A diferencia del acuerdo con Jamaica de 2016, aprobado el 11 de noviembre de ese año por el directorio político del Fondo Monetario y refrendado por su staff técnico en el reporte publicado apenas cuatro días después, el stand-by por 50.000 millones de dólares que acordó Christine Lagarde con Mauricio Macri logró la venia del directorio el 20 de junio pasado y todavía no tuvo su «staff report» más de tres semanas después. La demora, que también implica que no se conozcan en detalle los compromisos que asumió el Gobierno ante al organismo, no tiene antecedentes en los últimos años y expresa los reparos de un ala de sus tecnócratas respecto del futuro del nuevo plan económico fijado tras la corrida cambiaria.