Las exportaciones y las importaciones globales se mantienen por debajo de los niveles de enero de 2015. La amenaza de un triunfo de Trump en Estados Unidos no ayuda
La desaceleración del comercio mundial fue mayor a la esperada
La desaceleración del comercio mundial fue mucho más pronunciada de lo anteriormente declarado. Los volúmenes comercializados se amesetaron en los últimos 18 meses en un escenario de mayor proteccionismo, según un nuevo informe.
El estudio demuestra por qué los máximos ejecutivos de empresas como Jeff Immelt de GE están preocupados por la actividad comercial y la economía mundial, en un momento en que algunos políticos, como el candidato presidencial republicano de Estados Unidos Donald Trump, despotrican contra la «globalización» y prometen fijar nuevas barreras al intercambio de mercaderías.
Las autoridades que deciden políticas y los economistas están cada vez más nerviosos por la desaceleración del crecimiento del comercio mundial. Pero según el último informe de Global Trade Alert, que hace un seguimiento del proteccionismo en todo el mundo, esa expansión ha desaparecido totalmente dado que los volúmenes de mercaderías comercializadas en el mundo están estancados desde enero de 2015.
Ese prolongado período de estancamiento es poco frecuente en la historia económica, dijo Simon Evenett, profesor de Comercio Exterior y Desarrollo Económico en la Universidad de St Gallen en Suiza y principal autor del informe. «Realmente no ocurre muy a menudo fuera de las recesiones,» aseguró.
El informe se basa en datos recopilados por la Agencia Holandesa de Análisis de Políticas Económicas que publica un informe mensual muy reconocido sobre la evolución de los volúmenes del comercio mundial. Sus últimos datos, correspondientes a abril de este año, muestran que las exportaciones y las importaciones globalmente se mantienen por debajo de los niveles de enero de 2015 y desde entonces han mostrado muy pocos cambios.
Los economistas siguen sin ponerse de acuerdo en cuanto a cuáles son las causas de la desaceleración. Si bien algunos culpan al creciente proteccionismo que ha empezado a rozar la economía mundial, otros ven que están en juego las tendencias a largo plazo, como el acortamiento de las cadenas de abastecimiento global y la creciente participación del comercio digital.
Pero los organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC) están prestando mayor atención al proteccionismo.
En vísperas de un encuentro de ministros de Comercio del G20 que se llevó a cabo la semana pasada, la OMC advirtió que las medidas proteccionistas se estaban introduciendo a un ritmo acelerado y el FMI ha expresado creciente preocupación sobre lo que ve como otra amenaza a la tímida economía global.
En su comunicado de cierre del encuentro, los ministros del G20 reiteraron la promesa, que hicieron después de la crisis, de evitar cualquier medida hacia el proteccionismo.
in embargo, ese mensaje no concuerda con gran parte del debate político que se están dando en algunos países incluyendo Estados Unidos. Trump ha prometido terminar con los acuerdos comerciales del país como el Nafta y establecer aranceles punitivos sobre las mercaderías provenientes de grandes socios comerciales como China y México. Él y su rival demócrata se oponen a al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que fue negociada por la administración Obama y espera la aprobación del Congreso.
La promesa del G20 tampoco concuerda con la realidad política, aseguró Evenett. La cantidad de medidas discriminatorias, como las normas de contenido local y subsidios a la industrial local, introducidas por los gobiernos se incrementaron un 50% en 2015, comparado con el año anterior, según la base de datos de Global Trade Alert. Los países del G20 representan el 81% de esas medidas.
Se teme que ese tipo de iniciativas siga creciendo a medida que pierde ritmo del comercio global y los gobiernos traten de proteger su propia porción de una torta cada vez más chica, fijo Evenett.
Hay evidencia de que tales medidas ya están teniendo impacto sobre las decisiones de las empresas. En un discurso en mayo en la Universidad de Nueva York, Immelt contó que frente a las mayores barreras comerciales, GE decidió girar hacia una estrategia de «localización» y no de globalización.
«Frente a un escenario global de proteccionismo, las compañías deben navegar el mundo por sus propios medios», aseguró. «Eso requiere de una drástica transformación. En adelante vamos a localizar», concluyó.
La desaceleración del comercio mundial fue mayor a la esperada
La desaceleración del comercio mundial fue mucho más pronunciada de lo anteriormente declarado. Los volúmenes comercializados se amesetaron en los últimos 18 meses en un escenario de mayor proteccionismo, según un nuevo informe.
El estudio demuestra por qué los máximos ejecutivos de empresas como Jeff Immelt de GE están preocupados por la actividad comercial y la economía mundial, en un momento en que algunos políticos, como el candidato presidencial republicano de Estados Unidos Donald Trump, despotrican contra la «globalización» y prometen fijar nuevas barreras al intercambio de mercaderías.
Las autoridades que deciden políticas y los economistas están cada vez más nerviosos por la desaceleración del crecimiento del comercio mundial. Pero según el último informe de Global Trade Alert, que hace un seguimiento del proteccionismo en todo el mundo, esa expansión ha desaparecido totalmente dado que los volúmenes de mercaderías comercializadas en el mundo están estancados desde enero de 2015.
Ese prolongado período de estancamiento es poco frecuente en la historia económica, dijo Simon Evenett, profesor de Comercio Exterior y Desarrollo Económico en la Universidad de St Gallen en Suiza y principal autor del informe. «Realmente no ocurre muy a menudo fuera de las recesiones,» aseguró.
El informe se basa en datos recopilados por la Agencia Holandesa de Análisis de Políticas Económicas que publica un informe mensual muy reconocido sobre la evolución de los volúmenes del comercio mundial. Sus últimos datos, correspondientes a abril de este año, muestran que las exportaciones y las importaciones globalmente se mantienen por debajo de los niveles de enero de 2015 y desde entonces han mostrado muy pocos cambios.
Los economistas siguen sin ponerse de acuerdo en cuanto a cuáles son las causas de la desaceleración. Si bien algunos culpan al creciente proteccionismo que ha empezado a rozar la economía mundial, otros ven que están en juego las tendencias a largo plazo, como el acortamiento de las cadenas de abastecimiento global y la creciente participación del comercio digital.
Pero los organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC) están prestando mayor atención al proteccionismo.
En vísperas de un encuentro de ministros de Comercio del G20 que se llevó a cabo la semana pasada, la OMC advirtió que las medidas proteccionistas se estaban introduciendo a un ritmo acelerado y el FMI ha expresado creciente preocupación sobre lo que ve como otra amenaza a la tímida economía global.
En su comunicado de cierre del encuentro, los ministros del G20 reiteraron la promesa, que hicieron después de la crisis, de evitar cualquier medida hacia el proteccionismo.
in embargo, ese mensaje no concuerda con gran parte del debate político que se están dando en algunos países incluyendo Estados Unidos. Trump ha prometido terminar con los acuerdos comerciales del país como el Nafta y establecer aranceles punitivos sobre las mercaderías provenientes de grandes socios comerciales como China y México. Él y su rival demócrata se oponen a al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que fue negociada por la administración Obama y espera la aprobación del Congreso.
La promesa del G20 tampoco concuerda con la realidad política, aseguró Evenett. La cantidad de medidas discriminatorias, como las normas de contenido local y subsidios a la industrial local, introducidas por los gobiernos se incrementaron un 50% en 2015, comparado con el año anterior, según la base de datos de Global Trade Alert. Los países del G20 representan el 81% de esas medidas.
Se teme que ese tipo de iniciativas siga creciendo a medida que pierde ritmo del comercio global y los gobiernos traten de proteger su propia porción de una torta cada vez más chica, fijo Evenett.
Hay evidencia de que tales medidas ya están teniendo impacto sobre las decisiones de las empresas. En un discurso en mayo en la Universidad de Nueva York, Immelt contó que frente a las mayores barreras comerciales, GE decidió girar hacia una estrategia de «localización» y no de globalización.
«Frente a un escenario global de proteccionismo, las compañías deben navegar el mundo por sus propios medios», aseguró. «Eso requiere de una drástica transformación. En adelante vamos a localizar», concluyó.