En un organigrama que muestra el hemiciclo con las 72 bancas del Senado, el oficialismo empezó a hacer el punteo de cómo votarían los senadores la ley de Reforma Electoral. A los que están a favor, les colorea las bancas de amarillo. A los que están en contra, de verde. A las de los indecisos, las deja en blanco. Según el oficialismo, anoche las bancas pintadas de amarillo sumaban 38, exactamente una más que los 37 votos que se necesitan para aprobar la iniciativa en el recinto. Eso sí: hay que restar al radical Ángel Rozas, quien se encuentra de licencia por enfermedad y no estaría presente el día de la votación, con lo que en realidad la cuenta daría 37.
Pero para la oposición el oficialismo peca de un optimismo sin fundamento y estaría aún lejos de sumar esa cantidad de votos. Para peor, las negociaciones aún se encuentran empantanadas en el eje crucial de la ley: qué tipo de dispositivo digital podrían llevar las boletas electrónicas. El oficialismo insiste en que la ley salga con una redacción que permita incorporar el uso de chips. Un sector del FpV dispuesto a acompañar la reforma rechaza el chip pero estaría dispuesto a aceptar que las boletas lleven un código digital impreso.
El interbloque Cambiemos buscará dar dictamen favorable a la iniciativa mañana mismo en un plenario de comisiones. Su objetivo es que se la vote el jueves 24.
En el oficialismo aseguraban ayer contar con la cantidad exacta de firmas para darle despacho a la iniciativa, aunque admitían que posiblemente con algunos cambios propuestos por la mayoritaria bancada del FpV, entre ellos la gradualidad de la implementación del nuevo sistema (se arrancaría por 8 provincias).
«Creemos que es posible que la ley se apruebe. Esperamos terminar el año con una ley que elimina el fraude», dijo a Clarín el senador macrista Federico Pinedo.
El entusiasmo oficialista contrasta con un comentario que ayer el jefe del FpV, Miguel Pichetto, le hizo al ministro del Interior Rogelio Frigerio. «La tienen difícil», le habría dicho el senador al funcionario.
La pretensión de la Casa Rosada es que el texto de la ley salga del Senado con una redacción «abierta» para que posteriormente se puedan incorporar chips a las boletas electrónicas.
Pero en el sector del FpV que se muestra dispuesto a modificar el sistema de votación en principio pretenden insistir con su propia propuesta de que el nuevo sistema imprima boletas en el cuarto oscuro pero sin sistema digital para su conteo. A lo sumo, este grupo podría aceptar que las boletas incorporen un código QR o de barras para su recuento digital.
De ser cierto que habrían alcanzando los números para el dictamen y la votación en el recinto, el problema del oficialismo es que contarían con una mayoría muy ajustada y con el peligro de que a último momento algún senador cambie de posición.
En esa línea debería interpretarse la reunión de ayer de Macri con 9 mandatarios provinciales. «El encuentro sirvió para consolidar los votos que ya tenemos», explicaron ayer en el oficialismo.
Su mayor problema reside en que hay un núcleo duro de gobernadores que están en contra la ley, entre los que se encuentran los de Formosa, Santiago del Estero y Tucumán. El ala más K del bloque también rechaza el proyecto.
Con la presencia de numerosos expertos -varios se pronunciaron a favor del sistema electrónico, pero muchos en contra- ayer siguió el debate en comisión de la iniciativa. El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, el K Marcelo Fuentes, quiere seguir con la discusión hasta el próximo martes. lo que heriría la intención del oficialismo de dar dictamen mañana. Habrá que ver si lo consigue.
Pero para la oposición el oficialismo peca de un optimismo sin fundamento y estaría aún lejos de sumar esa cantidad de votos. Para peor, las negociaciones aún se encuentran empantanadas en el eje crucial de la ley: qué tipo de dispositivo digital podrían llevar las boletas electrónicas. El oficialismo insiste en que la ley salga con una redacción que permita incorporar el uso de chips. Un sector del FpV dispuesto a acompañar la reforma rechaza el chip pero estaría dispuesto a aceptar que las boletas lleven un código digital impreso.
El interbloque Cambiemos buscará dar dictamen favorable a la iniciativa mañana mismo en un plenario de comisiones. Su objetivo es que se la vote el jueves 24.
En el oficialismo aseguraban ayer contar con la cantidad exacta de firmas para darle despacho a la iniciativa, aunque admitían que posiblemente con algunos cambios propuestos por la mayoritaria bancada del FpV, entre ellos la gradualidad de la implementación del nuevo sistema (se arrancaría por 8 provincias).
«Creemos que es posible que la ley se apruebe. Esperamos terminar el año con una ley que elimina el fraude», dijo a Clarín el senador macrista Federico Pinedo.
El entusiasmo oficialista contrasta con un comentario que ayer el jefe del FpV, Miguel Pichetto, le hizo al ministro del Interior Rogelio Frigerio. «La tienen difícil», le habría dicho el senador al funcionario.
La pretensión de la Casa Rosada es que el texto de la ley salga del Senado con una redacción «abierta» para que posteriormente se puedan incorporar chips a las boletas electrónicas.
Pero en el sector del FpV que se muestra dispuesto a modificar el sistema de votación en principio pretenden insistir con su propia propuesta de que el nuevo sistema imprima boletas en el cuarto oscuro pero sin sistema digital para su conteo. A lo sumo, este grupo podría aceptar que las boletas incorporen un código QR o de barras para su recuento digital.
De ser cierto que habrían alcanzando los números para el dictamen y la votación en el recinto, el problema del oficialismo es que contarían con una mayoría muy ajustada y con el peligro de que a último momento algún senador cambie de posición.
En esa línea debería interpretarse la reunión de ayer de Macri con 9 mandatarios provinciales. «El encuentro sirvió para consolidar los votos que ya tenemos», explicaron ayer en el oficialismo.
Su mayor problema reside en que hay un núcleo duro de gobernadores que están en contra la ley, entre los que se encuentran los de Formosa, Santiago del Estero y Tucumán. El ala más K del bloque también rechaza el proyecto.
Con la presencia de numerosos expertos -varios se pronunciaron a favor del sistema electrónico, pero muchos en contra- ayer siguió el debate en comisión de la iniciativa. El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, el K Marcelo Fuentes, quiere seguir con la discusión hasta el próximo martes. lo que heriría la intención del oficialismo de dar dictamen mañana. Habrá que ver si lo consigue.