«¿Qué va a hacer la República Argentina con la amenaza de Gran Bretaña por el lanzamiento de supuestos misiles [en Malvinas]?», preguntó un periodista durante la conferencia que el presidente Mauricio Macri brindó en Roma tras su encuentro con el papa Francisco en el Vaticano.
«Si tiene alguna inquietud del tema Malvinas, está la canciller acá en la embajada, así que se va a cobrar cualquier consulta», contestó Macri, luego de aclarar que ese tema no fue tratado durante la audiencia privada con el Papa.
Al terminar la conferencia, Macri se retiró del salón de la embajada argentina ante la Santa Sede, donde se realizó el encuentro con la prensa, y la canciller Susana Malcorra ocupó su lugar frente al micrófono.
«Esta es una reiteración de una práctica que ha tenido el Reino Unido desde hace ya mucho tiempo, que son los ejercicios en la región. No es algo nuevo, lo cual no le quita seriedad ni gravedad. Nos parece que no corresponde», aseguró la ministra de Relaciones Exteriores.
Malcorra explicó que el Gobierno se enteró de los ejercicios militares previstos en Malvinas la semana próxima, que incluyen el lanzamiento de misiles Rapier, de corto alcance, por «una comunicación de forma dentro de los mecanismos normales».
«Nos produjo una pena que se continúe con esta practica. Hemos dado una carta con una queja formal al embajador del Reino Unido en Buenos Aires. Y también hemos agregado una carta formal al secretario general de Naciones Unidas comunicando nuestra desazón», detalló la canciller.
«Hemos reaccionado de manera inmediata dentro de los instrumentos de manejo internacional a los cuales adherimos», sintetizó Malcorra.
Ayer, cuando trascendió la información sobre los ejercicios militares del Reino Unido previstos en las islas Malvinas, el embajador británico en Buenos Aires, Mark Kent, fue citado al despacho del vicecanciller Carlos Foradori.
Foradori le entregó a Kent una nota de protesta formal, en la que la Argentina le exige al Reino Unido que se «abstenga de realizar» los ejercicios militares. El embajador británico argumentó que los ejercicios militares son operaciones de rutina y que fueron programados hace varios meses para realizarlos entre el 19 y el 28 de octubre. Si bien sólo tomó nota del reclamo, admitió que es muy difícil que se pueda volver atrás.
«Si tiene alguna inquietud del tema Malvinas, está la canciller acá en la embajada, así que se va a cobrar cualquier consulta», contestó Macri, luego de aclarar que ese tema no fue tratado durante la audiencia privada con el Papa.
Al terminar la conferencia, Macri se retiró del salón de la embajada argentina ante la Santa Sede, donde se realizó el encuentro con la prensa, y la canciller Susana Malcorra ocupó su lugar frente al micrófono.
«Esta es una reiteración de una práctica que ha tenido el Reino Unido desde hace ya mucho tiempo, que son los ejercicios en la región. No es algo nuevo, lo cual no le quita seriedad ni gravedad. Nos parece que no corresponde», aseguró la ministra de Relaciones Exteriores.
Malcorra explicó que el Gobierno se enteró de los ejercicios militares previstos en Malvinas la semana próxima, que incluyen el lanzamiento de misiles Rapier, de corto alcance, por «una comunicación de forma dentro de los mecanismos normales».
«Nos produjo una pena que se continúe con esta practica. Hemos dado una carta con una queja formal al embajador del Reino Unido en Buenos Aires. Y también hemos agregado una carta formal al secretario general de Naciones Unidas comunicando nuestra desazón», detalló la canciller.
«Hemos reaccionado de manera inmediata dentro de los instrumentos de manejo internacional a los cuales adherimos», sintetizó Malcorra.
Ayer, cuando trascendió la información sobre los ejercicios militares del Reino Unido previstos en las islas Malvinas, el embajador británico en Buenos Aires, Mark Kent, fue citado al despacho del vicecanciller Carlos Foradori.
Foradori le entregó a Kent una nota de protesta formal, en la que la Argentina le exige al Reino Unido que se «abstenga de realizar» los ejercicios militares. El embajador británico argumentó que los ejercicios militares son operaciones de rutina y que fueron programados hace varios meses para realizarlos entre el 19 y el 28 de octubre. Si bien sólo tomó nota del reclamo, admitió que es muy difícil que se pueda volver atrás.