La economía ingresó ayer en una fase peligrosa: la “stagflation”. La aceleración de los precios que informó el INDEC, se mezcla con una clara caída en la actividad y ya hay estancamiento, con inflación.
Un ex ministro de Finanzas de Inglaterra acuñó ese término económico. Fue Ian McLead, a mediados de la década del ’60. Así lo dijo: “Ahora tenemos lo peor de ambos mundos. No sólo inflación, o el estancamiento, sino ambos juntos”. La economía comenzó a caer aquí por la –inmanejable– sequía. Pero la actividad se desplomó desde junio. La propia corrida cambiaria aceleró las remarcaciones: el índice pasó de un nivel del 2% mensual a otro del 4%. En septiembre llegaría al 5%. Así el propio INDEC confirmó el diagnóstico: inflación y recesión, la temible “estanflación”.
El Gobierno quiso combatir los precios con mucho voluntarismo. Ahora –y por las urgencias– intenta equilibrar la macroeconomía. Hubo anuncios, pero aún no se aplicaron las medidas. También subestimó el impacto de la inflación de costos y no le presta atención a algo clave: las expectativas inflacionarias y la indexación.
Así, la inflación se convirtió en el principal problema de la Argentina. Carcome los salarios, deprime el consumo y aumenta la marginalidad. La tensión reavivó disputas internas. María Eugenia Vidal es una de las más preocupadas: la inflación en el GBA fue 4,1% y complica al Conurbano.
Un ex ministro de Finanzas de Inglaterra acuñó ese término económico. Fue Ian McLead, a mediados de la década del ’60. Así lo dijo: “Ahora tenemos lo peor de ambos mundos. No sólo inflación, o el estancamiento, sino ambos juntos”. La economía comenzó a caer aquí por la –inmanejable– sequía. Pero la actividad se desplomó desde junio. La propia corrida cambiaria aceleró las remarcaciones: el índice pasó de un nivel del 2% mensual a otro del 4%. En septiembre llegaría al 5%. Así el propio INDEC confirmó el diagnóstico: inflación y recesión, la temible “estanflación”.
El Gobierno quiso combatir los precios con mucho voluntarismo. Ahora –y por las urgencias– intenta equilibrar la macroeconomía. Hubo anuncios, pero aún no se aplicaron las medidas. También subestimó el impacto de la inflación de costos y no le presta atención a algo clave: las expectativas inflacionarias y la indexación.
Así, la inflación se convirtió en el principal problema de la Argentina. Carcome los salarios, deprime el consumo y aumenta la marginalidad. La tensión reavivó disputas internas. María Eugenia Vidal es una de las más preocupadas: la inflación en el GBA fue 4,1% y complica al Conurbano.