ECONOMIA › EL JEFE DE GOBIERNO DIO DEFINICIONES EN LA UBA
La economía de Macri
El líder del PRO se presentó en la Facultad de Ciencias Económicas. Elogió a Chile, Perú y Colombia, habló de integrar la Alianza del Pacífico y sugirió tomar deuda.
Por Javier Lewkowicz
“Uruguay desarrolló la industria celulósica y ya participa en la formación mundial de ese precio. Nuestra Mesopotamia tiene cuatro veces más recursos forestales. Si apostamos a la industria forestal, podemos exportar más rollos de madera que trigo y maíz juntos. Uno de los lugares más pobres del país será uno de los más ricos. Tenemos las potencialidades. Y estamos nosotros, que si lo decidimos, les juro, lo vamos a hacer.” Así cerró el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, su participación en el Congreso de Economía organizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El precandidato presidencial estuvo ladeado por el decano José Luis Guisti, con quien intercambió chistes durante toda la presentación, y fue aplaudido por el público ante cada definición: cepo cambiario, inflación, retenciones, impuesto a las Ganancias, subsidios, la década del ’90, el Mercosur y la inseguridad.
Macri combinó su usual discurso en una tónica de “vecino” con varias referencias a su campaña nacional. Se centró en la apelación a la capacidad individual y a una “razonabilidad” que no detalló más allá de especificar todos los que considera errores, desastres y locuras del kirchnerismo. Mechó, sin embargo, definiciones propias.
“Estoy recorriendo la Argentina de la mano de los que me invitan por el Facebook. Les cuento la historia de Edgardo, casado, tres hijos, de Bahía Blanca. El estaba desempleado desde 2007 y aprendió él solo a arreglar motos. ‘Me gané unos cuantos mangos, el tema es que yo los tengo debajo del colchón. Se me está fumando la plata, no tengo dónde ponerla’, me dice. ‘Bueno, estás descubriendo la inflación, que es un impuesto perverso de un gobierno que hace todo mal’, le contesto”, citando el diálogo. “Hay que dejar de pelear y volver a crear instrumentos que generen igualdad de oportunidades. No sé ustedes, pero yo estoy harto de que me digan por ahí ‘che, ustedes con los recursos que tienen, ¿cómo hacen para estar tan mal?’”, completó su breve discurso, de unos quince minutos, el jefe de Gobierno.
Allí Guisti comenzó a leer, y Macri a contestar, los papelitos con preguntas que el personal de la facultad recolectó del público. ¿Cómo va a resolver el cepo cambiario?, fue el primero. “El cepo es hijo de la inflación. En nuestro gobierno la inflación no va a ser tema. La Argentina hoy en inflación está en el uno por ciento peor del planeta. Es una vergüenza. Nosotros llegaremos a un dígito de inflación en menos de un año, con la cantidad de dólares que andan dando vueltas en América latina…”, definió. No entró en detalles, pero la lógica que dejó entrever es que la toma de deuda resolvería el problema inflacionario. “Perú colocó deuda al 6 por ciento a 40 años. Esa es la Argentina que yo sueño, la que vamos a construir juntos”, se ilusionó Macri.
En el terreno fiscal, recordó su compromiso de que “a partir del 10 de diciembre de 2015 no van a existir las retenciones ni las limitaciones a la exportación. Sólo las retenciones a la soja van a permanecer y a bajar cinco puntos por año. Las retenciones se van a recuperar con mayor producción y más recaudación por el impuesto a las Ganancias”. Lo que no mencionó es que la eliminación de las retenciones tendría un impacto inflacionario, porque trasladaría al mercado interno el precio de exportación. Además, en relación con Ganancias, dijo que “las categorías que nunca habían pagado no van a pagar más”. Con respecto a los subsidios, Macri optó por un tono literario: “En donde sea necesario, el Estado va a estar. Mucha de la gente que visito tiene planes. Agradecen, pero no les alcanza. Me dicen que quieren existir, que se paran frente a un espejo y no se ven. ‘Soy tan pobre que soy inexistente para el resto del planeta’, dicen. La mayoría no quiere planes sino que le den una oportunidad. Vamos a capacitarlos”.
Consultado por su “primer compromiso”, Macri contestó que es “la pobreza”. “Para eso hay que recuperar la confianza. Todo lo que tenga que ver con eso va a estar en nuestro paquete inicial de leyes. Va a estar la autonomía del Banco Central, porque un país que estafa con su moneda no es un país confiable. Va a estar la derogación de la Ley de Abastecimiento. No es tan difícil: en Chile, Brasil, Colombia se han generado condiciones que han atraído millones y millones de dólares de inversión”, explicó. En relación con la política internacional, Macri apuesta a “revitalizar el Mercosur e integrarlo a la Alianza del Pacífico, que ha funcionado muy bien”.
Utilizó el sentido común al decir que “gobernar es como administrar tu casa, lo público no puede ser distinto a lo propio. En eso Boca fue una escuela muy grande”. No fue la única apelación a su querido club. Cuando le preguntaron por “el principal problema del país”, Macri respondió en broma “el culo que está teniendo River. Quiero que le ganemos a Cerro Porteño y que juguemos con River la semifinal de la Copa Su-damericana”. Ya hablando en serio, retomó la pregunta y cerró: “Creo que el principal problema es no haber creído que el cambio depende de nosotros mismos y no habernos hecho cargo de eso. Pero siento que algo está cambiando”.
La economía de Macri
El líder del PRO se presentó en la Facultad de Ciencias Económicas. Elogió a Chile, Perú y Colombia, habló de integrar la Alianza del Pacífico y sugirió tomar deuda.
Por Javier Lewkowicz
“Uruguay desarrolló la industria celulósica y ya participa en la formación mundial de ese precio. Nuestra Mesopotamia tiene cuatro veces más recursos forestales. Si apostamos a la industria forestal, podemos exportar más rollos de madera que trigo y maíz juntos. Uno de los lugares más pobres del país será uno de los más ricos. Tenemos las potencialidades. Y estamos nosotros, que si lo decidimos, les juro, lo vamos a hacer.” Así cerró el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, su participación en el Congreso de Economía organizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El precandidato presidencial estuvo ladeado por el decano José Luis Guisti, con quien intercambió chistes durante toda la presentación, y fue aplaudido por el público ante cada definición: cepo cambiario, inflación, retenciones, impuesto a las Ganancias, subsidios, la década del ’90, el Mercosur y la inseguridad.
Macri combinó su usual discurso en una tónica de “vecino” con varias referencias a su campaña nacional. Se centró en la apelación a la capacidad individual y a una “razonabilidad” que no detalló más allá de especificar todos los que considera errores, desastres y locuras del kirchnerismo. Mechó, sin embargo, definiciones propias.
“Estoy recorriendo la Argentina de la mano de los que me invitan por el Facebook. Les cuento la historia de Edgardo, casado, tres hijos, de Bahía Blanca. El estaba desempleado desde 2007 y aprendió él solo a arreglar motos. ‘Me gané unos cuantos mangos, el tema es que yo los tengo debajo del colchón. Se me está fumando la plata, no tengo dónde ponerla’, me dice. ‘Bueno, estás descubriendo la inflación, que es un impuesto perverso de un gobierno que hace todo mal’, le contesto”, citando el diálogo. “Hay que dejar de pelear y volver a crear instrumentos que generen igualdad de oportunidades. No sé ustedes, pero yo estoy harto de que me digan por ahí ‘che, ustedes con los recursos que tienen, ¿cómo hacen para estar tan mal?’”, completó su breve discurso, de unos quince minutos, el jefe de Gobierno.
Allí Guisti comenzó a leer, y Macri a contestar, los papelitos con preguntas que el personal de la facultad recolectó del público. ¿Cómo va a resolver el cepo cambiario?, fue el primero. “El cepo es hijo de la inflación. En nuestro gobierno la inflación no va a ser tema. La Argentina hoy en inflación está en el uno por ciento peor del planeta. Es una vergüenza. Nosotros llegaremos a un dígito de inflación en menos de un año, con la cantidad de dólares que andan dando vueltas en América latina…”, definió. No entró en detalles, pero la lógica que dejó entrever es que la toma de deuda resolvería el problema inflacionario. “Perú colocó deuda al 6 por ciento a 40 años. Esa es la Argentina que yo sueño, la que vamos a construir juntos”, se ilusionó Macri.
En el terreno fiscal, recordó su compromiso de que “a partir del 10 de diciembre de 2015 no van a existir las retenciones ni las limitaciones a la exportación. Sólo las retenciones a la soja van a permanecer y a bajar cinco puntos por año. Las retenciones se van a recuperar con mayor producción y más recaudación por el impuesto a las Ganancias”. Lo que no mencionó es que la eliminación de las retenciones tendría un impacto inflacionario, porque trasladaría al mercado interno el precio de exportación. Además, en relación con Ganancias, dijo que “las categorías que nunca habían pagado no van a pagar más”. Con respecto a los subsidios, Macri optó por un tono literario: “En donde sea necesario, el Estado va a estar. Mucha de la gente que visito tiene planes. Agradecen, pero no les alcanza. Me dicen que quieren existir, que se paran frente a un espejo y no se ven. ‘Soy tan pobre que soy inexistente para el resto del planeta’, dicen. La mayoría no quiere planes sino que le den una oportunidad. Vamos a capacitarlos”.
Consultado por su “primer compromiso”, Macri contestó que es “la pobreza”. “Para eso hay que recuperar la confianza. Todo lo que tenga que ver con eso va a estar en nuestro paquete inicial de leyes. Va a estar la autonomía del Banco Central, porque un país que estafa con su moneda no es un país confiable. Va a estar la derogación de la Ley de Abastecimiento. No es tan difícil: en Chile, Brasil, Colombia se han generado condiciones que han atraído millones y millones de dólares de inversión”, explicó. En relación con la política internacional, Macri apuesta a “revitalizar el Mercosur e integrarlo a la Alianza del Pacífico, que ha funcionado muy bien”.
Utilizó el sentido común al decir que “gobernar es como administrar tu casa, lo público no puede ser distinto a lo propio. En eso Boca fue una escuela muy grande”. No fue la única apelación a su querido club. Cuando le preguntaron por “el principal problema del país”, Macri respondió en broma “el culo que está teniendo River. Quiero que le ganemos a Cerro Porteño y que juguemos con River la semifinal de la Copa Su-damericana”. Ya hablando en serio, retomó la pregunta y cerró: “Creo que el principal problema es no haber creído que el cambio depende de nosotros mismos y no habernos hecho cargo de eso. Pero siento que algo está cambiando”.