Fueron dos charlas informales, ambas en off the record. La primera, con uno de los funcionarios de más alto nivel de la Casa Rosada. La otra, con un banquero de mucho peso, economista de una entidad financiera líder. A este cronista lo asombró el paralelismo entre las definiciones de ambos en una agenda que incluye el crecimiento, la inflación, las inversiones. El banquero agrega alguna duda sobre el futuro de la balanza comercial, esto es, el tipo de cambio. El funcionario destaca aspectos de la gobernabilidad política, el futuro del kirchnerismo, las encuestas. Aquí el resumen.
Funcionario: “Con la inflación nos atrasamos un trimestre, es cierto, pero sólo un trimestre. Esto es, no llegamos a que para fin de año la inflación anualizada esté en el 25%, como había dicho Prat-Gay, pero será a fines de marzo del año próximo. Es sólo un trimestre más tarde. Pero la inflación de junio ya empezará con un 2 (o será menor a 3%, como se quiere decir) y que hay un sendero descendente”.
Banquero: “En junio la inflación será alrededor de 2,5%, va a ir convergiendo, yo la veo por debajo del 2% mensual en el corto plazo, El consenso del mercado es que el año próximo estará entre 15 y 20 por ciento”.
Funcionario: “Me contaron un buen chiste, ese en el que una de las monjas del convento de General Rodríguez dice que ya había llegado el segundo semestre porque le llovían dólares por arriba del cerco. Pero más allá de la broma, ya la economía empieza a mostrar un cambio de tendencia. La recuperación ya empezó, poco a poco se va a sentir. La inflación que baja y la obra pública que crece son los ejes del segundo semestre. Ya pasamos el peor momento. El aguinaldo será el punto de quiebre: ayudará a superar el ajuste del bolsillo, ya se habrá pagado las facturas de servicios, se empezará a salir. Pero no hay que tener tanta ansiedad: la gente hoy dice en las encuestas que el Gobierno necesita un año para mejorar las cosas, tenemos tiempo. Elegimos un camino gradualista, hay que ver el proceso”.
Banquero: “Lo más importante es que hasta hace poco en el mercado internacional creían que Argentina sería la próxima Venezuela y ya no nos ven así. Eso es clave. El consenso de los economistas es que el año próximo el crecimiento será de 2,5, 3 o 3,5 por ciento. Nosotros en el banco apostamos a que llegará al 5%. ¿Por qué esa diferencia? Porque nosotros creemos que la tasa de inversión crecerá un 15%, contra un 7% de otros analistas. Pero lo importante es que lo opinado hoy es la intensidad de la recuperación económica, no si habrá recuperación. Menos inflación y más crecimiento es algo en lo que coincidimos la enorme mayoría de los economistas. Bajará el temor a perder el empleo, y eso pesará en el consumo, que podrá recuperarse. No este año, que en el mejor de los mundos terminará 0 a 0, pero en 2017 crecerá 2 o 3%, no mucho porque no se recuperarán los salarios, pero crecerá. Pero lo que viene e impactará en el crecimiento es la inversión en infraestructura. Al principio, mucho de parte del Estado, pero poco a poco habrá más inversión de las empresas. Eso sí, tendremos que encontrar una nueva medida de cuenta, hay que volver a recuperar la credibilidad al sistema de indexación del CER, para que los contratos de obra puedan hacerse realmente”.
Funcionario: “¿Qué me preocupa? Tres cosas. Que baje la inflación. Que se ponga en marcha la obra pública. Terminar el aterrizaje y estar ya fuera de lo peor de la turbulencia”.
Banquero: “¿Qué me preocupa? Tenemos que seguir con atención el saldo comercial. Las inversiones se harán con mucha importación de bienes de capital, pero a la vez no habrá crecimiento para las exportaciones, porque el mundo no tiene lugar para eso. No es un tema grave, pero tendremos saldos en rojo en el comercio exterior. Es que el atraso del tipo de cambio de este año no se va a recuperar; sólo queda esperar que en 2017 el dólar no se atrase más aún”.
Funcionario: “¿Un punto fuerte? Tenemos una alta imagen positiva, hoy 63%, fluctúa entre 50 y 70%. Cristina es el espejo en el que la gente nos compara, no se si nos conviene o no, pero es así. Y Cristina está empezando a tener un mayor índice de condena social por los casos de corrupción. Y no hay apoyo del PJ territorial, el racional, para ubicarse frente al Gobierno.”
Banquero: ¿Un punto fuerte? La economía tiene algunos datos que pueden parecer negativos pero que son fuertes potencialidades. Por un lado, el bajo nivel de crédito hace que esperemos que esa variable crezca mucho el año próximo, potenciando el crecimiento. Lo mismo pasa con la baja tasa de crecimiento de los últimos 4 años; eso genera consumo e inversión reprimidos, atrasados, que pueden despegar en el futuro.”
¿Una sorprendente de cada uno? El banquero cree que “el año próximo el sistema financiero, por el alza del crédito, crecerá más que toda la economía”. El funcionario dice que “el ajuste tarifario representa un gasto adicional de $ 700 por mes por familia en agua, gas, luz y transporte. Es una pérdida del 5% del poder adquisitivo del salario. La readecuación tarifaria fue enormemente exitosa”. Y no fue Aranguren el que lo dijo, se lo juro. Hasta la próxima.
Funcionario: “Con la inflación nos atrasamos un trimestre, es cierto, pero sólo un trimestre. Esto es, no llegamos a que para fin de año la inflación anualizada esté en el 25%, como había dicho Prat-Gay, pero será a fines de marzo del año próximo. Es sólo un trimestre más tarde. Pero la inflación de junio ya empezará con un 2 (o será menor a 3%, como se quiere decir) y que hay un sendero descendente”.
Banquero: “En junio la inflación será alrededor de 2,5%, va a ir convergiendo, yo la veo por debajo del 2% mensual en el corto plazo, El consenso del mercado es que el año próximo estará entre 15 y 20 por ciento”.
Funcionario: “Me contaron un buen chiste, ese en el que una de las monjas del convento de General Rodríguez dice que ya había llegado el segundo semestre porque le llovían dólares por arriba del cerco. Pero más allá de la broma, ya la economía empieza a mostrar un cambio de tendencia. La recuperación ya empezó, poco a poco se va a sentir. La inflación que baja y la obra pública que crece son los ejes del segundo semestre. Ya pasamos el peor momento. El aguinaldo será el punto de quiebre: ayudará a superar el ajuste del bolsillo, ya se habrá pagado las facturas de servicios, se empezará a salir. Pero no hay que tener tanta ansiedad: la gente hoy dice en las encuestas que el Gobierno necesita un año para mejorar las cosas, tenemos tiempo. Elegimos un camino gradualista, hay que ver el proceso”.
Banquero: “Lo más importante es que hasta hace poco en el mercado internacional creían que Argentina sería la próxima Venezuela y ya no nos ven así. Eso es clave. El consenso de los economistas es que el año próximo el crecimiento será de 2,5, 3 o 3,5 por ciento. Nosotros en el banco apostamos a que llegará al 5%. ¿Por qué esa diferencia? Porque nosotros creemos que la tasa de inversión crecerá un 15%, contra un 7% de otros analistas. Pero lo importante es que lo opinado hoy es la intensidad de la recuperación económica, no si habrá recuperación. Menos inflación y más crecimiento es algo en lo que coincidimos la enorme mayoría de los economistas. Bajará el temor a perder el empleo, y eso pesará en el consumo, que podrá recuperarse. No este año, que en el mejor de los mundos terminará 0 a 0, pero en 2017 crecerá 2 o 3%, no mucho porque no se recuperarán los salarios, pero crecerá. Pero lo que viene e impactará en el crecimiento es la inversión en infraestructura. Al principio, mucho de parte del Estado, pero poco a poco habrá más inversión de las empresas. Eso sí, tendremos que encontrar una nueva medida de cuenta, hay que volver a recuperar la credibilidad al sistema de indexación del CER, para que los contratos de obra puedan hacerse realmente”.
Funcionario: “¿Qué me preocupa? Tres cosas. Que baje la inflación. Que se ponga en marcha la obra pública. Terminar el aterrizaje y estar ya fuera de lo peor de la turbulencia”.
Banquero: “¿Qué me preocupa? Tenemos que seguir con atención el saldo comercial. Las inversiones se harán con mucha importación de bienes de capital, pero a la vez no habrá crecimiento para las exportaciones, porque el mundo no tiene lugar para eso. No es un tema grave, pero tendremos saldos en rojo en el comercio exterior. Es que el atraso del tipo de cambio de este año no se va a recuperar; sólo queda esperar que en 2017 el dólar no se atrase más aún”.
Funcionario: “¿Un punto fuerte? Tenemos una alta imagen positiva, hoy 63%, fluctúa entre 50 y 70%. Cristina es el espejo en el que la gente nos compara, no se si nos conviene o no, pero es así. Y Cristina está empezando a tener un mayor índice de condena social por los casos de corrupción. Y no hay apoyo del PJ territorial, el racional, para ubicarse frente al Gobierno.”
Banquero: ¿Un punto fuerte? La economía tiene algunos datos que pueden parecer negativos pero que son fuertes potencialidades. Por un lado, el bajo nivel de crédito hace que esperemos que esa variable crezca mucho el año próximo, potenciando el crecimiento. Lo mismo pasa con la baja tasa de crecimiento de los últimos 4 años; eso genera consumo e inversión reprimidos, atrasados, que pueden despegar en el futuro.”
¿Una sorprendente de cada uno? El banquero cree que “el año próximo el sistema financiero, por el alza del crédito, crecerá más que toda la economía”. El funcionario dice que “el ajuste tarifario representa un gasto adicional de $ 700 por mes por familia en agua, gas, luz y transporte. Es una pérdida del 5% del poder adquisitivo del salario. La readecuación tarifaria fue enormemente exitosa”. Y no fue Aranguren el que lo dijo, se lo juro. Hasta la próxima.