Tanto en el Frente Cívico como en Unión por Córdoba cunde el asombro por los resultados de la elección en Córdoba capital, donde los primeros no pueden creer los muchos votos que perdieron y los segundos, la gran cantidad de sufragios que ganaron.
Sin embargo, la clave del amplio triunfo de José Manuel de la Sota –aunque obviamente influido por el principal distrito– estuvo en su arrasadora recolección de votos en el interior provincial.
Vale hacer este ejercicio. En términos globales (y con el 97,7 por ciento de las mesas escrutadas), De la Sota le sacó a Juez 229.929 votos de ventaja en todo el territorio, equivalentes al 13,12 por ciento de los votos emitidos.
Si Juez hubiera logrado repetir la extraordinaria elección que hizo en la Capital en 2007 como candidato a gobernador –cuando sacó 24 puntos de ventaja en la ciudad–, aun así no le hubiese alcanzado: De la Sota habría mantenido una brecha a su favor, en todo el territorio provincial, de 115.633 votos, equivalentes al 6,6 por ciento de los votos válidos.
Es decir, no había con qué darle a la enorme diferencia de UPC en el interior.
Con San Justo, basta y sobra. Es difícil dimensionar el tamaño de esa brecha. Por dar un ejemplo: sólo los 33.903 votos de ventaja sobre Juez que logró De la Sota en San Justo sobraron para liquidar la diferencia a favor que Juez logró en Capital, que fue de 29.105 sufragios.
San Justo es, electoralmente, insignificante comparado con Capital. Por cada 100 electores capitalinos, en San Justo hay siete. El tema es que De la Sota sacó allí el 51,5 por ciento de los sufragios. Un aluvión, considerando que fue una elección entre tres opciones fuertes. El panorama de San Justo se repitió en toda la pampa gringa.
En Río Cuarto, De la Sota se alzó con más del 55 por ciento y le sacó a Juez 51.313 votos de ventaja, casi el doble de los que el frentista logró frente al peronista en la gigantesca Capital.
En el arco agropecuario del sur y el este, el notable desempeño de UPC se repite: en General Roca, el PJ le sacó 33 puntos de ventaja al Frente Cívico; en General San Martín, 32; en Juárez Celman, 30; en Marcos Juárez, 32; en Unión, 27.
El extremo en la zona sojera se dio en Roque Sáenz Peña, donde UPC se alzó con el 57,5 por ciento de los sufragios, más que duplicando al Frente Cívico.
De todos modos, no sólo de la soja se alimentó UPC. Barrió en los departamentos menos agropecuarios. El récord fue Río Seco, donde el PJ se llevó el 58,86 por ciento de los sufragios, contra apenas 14,23 por ciento del Frente Cívico. Aun teniendo apenas 10.903 electores, Río Seco otorgó allí a UPC una ventaja de 3.178 votos, más del 10 por ciento de todos los votos de ventaja que sacó Juez en Capital.
Como contrapartida, el juecismo perdió presencia en departamentos en los que se descontaba su triunfo.
En 2007, en Colón –donde pesa Marcelino Gatica, compañero de fórmula de Juez– le había sacado una ventaja de 12.565 votos al peronismo. Esta vez, la cosa se invirtió, con 3.184 votos a favor de De la Sota.
También sucedió en Punilla. En 2007, Juez había “levantado” allí una diferencia a su favor de 2.891 sufragios, que este año cambiaron brutalmente y se transformaron en 6.997 sufragios a favor de UPC.
Atención, políticos. Quizá sea un dato importante para quienes ambicionan gobernar la provincia: en las últimas dos elecciones, el interior se las arregló para sentar al gobernador de Córdoba sin pedirle permiso a la Capital. Más vale que vayan pensando dónde llevar la capital alterna y mudarse, y ver cómo detectar qué sectores económicos defender. De la Sota la tenía reclara, parece.
Sin embargo, la clave del amplio triunfo de José Manuel de la Sota –aunque obviamente influido por el principal distrito– estuvo en su arrasadora recolección de votos en el interior provincial.
Vale hacer este ejercicio. En términos globales (y con el 97,7 por ciento de las mesas escrutadas), De la Sota le sacó a Juez 229.929 votos de ventaja en todo el territorio, equivalentes al 13,12 por ciento de los votos emitidos.
Si Juez hubiera logrado repetir la extraordinaria elección que hizo en la Capital en 2007 como candidato a gobernador –cuando sacó 24 puntos de ventaja en la ciudad–, aun así no le hubiese alcanzado: De la Sota habría mantenido una brecha a su favor, en todo el territorio provincial, de 115.633 votos, equivalentes al 6,6 por ciento de los votos válidos.
Es decir, no había con qué darle a la enorme diferencia de UPC en el interior.
Con San Justo, basta y sobra. Es difícil dimensionar el tamaño de esa brecha. Por dar un ejemplo: sólo los 33.903 votos de ventaja sobre Juez que logró De la Sota en San Justo sobraron para liquidar la diferencia a favor que Juez logró en Capital, que fue de 29.105 sufragios.
San Justo es, electoralmente, insignificante comparado con Capital. Por cada 100 electores capitalinos, en San Justo hay siete. El tema es que De la Sota sacó allí el 51,5 por ciento de los sufragios. Un aluvión, considerando que fue una elección entre tres opciones fuertes. El panorama de San Justo se repitió en toda la pampa gringa.
En Río Cuarto, De la Sota se alzó con más del 55 por ciento y le sacó a Juez 51.313 votos de ventaja, casi el doble de los que el frentista logró frente al peronista en la gigantesca Capital.
En el arco agropecuario del sur y el este, el notable desempeño de UPC se repite: en General Roca, el PJ le sacó 33 puntos de ventaja al Frente Cívico; en General San Martín, 32; en Juárez Celman, 30; en Marcos Juárez, 32; en Unión, 27.
El extremo en la zona sojera se dio en Roque Sáenz Peña, donde UPC se alzó con el 57,5 por ciento de los sufragios, más que duplicando al Frente Cívico.
De todos modos, no sólo de la soja se alimentó UPC. Barrió en los departamentos menos agropecuarios. El récord fue Río Seco, donde el PJ se llevó el 58,86 por ciento de los sufragios, contra apenas 14,23 por ciento del Frente Cívico. Aun teniendo apenas 10.903 electores, Río Seco otorgó allí a UPC una ventaja de 3.178 votos, más del 10 por ciento de todos los votos de ventaja que sacó Juez en Capital.
Como contrapartida, el juecismo perdió presencia en departamentos en los que se descontaba su triunfo.
En 2007, en Colón –donde pesa Marcelino Gatica, compañero de fórmula de Juez– le había sacado una ventaja de 12.565 votos al peronismo. Esta vez, la cosa se invirtió, con 3.184 votos a favor de De la Sota.
También sucedió en Punilla. En 2007, Juez había “levantado” allí una diferencia a su favor de 2.891 sufragios, que este año cambiaron brutalmente y se transformaron en 6.997 sufragios a favor de UPC.
Atención, políticos. Quizá sea un dato importante para quienes ambicionan gobernar la provincia: en las últimas dos elecciones, el interior se las arregló para sentar al gobernador de Córdoba sin pedirle permiso a la Capital. Más vale que vayan pensando dónde llevar la capital alterna y mudarse, y ver cómo detectar qué sectores económicos defender. De la Sota la tenía reclara, parece.