La espada de Damocles dio un paso adelante

La Cámara de Apelaciones de Nueva York escribió un nuevo capítulo en la saga de la reestructuración de la deuda pública argentina. En principio, es un mala noticia. Por un lado, y dentro de lo que era esperable, la Cámara ratificó que los holdouts tienen derecho a cobrar la totalidad de la deuda y rechazó la oferta argentina de pagarles lo mismo que al resto de los bonistas que aceptaron el canje de deuda.
Había pocas posibilidades de que la Cámara fallara de otra manera, ya que siempre dijo que su deber es hacer respetar los contratos, y la letra fría de la ley dice que los bonistas tienen derecho a cobrar 100% del monto original de la deuda más intereses adeudados y punitorios. Reclaman 1300 millones de dólares.
El problema más serio aparece por el lado del mecanismo que se establece para que se cumpla el fallo. Hasta ahora los holdouts ganaban los juicios, pero no lograban cobrar, ya que la Argentina diseñó una ingeniería financiera y operativa orientada a evitar embargos, y la verdad es que ha venido funcionando bien. En este caso, el mecanismo de cobro que se estableció por parte de Griesa como de esta Cámara en el fallo anterior establecían que se les pagaría a los holdouts con parte de los fondos que gira la Argentina a través del Bank of New York (BONY) para cumplir con el servicio de la deuda, lo cual implicaría que los bonistas que entraron al canje no cobrarían el total del monto que les corresponde. El resultado sería un default técnico.
La esperanza argentina era que la Cámara considerara que si el BONY no pudiera pagarles a los bonistas habría un efecto negativo sobre la plaza financiera de Nueva York, lo que podría llevar a que emisores de deuda prefirieran ir a otras plazas como Londres o Luxemburgo. Por lo tanto, se esperaba el apoyo a la Argentina.
La mala noticia es que la Cámara fue muy dura con el BONY y consideró que, en realidad, cooperó con la Argentina en diseñar un mecanismo de pago para evitar embargos, con lo cual las chances de un default técnico aumentaron.
El mercado tomó la noticia con calma, tal vez porque ya anticipaba un fallo a favor de los holdouts , y los precios de los bonos argentinos se mantuvieron relativamente estables. Aún queda la instancia de la Corte Suprema, si toma el caso. En el ínterin la sentencia sigue en suspenso y la Argentina sigue pagando como hasta ahora. Pero la espada de Damocles dio un paso adelante. .

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