el 82% de la renta diferencial. El cierre de la presentación en Salta incluyó un mensaje en forma de chiste: “Que esto circule como contrainformación respecto de otros estudios que circularon en la prensa y dicen que la renta se lleva el 80% de la renta”, dijo uno de los organizadores del evento.
Pablo Waisberg
La contrainformación
El análisis de Pablo Waisberg, Subeditor de EconomíaLos empresarios mineros no están muy convencidos de que el Gobierno no quiera avanzar en una modificación impositiva. No les bastan las demostraciones públicas sobre el modelo que impulsa la Organización Federal de Estados Mineros de asociación entre privados y estados provinciales para compartir ganancias. Por eso preparan un nuevo trabajo sobre nivel de tributación y aporte a la economía local.
Un avance de ese informe fue presentado durante el encuentro por el Día de la Minería, que la Cámara Argentina de Empresarios Mineros realizó en Salta. El documento fue elaborado el seno del Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI), lleva la firma del geólogo Daniel Jerez y se tituló “Análisis de la situación actual y aspectos a considerar en la discusión de las cuestiones tributarias de la minería en la Argentina”.
El objetivo es demostrar cuál es el aporte en divisas y en puestos de trabajo que ofrece el sector, controlado por 39 megaempresas que generan 29.300 empleos directos, según la Encuesta Nacional de Grandes Empresas del INDEC. “La carga tributaria está por encima del promedio internacional”, subrayó Jerez.
En ese sentido, insistió –a contrapelo de lo que se se observa en la llegada constante de nuevos proyectos multinacionales– en que la Argentina “es de los destinos menos atractivos para las inversiones mineras, según un ranking de 2010”. Precisó que “ocupa el puesto 68 sobre un total de 79 países y está detrás de Chile, México, Colombia y Perú”.
De ese modo, buscan anticiparse a un debate sobre el nivel de ganancias y la renta diferencial obtenida por la explotación de un recurso no renovable y estratégico. Su temor parecería infundado: desde el Gobierno, y particularmente desde la Secretaría de Minería, insisten en que la intensión no es modificar la Ley de Inversiones Mineras ni el Código de Minería, donde reside el corazón del complejo y beneficioso entramado legal minero que no tienen otros sectores de la economía.
Una de las mayores preocupaciones es que se reedite del debate sobre esa renta diferencial, que fue analizada en un paper del economista Federico Basualdo, donde sostiene que las mineras que extraen oro (u$s1.600 la onza) se quedan con el 82% de la renta diferencial. El cierre de la presentación en Salta incluyó un mensaje en forma de chiste: “Que esto circule como contrainformación respecto de otros estudios que circularon en la prensa y dicen que la renta se lleva el 80% de la renta”, dijo uno de los organizadores del evento.
Pablo Waisberg