Por primera vez, y en Nueva York, la Presidenta se refirió a la marcha de los caceroleros de hace diez días. No hubo ataques ni reproches hacia ellos, sólo una consideración general de que hay que pensar en las mayorías y pensar en el bien común.
La semana pasada analizábamos que los silencios en el kirchnerismo suelen ser significativos. Y las expresiones de la Presidenta, alejadas del calor de la marcha, fueron más reflexivas y comtemporizadoras que otras declaraciones que suele hacer desde el atril. La Presidenta no puede ignorar, y se ve que no lo ha hecho íntimamente, esa manifestación, más allá de ciertas consignas y símbolos -condenables- que pudieran llevar ciertos grupos. Y que hay un espacio de reflexión al interior del poder.
Antes de que termine este año, o en los albores del próximo, podría haber recambios en el grupo de colaboradores que acompañan a la Presidenta. Hay situaciones bicéfalas que no se pueden sostener en el tiempo, y hay sectores de la gestión en la administración del estado, que no terminan de convencer a la Presidenta, que seguramente van a requerir de cambios de protagonistas y tal vez, de políticas.
Hay nombres que ya ni siquiera le sirven a la Presidenta para alguna función, y que terminan perjudicándola en forma directa. Por ejemplo, Guillermo Moreno, que suma denuncias de aprietes y malos tratos, mientras los precios de los artículos de la canasta básica de alimentos se escapan a diario de su control. Y los supermercados han vuelto a remarcaciones, que hasta la propia Presidenta llamó la atención. ¿No era acaso parte de su política, el control de precios?
A comienzos de 2013, con el año electoral en marcha, el gobierno también buscará flexibilizar algunas normas de la economía que provocaron el enojo de sectores de la clase media. Seguramente se anunciará en los próximos meses, para que comience a regir el 1º de enero la suba en el mínimo no imponible, para la cuarta categoría de ganancias.
Y hay que seguir con atención la asistencia técnica que el FMI brindará a la Argentina para el cambio en las mediciones del Indec.
Pese la dura embestida presidencial de ayer en la ONU contra la titular del Fondo, el gobierno mantiene en estudio la creación de un IPC que tenga alcance nacional y que reemplace al actual que mide sólo la ciudad de Buenos Aires y sectores de la provincia. Será fundamental el encuentro que el Ministro Lorenzino pueda tener en Tokio con técnicos del FMI, dentro de quince días, cuando se concrete la cumbre del Banco Mundial – FMI.
Si el gobierno parece haber entrado en un etapa de reflexión, la oposición, que no logra encontrar la luz al final del túnel, está en en estado deliberativo, buscando a algún líder que les ilumine el camino. No lo tienen aún y se les hace difícil.
El PRO ha entrado en pánico ante la negativa firme de Gabriela Michetti de no jugar en la provincia de Buenos Aires. Pese a las presiones que sigue recibiendo, la diputada ha reiterado su decisión de seguir en la ciudad de Buenos Aires, donde aspira a ser candidata a senadora el año próximo y a Jefa de gobierno en el 2015. Michetti siente que no puede dejar de lado su compromiso con la ciudad de Buenos Aires, y sobre todo, cuando ha basado su discurso en la nueva política que dice representar, pegar el salto a la provincia, donde no se ve con futuro político. Su entorno habla, una vez más de que la quieren sacar de juego de la ciudad.
Por esta decisión -que hoy tratará de ser revertida por Macri en un encuentro reservado con la diputada para presionarla personalmente-, el Pro está en estado de revulsión interno, con cruces de acusaciones entre los principales dirigentes, porque se achacan que no piensan en el Proyecto Mauri 2015, y que sólo juegan la personal.
Esta situación facilitaría un acuerdo político entre el PRO y el partido de Francisco de Narváez, hoy por hoy el dirigente de la oposición mejor posicionado en las encuestas para las legislativas del año próximo. Las conversaciones ya se han iniciado, pero chocan por ahora con Mauricio Macri que quiere arrancar a De Narváez el compromiso político de apoyo a su candidatura presidencial en el 2015, gesto que el actual diputado no quiere cerrar porque considera -validamente- que tiene que haber un 2013 para que exista un 2015.
El último estudio de opinión pública del consultor Carlos Fara no es alentador para Macri. Ha caído su imagen positiva y no logra posicionarse como líder de la oposición. Antes que él hay varios peronistas, y está el líder del FAP, Hermes Binner, entre las preferencias del electorado. El problema de Macri es que no logra anclaje político en el interior, y cada vez se aleja más la posibilidad de que algún sector importante del peronismo lo siga al 2015.
Por otra parte, el acto de ayer frente a Tribunales donde se logró reunir buena parte del peronismo no alineado con el gobierno, para solicitar a la justicia la reapertura de la causa por el asesinato de José Ignacio Rucci, podría ser el primer paso para la concreción de un Peronismo anti Cristinista, con referentes como Moyano, De la Sota, De Narváez, Busti y, obviamente, Claudia Rucci.
Ya hubo encuentros entre varios de ellos que seguirán en los próximos días. Quieren que se sume el gobernador bonaerense Daniel Scioli, que difícilmente de ese paso, en momentos en que ha logrado cierta paz con el gobierno nacional y alguna promesa de integrar listas en conjunto el año próximo. El entorno de Scioli ha visto con buenos ojos la designación de Sabatella en el Afsca, porque sostienen que no sólo lo sacan de juego en la provincia, sin que ha sido una quita de poder para el vice Gabriel Mariotto.
La semana pasada analizábamos que los silencios en el kirchnerismo suelen ser significativos. Y las expresiones de la Presidenta, alejadas del calor de la marcha, fueron más reflexivas y comtemporizadoras que otras declaraciones que suele hacer desde el atril. La Presidenta no puede ignorar, y se ve que no lo ha hecho íntimamente, esa manifestación, más allá de ciertas consignas y símbolos -condenables- que pudieran llevar ciertos grupos. Y que hay un espacio de reflexión al interior del poder.
Antes de que termine este año, o en los albores del próximo, podría haber recambios en el grupo de colaboradores que acompañan a la Presidenta. Hay situaciones bicéfalas que no se pueden sostener en el tiempo, y hay sectores de la gestión en la administración del estado, que no terminan de convencer a la Presidenta, que seguramente van a requerir de cambios de protagonistas y tal vez, de políticas.
Hay nombres que ya ni siquiera le sirven a la Presidenta para alguna función, y que terminan perjudicándola en forma directa. Por ejemplo, Guillermo Moreno, que suma denuncias de aprietes y malos tratos, mientras los precios de los artículos de la canasta básica de alimentos se escapan a diario de su control. Y los supermercados han vuelto a remarcaciones, que hasta la propia Presidenta llamó la atención. ¿No era acaso parte de su política, el control de precios?
A comienzos de 2013, con el año electoral en marcha, el gobierno también buscará flexibilizar algunas normas de la economía que provocaron el enojo de sectores de la clase media. Seguramente se anunciará en los próximos meses, para que comience a regir el 1º de enero la suba en el mínimo no imponible, para la cuarta categoría de ganancias.
Y hay que seguir con atención la asistencia técnica que el FMI brindará a la Argentina para el cambio en las mediciones del Indec.
Pese la dura embestida presidencial de ayer en la ONU contra la titular del Fondo, el gobierno mantiene en estudio la creación de un IPC que tenga alcance nacional y que reemplace al actual que mide sólo la ciudad de Buenos Aires y sectores de la provincia. Será fundamental el encuentro que el Ministro Lorenzino pueda tener en Tokio con técnicos del FMI, dentro de quince días, cuando se concrete la cumbre del Banco Mundial – FMI.
Si el gobierno parece haber entrado en un etapa de reflexión, la oposición, que no logra encontrar la luz al final del túnel, está en en estado deliberativo, buscando a algún líder que les ilumine el camino. No lo tienen aún y se les hace difícil.
El PRO ha entrado en pánico ante la negativa firme de Gabriela Michetti de no jugar en la provincia de Buenos Aires. Pese a las presiones que sigue recibiendo, la diputada ha reiterado su decisión de seguir en la ciudad de Buenos Aires, donde aspira a ser candidata a senadora el año próximo y a Jefa de gobierno en el 2015. Michetti siente que no puede dejar de lado su compromiso con la ciudad de Buenos Aires, y sobre todo, cuando ha basado su discurso en la nueva política que dice representar, pegar el salto a la provincia, donde no se ve con futuro político. Su entorno habla, una vez más de que la quieren sacar de juego de la ciudad.
Por esta decisión -que hoy tratará de ser revertida por Macri en un encuentro reservado con la diputada para presionarla personalmente-, el Pro está en estado de revulsión interno, con cruces de acusaciones entre los principales dirigentes, porque se achacan que no piensan en el Proyecto Mauri 2015, y que sólo juegan la personal.
Esta situación facilitaría un acuerdo político entre el PRO y el partido de Francisco de Narváez, hoy por hoy el dirigente de la oposición mejor posicionado en las encuestas para las legislativas del año próximo. Las conversaciones ya se han iniciado, pero chocan por ahora con Mauricio Macri que quiere arrancar a De Narváez el compromiso político de apoyo a su candidatura presidencial en el 2015, gesto que el actual diputado no quiere cerrar porque considera -validamente- que tiene que haber un 2013 para que exista un 2015.
El último estudio de opinión pública del consultor Carlos Fara no es alentador para Macri. Ha caído su imagen positiva y no logra posicionarse como líder de la oposición. Antes que él hay varios peronistas, y está el líder del FAP, Hermes Binner, entre las preferencias del electorado. El problema de Macri es que no logra anclaje político en el interior, y cada vez se aleja más la posibilidad de que algún sector importante del peronismo lo siga al 2015.
Por otra parte, el acto de ayer frente a Tribunales donde se logró reunir buena parte del peronismo no alineado con el gobierno, para solicitar a la justicia la reapertura de la causa por el asesinato de José Ignacio Rucci, podría ser el primer paso para la concreción de un Peronismo anti Cristinista, con referentes como Moyano, De la Sota, De Narváez, Busti y, obviamente, Claudia Rucci.
Ya hubo encuentros entre varios de ellos que seguirán en los próximos días. Quieren que se sume el gobernador bonaerense Daniel Scioli, que difícilmente de ese paso, en momentos en que ha logrado cierta paz con el gobierno nacional y alguna promesa de integrar listas en conjunto el año próximo. El entorno de Scioli ha visto con buenos ojos la designación de Sabatella en el Afsca, porque sostienen que no sólo lo sacan de juego en la provincia, sin que ha sido una quita de poder para el vice Gabriel Mariotto.
